De acuerdo con la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, el integrar las preocupaciones sobre el medio ambiente en el desarrollo, hará posible satisfacer las necesidades básicas, elevar el nivel de vida de toda la población, conseguir una mejor protección y gestión de los ecosistemas y lograr un futuro más seguro y más próspero, así como alcanzar el anhelado Desarrollo Sustentable.

Todas las naciones con el fin de abordar la problemática del medio ambiente y el desarrollo, en el marco de una asociación mundial se han comprometido en mantener el diálogo continuo y constructivo con el objeto de lograr que la economía mundial sea más eficiente y justa, teniendo en cuenta la interdependencia que existe entre las naciones y que el desarrollo sustentable debe ser un tema prioritario. Estas preocupaciones implican la necesidad no sólo de información económica, demográfica y social sino también de las estadísticas del medio ambiente.

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, realizada en Estocolmo, en 1973, se dieron los primeros pasos para al generación de las estadísticas del medio ambiente. A partir de entonces se han desarrollado conceptos y metodologías y al mismo tiempo, se ha venido acumulando un mejor conocimiento sobre los problemas ambientales y la disponibilidad de los recursos naturales. En 1987, la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo, tomando como punto de referencia el Informe de la Comisión Brundtland o Nuestro Futuro Común, planteó la discusión sobre los problemas globales del desarrollo, medio ambiente y desarrollo sustentable, enfatizando en la necesidad de contar con información específica que cuantifique y evalúe la evolución de los recursos y el estado del ambiente.

Esta inquietud cobró mayor importancia durante la reunión "Cumbre de la Tierra", celebrada en Río de Janeiro en 1992, en la cual fue suscrito el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sustentable, mejor conocido como Agenda 21. Desde entonces en todos los países se ha acentuado la importancia para generar las estadísticas del medio ambiente, que permitan estudiar y cuantificar las actividades humanas y sus impactos en el ambiente, así como el equilibrio entre la población y los recursos.

Si bien es cierto que con anterioridad a esos foros internacionales, algunos países como Canadá, Estados Unidos y la mayoría de los europeos, ya contaban con información ambiental. En América Latina, no obstante, son recientes las experiencias en el desarrollo de sistemas de estadísticas ambientales.

En el Perú también se le ha dado la debida importancia a las estadísticas del medio ambiente. En 1992 se participó en las reuniones internacionales sobre Estadísticas del Medio del Medio Ambiente, conjuntamente con México, Chile, Brasil y Bolivia. En setiembre del mismo año se constituyó la Comisión Interinstitucional de las Estadísticas del Medio Ambiente (COMIEMA), presidida por el INEI y conformada por 14 organismo gubernamentales y 4 no gubernamentales. A la fecha la COMIEMA ha elaborado una serie de documentos con información relevante para el conocimiento ambiental del país.

El INEI en su preocupación por obtener más información sobre el medio ambiente, decidió incorporar un módulo de opinión en la Encuesta Nacional de Hogares 1997 (II Trimestre), con el objeto de tener una visión sobre el medio ambiente urbano a través de la percepción de los jefes de hogares.

Es así como, la idea central de este trabajo es evaluar la potencialidad de los datos obtenidos en la encuesta como instrumento de información para la elaboración de estudios sobre Población y Medio Ambiente. El propósito es observar hasta qué punto éstos datos permiten una lectura integral de ésta relación. Nuestra interrogante es cómo podemos acercarnos al conocimiento de algunos aspectos de dicha relación, haciendo uso de los datos de esta encuesta.