I.
Introducción

Desde hace más de 3 décadas y particularmente en la última, la alta prioridad asignada a la lucha contra la pobreza en los diferentes países en desarrollo y particularmente en el nuestro, se expresa en el manifiesto interés que a dicho tema prestan investigadores sociales, instituciones públicas y privadas, organismos no gubernamentales y particularmente las organizaciones de Cooperación Técnica Internacional.

La pobreza y la pobreza extrema constituye sin duda alguna un tema de palpitante actualidad porque, directa o indirectamente es la primera causa de la morbilidad y mortalidad infantil en los países en desarrollo y de mortandad en la mayoría de países del mundo, afectándolos en relación inversa al nivel del desarrollo alcanzado.

Superar este flagelo en nuestro país, a diferencia de otros con mayor nivel de desarrollo, exige una perspectiva de largo plazo. No sólo por su naturaleza y complejidad, sino porque en el caso de nuestro país, la pobreza tiene además de connotaciones de carácter coyuntural, otras de carácter estructural, que el libre mercado por si solo, no puede superar.

A diferencia de lograr el crecimiento, superar la pobreza requiere de una política manifiesta y consistente que solo puede provenir del estado. Que sea una política de estado significa que ella debe trascender el periodo gubernamental y su elaboración, por lo menos en los ejes centrales, deberíamos estar involucrados todos los peruanos.

Mejorar los niveles de vida, o superar la pobreza es un tema complejo y polémico. Desde su definición, medición, construcción de indicadores, comprensión de sus causas, diseño de políticas y estrategias para superarla así como la evaluación de las mismas, son temas en los cuales si bien se van formando consensos en algunos puntos, existen todavía muchas diferencias en otros.

Un análisis comparativo de los niveles de vida para el periodo que 1993-1998, que es el tema que nos ocupa, supone por ejemplo tener un concepto sobre lo que entendemos por nivel de vida, una metodología adecuada para "medirla", construir los indicadores adecuados y coherencia para establecer criterios de comparación válidos.

Como todos sabemos, si bien los aspectos conceptuales, metodológicos y técnicas de medición de los niveles de vida, han ocupado la atención de los sociólogos, demógrafos y economistas desde hace mas de tres décadas y el análisis de su evolución y construcción de indicadores es un tema abordado con mas intensidad, en forma reciente, en la última década, cuando las encuestas de hogares han adquirido cierta regularidad, conjuntamente con la necesidad de evaluar el efecto de las políticas contra la pobreza.

Es de conocimiento público, que si bien la medición de los niveles de vida es uno de los temas sobre lo que más se ha escrito, las diferencias existentes en los cálculos de las magnitudes de dichos niveles, aun entre instituciones muy respetables, con estudios basados en una metodología similar y aun con base a la misma fuente de datos (1), revela que el tema de medición de los niveles de vida y específicamente la construcción de indicadores constituye un problema de importancia, que no está definitivamente superado.

La regularidad en las encuestas tanto de niveles de vida ENNIV, como la de hogares ENAHO, es un aspecto positivo por cuanto si bien aparentemente las diferencias se han puesto con mayor claridad de manifiesto, es posible que en base al dialogo, en el mediano plazo, se pueda coincidir en el establecimiento de criterios operativos comunes o de consenso que contribuirán a su vez a obtener resultados más homogéneos.

La dificultad para la medición empieza con definir "el nivel de vida" de la población y se manifiesta cuando para explicar este concepto se hace "términos operativos" a través de esquemas de medición. Sin embargo no es sólo un problema de medición de los niveles de vida sino de construcción de indicadores, que en el estudio que nos ocupa, tengan la capacidad de realizar comparaciones intertemporales.

La investigación propuesta, trata precisamente de aportar en este aspecto, en la medición de los niveles de vida y en la comparación intertemporal e interespacial de los niveles de vida alcanzados.

En esta dirección, el presente trabajo propone una metodología de evaluación y comparación de los niveles de vida desde el punto de vista relativo, mediante la utilización de indicadores sintéticos multivariantes.

Nuestra propuesta sin embargo no sólo es de orden estrictamente metodológica, sino que comprende aspectos conceptuales, sobre la concepción que tenemos del significado de los niveles de vida, identificación de variables o factores que reflejan, condicionan y/o determinan los diferentes dichos niveles y finalmente realizar el análisis de la evolución de los niveles de vida de 1993 a 1998.

 

Uno de los problemas relacionados a la medición, esta relacionado al número y calidad de los indicadores simples. En general, existe un consenso actual de que existen en el caso de nuestro país, muchos factores que condicionan y/o determinan bajos niveles de vida y de la naturaleza multidimensional de la pobreza. Sin embargo, para enfrentar el problema de su medición se utilizan indicadores que cuantifican sólo uno o algunos de los aspectos que reflejan esta situación.

En realidad cada método empleado conlleva implícitamente una explicar una serie de componentes de la pobreza, pero de carácter parcial.

Así por ejemplo, en el ámbito de la medición desde el punto de vista absoluto de los niveles de vida, se es consciente y se explica, que el método de la línea de pobreza, evalúa a través de variables monetarias como el ingreso o gasto de los hogares, a la que se denomina "pobreza reciente", mientras que el método orientado a medir el nivel de satisfacción de las necesidades básicas como la vivienda, empleo, educación, mide la pobreza "estructural". En la misma dirección, el método integrado si bien complementa dichos métodos, complica el panorama de la medición al ofrecer mas indicadores de pobreza a los ya generados con los estudios anteriores.

El gran número de indicadores que se derivan de los estudios de línea de pobreza, NBI y el método integrado, no permite a su vez satisfacer con rigurosidad un objetivo de los estudios de los niveles de vida, que es mejorar la focalización de los programas sociales identificando precisamente en base a un indicador global, las áreas o ámbitos de mayor pobreza, ya que ellos resultan midiendo sólo un aspecto parcial de ella.

Una alternativa diferente, usando un método de medición desde el punto de vista relativo, ha sido la construcción de indicadores parciales, como el elaborado por el PNUD, denominado "Indicador de desarrollo humano", o el propuesto por Amartya Sen como "Indicadores de pobreza de capacidad", e incluso reconociendo el papel de la mujer en la transmisión inter generacional de la pobreza se ha construido un "Indice de desarrollo relativo al género".

Las ponderaciones establecidas para la construcción de estos indicadores parciales, si bien han sido hechas por investigadores expertos con amplia experiencia y autoridad en este tipo de investigaciones son sin embargo discutibles si dichas ponderaciones son aplicables a nuestra realidad.

A diferencia de los métodos de medición absoluta, el empleo del análisis de componentes principales, complementado con el análisis factorial, permite el empleo de un conjunto de indicadores simples que reflejen las diferentes manifestaciones de los niveles de vida o de pobreza, alcanzados por la población y cuyo número no representa una restricción para el investigador.

La gran ventaja de utilizar éste método es la capacidad "reductiva", según la cual se puede reducir un numeroso grupo de indicadores altamente correlacionados entre si, a un grupo reducido de componentes principales incorrelacionadas y que reflejen sintéticamente los niveles de vida.

A diferencia de otros métodos de medición relativa la metodología propuesta asigna ponderaciones en función de las correlaciones entre grupos de indicadores y permite construir un indicador global de pobreza a nivel de un ámbito espacial determinado. Este índice global, sintetiza el comportamiento de las diferentes variables o indicadores simples, que son previamente seleccionados como expresión de la pobreza en sus múltiples facetas.

A diferencia de otros métodos de construcción de indicadores parciales o globales, que asignan la importancia de las variables o indicadores según el criterio del investigador, el método de componentes principales, permite construir el índice global en la forma de una suma ponderada de las proyecciones sobre cada una de las primeras componentes principales. La técnica utilizada se encarga de dar las ponderaciones con base a la misma fuente de datos.

La importancia del indicador global o sintético obtenido reside, en que además de sintetizar el comportamiento de un gran número de indicadores reflejando el carácter multi-dimensional de la pobreza, puede permitir la comparación intertemporal (entre diferentes periodos, como por ejemplo el periodo intercensal 1981-1993) e interespacial de determinadas áreas geográficas, permitiendo su ordenamiento según niveles de pobreza. Además tal como se demostrará en el desarrollo de la investigación, es un indicador eficiente para identificar zonas de extrema pobreza.

El objetivo de la presente investigación es precisamente mostrar la capacidad y validez de ésta metodología para la comparación no sólo interespacial sino intertemporal, para el periodo 1993 y 1998, teniendo como supuesto básico que los niveles de vida o pobreza están asociados al comportamiento no de uno, sino muchos indicadores económicos sociales; lo que permite suponer que si bien las correlaciones entre estos indicadores simples, varían por tratarse de situaciones diferentes en el tiempo y en el espacio, es posible construir un indicador sintético multivariable que permita evaluar como evolucionaron los niveles de vida en los ámbitos investigados, durante periodo investigado.

Es relevante sin embargo indicar que esta metodología no sólo puede emplearse para identificar ámbitos geográficos con menores niveles de vida relativos sino tambien para identificar en forma específica y en términos relativos a los hogares con menores niveles de vida o en situación de pobreza. Si bien ésta metodología ha probado su eficiencia para agregados de poblaciones, constituidos en ámbitos geográficos, debido a que permite consistenciar sus resultados, mediante constatación empírica, no existe limitación desde el punto de vista teórico para utilizarla en el futuro para unidades de análisis como la constituida por los hogares.

Es sin duda relevante que la metodología planteada pueda contribuir a identificar poblaciones objetivo en condiciones de extrema pobreza, lo cual incrementaría la eficiencia de la focalización de los programas sociales ya no sólo a nivel de ámbitos geográficos, sino a nivel de hogares.

En esta orientación, es posible y deseable construir indicadores a nivel de hogar que permitan evaluar los niveles de vida o de situación de pobreza y que posteriormente sirvan para construir el indicador sintético multivariable a fin de identificar a los hogares con menores niveles relativos de vida.

Otra utilidad que puede aportar la utilización de la metodología, previo análisis exploratorio, es su contribución a la eficiencia de los sistemas de monitoreo y evaluación del impacto de las políticas sociales.

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1 Juan Chacaltana en "Medición de la Pobreza", presenta por ejm. como la CEPAL y el PNUD utilizando como fuente la Encuesta Nacional de Niveles de Vida ENNIV, estiman el número de Hogares pobres en 52% y 70.7% respectivamente, para el periodo 1985-1986.