Ŀ               
        4.4   DINAMICA DEMOGRAFICA DE LA POBREZA EN NICARAGUA1               
   
                              Medea Morales
                       Ministerio de Planificacin
                           Managua, Nicaragua
             

Introduccin

   El problema de la pobreza no es un fenmeno novedoso en los pases
de la regin. Sin embargo, ha cobrado relevancia en la coyuntura actual
debido a las consecuencias de la crisis econmica que afect al conjun-
to de  pases de Amrica Latina en la dcada de 1980. Esta se manifest
en  la desfavorable  evolucin del empleo, en la reduccin de los sala-
rios reales y en la contraccin del gasto pblico destinado al suminis-
tro  de  servicios  sociales, entre  otros  aspectos. Sus repercusiones
afectaron  severamente  las  condiciones de vida de la poblacin, espe-
cialmente  en  aquellos  hogares  donde las  carencias  de  ingresos  y
la insatisfaccin  de  necesidades  bsicas  ya  eran  parte  de  tales
condiciones.

   Empricamente  se  percibe  que en  muchos pases latinoamericanos
la pobreza se asocia a una alta mortalidad y elevada fecundidad, con el
resultado de unas igualmente altas tasas de crecimiento demogrfico. El
propsito  general de este trabajo es mostrar que en el caso de Nicara-
gua tambin existe una  vinculacin  entre  pobreza  y alto crecimiento
demogrfico; sin embargo, ms all del problema que pudiera suscitar el
ritmo de crecimiento de la poblacin, se parte de la  base que esta si-
tuacin no es ms que una expresin de un problema real  que es la ine-
quidad. Por consiguiente, resolver los  problemas que pudiera  acarrear
el elevado ritmo de crecimiento de la poblacin requiere lograr primero
la equidad. Es en este sentido que adquiere  relevancia  enfrentar  los
diversos mecanismos que llevan a la reproduccin de la pobreza,  con el
fin, entre otros, de que los pobres puedan acceder a una adecuada aten-
cin de salud y oportunidades de educacin que coadyuven  a reducir sus
niveles de mortalidad y, si as lo desean, tener  acceso a medios  para
disminuir su fecundidad. Al mismo tiempo, ello les permitira  estar en
mejores condiciones para elevar la productividad de su trabajo,  lo que
contribuira a romper el crculo intergeneracional de la pobreza.

   Como objetivos especficos de la presente investigacin se plantea
conocer la magnitud y distribucin de los hogares y de la poblacin con
necesidades bsicas insatisfechas en el contexto nicaragense, como  un
enfoque de los niveles de pobreza. Por lo tanto, en la determinacin de
los hogares y de la poblacin  en  estado  de pobreza se ha empleado el
mtodo de necesidades bsicas insatisfechas, que est basado en la com-
binacin de un conjunto de indicadores socioeconmicos,  definidos  por
una alta dependencia econmica relativa, hacinamiento y servicios bsi-
cos insuficientes (CEPAL, 1985). La escala de anlisis empleada corres-
ponde al nivel nacional y al de reas urbanas y rurales.

   Por  otro lado, se pretende mostrar las diferencias  demogrficas,
econmicas  y sociales existentes entre los hogares y poblacin con ne-
cesidades bsicas satisfechas (NBS, no pobres) y los hogares y pobla-
cin con necesidades bsicas  insatisfechas  (NBI,  pobres),  de  tal
manera que sirvan de "insumos"  para  la  delimitacin  de  poblaciones
objetivos de las polticas correspondientes,  y  permitan  mejorar  los
criterios en la asignacin de los limitados recursos con que cuenta  el
pas.

   El estudio  est referido al ao 1985, y se utiliz como principal
fuente de informacin la Encuesta sociodemogrfica nicaragense de 1985
(ESDENIC 85), la ms reciente a nivel nacional. Esta fue llevada a cabo
entre  julio de 1985 y marzo de 1986 por el Instituto Nacional de Esta-
dsticas  y  Censos  (INEC) y  para fines de anlisis se trabaj con la
muestra expandida. La informacin se proces utilizando una base de da-
tos  creada en el sistema REDATAM (recuperacin de datos para reas pe-
queas  por  microcomputador), programa elaborado por el CELADE (Centro
Latinoamericano de Demografa).

   En la  primera parte de este trabajo se presenta el marco de refe-
rencia emprico  y  conceptual que sirve  a la investigacin. Luego, se
aborda la magnitud de los hogares y de la poblacin con NBS y NBI, dis-
tinguiendo  previamente los  aspectos metodolgicos de su medicin. Una
tercera  seccin  recoge y analiza las  caractersticas generales de la
poblacin  y  de los jefes de hogar segn estado de pobreza. Posterior-
mente, se analizan algunas diferencias en el comportamiento demogrfico
entre  hogares  con NBS y NBI y, finalmente, se presenta un conjunto de
conclusiones.

1.  Marco de referencia

    Existe una diversidad de enfoques sobre el problema de la pobreza.
El vaco  de  un  marco terico  aceptado en forma general dificulta su
anlisis y  hace inevitable caer en algn grado de subjetivismo  cuando
se pretende  definirlo,  pues tampoco hay un consenso sobre el concepto
mismo de pobreza.

    Sin desconocer este inconveniente y teniendo presente que cualquier
definicin es objetable, se intentar hacer una cuantificacin de la po-
blacin  pobre  de  Nicaragua  e  identificar  algunas   caractersticas
socioeconmicas y demogrficas que le son propias, conscientes de que en
la medicin  de la pobreza existen tambin limitaciones en la disponibi-
lidad de informacin, que imponen la seleccin de un mtodo en detrimen-
to de otros de uso habitual para su estimacin.

    La  bibliografa sobre el tema reconoce las dificultades que encie-
rra la medicin  de la pobreza y su heterogeneidad,  pero  distingue  un
margen de relativa aceptacin sobre las ventajas de algunos mtodos, ta-
les  como el  de necesidades bsicas insatisfechas y el de las lneas de
pobreza. Diferente es la situacin en cuanto a la  definicin conceptual
de  la pobreza. En la ltima  dcada, el agravamiento de las condiciones
de vida de gran parte de la poblacin de los pases de Amrica Latina ha
obligado  a  acompaarlo con adjetivos ms dramticos (pobreza crtica o
estado de indigencia y miseria), muchos de ellos desenterrados del pasa-
do.

    De cualquier manera, el trmino pobreza busca delimitar un sector
de personas  u  hogares  desde el punto de vista del observador. En este
sentido,  el trmino  pobre usualmente no sirve para que se identifiquen
ante s mismos y ante los dems quienes as son designados. No es el ca-
so  de  lo  que  sucede  con  las  categoras  de  empresario,  obrero o
campesino, que estn  ligadas a un conjunto de rasgos que implican rela-
ciones  entre las personas, as como el carcter correspondiente  en  la
autodefinicin, que permite  actuar frente a tales sectores de poblacin
y esperar de ellos un comportamiento determinado.
     
    Para fines de este trabajo se ha decidido hablar de hogares y perso-
nas con insatisfaccin de necesidades bsicas como un acercamiento  a  la
medicin de la pobreza, identificando su magnitud y algunas caractersti-
cas socioeconmicas y demogrficas que le son propias.

    Es indiscutible que una definicin amplia de la pobreza debera in-
corporar adems de necesidades bsicas materiales e ingresos  percibidos
para su  satisfaccin, otras  necesidades bsicas de naturaleza no mate-
rial  como, por ejemplo,  la autorrealizacin personal, la participacin
en la sociedad, la calidad del medio ambiente, la libertad, los derechos
humanos  (Ghai y Alfthan,  1977).  Sin embargo, tanto en la seleccin de
las necesidades bsicas no materiales como en la  fijacin  de criterios
mnimos para su determinacin, hay un alto grado de subjetividad que di-
ficulta  la medicin del grado de satisfaccin de ellas. En ese sentido,
para los propsitos de un estudio emprico, es necesario concentrarse en
las necesidades bsicas materiales, lo que permitir clasificar  con  un
criterio  ms objetivo a la poblacin en situacin de pobreza (necesida-
des  bsicas  insatisfechas,  NBI) o de  no pobreza (necesidades bsicas
satisfechas, NBS).

    La determinacin  de los hogares y de la poblacin en estado de po-
breza se hizo a travs de la combinacin de un conjunto  de  indicadores
socioeconmicos (alta  dependencia  econmica,  hacinamiento y servicios
bsicos  insuficientes)  que permitieron la construccin de un indicador
sinttico de necesidades bsicas insatisfechas. Este indicador sinttico
refleja  el porcentaje de hogares que tienen una o ms necesidades bsi-
cas no resueltas (CEPAL, 1985).

    En los pases industrializados lo normal es que la incidencia de la
pobreza sea  de poca monta, cualquiera sea el criterio para su medicin,
puesto  que los beneficios  del crecimiento econmico se han distribuido
en condiciones  tales que han abarcado e integrado prcticamente al con-
junto de la poblacin. En este contexto, pobreza es  un  fenmeno  que
corresponde  a  un sector minoritario, cuya existencia y dinmica no de-
termina la marcha de su sociedad,  y  cuya erradicacin es perfectamente
posible sin por ello implicar una transformacin social. La situacin es
radicalmente distinta en pases como los latinoamericanos donde  en  mu-
chos casos la sociedad en su conjunto es pobre y adems  su  pobreza  es
crnica  y creciente. La pobreza en Nicaragua es, precisamente, un fen-
meno crnico, producto  del  escaso  desarrollo  econmico.  Adems,  la
situacin  no  corresponde a un sector minoritario sino que, por el con-
trario,  comprende a una  proporcin muy importante  de la poblacin. En
estas circunstancias no es accidental que la categora "pobreza" adquie-
ra una creciente vigencia.

    En  la dcada de 1980, Nicaragua como el resto de los pases de La-
tinoamrica  pas  por  una  crisis  econmica  aguda,  cuyos efectos se
sumaron  a factores especficos como la guerra y el bloqueo econmico  y
financiero internacional de que fue objeto el pas a causa de la revolu-
cin  sandinista. Todo esto trajo como consecuencia un incremento en las
tasas  de  inters,  que incidi en un aumento significativo de la deuda
externa.  sta  pas de 1.6 mil  millones  de dlares en 1979, a 7.6 mil
millones de dlares en 1989. Adems, se produjo un fuerte  deterioro  en
los  trminos  de  intercambio,  expresado  en una drstica cada de los
precios y volmenes de las exportaciones tradicionales (de 567  millones
de dlares en 1979, a 292 millones en 1989), as como un menoscabo gene-
ralizado  de la capacidad productiva, agravado por la renuencia del sec-
tor  privado  empresarial a asumir riesgos en un contexto revolucionario
(Arana, 1990).

    El  continuo  deterioro  de  las  actividades  econmicas  desde el
comienzo de los aos 80, condujo a que el producto per cpita se reduje-
ra de  740 dlares por habitante en 1979, a 487 dlares por habitante en
1989, reflejando  inequvocamente la  gravedad de la coyuntura histrica
por la  que  atraves Nicaragua y su consecuencia seguramente ms sensi-
ble: el  empeoramiento  de  las  condiciones  de  vida  de  la poblacin
nicaragense.

    En  el aspecto demogrfico, Nicaragua se sita en una fase moderada
de la transicin. Este hecho, que surge mediante  la  comparacin  de su
situacin con la del resto de pases latinoamericanos, se refleja en una
fecundidad en descenso -si bien  todava  alta-  y en una mortalidad que
evidencia una disminucin que, sin embargo, no ha  llegado a niveles ba-
jos. Como resultado, en el quinquenio 1985-1990, el pas  presentaba una
tasa media de crecimiento natural anual de 35 por mil,  una  de  las ms
altas de Amrica Latina, a pesar de que la fuerte emigracin internacio-
nal condujo a una marcada atenuacin  del  ritmo  de  crecimiento total.
Cabe sealar que la tasa de fecundidad en  ese  quinquenio  era  de  5.6
hijos por mujer, en tanto que la mortalidad infantil era  superior  a 70
defunciones de menores de un ao por cada mil  nacimientos, lo que tena
una fuerte incidencia en el hecho de que la esperanza  de  vida al nacer
apenas sobrepasara los 62 aos como promedio para  ambos  sexos (CELADE,
1993). Estas caractersticas de la dinmica demogrfica tienen como con-
secuencia la configuracin de una estructura por  edades de la poblacin
muy juvenil, donde mucho ms del 40% de los nicaragenses son menores de
15 aos. As mismo, existen altas tasas de  crecimiento de los grupos en
edades reproductivas y activas, las que son  muy superiores  al promedio
de la poblacin total, y una distribucin desigual de su poblacin en el
territorio nacional (concentrada en la regin del Pacfico), que no per-
mite una mejor utilizacin de sus recursos naturales.

    El  perfil demogrfico esbozado sintticamente, permite inferir una
fuerte correspondencia  con  la situacin de atraso econmico antes des-
crita. Pero, adems, dentro de la poblacin se advierten diferencias  en
el grado de relacin entre el comportamiento demogrfico y la  situacin
socioeconmica.  En los  aos  70,  algunos  estudios  indicaron  que en
Nicaragua el 48% de las mujeres en edad reproductiva vivan con ingresos
familiares bajos (menos de 70 dlares mensuales de 1975); de stas,  las
residentes en reas rurales presentaban una fecundidad de  casi 8  hijos
por mujer, y las residentes en reas urbanas de algo  ms  de  6  hijos.
Otro 33% de las mujeres obtenan ingresos familiares medios (entre 71  y
142  dlares  mensuales),  de  las  cuales, las que habitaban en el rea
rural, presentaban una tasa global de fecundidad de 6.5 hijos por mujer,
y  las del rea urbana de casi 4 hijos por mujer. Slo el 19% de las mu-
jeres  vivan  con ingresos superiores  a 142 dlares, teniendo una alta
fecundidad las mujeres de las reas rurales, con una tasa  de 5.5  hijos
por mujer, frente a un valor de 2.6 hijos en el rea urbana (SPP, 1989).
     
    Las  anteriores consideraciones  ponen de relieve la siempre impor-
tante tarea de conocer la magnitud de la pobreza en el  pas,  as  como
las caractersticas de la poblacin segn su condicin  de  satisfaccin
de necesidades  bsicas. La particularidad de este estudio es que se in-
cluyen, adems, los aspectos demogrficos que forman parte de las condi-
ciones de pobreza en  Nicaragua,  permitiendo establecer su posible nexo
con la  reproduccin  de tales condiciones  en  el marco de  inequidad y
atraso que caracteriza al pas.

2.  Magnitud de la pobreza en Nicaragua

2.1 Aspectos metodolgicos generales

    En este trabajo, la unidad de anlisis para establecer la poblacin
pobre es el hogar, teniendo en cuenta que es all donde se toman por lo
general la mayor parte de las decisiones con respecto a la satisfaccin
de las necesidades bsicas. En estas unidades se  determina la bsqueda
de empleo y de otras fuentes de ingresos, as como la forma  de asignar
el ingreso percibido. De igual modo, en los hogares se decide finalmen-
te la cantidad de hijos y la produccin de bienes y servicios.  Adems,
es donde se transmiten los valores y normas culturales  propios de cada
grupo social, especialmente lo relacionado  con  la  reproduccin de la
familia.

     Con  el  fin  de  identificar adecuadamente a los pobres en cuanto
grupo objetivo de las polticas econmicas y sociales,  es  conveniente
caracterizarlos demogrfica, social y econmicamente, distinguiendo las
especificidades  propias de las reas urbanas y rurales. Para la carac-
terizacin demogrfica se estim la fecundidad y la mortalidad infantil
dentro de los hogares pobres y no pobres, diferenciando por rea urbana
y  rural,  a  travs  de  los mtodos indirectos propuestos por William
Brass  (Naciones Unidas, 1986) e incorporados en el Paquete de anlisis
demogrfico (PANDEM) de CELADE (1988).

     Como  se mencion anteriormente, para determinar la pobreza de los
hogares  y las personas se utiliz el mtodo de las necesidades bsicas
insatisfechas.  Este mtodo  consiste en una combinacin de un conjunto
de indicadores simples (alta dependencia econmica, hacinamiento y ser-
vicios bsicos insuficientes) que se resumen en un  indicador sinttico
que refleja el porcentaje acumulado de hogares que tienen una o ms ne-
cesidades bsicas no resueltas. Frente a otros  mtodos, como el de las
lneas de pobreza, este indicador tiene la virtud de estar  menos afec-
tado por las oscilaciones coyunturales de los ingresos,  pues los indi-
cadores que considera son de  tipo  estructural,  aportando  mediciones
directas sobre  ciertas  carencias especficas o limitaciones de recur-
sos, al  tiempo  de  sealar  puntos  crticos  en los niveles de vida.
Adems, toma  en cuenta aspectos que en algn grado se vinculan con va-
riables  de  carcter  demogrfico tales como la dependencia econmica,
que est muy influenciada por el nivel de fecundidad. Sin embargo, tam-
bin debe reconocerse que no permite inferir las repercusiones directas
de la crisis econmica  y sociopoltica, como lo habra hecho el crite-
rio basado en los ingresos de los hogares.

     En la construccin del indicador de NBI los parmetros se determi-
naron de  acuerdo  a las condiciones mnimas de satisfaccin dentro del
contexto nicaragense, y  a  la  disponibilidad  de  informacin  de la
ESDENIC 85. Ellos se definieron de la manera siguiente:

- Alta dependencia: Ms de tres personas por cada miembro ocupado y je-
  fe de hogar con educacin primaria incompleta (menos de cuatro grados
  aprobados).
- Hacinamiento: Ms de cuatro personas por cuarto (slo  los utilizados
  como dormitorios).
- Servicios  bsicos  insuficientes: Inexistencia de inodoro o carencia
  de  agua por tubera para  el rea urbana, y carencia de servicio hi-
  ginico (sin inodoro ni letrina) y carencia de  agua  por  tubera  o
  puesto pblico o carencia de pozo, para el rea rural.

2.2  Cuantificacin de la pobreza en 1985

     Tal como se seal, es muy probable que la subutilizacin del  po-
tencial  productivo,  la  crisis  externa  e interna,  las limitaciones
econmicas  y financieras, as como la guerra y el bloqueo, hayan dete-
riorado   an ms  las condiciones de vida de la poblacin nicaragense
desde  fines de  los aos 70. Si  bien  esta situacin puede no haberse
reflejado  en  toda su magnitud en 1985, la estimacin de pobreza segn
el criterio aqu empleado da una idea de la enorme gravedad del proble-
ma.

     De acuerdo a los resultados obtenidos en la ESDENIC, en 1985 exis-
tan 351  mil  hogares y 2.3 millones  de personas con NBI. En trminos
relativos, esto significa que alrededor de dos tercios de los hogares y
casi  el 70 % de la poblacin presentaban algn grado de insatisfaccin
de sus necesidades bsicas (cuadro 1).

     La carencia ms notoria y que influye con mayor peso en la confor-
macin del  indicador sinttico de NBI es la que se refiere a servicios
bsicos insuficientes, que afecta al 61% de los hogares (cuadro 1). Es-
to  podra  explicarse  por  la  mantencin  histrica de una deprimida
inversin estatal y privada en la construccin de viviendas, que motiv
la toma de terrenos y el levantamiento de viviendas en inadecuadas con-
diciones (construccin de letrinas a cargo de los propios usuarios, por
ejemplo).  Este  hecho  afect  a  las  reas  urbanas, especialmente a
Managua.  Las viviendas as construidas fueron legalizadas por el Esta-
do,  y como  solucin parcial al problema se  les suministr un puesto
pblico  de  agua  potable,  el que debido a su  ubicacin fuera de la
vivienda representa un riesgo evidente para la salud.

     Los  otros  indicadores  tambin reflejan niveles elevados, porque
afectan a la mitad o algo menos de la poblacin. As es como el 50%  de
la poblacin vive en condiciones de hacinamiento, y el 46% presenta al-
ta dependencia econmica.
     
     Con relacin a la distribucin urbano/rural, se observa que en  el
rea rural  ms del 70 % de la poblacin y de los hogares se encuentran
con sus necesidades bsicas insatisfechas, porcentaje que a nivel urba-
no es de 65%. Como era de esperarse, en el rea rural la  situacin  es
ms aguda, aunque en las zonas urbanas la incidencia es bastante eleva-
da (cuadro 2). La conclusin, en todo caso, es que la poblacin con NBI
se encuentra localizada en proporciones iguales en ambas reas,  lo que
se explica por el hecho de que el 53% de la poblacin total  reside  en
reas urbanas.

     Si  se  analiza cada uno de los indicadores simples se observa que
los servicios  bsicos insuficientes no presentan diferencias importan-
tes  entre reas  urbanas y  rurales.  Posiblemente,  esto se debe a la
definicin utilizada, en vista de que en el rea rural fue menos estri-
cto el concepto de insatisfaccin. En cambio, en el rea urbana se con-
sider en estado de insatisfaccin a todo hogar o persona que residiera
en viviendas carentes de agua potable dentro de la vivienda, o carentes
de inodoro.

     En cuanto a los otros indicadores  -alta dependencia  econmica  y
hacinamiento-  se utiliz  la misma  definicin para las reas urbana y
rural, aprecindose una situacin ms desfavorable para las zonas rura-
les ( cuadro 2 ). La mayor proporcin de hogares y personas con hacina-
miento  en estas ltimas tendra su explicacin en la mayor fecundidad,
que  se expresa en una ms elevada proporcin de nios. Otro factor que
posiblemente  est  incidiendo en la  elevacin del ndice es la propia
caracterstica  de las viviendas, que suelen tener un solo ambiente  en
el que se realizan todas las actividades. Con respecto a la alta depen-
dencia  en  el  rea  rural,  muchos  de  los  miembros del hogar no se
declaran  como perceptores, especialmente las  mujeres,  aunque se sabe
que apoyan  las labores productivas, factor que debe tenerse en  cuenta
ante  una  posible  sobrestimacin  de la magnitud de la pobreza, espe-
cialmente en esas reas.

3.   Caractersticas generales de la poblacin y de los jefes de hogar

3.1  Composicin de la poblacin por sexo y edad

     La histricamente elevada fecundidad ha sido el determinante deci-
sivo en  el  crecimiento  y  estructura  por edad de la poblacin nica-
ragense,  aunque la migracin  internacional ha  tenido una influencia
apreciable en algunos perodos, especialmente en la dcada de 1980. Por
su parte, a pesar de los efectos del conflicto blico, la mortalidad no
ha desempeado un papel decisivo en la dinmica demogrfica, si bien su
disminucin ha favorecido el rejuvenecimiento de la poblacin. Pero, en
rigor,  este  fenmeno  se ha debido  en gran medida a la mantencin de
elevadas  tasas  de  fecundidad, ya que hasta los aos 80 stas  fueron
superiores a 6 hijos por mujer. El  importante papel desempeado por la
fecundidad  en  la composicin por edades, se refleja ntidamente en la
pirmide de poblacin, la cual presenta una base muy ancha (grfico 1).

     La distribucin por grupos de edad es un aspecto de gran importan-
cia para la identificacin de las demandas de la poblacin. De ello  se
deduce que en los procesos de formulacin y elaboracin  de  polticas,
planes y programas destinados a satisfacer de necesidades bsicas de la
poblacin,  debe  prestarse  especial  atencin a su evolucin. En este
sentido,  si  bien es  importante  conocer la magnitud y el crecimiento
absoluto y relativo del total de la  poblacin -y especialmente  de  la
poblacin  con NBI-, es tambin de gran inters conocer cmo se distri-
buye y cmo crece a nivel de tramos de edades, puesto que ello da cuen-
ta  de  necesidades diferenciadas segn la ponderacin de los distintos
tramos de edad.

     De acuerdo a los datos de la ESDENIC 85, el 47% de la poblacin se
concentra en las edades menores de 15 aos, en tanto que los grupos  en
edades activas y reproductivas (15-64 aos) representan el 49%; la fra-
ccin restante (4%) corresponde a las personas de 65 aos y ms (cuadro
3). Esto es lo que define a la poblacin de Nicaragua como eminentemen-
te joven,  hecho  que se resume en una edad mediana de tan slo 16 aos
(cuadro 4).

     Al  considerar  la  distincin  urbano/rural  de la estructura por
edad, se observa que la poblacin de las zonas rurales del pas es bas-
tante ms joven que la de las ciudades. En efecto, en las primeras, los
menores de 15 aos representan el 52 % del total, mientras  que  en las
zonas urbanas el porcentaje es de 43%. Otra diferencia importante es la
representacin en el tramo de edades de entre 15-64 aos: en las  zonas
rurales el porcentaje sobre la poblacin es de 45%, en tanto que en las
zonas urbanas es de casi 53% (cuadro 3).

     Por otra parte, un aspecto llamativo de la composicin por sexo es
el predominio  femenino, ya que el ndice de masculinidad es de 94 hom-
bres por cada 100 mujeres (cuadro 4). Esta  situacin,  que  denota  un
comportamiento extremo dentro del predominio femenino advertido durante
toda  la segunda mitad de siglo en el pas, pudo haberse acentuado como
reflejo  de  un conjunto de factores, entre los cuales parecieran tener
importancia la elevada mortalidad masculina por efectos de  la  guerra,
la emigracin mayoritariamente masculina (segn  los datos  de  ESDENIC
85; INEC, 1990) y la omisin voluntaria de hombres con el fin de evadir
el  servicio militar  en una poca de agudizacin de los conflictos in-
ternos. El predominio de mujeres es ms acentuado en las zonas urbanas,
como suele suceder en Amrica Latina.
     
     Ahora bien, el conocimiento de la estructura por edad de la pobla-
cin segn estado de pobreza permite especificar las diferencias en las
demandas de la poblacin. Tal justificacin adquiere plena validez por-
que las iniciativas destinadas a mejorar las condiciones de vida en  la
infancia, la niez y la juventud, deberan estar focalizadas en  grupos
prioritarios  provenientes de hogares con NBI, como se ver a continua-
cin.

     En los hogares con NBI, la mitad de la poblacin tiene menos de 15
aos; un 46 % se ubica  en el tramo de 15-64 aos, y menos del 4 % est
constituido por los ancianos o personas de la tercera edad. En contras-
te, la poblacin  con NBS presenta un 41% de menores de 15 aos, siendo
los grupos  de entre 15-64  aos los que  tienen mayor peso, puesto que
comprenden  al 55 % del total; los ancianos,  por  su parte, tienen una
fraccin  cercana al 5%  (cuadro 3).  En consecuencia, la poblacin con
NBI es bastante ms joven que la poblacin no pobre, lo  que se observa
ntidamente en los grficos 2 y 3, y se resume en la edad mediana,  que
es de 15 aos en la primera, frente a 19 aos en la segunda (cuadro 4).
 
     Las diferencias segn el estado de pobreza son ms notorias si  se
considera  la  zona  de residencia e, incluso, dentro de cada grupo. La
poblacin rural  con NBI  exhibe un 54% de menores de 15 aos, en tanto
que  en  los grupos con NBS tal porcentaje es de 45%. A su vez, los po-
bres rurales presentan una estructura por edad ms joven que los de las
ciudades; estos  ltimos registran un porcentaje slo ligeramente mayor
de jvenes  que los  grupos con NBS de las reas rurales, como producto
de una  fecundidad que no  es muy diferente (vase tambin los grficos
4, 5, 6 y 7).

     De  modo que,  en sntesis, los menores de 15 aos en situacin de
NBI representan un 34% de la poblacin de Nicaragua. Ms especficamen-
te, casi el 20% de los nicaragenses corresponde a menores de  15  aos
con NBI y pertenecientes a las zonas rurales del pas.

     La  relacin  de dependencia demogrfica (cociente entre la pobla-
cin menor  de  15 aos  ms  la  poblacin de 65 y ms  aos, sobre la
poblacin de entre 15-64 aos) es un indicador importante que resume la
estructura  por  edad.  Este  indicador a nivel nacional asciende a 104
personas  en  edad dependiente por cada cien personas en edad de traba-
jar; valor prximo a la relacin de dependencia del resto de los pases
centroamericanos.

     Los grupos ms pobres deben soportar una mayor carga de dependien-
tes, pues por cada cien personas en edad de trabajar habr 115 personas
en edad  dependiente (menores de 15 aos y mayores de 65 aos), tratn-
dose  principalmente de  nios  y jvenes. La relacin de dependencia a
nivel  rural es de 123 por cien, elevndose a 135 por cien en los hoga-
res con  NBI.  En contraste,  esta ltima casi duplica a la relacin de
dependencia de los hogares  urbanos con NBS. La relacin es muy similar
entre los no pobres rurales y los pobres urbanos (cuadro 4).

     En cuanto a la distribucin por sexo de la poblacin  a travs del
ndice de masculinidad, si bien se observa un  predominio  femenino  en
todos los estratos, en los hogares con NBI hay ms hombres que  mujeres
que en los hogares con NBS. Si se analiza la situacin por rea  urbana
y rural, se evidencia que dicho ndice es producto del marcado contras-
te dentro de las reas urbanas, ya que en el rea rural no se presentan
diferencias. Esto se explicara por la mayor emigracin femenina  hacia
el rea  urbana  y por el conflicto blico, que generalmente se concen-
traba  en las reas rurales absorbiendo ms fuerza de trabajo masculina
para la defensa.

3.2 Composicin de los jefes de hogar por sexo y edad

     El conocimiento de algunas caractersticas de las personas que ac-
tan como jefes de hogar es un aspecto de importancia, especialmente en
cuanto a la  situacin  que  se presenta segn el grado de pobreza y la
zona de residencia.

     Un primer aspecto concierne a la distribucin por sexo  y  edad de
los jefes de hogar. En el cuadro 4, se observa que tanto en los hogares
con NBS  como en los hogares con NBI, tres cuartos de ellos estn enca-
bezados por hombres y su edad mediana es de 43 aos.

     Aunque se esperaba que los hogares con NBI  presentaran  una mayor
proporcin con jefatura femenina que en aquellos con NBS, tal como ocu-
rre en el resto de los pases latinoamericanos, en Nicaragua esto no se
presenta.  Incluso se aprecia una situacin inversa, por cuanto los ho-
gares con NBS estn encabezados por mujeres en un porcentaje ligeramen-
te superior al de los hogares con NBI.

     La  situacin  presenta  contrastes  ms marcados al considerar el
rea de residencia. En el rea urbana hay una mucho mayor proporcin de
hogares con jefatura femenina que en el  rea  rural; as mismo, dentro
del rea urbana predominan los  hogares  encabezados  por  mujeres  con
NBI. Esto pudiera tener su explicacin en el hecho de  que los  hogares
con jefes femeninos son hogares sin cnyuges, correspondiendo  a madres
solteras o  separadas, por lo que generalmente existe un solo perceptor
y, por consiguiente, estn en desventajosa situacin econmica con res-
pecto a los hogares con jefatura masculina.

     En cuanto a la distribucin por edades de los jefes, si bien no se
aprecian grandes diferencias, los datos reflejan que en los hogares con
NBI existe una mayor proporcin  de  jvenes  (menores  de 30 aos) que
ejercen la jefatura de los mismos. Esto significa  que  casi el 70 % de
los jefes de hogar de esas edades lideran hogares  con NBI,  proporcin
ms alta que la del resto de tramos de edades (cuadro 5). Por lo mismo,
puede suponerse que la falta de oportunidades econmicas es  ms  acen-
tuada entre las personas (jefes) de menor edad.

3.3  Caractersticas socioeconmicas de los jefes de hogar

3.3.1 Analfabetismo

      A nivel  nacional no existen grandes diferencias en el nivel  de
analfabetismo de los jefes de hogar segn el grado de pobreza. La tasa
de  analfabetismo de quienes estn en situacin de NBI es, en todo ca-
so, algo mayor (16%) que la de aquellos con NBS (15%).

     Sin embargo, hay diferencias importantes entre  reas  urbanas  y
rurales,  y  segn  NBS  y NBI. La situacin ms aguda surge cuando se
comparan los jefes analfabetos con NBI rurales con los jefes analfabe-
tos con NBS urbanos (27% y 3%, respectivamente); tan fuerte discrepan-
cia -unida  a un alto analfabetismo entre los jefes de hogares rurales
con NBS- hace  pensar que, a pesar de los grandes esfuerzos realizados
por el  gobierno sandinista a travs de la Campaa nacional de alfabe-
tizacin, ha  sido  ms difcil sostener los programas de educacin de
adultos en el rea rural (cuadro 4).

     De  esta forma, la ya precaria condicin socioeconmica de la ma-
yora de los hogares rurales se ve agravada por la mayor proporcin de
jefes de hogar analfabetos.

3.3.2. Caractersticas econmicas

       Como ya se seal, en la dcada de 1980 la mayora de los pases
latinoamericanos experiment  una crisis econmica profunda y prolonga-
da, sufriendo  un deterioro simultneo y persistente de los principales
indicadores econmicos,  afectando especialmente la situacin ocupacio-
nal. Aunque  es improbable que los efectos de esta crisis se reflejaran
en  toda su magnitud  al  momento  de la ejecucin de la ESDENIC-85, lo
cierto es que las condiciones previas del desenvolvimiento social, eco-
nmico y poltico de Nicaragua eran bastante adversas. En ese contexto,
interesa conocer algunas caractersticas econmicas de los jefes de ho-
gar.

     La informacin de la ESDENIC 85 refleja que el 84% de los jefes de
hogar se identifican como econmicamente activos, y del total de  jefes
activos el 98 % se declaran ocupados. As  mismo, se puede apreciar que
las  diferencias entre  hogares con NBS y NBI son poco significativas a
nivel nacional. Por otra parte, si bien en el pas la tasa de desempleo
de las personas que ejercen la jefatura de hogar era baja en esa fecha,
es importante destacar el elevado nivel de subutilizacin de la mano de
obra (subempleo), especialmente en los hogares con NBI, donde alcanzaba
a casi la mitad del total de ocupados (cuadro 6). Esta situacin indica
que la  economa no ha sido capaz de absorber la mano de obra existente
en actividades productivas, teniendo  que insertarse una parte signifi-
cativa de los individuos en labores que, seguramente, apenas garantizan
la  supervivencia  y que no favorecen la superacin de las deterioradas
condiciones de vida.

     Dado  que Nicaragua se caracteriza por una economa agroexportado-
ra, los datos  que aqu se  utilizan muestran  que casi la mitad de los
jefes se  emplea en actividades agropecuarias, lo que se aprecia  tanto
en los hogares con  NBS  como con  NBI. En todo caso, llama la atencin
que  el  56 % de los jefes de hogar con NBS son trabajadores agrcolas,
forestales  y de la pesca, mientras  que  en los hogares con NBI, stos
representan  el 45 %. Esta situacin se da  por un comportamiento dife-
rente  entre las  ramas agrcolas, por un lado, y las forestales y pes-
queras, por el otro. Entre los jefes de hogares con NBS, las proporcio-
nes  entre  ambos conjuntos son relativamente similares; en cambio, las
actividades  forestales  y  pesqueras comprenden una nfima fraccin de
los jefes de hogares con NBI (cuadro 7).

     Como era de esperar, en los hogares con NBS hay una mayor propor-
cin de jefes de hogar insertos en actividades de  alta  productividad
(profesionales, tcnicos, directivos, funcionarios pblicos,  adminis-
trativos, y similares). En cambio, los jefes de hogares con NBI, en su
mayora, se ubican dentro de actividades de baja  productividad  (tres
cuartos de ellos son trabajadores agrcolas y obreros no agrcolas).

4.   Caractersticas demogrficas

     Entre  los  objetivos  de este trabajo est describir la relacin
entre algunas caractersticas socioeconmicas de los sectores pobres y
las  de orden demogrfico, de las cuales la estructura por edad ya fue
analizada. Procede  ahora  estudiar la fecundidad y la mortalidad, as
como  el ritmo de crecimiento demogrfico, distinguiendo estos compor-
tamientos segn estrato de pobreza y zona de residencia. Con este fin,
se  proces  la  informacin  contenida  en  la  ESDENIC -85. Interesa
destacar  las  diferencias  que existen en estos aspectos dentro de la
poblacin  de  Nicaragua,  tratando  de mostrar que constituyen situa-
ciones  que  forman parte de  las  inequidades  sociales y que, por lo
mismo, deben ser incluidas en los perfiles de pobreza.

4.1. Fecundidad

     La  fecundidad es casi siempre la variable ms decisiva en la di-
nmica demogrfica  de una poblacin. En su anlisis se  han  empleado
los indicadores de la tasa global de fecundidad, la paridez media y la
tasa bruta de natalidad.

4.1.1. Tasa global de fecundidad y paridez media

       Para estimar  la  fecundidad de los hogares segn estado de po-
breza y  por rea urbana y rural, se aplic el mtodo indirecto P/F,
propuesto por  William Brass (Naciones Unidas, 1986). Su aplicacin se
hizo empleando el Paquete de anlisis demogrfico (PANDEM) de CELADE.

      La  fecundidad actual se midi a travs de la tasa global de fe-
cundidad (TGF),  utilizando  la  informacin derivada de las preguntas
realizadas en la ESDENIC-85 a las mujeres de 15 aos y ms,  relativas
al nmero de hijos nacidos vivos que han tenido durante toda su vida y
a los hijos nacidos vivos en el ao anterior a la encuesta. La TGF  es
una medida de la fecundidad actual, y se refiere al  nmero  de  hijos
que  tendra  una mujer al final de su vida frtil de acuerdo  con  el
comportamiento de la fecundidad por edades del momento.

     Ya se mencion que la fecundidad de Nicaragua se mantuvo por  so-
bre 6 hijos por mujer durante muchos aos. La encuesta arroja  una TGF
promedio para el pas  de 5.6 hijos por mujer, indicando una tendencia
hacia su disminucin. Para  tener una idea de esta situacin, se puede
comparar la TGF con la paridez media (total de hijos  tenidos por cada
mujer hasta la edad al momento de la encuesta), que es una  medida re-
trospectiva de la fecundidad. La paridez media de las mujeres de 45-49
aos  reflejara  la  fecundidad  de los ltimos 35 aos (acumulada al
momento de la encuesta). Su comparacin con la  TGF puede considerarse
como  un enfoque  de acercamiento  a los cambios experimentados por la
fecundidad en el tiempo.

     A nivel nacional,  en  el  cuadro  4 se observa que la fecundidad
muestra una tendencia al descenso de casi 2 hijos por mujer; igualmen-
te, se puede observar que el mayor aporte al descenso lo han hecho las
mujeres provenientes de hogares con NBS, aprecindose adems que en el
rea urbana ha sido ms rpido el descenso de la fecundidad que  en el
rea  rural. En realidad,  solamente las mujeres de hogares con NBI de
las  zonas  rurales  no  registran mayores cambios, porque incluso los
grupos urbanos con NBI han bajado su fecundidad.

     De  modo  general,  pero indudable,  estas evidencias indican que
existe una  estrecha relacin  entre las condiciones ms desfavorables
de vida y la alta fecundidad. Ello no solo se aprecia  en la evolucin
de la fecundidad sino que tambin en la fecundidad actual, y al consi-
derar los contextos de residencia.

     En los hogares con NBI la TGF asciende a 6.7 hijos  por mujer, la
que casi  duplica a la de  los hogares con NBS. En el rea rural, cuya
tasa es de 7.4 hijos por mujer (frente a 4.5 en las zonas urbanas), la
TGF de las mujeres provenientes de hogares con NBI (8.6 hijos) tambin
casi duplica a la de hogares con NBS. Es llamativo, en todo caso,  que
los grupos urbanos con NBI registran una fecundidad muy  similar  a la
de los grupos con  NBS de las zonas rurales del pas.

     Una observacin importante concierne al hecho  de que  aunque  la
fecundidad  urbana es menor que la rural, las brechas relativas  entre
la fecundidad de los grupos con NBS y NBI no son muy dismiles en cada
contexto, a pesar de que s lo son las diferencias absolutas.

     Todo lo anterior refleja que, a pesar de las transformaciones so-
ciales que  conllev la  revolucin sandinista -que se supone debieran
haber aminorado las enormes diferencias sociales dentro de la sociedad
nicaragense-,  hasta  1985 persistan  importantes diferencias en uno
de  los aspectos  fundamentales  de  esas  desigualdades, esto  es, la
fecundidad.  En efecto, las  mujeres pobres de las reas rurales pare-
can  no haber sido incorporadas al proceso de transicin de la fecun-
didad,  presentando  niveles  cercanos  a  lo  que  se  considera  una
fecundidad natural, en que no existe el control de nacimientos.

     La extrema diferencia entre la fecundidad de las mujeres con  NBS
residentes  en  zonas  urbanas  y las  pertenecientes a hogares pobres
rurales  (2.6 veces), es  indicativa  de la coexistencia de grupos que
viven en condiciones muy dismiles en el pas. Se puede conjeturar que
quienes logran una mayor incorporacin a la economa moderna, estn en
condiciones   de  planificar  la  formacin  de  la  unidad  familiar,
iniciando  las uniones a edades ms tardas y comprendiendo el benefi-
cio del mayor espaciamiento de los nacimientos y, seguramente,  poseen
mayor  conocimiento  y  acceso  respecto a  medios anticonceptivos ms
eficientes.

     Una de las consecuencias esperadas de las diferencias de fecundi-
dad estriba  en  el  tamao  medio   de  los  hogares segn estrato de
pobreza. Adems de estar afectado por la fecundidad del  pasado,  este
indicador  tiene  que  ver con otros factores aqu no estudiados como,
por  ejemplo, la migracin. De modo general se puede decir que los ho-
gares  pobres  de  las  reas rurales  tienen el  ms alto promedio de
personas,  casi 7 miembros. Llama la atencin que los  grupos  con NBI
de las zonas urbanas tienen un tamao medio ligeramente inferior al de
aquellos, a pesar de que la fecundidad actual, como se observ, es muy
diferente entre ambos conjuntos. En realidad, tanto las diferencias de
fecundidad actual como la que corresponde a los ltimos 35 aos  no se
reflejan directamente con  igual magnitud  en cuanto  a  los distintos
tamaos  de hogares (cuadro 4). Luego, debe haber  otros aspectos  que
estn  influyendo  en esta  situacin; por  ejemplo, desde el punto de
vista demogrfico, es posible  que  la  emigracin  desde los  hogares
pobres  rurales  a los pobres urbanos sea uno de ellos, hiptesis  que
se  apoya,  adems,  en  la observacin de la estructura por edad. Los
grupos  etarios  centrales de los  pobres rurales muestran una marcada
falta de personas, que no se visualiza en su contraparte urbana (van-
se  los grficos 5 y 7). Finalmente, es posible que la mortalidad est
afectando  esta  falta de  correspondencia  entre las  diferencias  de
fecundidad y del tamao de los hogares.

4.1.2. Tasa bruta de natalidad

       La tasa bruta de natalidad (b) es una medida  que representa el
nmero  de  nacimientos   ocurridos en un ao por cada mil habitantes.
Se obtuvo en base a las  tasas  especficas de fecundidad  por  edades
estimadas de  acuerdo  al  procedimiento  mencionado anteriormente (lo
que permiti conocer el total de nacimientos).  El  propsito de esti-
mar este indicador es el de contrastarlo con la  tasa  bruta de morta-
lidad,  para  de  esta  manera  determinar  el  ritmo  de  crecimiento
demogrfico natural de cada estrato.
     
       Los  resultados obtenidos muestran que a nivel nacional la b es
de 44   nacimientos por cada mil habitantes, lo que puede considerarse
una tasa  alta  en el contexto latinoamericano. En cuanto a su compor-
tamiento  por  estado  de   pobreza,  los   datos  muestran que en los
hogares con NBI es 1.4 veces ms elevada  que  en los hogares con NBS.
Desde  el  punto  de vista de la distribucin  de  los nacimientos por
estrato  de  pobreza,  se  observa que tres  cuartas  partes del total
provienen de mujeres pertenecientes a hogares con  NBI, lo  que signi-
fica una mayor representacin relativa que la que  corresponde  a  esa
poblacin (70%) en el pas (cuadro 4).

       Por ltimo, ms de la mitad de los nacimientos ocurre en la po-
blacin  rural,  y de stos casi cuatro quintos se generan hogares con
NBI. Los nios   nacidos en esos hogares, como se ver a continuacin,
estn expuestos a mayores riesgos de morir.

4.2  Mortalidad

       La mortalidad es una variable de suma importancia para estudiar
la  situacin  demogrfica  de  una poblacin, adems de influir en la
dinmica  de la misma. Para su  anlisis  se utilizaron como indicado-
res la tasa de mortalidad infantil y la tasa bruta de mortalidad.

4.2.1. Tasa de mortalidad infantil
     
      Las diferencias de mortalidad infantil de acuerdo a estratos  de
pobreza  de una poblacin, segn rea geogrfica u otras variables so-
cioeconmicas,   suelen  estar vinculadas con situaciones de inequidad
social y  por lo  mismo permiten un acercamiento a las condiciones  de
vida de las personas.  El fundamento de esta afirmacin es que durante
su  primer ao  de vida  los nios son altamente vulnerables a las en-
fermedades,  especialmente  aquellas  que  se  generan  en un ambiente
fsico y social adverso.

      Para  la  estimacin  de la tasa de mortalidad infantil (TMI), o
probabilidad  de morir entre el nacimiento y el primer ao de vida, se
ha utilizado  el mtodo indirecto de Brass, aplicando la  variante  de
Coale-Trussell   (Naciones  Unidas,  1986),  tambin incorporado en el
PANDEM, a partir  de las preguntas realizadas a las mujeres de 15 aos
y ms sobre el total  de hijos nacidos vivos e hijos sobrevivientes al
momento de la encuesta.

      Las estimaciones realizadas por el mtodo indirecto reflejan  la
mortalidad  prevaleciente alrededor de 1981.  Como se  aprecia  en  el
cuadro 4, la  TMI a nivel nacional ascenda a 82 defunciones por  cada
mil nacidos  vivos. Es  obvio que  dicha tasa oculta las desigualdades
existentes   dentro  del pas, pues los nios menores de un ao prove-
nientes de  hogares con NBI presentan un mayor riesgo de morir (88 por
mil)  que los  nios que residen en hogares con NBS (68 por mil), pro-
porcionando   una primera indicacin de que la mortalidad est unida a
las condiciones socioeconmicas y al acceso diferenciado a la salud.

      Si se compara la situacin entre reas urbanas y rurales se dis-
tinguen  mayores diferencias que las anotadas, ya que la  probabilidad
de morir  de los nios menores de un ao en el rea rural (100 por mil
nacidos  vivos) es 1.5 veces ms alta que la de los nios del rea ur-
bana,  y  aun los nios provenientes de hogares con NBS del rea rural
(cuya TMI  es idntica a la de los grupos pobres rurales) tienen mayor
probabilidad   de  morir  que los  nios  de  hogares con NBI del rea
urbana. La  diferencia ms marcada surge cuando se compara la mortali-
dad  de  los  nios  menores  de  un  ao de  los hogares de las reas
rurales con   la  mortalidad de  los nios provenientes de hogares con
NBS del  rea  urbana: los  primeros tienen 2.4 veces ms probabilidad
de morir que los segundos (cuadro 4).

      Aun cuando la mortalidad infantil en cualquier grupo que se con-
sidere  es bastante elevada debido a las precarias condiciones socioe-
conmicas  de la mayora de la poblacin, el acceso  a  la  salud  es,
probablemente,  un factor decisivo en las diferencias que se  observan
en Nicaragua.  Ello se debe a que generalmente en el rea urbana estn
concentrados  la  mayor parte de esos servicios -as como los vincula-
dos a la vivienda  y la educacin. Del mismo modo, la distancia  entre
el lugar de residencia  y los centros de salud e s menor  en  el  rea
urbana, lo que facilita  la atencin oportuna en caso  de traumatismos
o enfermedades graves.  Pero la desigualdad se presenta tambin dentro
de las ciudades, como  se desprende de la diferencia de  la  TMI entre
estratos de pobreza,  lo que hace pensar que las condiciones socioeco-
nmicas tambin tienen  influencia. Obviamente, esto significa  que un
anlisis de la desigualdad  ante la muerte en la infancia debiera con-
siderar un anlisis mucho  ms profundo de  estos  factores, as  como
incluir  otros, entre los  cuales cabe  mencionar  aquellos  de  orden
 cultural, que se expresan  en las prcticas de  higiene personal y de
 cuidado de la salud respecto  del nio. De cualquier manera, se puede
 concluir que las diferencias  encontradas son preocupantes  y obligan
 a considerar en forma prioritaria  su superacin  como parte  de  las
 estrategias contra la pobreza.

      Finalmente,  la elevada mortalidad infantil de los hogares rura-
les en  general  hace pensar  que su  efecto sobre  el tamao medio de
cada hogar  no es  exclusivo de los grupos con NBI, lo cual ameritara
una mayor investigacin  en torno a  las  diferencias  antes descritas
del tamao de los hogares.

4.2.2. Tasa bruta de mortalidad

      La estimacin de la tasa bruta de mortalidad (d), que representa
el nmero  de  defunciones por cada mil habitantes, se obtuvo indirec-
tamente  mediante el nivel promedio de mortalidad de los menores de  5
aos   correspondiente a las tablas  modelo  oeste  de  Coale y Demeny
(1983), empleando  una estructura de mortalidad por edades con la cual
se obtuvieron  las defunciones totales, que permitieron finalmente  el
clculo de la d.

      A  nivel  nacional  se obtuvo una d equivalente a 12 defunciones
por cada  mil habitantes, tasa que es bastante alta en el contexto la-
tinoamericano.  Los resultados obtenidos muestran que  en los  hogares
con  NBI es 1.2  veces ms elevada que en los hogares con NBS. Una ob-
servacin ms   detenida  de la d segn estrato de pobreza y zona geo-
grfica permite  destacar que los grupos urbanos con NBS registran una
tasa  menor  a  8  por mil,  mientras  que  todos los restantes grupos
exhiben tasas  iguales o superiores a 11 por mil. Tal  como sucede con
la mortalidad  infantil, en las zonas rurales  la d no  se  diferencia
segn  se considere la situacin por estratos de pobreza, lo  cual  se
traduce   en el hecho de que la  poblacin rural de Nicaragua presenta
una d 2 veces mayor que la de los grupos urbanos con NBS (cuadro 4).

      Desde  el  punto de vista  de la distribucin de las defunciones
entre los  distintos estratos estudiados, se observa que algo menos de
tres  cuartas   partes del  total  se registra en los hogares con NBI,
principalmente  en los hogares pobres rurales. Debido a la alta fecun-
didad y  mortalidad  infantil, es muy posible que se trate de una gran
cantidad de defunciones  de menores de un ao. Lo significativo es que
este hecho se traduce en  una mayor  representacin  relativa  de  las
defunciones por sobre los  nacimientos en los hogares rurales con NBS.

4.3  El crecimiento demogrfico natural de la poblacin

      Los  indicadores  anteriores  tienen como consecuencia un creci-
miento  diferenciado  de la  poblacin. La  importancia  de conocer el
ritmo   de crecimiento de  los  distintos grupos identificados, radica
en  el  hecho  de  que permite un  enfoque preliminar de las distintas
exigencias  que impone el aumento de la poblacin con miras a satisfa-
cer sus  necesidades bsicas, especialmente si se dan en el  marco  de
condiciones  de vida francamente deficientes.

      La tasa de crecimiento natural (r), que aparece en el cuadro  4,
es el  resultado de la diferencia entre las tasas brutas de  natalidad
y mortalidad.  La r expresa el incremento que  ocurre  anualmente  por
cada mil habitantes.  La poblacin de Nicaragua presentaba en 1985 una
r promedio  anual  de  32 por mil, as como las zonas rurales exhiban
una tasa slo algo   superior a  la de las zonas urbanas. La poblacin
con NBI creca ms  rpido que la con NBS  (1.5 veces), registrando el
mayor incremento la poblacin pobre rural (casi 40 por mil).

      En cualquier caso, este indicador es expresivo de una discrepan-
cia  importante, ya que los grupos con NBS -urbanos y rurales-  crecen
a tasas  menores, aunque en el segundo caso ello se debe principalmen-
te a la  elevada  mortalidad. En general, ante una elevada fecundidad,
una   disminucin  de la mortalidad podra contribuir a incrementar la
expansin   relativa  de  la poblacin, especialmente entre los grupos
con NBI.

      De lo anterior se puede desprender que, adems de  los problemas
insoslayables   que  plantean  las  desigualdades ante la muerte y las
diferencias   de fecundidad, entendiendo  que son comportamientos  que
estn fuertemente  vinculados con el cuadro general de pobreza,  ellos
se traducen   finalmente  en  un crecimiento demogrfico elevado entre
los grupos  pobres  urbanos  y rurales. Si estos grupos son mayora en
el pas  y  presentan unas deterioradas condiciones de vida, la situa-
cin es evidentemente compleja.

 Conclusiones

      De  acuerdo  a  la  ESDENIC 85,  alrededor de dos tercios de los
hogares  y  el  70 %  de  la  poblacin  nicaragense se encuentran en
estado de insatisfaccin de alguna de sus  necesidades  bsicas.   Las
carencias ms extendidas  son la  insuficiencia  de  servicios bsicos
(agua  y  eliminacin de excretas) y el hacinamiento  en  los hogares,
los   que  por  s  solos afectan a la mitad o ms de la poblacin  de
Nicaragua  (1985).   As  mismo,  en  los  hogares  del  rea rural se
presentan los ms altos niveles de insatisfaccin.

Los  hogares  con  NBI presentan una estructura de poblacin ms joven
que los hogares con NBS, debido a que en los primeros  pre-valece  una
mayor  tasa  de  fecundidad. A pesar de que existen altos  niveles  de
mortalidad infantil en general, solamente los  grupos  con  NBI de las
reas   urbanas  se  encuentran  en  una   situacin     relativamente
favorecida,  puesto que incluso en aquellos hogares  rurales  con NBS,
la mortalidad infantil es ostensiblemente elevada.

En  los hogares del rea rural con NBI la reproduccin de la poblacin
se  da con los  costos sociales  ms altos, pues casi la mitad  de los
nacimientos   y  de  las  defunciones  que  ocurren  en  el pas en su
conjunto,  es  aportada  por   las   personas  de   dichos hogares, en
circunstancias que quienes pertenecen a  esos hogares representan poco
ms de un tercio de la poblacin de  Nicaragua. La  gravedad  del caso
es   que   gran  parte  de  las defunciones de nios menores de un ao
tambin ocurren en esos hogares.

Los  hogares ms desfavorecidos, principalmente los rurales, presentan
rasgos   socioeconmicos  tpicos.  Generalmente,  el jefe de hogar se
ocupa   en  actividades  de  baja productividad e  ingresos, presentan
altos niveles de analfabetismo y lideran los hogares de  mayor tamao.

Ello  contribuye  a conformar estilos de vida  que,  con seguridad, no
permiten   romper   con  el  crculo  intergeneracional  de pobreza.

La   situacin  es  ms  dramtica   por  cuanto  en dichos hogares se
presentan   los   ms  altos  ndices de crecimiento demogrfico (casi
40 por mil de promedio  anual). Tan alta tasa de crecimiento significa
un  gran  nmero   de  nacimientos  y   de nios que demandan atencin
oportuna y eficiente de salud y que,  ms  tarde, presionarn sobre la
educacin,  el  empleo  productivo  y  la  vivienda, en un contexto de
fuertes carencias materiales.

      La  superacin de la  pobreza en Nicaragua debera contemplar no
slo   los  aspectos  que  ataen  a las insuficiencias materiales y a
las   desfavorables  condiciones   socioeconmicas   antes   anotadas,
sino   adems   tener  en  cuenta  que  las  inequidades  sociales  se
reflejan  tambin  en   los  distintos  comportamientos  demogrficos,
los   que,  al  mismo  tiempo,  se traducen en un  elevado  incremento
de  la   poblacin.  Desde   este  punto  de   vista,   si   se  desea
realmente transformar los altos  niveles  de  fecundidad  y mortalidad
dentro   de   los   hogares,   es   necesario   considerar  que  estas
transformaciones dependen del desarrollo econmico y social del  pas
en   su   conjunto,   siempre  y cuando se generen oportunidades para
las   personas  que  les permitan  insertarse en  actividades de alta
productividad que,  a  su vez,  les  reporten  ingresos  para mejorar
las condiciones de vida. Evidentemente,  esto  pasa  por  la  modifi-
cacin de las condiciones   sociales  y   culturales que hoy existen,
todo lo cual contribuira a romper con el  crculo  intergeneracional
de la pobreza.

Ŀ
 Bibliografa 


 Altimir, O. (1979), La dimensin de la pobreza en Amrica Latina,
  en Cuadernos de la CEPAL, N 27.

 (1981),   La  pobreza en Amrica Latina. Un examen de conceptos  y
  datos, en Revista de la CEPAL, N 13, pp. 67-95.

 Arana,  M.  (1990),  Nicaragua. Estabilizacin, ajuste y estrategia
  econmica,   1988 -1989, CRIES,  Cuadernos  de  Pensamiento Propio,
  serie Ensayos 18.

 Argello,  O.  (1980),   Pobreza   y  desarrollo.   Caractersticas
  socio-demogrficas   de  las familias pobres en Venezuela,  CELADE,
  Santiago de Chile, serie A, N 167.

 Brass, W.(1974), Mtodos para estimar la fecundidad y la mortalidad
  en   poblaciones  con  datos  limitados,  Centro Latinoamericano de
  Demografa (CELADE), Santiago de Chile, serie E, N 14.

 Centro   Latinoamericano   de  Demografa  (CELADE) (1988), PANDEM.
  Manual    del   usuario,   CELADE  /  CEPAL,   Santiago  de  Chile,
  (LC/DEM/G.69), serie A, N 186.

 Comisin   Econmica   para   Amrica  Latina y  el  Caribe (CEPAL)
  (1985),  La  pobreza  en  Amrica  Latina: dimensiones y polticas,
  Santiago de Chile.

 (1990a),  Estudio econmico  de  Amrica   Latina y el Caribe 1989.
  Nicaragua,  ( LC/L.560/Add. 5), Santiago de Chile.

 (1990b),   Magnitud   de  la  pobreza en Amrica Latina en los aos
  ochenta,  (LC/L.533), Santiago de Chile.

 (1993),  Amrica   Latina:   Proyecciones  de poblacin. 1950-2025,
  Santiago de Chile, Boletn Demogrfico, ao 26, N 51.

 Coale,  J.  y   P.  Demeny (1983),  Regional Model  Life Tables and
  Stable Population, Academic Press, Nueva York.

 Ghai,  D.  y  T. Alfthan  (1977), Methodology  on Basic Needs, en
  Working   Party    on   Basic  Needs   Document  1976, Organizacin
  Internacional   del   Trabajo  (OIT),   Income    Distribution  and
  Employment Program.

 Instituto    Nacional   de  Estadsticas  y  Censos  (INEC) (1990),
  Encuesta   socio - demogrfica  Nicaragense.  ESDENIC-85, Managua,
  indito.

 Instituto   Nicaragense   de   Estadsticas   y   Censos  / Centro
  Latinoamericano   de   Demografa   (INEC/CELADE) (1983), Nicaragua
  Estimaciones  y  proyecciones  de poblacin. 1950-2025, Santiago de
  Chile, Fascculo F/Nic.1.

 Morales,  M.  (1991),   Nicaragua: caractersticas socio-econmicas
  y  demogrficas   segn  estado  de pobreza, Centro Latinoamericano
  de  Demografa / Fondo  de    Poblacin  de   las  Naciones  Unidas
  (CELADE/FNUAP),   Programa   global   de   formacin en poblacin y
  desarrollo, Santiago de Chile.

 Naciones Unidas (1986), Manual X. Tcnicas indirectas de estimacin
  demogrfica,   Departamento  de   Asuntos  Econmicos  y   Sociales
  Internacionales, Nueva York, Estudios de Poblacin, N 81.

 Programa   Regional  de Empleo para  Amrica  Latina  y  el  Caribe
  (PREALC) (1989), Interrelaciones entre poblacin y desarrollo.Bases
  para   polticas   de   poblacin   en   el  istmo centroamericano,
  Organizacin Internacional del Trabajo/Programa Regional de  Empleo
  para Amrica Latina y el  Caribe (OIT / PREALC), Santiago de Chile,
  documentos de trabajo, N 339.

 Secretara   de   Planificacin  y Presupuesto (SPP) (1989), Examen
  de  principales  aportes  conceptuales  y  metodolgicos,  Poltica
  integral   de   poblacin,  Programa   nacional   de  desarrollo  y
  superacin de la pobreza y Encuestas de hogares, Managua, Nicaragua,
  N 7A.


                                   Cuadro 1

                NICARAGUA: DISTRIBUCION DE HOGARES Y PERSONAS 
                 SEGUN NECESIDADES BASICAS SATISFECHAS (NBS)
                  Y NECESIDADES BASICAS INSATISFECHAS (NBI) 
                   Y SEGUN INDICADORES SIMPLES DE NBI, 1985
Ŀ
    Indicadores                Absolutos               Porcentajes        
                       Ĵ
                         Hogares      Personas     Hogares    Personas  

                                                                             
Total                      533 446      3 292 392        100,0        100,0  
NBS                        182 217      1 033 171         34,2         31,4  
NBI                        351 229      2 259 221         65,8         68,6  
  
Indicadores simples de NBI                                                   

Alta dependencia                                                             
econmica a/               227 124      1 512 885         42,6         46,0  
Hacinamiento b/            206 291      1 644 950         38,7         50,0  
Serv. bsicos                                                                
Insuficientes c/           322 925      2 029 523         60,5         61,6
  
  
Fuente: Encuesta sociodemogrfica nicaragense, 1985 (ESDENIC 85).    
        a/: Ms  de  tres  personas  por  cada ocupado y jefes de hogares
            con educacin primaria incompleta.
        b/: Ms de cuatro personas por dormitorio.                        
        c/: Carece de agua o servicio sanitario.                          
                                                                      


                                 Cuadro 2

                NICARAGUA: DISTRIBUCION DE HOGARES Y PERSONAS 
              POR AREA URBANA Y RURAL SEGUN NECESIDADES BASICAS 
        SATISFECHAS (NBS) Y NECESIDADES BASICAS INSATISFECHAS (NBI)
                 Y SEGUN INDICADORES SIMPLES DE NBI. 1995
Ŀ
      Indicadores               Absolutos               Porcentajes      
                        Ĵ
                          Hogares    Personas     Hogares    Personas  
 
                                                                            
Total                        100,00       100,00        100,0        100,0  
NBS                           38,20        29,40         35,4         26,8  
NBI                           61,80        70,60         64,6         73,2
  
Indicadores simples de NBI

Alta dependencia
econmica a/                  34,80        51,80        37,70        55,20
Hacinamiento b/               30,30        48,60        40,40        60,70
Serv. bsicos
Insuficientes c/              59,20        62,10        60,90        62,40
  

Fuente: Encuesta sociodemogrfica nicaragense, 1985 (ESDENIC 85).
        a/: Ms  de  tres  personas  por cada ocupado y jefes de  hogares
            con educacin primaria incompleta.
        b/: Ms de cuatro personas por dormitorio.
        c/: Carece  de  agua potable o inodoro en el rea urbana y carece
            de agua potable o pozo o inodoro o letrina, en el rea rural.


                                 Cuadro 3

            NICARAGUA: DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LA POBLACION 
                POR NECESIDADES BASICAS SATISFECHAS (NBS)
                Y NECESIDADES BASICAS INSATISFECHAS (NBI), 
                SEGUN SEXO Y GRANDES GRUPOS DE EDAD, 1985
Ŀ
  Sexo y grandes       Total             NBS              NBI   
  grupos de edad                                                

                                                                    
Total pas                                                          
                                                                    
Grupos de edad          100,00            100,00            100,00  
0-14                     47,20             41,00             50,10  
15-64                    48,90             54,50             46,40  
65 y ms                  3,80              4,50              3,50  
  

Area urbana

Grupos de edad          100,00            100,00            100,00
0-14                     43,30             38,10             46,10
15-64                    52,90             57,60             50,30
65 y ms                  3,90              4,30              3,60
   
                                                                     
Area rural                                                           
                                                                    
Grupos de edad          100,00            100,00            100,00  
0-14                     51,70             45,30             54,00  
15-64                    44,50             49,80             42,60  
65 y ms                  3,80              4,90              3,40  
                                                                    
  
Fuente: Encuesta sociodemogrfica nicaragense, 1985 (ESDENIC 85)   
                                                                    


                                Cuadro 4

               NICARAGUA: ALGUNOS INDICADORES DEMOGRAFICOS 
           Y SOCIALES DE LA POBLACION Y LOS JEFES DE HOGARES 
               CON NECESIDADES BASICAS SATISFECHAS (NBS)
               Y NECESIDADES BASICAS INSATISFECHAS (NBI), 
                      POR AREA URBANA Y RURAL. 1985
Ŀ
                                   Total Pas                 Urbano                  Rural           
      Indicadores        Ĵ
                             Total    NBS    NBI    Total    NBS    NBI   Total   NBS     NBI   


% de poblacin                 100,0    31,4    68,6      53,0    18,7    34,2     46,9    12,6    34,3
 
Tasa bruta de natali-
dad: b (por mil)                44,0    35,1    48,1      39,6    33,4    43,0     49,0    37,5    53,3

Tasa bruta de morta-
lidad: d (por mil)              12,4    10,9    13,1       9,8     7,5    11,0     15,2    15,3    15,1

Tasa de crecimiento
natural (por mil)               31,7    24,2    35,1      29,8    25,9    32,0     33,8    21,8    38,2

Tasa de nacimientos
(en porcentaje)                100,0    25,1    74,9      47,6    14,2    33,3     52,4    10,9    41,5

Total de defunciones
(en porcentajes)               100,0    27,7    72,3      41,8    11,4    30,4     58,2    16,3    41,9

Tasa global de fecundidad
TGF (hijos por mujer)            5,6     3,7     6,7       4,5     3,3     5,3      7,4     4,8     8,6

Paridez media (promedio de
hijos por mujer de
45-49 aos)                      7,4     6,3     7,9       6,6     5,5     7,1      8,4     7,4     8,9

Tasa de mortalidad infantil
(por mil nacidos vivos)         82,3    67,5    87,8      64,6    41,3    74,9     99,5   100,4    99,0

Relacin de dependencia
demogrfica (por cien)         104,0    82,7   115,0      89,0    74,0    99,0    123,0    98,0   135,0

Indice de masculinidad
(por cien)                      93,7    90,2    95,3      90,0    85,2    92,7     98,1    98,2    98,1

% de mujeres de 15-49
aos                            44,8    49,1    42,8      48,3    52,1    46,2     40,7    44,4    39,3

Edad media de la
poblacin (aos)                16,4    19,2    15,0       ...     ...     ...              ...     ...

Edad media de los
jefes de hogar (aos)           43,0    43,3    42,9       ...     ...     ...              ...     ...

% de jefes mujeres              24,3    25,5    23,6      30,3    29,0    31,1     17,2    20,3    15,9

Tamao medio de hogares          6,2     5,7     6,4       6,0     5,6     6,3      6,3     5,8     6,6

% de analfabetismo de los
jefes de hogares                15,3    14,8    15,9       8,3     3,1    11,6     23,5    22,2    26,9
   

Fuente: Encuesta sociodemogrfica nicaragense, 1985 (ESDENIC 85)


                             Cuadro 5

           NICARAGUA: DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LOS JEFES 
        DE HOGARES CON NECESIDADES BASICAS SATISFECHAS (NBS)
        Y NECESIDADES BASICAS INSATISFECHAS (NBI) SEGUN SEXO 
                  Y GRANDES GRUPOS DE EDAD, 1985
Ŀ
  Sexo y grandes      Total             NBS              NBI   
  grupos de edad                                               

                                                                   
Ambos sexos             100,0             100,0             100,0  
                                                                   
Hombres                  75,7              74,5              76,4  
Mujeres                  24,3              25,5              23,6  
  
                                                    
Grupos de edad          100,0             100,0             100,0

Menores de 20             0,9               0,8               0,9
20-29                    17,0              15,5              17,8
30-49                    47,2              47,6              47,0
50-64                    22,0              22,8              21,5
65 y ms                 12,9              13,3              12,7
     
                                                                   
Ambos sexos             100,0              34,2              65,8  
                                                                   
Hombres                 100,0              33,6              66,4  
Mujeres                 100,0              35,9              64,1  
  
                                                                   
Grupos de edad          100,0              34,2              65,8

Menores de 20           100,0              30,0              70,0
20-29                   100,0              31,1              68,9
30-49                   100,0              34,4              65,6
50-64                   100,0              35,5              64,5
65 y ms                100,0              35,4              64,6

   
Fuente: Encuesta sociodemogrfica nicaragense, 1985
(ESDENIC 85).


                               Cuadro  6

             NICARAGUA: CARACTERISTICAS ECONOMICAS DE LOS 
              JEFES DE HOGARES CON NECESIDADES BASICAS
              SATISFECHAS (NBS) Y NECESIDADES BASICAS 
                      INSATISFECHAS (NBI), 1985
Ŀ
    Caracterstica econmica          Total           NBS           NBI  


Condicin de actividad
Total                                   100,0          100,0          100,0
Econmicamente activos a/                84,2           83,9           84,3
Econmicamente inactivos b/              15,8           16,1           15,7
  
                                                                             
Condicin de educacin de los activos                                        
Total                                   100,0          100,0          100,0  
Ocupados c/                              98,2           97,8           98,4  
Desocupados abiertos d/                   1,6            1,8            1,4  
Desocupados ocultos e/                    0,3            0,4            0,2  
  
                                                                             
Condicin de empleo de los ocupados                                          
Total                                   100,0          100,0          100,0
Ocupados plenos f/                       57,4           64,8           53,1
Subempleados visibles g/                 17,3           14,7           18,8
Subempleados invisibles h/               25,3           20,4           28,1

  
Fuente: Encuesta sociodemogrfica nicaragense, 1985 (ESDENIC 85).
        a/ Est constituido por los ocupados ms los desocupados abiertos
           y desocupados ocultos.
        b/ Son los que no trabajan ni buscan empleo activamente.
        c/ Tienen  trabajo  del  cual  obtienen  remuneracin o, ganancia
           o trabajan sin pago en dinero en establemiento familiar.
        d/ Son los que buscan trabajo por primera vez o estn cesantes.
        e/ Se declararon inactivos y no buscan empleo activamente.
        f/ Laboran una jornada normal de trabajo.
        g/ Trabajan  involuntariamente  un  tiempo  inferior  a la jornada
           normal de trabajo.
        h/ Estan  ocupados  en  actividades cuyo ingreso y/o productividad
           son escasos.


                               Cuadro  7

              NICARAGUA: DISRTIBUCION PORCENTUAL DE LOS 
            JEFES DE HOGARES CON NECESIDADES BASICAS (NBS)
              Y NECESIDADES BASICAS INSATISFECHAS (NBI), 
                 SEGN CATEGORIA OCUPACIONAL, 1985
Ŀ
         Categora               Total          NBS           NBI     
        ocupacional                                                   

                                                                          
Total                              100,0          100,0           100,0      
Profesionales y tcnicos             4,8           10,1             2,0      
Directivos y func. pblicos          0,5            1,3             0,0      
Administrativos y similares          4,3            7,8             2,4      
Comerciantes y vendedores           11,7           13,5            10,8      
Trabajadores de servicios           11,3           10,9            11,5      
Trabajadores agrcolas              37,3           24,3            44,1      
Trabajadores forestales                                                   
        y pescadores                11,4           31,5             0,9      
Obreros no agrcolas                18,2            0,5            27,5      
Otros activos                        0,6            0,3             0,7      
                                                                          
  
Fuente: Encuesta sociodemogrfica nicaragense, 1985 (ESDENIC 85).