El término desplazado es aplicado a toda persona que se ve obligado a dejar el lugar de su residencia, en tal sentido es utilizado para referirse a los refugiados y asilados. El concepto de "desplazado interno" involucra a la persona que abandona el lugar donde habitualmente vive como consecuencia de la existencia de conflictos armados internos.

En el Perú el desplazamiento por violencia constituye un proceso complejo iniciado, aproximadamente, en 1981 y como fenómeno masivo a partir de 1983. Este proceso tuvo una característica propia, de ser un desplazamiento interno, es decir, sin transponer las fronteras nacionales. Tomando en consideración las características del desplazamiento es difícil calcular la real magnitud de la población desplazada por la violencia.

La migración, como característica de movilidad espacial de la población, se produce generalmente por razones de tipo económico y desarrollo cultural. El migrante tiene la expectativa de mejores horizontes y de un cambio positivo en sus condiciones de vida. Es un acto completamente voluntario. A diferencia de la migración, el desplazamiento es un acto compulsivo, en el cual el migrante por la violencia existente en el medio donde reside, y muchas veces para proteger su vida, se ve obligado en contra de su voluntad a buscar refugio en otras zonas del país.

El proceso de desplazamiento en el país no se produjo de manera directa, desde el campo hacia la ciudad sino que presentó, en algunos casos, modalidades específicas como es el desplazamiento de las comunidades y anexos a centros poblados más próximos, de allí a las capitales de provincia, capital departamental y finalmente fuera del departamento, en un proceso de itinerancia y en espera de que la violencia disminuya. Las áreas más afectadas en el país fueron los departamentos de Ayacucho, Huancavelica, Apurímac, Junín, Huánuco, en menor medida los departamentos de la sierra, Ancash, Puno, Cajamarca, Cusco y Pasco y grandes zonas de la selva de San Martín, Ucayali, Loreto y Amazonas.

En este capítulo, se analiza la información de la población desplazada retornante, mayor de 18 años de edad. Para fines de caracterización se ha incorporado las respuestas de los adultos, considerando que el horizonte de desplazamiento ha sido de 13 años aproximadamente, y por tanto abarca a los niños que salieron como desplazados con una edad de 05 años.

El análisis no incluye a la población de arrastre por lo tanto en la caracterización no se considera las respuestas de la población que no se ha desplazado.