V. Discusión El papel del Estado es crucial en el logro de mejores condiciones de salud. El Gráfico 10 muestra la asociación existente entre los índices de salud (SIV) y las tasas de acceso de los enfermos a las consultas institucionales. En el ámbito regional, se observa que la sierra, con tasas menores al 45% de atención, presenta los índices más bajos de salud. Los pobladores de la selva, con una proporción de consultas similar, tienen mejores índices de salud. Sin embargo, se hallan aún por debajo de los niveles de salud de la costa. En definitiva, el gráfico plantea un problema de desigualdad en las condiciones de salud. Gráfico 5.1 Elaboración propia. Esta relación entre acceso a servicios de salud y el estado de la salud sugiere la importancia de la prestación de servicios del MINSA. En concreto, según los datos de la ENAHO 98-II, en las zonas de peores condiciones (sierra y selva), el 62% de las consultas de salud se realiza en los establecimientos del MINSA. En la costa, este porcentaje desciende a 45%. Estas tasas permiten concluir que los servicios del MINSA constituyen un mecanismo para la reducción de la fuerte brecha entre las condiciones de salud de la costa y el resto del país. En particular, según las regresiones del Cuadro 2, el impacto estimado de la entrega de los servicios de salud del MINSA sobre la salud implica que, para conducir el nivel de salud de la sierra y la selva hasta el actual promedio de la costa, el MINSA debería incrementar en casi 50% la cantidad de servicios entregados en esas zonas. En términos aproximados (a partir de las medias de la muestra), el porcentaje de enfermos atendidos en establecimientos del MINSA debería elevarse de 28% a 41%8. El análisis de la inversión necesaria para elevar los niveles de salud hasta una meta predeterminada es viable para cualquier zona del país a partir de las regresiones estimadas. Sin embargo, este estudio no se limita al impacto de los servicios públicos de salud sobre la salud. En adelante, el estudio explora el efecto de los mismos sobre las condiciones de pobreza en el país. El modelo anterior implica que, aunque una variable no afecte directamente a la productividad, puede hacerlo indirectamente si genera algún impacto sobre la salud. Este es el caso de los servicios públicos de salud. En particular, Suponiendo que las horas de trabajo semanal se mantienen estables, el mayor salario por hora asociado a una mejor salud conduce a un mayor ingreso per cápita. En adelante, se muestran simulaciones a partir de nuevos niveles de ingresos per cápita ante distintas situaciones asociadas a la salud. El supuesto de invariabilidad del esfuerzo laboral es conservador pues, en principio, una mejor salud permitiría trabajar más horas por semana. Así, la regresión del Apéndice 2 muestra que la probabilidad de trabajar se incrementa con mejores condiciones de salud.
En términos de distribución del ingreso, las estimaciones anteriores indican que la desigualdad en las condiciones de salud, mostrada por el Gráfico 5, eleva el índice de Gini de la población total de 0.473 al actual 0.486. Si todos los individuos tuvieran el mismo índice de salud (al actual promedio), el ingreso se distribuiría más equitativamente. Sin embargo, la magnitud de este efecto es débil. Una distribución homogénea de la educación reduciría más fuertemente el índice de Gini: de 0.486 a 0.434. __________________________ 8 El cambio de la cobertura del MINSA (13%=41%-28%) se obtiene a partir de (SCOSTA - SSIERRA-SELVA) / Coeficiente MINSA, donde SCOSTA y SSIERRA-SELVA son promedios regionales del índice de salud y Coeficiente MINSA es el promedio de los coeficientes de hombres y mujeres, ponderados por la proporción de cada sexo dentro de la población total de las zonas de sierra y selva. Los coeficientes son corregidos con la función de densidad de acuerdo con lo exigido por el modelo probit. Gráfico 5.2 A su vez, el Gráfico 11 muestra los escenarios en que el MINSA eleva su cobertura para asegurar que una cierta tasa mínima de los enfermos de cada distrito sea atendida (o la mantiene estable si ya es alcanzada esa tasa). Así, por ejemplo, si el MINSA expandiese su atención en los distritos en que menos del 45% de los enfermos realiza una consulta institucional (en el MINSA o con otro proveedor), el ingreso per cápita global se elevaría hasta S/. 229 y el índice de Gini disminuiría a 0.482. En general, el Gráfico 11 muestra que una política de expansión del MINSA para asegurar atención de salud en las localidades menos atendidas incrementaría el ingreso per cápita y, además, reduciría la desigualdad en la distribución de este ingreso. Sin embargo, debe observarse que la magnitud de la reducción del índice de Gini es débil. El estudio requeriría información sobre los costos de la ampliación de los servicios del MINSA. Esta información sería comparada con los beneficios explorados en este trabajo para extraer pautas de inversión más concretas y facilitar la toma de decisiones de inversiones en salud en el ámbito regional. |