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2.1.3 ADVERTENCIAS SOBRE LA MEDICION DEL INGRESO EN LAS ENCUESTAS DE HOGARES CONTINUAS Y SOBRE OTROS ASPECTOS DE LA PROBLEMATICA SOCIAL* Profesor Froil n Fern ndez ** Es necesario hablar en forma descarnada en este papel, para remecer la actitud y conciencia de ustedes, ante mediciones erradas de la problem tica social y el mal uso de conceptos y l‚xicos en ese campo, lo cual nos est poniendo en desventaja ante profesionales de otras disciplinas. El suscrito reconoce que, tambi‚n ha incurrido en el pasado en errores al utilizar informaci¢n deficiente de ingresos en estudios anal¡ticos, y tal como a el lo advirtieron de su equivocaci¢n, desea advertir a los dem s colegas que est n en ese mismo camino, para que eviten (o salgan de) situaciones equivocadas. Tal como en el cuento de los sastres embaucadores, el ni¤o se atrevi¢ a gritar ante el pomposo cortejo: ! el rey esta desnudo !. tambi‚n yo le grito a este foro: ! cuidado con las mediciones sociales que estamos haciendo !. y esperamos que, tal como en el cuento la advertencia infantil hizo que el pueblo saliera de su equivocaci¢n, este papel pueda contribuir a hacernos ver la realidad social en su justa expresi¢n1. I. LIMITACION DE LA INFORMACION DE INGRESOS EN LAS ENCUESTAS DE HOGARES Se debe tener presente que la informaci¢n de ingresos es dif¡cil de captar. Esto es reconocido en la mismas publicaciones de las Oficinas Nacionales de Estad¡stica. Por ejemplo, en Chile el INE se¤ala en las publicaciones sobre el tema: " en el futuro se har n esfuerzos para lograr una mayor solidez en la captura de la informaci¢n de ingresos y se recomienda contrastar la informaci¢n que proviene de la encuesta de hogares con la que pueda provenir de otras fuentes ". Precisamente, la mayor debilidad de la encuestas de hogares es la subdeclaraci¢n de ingresos, la cual se debe a los siguientes factores: a. Generalmente no se entrevista al perceptor de ingresos Esto se debe a que no existe un presupuesto que lo permita. Entrevistar al perceptor significar¡a realizar la encuesta despu‚s de las 8 de la noche los d¡as de semana, hacerla los s bados y domingos o visitar al perceptor en su lugar de trabajo, todo lo cual es muy oneroso, sobre todo trat ndose de muestras grandes (Por ejemplo, la muestra del INE de Chile tiene un tama¤o de 36000 hogares). En el levantamiento de campo los entrevistadores se conforman con encuestar a cualquier persona adulta del hogar, qui‚n responde las preguntas por todos los miembros del mismo. Se ha comprobado que a nivel intrafamiliar hay ocultamiento del dato de ingresos (en general el esposo no le dice a su se¤ora lo que realmente gana, ni el joven que trabaja y vive con sus padres u otros familliares les dice lo que efectivamente gana). La subdeclaraci¢n de ingresos es muy grande en las encuestas de hogares continua. Esto se ha comprobado cuando se contrasta esa informaci¢n con la que proviene de las Encuestas de Ingresos y Gastos (Encuesta de Presupuestos Familiares, EPF). Estas encuestas si son consideradas como una fuente bastante m s confiable, aunque tambi‚n se subdeclaran los ingresos, esto se da en menor medida. El problema de estas £ltimas encuestas, es que ellas se realizan muy espor dicamente, cada 5 a¤os o m s, debido al costo de emprender esta investigaci¢n que es muy dif¡cil de hacer, por la especializaci¢n del tema y la exigencia t‚cnica de mantener el hogar en observaci¢n todos los d¡as por 1 o 2 semanas. En las EPF existe una contrastaci¢n de los gastos con los ingresos declarados en cada hogar, se hacen controles de balance entre ingreso y gastos, haci‚ndose reentrevistas y nuevas indagaciones en el terreno en los casos de diferencias significativas. Adem s en estas encuestas se procura captar todos los ingresos provenientes de las distintas fuentes, mientras que en las Encuestas de Hogares Continua, generalmente s¢lo se capta los ingresos provenientes del trabajo (y muchas veces s¢lo los de trabajo principal). b. Desconfianza del informante. Si se llega a conversar directamente con el perceptor, en muchos caso ellos subdeclaran los montos de ingresos y ocultan otras fuentes por desconfianza a medidas impositivas o porque a ellos les conviene declarar menos. Muchas veces las personas consideran que al declarar menos ingresos, se tiene mas posibilidades de recibir subsidios provenientes del gasto social. II. UNA REFLEXION SOBRE LA VALIDEZ DE LA INFORMACION DE INGRESOS En general los t‚cnicos est n conscientes de las limitaciones que tienen las encuestas de hogares continuas en la captaci¢n de ingresos, (estas mismas limitaciones se aplican a la encuesta sociales, tipo CASEN), pero el problema estriba en que existe una apreciaci¢n diferente respecto de la gravedad de estas limitaciones. Por un lado hay especialistas que suponen que basta con ajustar los resultados de la encuesta a las estimaciones de las cifras de ingreso de las cuentas nacionales, para poder realizar diversos trabajos anal¡ticos. Otros en cambio, entre los que se incluye el suscrito, sostienen que dichas limitaciones son de extrema gravedad y los ajustes que se realizan a su monto global, no es una soluci¢n, pues la distribuci¢n de ingresos no puede ser corregida por ning£n m‚todo t‚cnicamente v lido. Si la captaci¢n de ingresos no se puede hacer en forma medianamente correcta, es preferible no hacer preguntas sobre ingresos en las encuestas de hogares. Los que insisten en utilizar cifras mal captadas sostienen que estas son las oficiales, pues han sido presentadas por las Oficinas Nacionales de Estad¡stica, incluso publicadas oficialmente. Tambi‚n argumentan que PEOR ES NADA y utilizan las cifras de ingreso a pesar de estar conscientes, en alg£n grado, de sus limitaciones. Las cifras producidas sobre ingresos, son aceptadas livianamente por los encuest¢logos, dado que las mismas fueron respondidas por el hogar, y ellos s¢lo las tabulan y las presentan en forma agregada, se¤alando t¡midamente sus limitaciones, sin ponderar bien la gravedad de las mismas. Nosotros en cambio, creemos que es "MEJOR LA NADA A TENER CIFRAS TAN ALEJADAS DE LA REALIDAD". III.CIFRAS MALAS, ESTUDIOS MALOS De estas malas cifras de ingreso han surgido los estudios de pobreza para diferentes pa¡ses de la Regi¢n, que son cuestionados en cualquier foro de nivel t‚cnico. Tales estudios basados en estas malas cifras de ingreso llegan a conclusiones insostenibles sobre la magnitud de la pobreza. Por ejemplo en Chile, se han presentando cifras exageradas del problema. En esos estudios se se¤ala que en 1970 los hogares en situaci¢n de pobreza representaban s¢lo el 20%, en 1987 ese flagelo aument¢ a 44% y en 1992 alcanz¢ la cifra de un 33%. Es decir en los a¤os 1987 y 1992 hab¡a m s pobreza que en el a¤o 1970, 44%, 33% y 20%, respectivamente. Esa conclusi¢n es absolutamente contradictoria con los dem s indicadores sociales, que muestran un mejoramiento de la situaci¢n social en ese lapso. En Chile la situaci¢n social ha mejorado entre 1970 y 1992, pues ahora hay menos hogares y personas con Necesidades B sicas Insatisfechas, por lo tanto hay menos pobres, al rev‚s de lo que sostienen esos estudios, basados en la l¡nea de pobreza: En 1992 con respecto a 1970 (Incluso 1987 versus 1970): . Hay una menor mortalidad general y una mayor esperanza de vida y ha disminuido la mortalidad infantil. Las mejor¡a de las condiciones sanitarias y la mejor nutrici¢n de la poblaci¢n han tenido buenos efectos. . Ha disminuido el porcentaje de hogares con carencia de agua potable, luz el‚ctrica y alcantarillado. . Los hogares con tel‚fono y veh¡culos han aumentado. . El porcentaje de hogares equipados con lavadoras, refrigerador, televisores y otros equipos electr¢nicos ha aumentado. Ahora hay m s artefactos en los hogares. . El analfabetismo ha disminuido y ha aumentado la escolarizaci¢n (hay m s personas con m s a¤os de estudio). . Ahora hay menos campamentos (callampas, tugurios, villas miserias) que antes. IV. OTROS PROBLEMAS SOCIALES En todo caso, estamos conscientes que en muchos pa¡ses que han padecido de gobiernos autoritarios y/o por haber sufrido graves conflictos sociales nacionales, han surgido en algunos de ellos otros tipos de problemas, a pesar de la mejor¡a de ciertas condiciones sociales y econ¢micas. El impacto de esos per¡odos sombr¡os han tra¡do muerte e invalidez para las v¡ctimas y desajustes mentales y siqui tricos a los victimarios (los cuales en per¡odos de sana convivencia social ello no existe). La poblaci¢n en general se ha visto afectada por el dolor y el temor. Todo lo cual ha cambiado el alma popular de esos pa¡ses y han transformado a las personas en seres m s tristes y desconfiados que antes. En otros pa¡ses, seudo democr ticos, por el poder de los partidos gobernantes o haber tenido presidentes corruptos y deshonestos en lo pecuniario, reina el servilismo, la corrupci¢n y el desorden en los distintos niveles de la vida nacional, lo cual impide un ritmo de desarrollo adecuado del pa¡s, en procura de un mayor bienestar de la poblaci¢n. Unido a lo anterior, pero que afecta en general a todos los pa¡ses, el dinamismo propio de la civilizaci¢n, los nuevos enfoques econ¢micos, la transformaci¢n de valores solidarios a valores competitivos en la poblaci¢n, las mayores facilidades de acceso a los medios de comunicaci¢n visual y los r pidos procesos de urbanizaci¢n, han hecho surgir y acrecentar otros problemas sociales, los cuales quedan ocultos por el ‚nfasis dado a la palabra Pobreza y no existe la debida preocupaci¢n para atenderlos y buscarles soluciones adecuadas. Estos problemas emergentes no se enmarcan dentro de la concepci¢n de pobreza tradicional, en cuanto a carecer de cosas y servicios, sino que est n en el contexto de las debilidades de la naturaleza humana y afectan a todos los estratos sociales. . El alcoholismo, debido a frustraciones humanas como a la mala calidad y adulteraci¢n de los licores por parte de productores inescrupulosos, est da¤ando cada vez m s a nuestra poblaci¢n, sobre todo a los j¢venes. . La drogadicci¢n juvenil se ha acrecentado. . La soledad en las personas mayores es m s frecuente. . La demencia y el cansancio mental han aumentado. . La agresividad de los conductores de veh¡culos, causa m s muertos e invalidez (discapacidad ) que antes, en contraposici¢n a la mejor¡a de las condiciones de seguridad industrial (hay menos accidentes del trabajo ahora que antes). . El consumismo y las nuevas necesidades y aspiraciones (que muchas veces no pueden alcanzarse), dadas por el espejismo del cr‚dito f cil y el bombardeo publicitario, trae tristeza y estr‚s en las personas que no pueden tener acceso a todas las ofertas del mercado deseadas. . La falta de educaci¢n sexual y la p‚rdida de valores familiares, est n trayendo separaciones matrimoniales, embarazos juveniles y enfermedades ven‚reas. . La misma crisis de valores ha tra¡do consigo un aumento de la delincuencia. Ello est impidiendo a la poblaci¢n, disfrutar la calle en las grandes ciudades, despu‚s de cierta hora. V. CIFRAS SOBRE LA PROBLEMATICA SOCIAL DE UTILIDAD EN LA DEFINICION DE POLITICAS Para facilitar el dise¤o de los programas sociales realmente requeridos es necesario definir y medir bien la problem tica social y las distintas facetas de la pobreza, y evitar caer en burdas equivocaciones, tratando de hablar de la pobreza como algo monofac‚tico, cuando realmente la problem tica social es multifac‚tica. Para hacer operativo y eficiente el trabajo de la Comisiones de Superaci¢n de la Pobreza Extrema y otras instancias sociales que se est n organizando en los pa¡ses, debemos comenzar por reemplazar la actual medici¢n de L¡nea de Pobreza (ingresos) por el m‚todo de las Necesidades B sicas Insatisfechas (NBI) y emplear un l‚xico mas l¢gico y entendible, como es el hablar de carencias espec¡ficas, evitando dar ‚nfasis e importancia a los ¡ndices sint‚ticos (o condensados). Dado que la pobreza tiene m£ltiples acepciones, no se puede hablar de pobreza a secas y es necesario especificar en que aspectos es pobre (o carente) esa familia o persona. En base a la cuantificaci¢n de carencias y problemas sociales espec¡ficos, de tipo estructurales, los "hacedores de pol¡ticas" definir n metas sectoriales claras y precisas en su empe¤o por superar las condiciones sectoriales de la pobreza extrema y as¡ se podr medir con efectividad la Gesti¢n Social de un Gobierno. Para todos ser f cil de comprender que al comienzo del Gobierno hab¡a tal porcentaje de analfabetos y que al finalizar este, esa problem tica social disminuy¢ en forma significativa. Que la deserci¢n escolar disminuy¢. Que la cobertura y la calidad educativa mejoraron en ese per¡odo. Que el d‚ficit habitacional disminuy¢. Que aumentaron las pr cticas deportivas, culturales y recreacionales en tal magnitud. Que el alcoholismo y la drogadicci¢n disminuyeron en tal porcentaje. Que los actos delictivos y los accidentes se redujeron. Que aument¢ la cobertura y calidad de los servicios de agua y luz. Que la desnutrici¢n disminuy¢, Que mejoraron las condiciones de salud de la poblaci¢n y que la mortalidad infantil baj¢, etc., etc. Y as¡ podremos dar una cuenta m s clara sobre los impactos de la pol¡tica y la gesti¢n p£blica en los diversos sectores y la poblaci¢n entender con facilidad que efectivamente las condiciones de bienestar mejoraron y que en ese momento hay menos familias en situaciones de pobreza extrema que antes, en lo estructural. VI. NO INVENTEMOS UN NUEVO LEXICO PARA CONCEPTOS DE OTRAS DISCIPLINAS En cuanto a las situaciones socioecon¢micas coyunturales (Empleo y desempleo, ingresos reales, inflaci¢n, tasa de inter‚s, inversi¢n, gasto p£blico, gasto social, balanza comercial, tipo de cambio, etc.), debemos tener presente que es un campo de preocupaci¢n compartido con los economistas globalistas. Nosotros como cientistas sociales, debemos estar claros eso s¡, que los primeros ya tienen una disciplina, un l‚xico y un esquema de propuestas integral muy antiguos para tratar esas problem ticas socioecon¢micas e intentar darles soluciones. Tambi‚n tenemos clara conciencia que los enfoques y soluciones sugeridas por los economistas son muy variadas (aunque ahora no tanto como antes), y que muchas veces las pol¡ticas econ¢micas aplicadas han sido contraproducentes, pero en todo caso ese campo es m s de su competencia que de la nuestra. Nosotros hacemos muy mal, cuando pretendemos inventar un lenguaje sociol¢gico a los mismos conceptos que ya se vienen utilizando por otras disciplinas, desde muy antiguo. Con el agravante de que no existe acuerdo entre nosotros sobre los t‚rminos que debemos emplear en cada caso. La palabras pobreza, informalidad, invisibilidad, tienen diferentes significados y en cualquier conferencia hay que dar una explicaci¢n previa y lata, sobre lo que entiende el conferencista sobre esos t‚rminos. Ejemplos de esos hay muchos: . Subempleo invisible, es similar al concepto de "Ocupados mal pagados (remunerados)" que utilizan los economistas. . Sector informal, se acerca bastante a trabajadores por cuenta propia y microempresas. . Aumentaron los pobres (m‚todo de la l¡nea de pobreza, suponiendo que los ingresos se puedan medir bien), pues hay mas familias cuyos ingresos no alcanzan para adquirir la Canasta (o 2 canastas) de Consumo B sico Alimentario. Los economistas hablar¡an con su propio l‚xico: En ese per¡odo se capt¢ un aumento de la desocupaci¢n, aumento del ¡ndice de precios al consumidor y se produjo una ca¡da de los ingresos reales en los estratos bajos. Por otro lado, los medidores de la pobreza por el m‚todo de ingresos, adem s cometen el error de no considerar el patrimonio de la persona afectada. Por ejemplo, la encuesta refleja que un profesional est desocupado, lo que significa que tiene "cero" ingreso en ese per¡odo, por lo tanto la "metodolog¡a de l¡nea de pobreza" lo define como pobre, y sin embargo esa persona sigue viviendo en la misma urbanizaci¢n, con las mismas comodidades de antes, y sus hijos siguen yendo al mismo colegio privado, pues ese estado de desocupaci¢n es coyuntural y adem s tiene un patrimonio, que le permite solventar esa situaci¢n pasajera. An lisis de la situaci¢n de pobreza por el m‚todo integrado: la pobreza "cr¢nica" aumento 2%, la pobreza "reciente" disminuy¢ en 4% y la pobreza "inercial" se mantuvo en su mismo nivel. Cantinflas se hubiese comunicado mejor. Nuestro lenguaje sociol¢gico sobre estos temas s¢lo lo entienden los que han seguido cursos y seminarios sobre indicadores sociales y de pobreza y adem s siempre se les olvida la definici¢n. Podr¡amos hacer ya una prueba con ustedes mismos que trabajan los temas de ingreso y pobreza, para demostrarles que los t‚rminos mencionados, ustedes los definir n de distinta manera, si se los preguntamos sin advertencia. Por eso el pol¡tico, el economista, el planificador y el hacedor de pol¡ticas no nos entienden. VII.SUGERENCIAS PARA LA MEJORAR LAS ENCUESTAS DE HOGARES EN MEDICION DE LA PROBLEMATICA SOCIAL Y LOS INGRESOS En todo caso y paralelamente al estudio de carencias, se debe procurar medir bien en esas encuestas, adem s de las variables de empleo, los ingresos, a fin de permitir realizar buenos estudios sobre distribuci¢n de los mismos. Las limitaciones de las encuestas de hogares para captar ingresos, exigen que estas se modifiquen, sobre todo en el trabajo de campo. a. Aplicar las preguntas de ingreso en una peque¤a submuestra de la Encuesta de Hogares Se sugiere aplicar un cuestionario de ingresos en una submuestra y entrevistar directamente al perceptor, por parte de los mejores entrevistadores. Adem s se debe indagar sobre las condiciones y servicio de la vivienda y el equipamiento del hogar, a fin de contrastar las cifras de ingreso con la calidad de vida que lleva la familia. Por ejemplo, para el caso de Chile, una submuestra con un tama¤o de 2000 hogares ser¡a suficiente para dar buenas estimaciones a nivel nacional, aunque las estimaciones muestrales no se puedan desagregar mucho geogr ficamente. b. Indagar sobre la vivienda y el hogar En la muestra completa, debe indagarse los servicios de la vivienda, hacinamiento, personas allegadas, metros cuadrados, equipamiento del hogar en electrodom‚sticos y veh¡culos, si estudian o no los ni¤os y j¢venes, aspectos recreativos, practicas deportivas y culturales, etc. El n£mero de preguntas debe ser reducido, pues no se tratar¡a de una encuesta especial tan exhaustiva, tipo CASEN. Muchos de estos temas ya son indagados en las encuestas de los INE's, pero no se tabulan ni se presentan resultados. c. Constituir el Comit‚ de Usuarios y Productores de la Encuesta de Hogares Se considera conveniente instaurar un comit‚ sobre la encuesta de hogares de car cter interinstitucional, que coordine la acci¢n entre usuarios y productores de dicha encuesta, cuyos acuerdos constituyan un mandato para la Oficina Nacional de Estad¡stica del pa¡s en cuesti¢n. Realmente la estad¡stica es para los usuarios y esa Oficina tal como una empresa debe procurar satisfacer los requerimientos del consumidor, que en este caso son las instituciones y en general toda la comunidad que demandan informaci¢n estad¡stica. Al existir este comit‚, la Oficina Nacional de Estad¡stica respectiva, no podr¡a actuar unilateralmente y adem s se sentir mas apoyada, pues las medidas y acciones que se adopten, se har n en conjunto y con el apoyo de las instituciones usuarias. En el comit‚ surgir¡an las recomendaciones y el aunamiento de esfuerzos interinstitucional, que har n mas eficiente el instrumento de la encuesta, y as¡ podr mejorarse la captaci¢n de ingresos. * Profesor del Centro Interamericano de Ense¤anza de Estad¡stica CIENES, Santiago - Chile. ** Se advierte que las reflexiones del autor son personales y de su exclusiva responsabilidad, y los conceptos y opiniones vertidas en este papel, no necesariamente son coincidentes con los de la Instituci¢n a la que pertenece. |