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La distribución del ingreso,
al igual que la pobreza, es uno de los problemas que siempre ha
estado presente en la historia de la humanidad. Para entender
su naturaleza y sus determinantes, la ciencia económica
ha jugado un papel importante, toda vez que el centro de su atención
ha sido justamente la búsqueda de un sistema económico
que propicie la generación de riqueza y su distribución
eficiente y equitativa. La distribución del ingreso ha
sido por tanto, también, una preocupación permanente
de los gobiernos.
A continuación se presenta información
sobre la distribución del ingreso en el Perú para
1996, tanto a nivel de percentiles (es decir, la población
repartida en grupos del mismo tamaño, ordenada previamente
en función al ingreso percápita) como a nivel de
indicadores resumen (el coeficiente de Gini y los de la clase
de Entropía Generalizada).
En primer lugar debe indicarse que la
distribución del ingreso es extraordinariamente desigual
tanto en los países subdesarrollados como en los de mayor
desarrollo. Por ejemplo, en Estados Unidos, mientras que el 20%
más pobre recibió en 1984 el 4.7 % de los ingresos
totales de ese país, el 20 % más rico recibió
42.9 %, es decir, ocho veces más ingresos que el 20 % inferior1 .
Según la ENAHO-1996, en el Perú el 20 % más
pobre de la población recibió solo el 5.2 % del
ingreso total, mientras el 20 % de mayores ingresos recibió
el 46.8 %.
La información un poco más
desagregada para el caso peruano indica que, mientras el 10% más
pobre de la población obtuvo en 1996 el 1.9 % del ingreso
total, el 10% más rico recibió el 32.6 % (ver Gráfico
Nº 5). En promedio el 10 % más pobre de la población
tuvo en 1996 un ingreso promedio mensual de S/. 53 (equivalente
a US$ 21), mientras el 10% más pudiente de la población
recibió S/. 937 (equivalente a US$ 363), es decir, un ingreso
18 veces más grande que el del primer decil (ver Gráfico
Nº 6). El Cuadro Nº 4 muestra que si bien la desigualdad
en la distribución de los ingresos se repite al interior
de las zonas urbana y rural
del país -casi no distinguiéndose
entre ambos diferencia alguna a nivel de los deciles- el ingreso
percápita mensual en el ámbito urbano es en promedio
2 veces mayor respecto al rural.
Los indicadores resumen empleados para
caracterizar la distribución del ingreso percápita
son el Coeficiente de Gini , el promedio del logaritmo de la desviación
, el índice de Theil y una transformación del coeficiente
de variación , los cuales han sido definidos en detalle
en la primera sección. El Cuadro Nº 5 muestra para
cada dominio geográfico el ingreso percápita mensual
promedio y el valor de los 4 indicadores de desigualdad de los
ingresos señalados.
Observando los valores del coeficiente
de Gini puede decirse que si bien son elevados para los estándares
internacionales, a nivel de América Latina al parecer no
lo sería tanto. Por el contrario, según el "Panorama
Social de América Latina" de la CEPAL en su edición
de 1996, el Perú se encontraría en el noveno lugar
de un conjunto de 13 países2 (ver Anexo A) ya que
tiene la distribución del ingreso menos desigual después
de Uruguay
* soles de noviembre de 1996 |
GEOGRAFICO | PERCAPITA MENSUAL (S/. DE NOV.96) | ||||
Nota: G es el coeficiente de Gini, E(0) el promedio del logaritmo de la desviación, E(1) el índice de Theil y E(2) una transformación del coeficiente de variación. Las diferencias de E(0), E(1) y E(2) de los dominios respecto a los valores a nivel total se debe a la desigualdad entre-grupos que será explicado posteriormente. |
Costa Rica, Venezuela y México. Una
conclusión similar se obtiene al considerar información
más agregada de 109 países y para varios años
(Base de datos del trabajo de Deininger, K. y Squire, L. del Banco
Mundial 3 ), al colocar
al Perú en el cuarto lugar dentro de los países
de América Latina con una distribución menos desigual
y en el puesto 70 considerando toda la muestra de países.
Según se observa en el Cuadro, los valores
del coeficiente de Gini, indicador que no es sensible a la parte
baja ni a la alta de la distribución del ingreso, no son
muy diferentes dentro de los dominios geográficos4
y probablemente no exista desde el punto de vista estadístico
diferencia alguna. Sin embargo, exceptuando el caso de la sierra
urbana, se observa una asociación positiva entre los niveles
de ingreso percápita y el valor de dicho coeficiente.
COSTA URBANA | |||||||||
COSTA RURAL | |||||||||
SIERRA URBANA | |||||||||
SIERRA RURAL | |||||||||
SELVA URBANA | |||||||||
SELVA RURAL | |||||||||
LIMA METROP | |||||||||
TOTAL PAIS | |||||||||
Nota:
|
Es decir, cuanto mayor es el promedio
de los ingresos, más desigual es la distribución
de los mismos. En particular puede observarse los casos extremos:
Lima Metropolitana tiene el nivel de ingreso percápita
más alto dentro del conjunto de los dominios y a su vez
tiene el coeficiente de Gini más alto, mientras que la
sierra rural es el que tiene el nivel de ingreso más bajo
y a la vez el indicador de desigualdad más reducido.
El índice de Theil, indicador
que tiene una sensibilidad constante a lo largo de la distribución
de los ingresos, muestra un comportamiento similar al del coeficiente
de Gini, aunque con un matiz más claro dentro de cada dominio
geográfico. El valor del índice de Theil es 22
% más alto en Lima Metropolitana que en la Sierra Rural.
Los otros dos indicadores de desigualdad, el promedio del logaritmo
de la desviación y el coeficiente de variación,
sensibles a la parte baja y alta de la distribución respectivamente,
muestran un comportamiento menos claro respecto a los niveles
de ingreso percápita.
En general puede decirse que las diferencias
en la distribución de los ingresos dentro de cada dominio
geográfico son poco importantes. Sin embargo, la información
un poco más desagregada considerando el tamaño y
el promedio de los ingresos por deciles para todos los dominios
indica lo siguiente (ver los Gráficos Nº 7 y Nº
8):
se produjera entre zonas, una transferencia
de 10% del ingreso del decil más rico de Lima Metropolitana
hacia el decil más pobre de la sierra rural originaría
un incremento de los ingresos de este decil en 6.5 veces.
En suma, puede decirse que las diferencias
en los niveles de bienestar de las distintas regiones del país
se debe fundamentalmente a las diferencias en los niveles de ingreso
entre ellos ya que las desigualdades en la distribución
al interior de los mismos son poco importantes.