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En la ENAHO-98, sólo se incluyeron cuatro preguntas sobre métodos anticonceptivos, ellas fueron: a) si era usuaria o no, b) método anticonceptivo usado en la actualidad, c) dónde lo obtuvo y d) razones por las que no usa algún anticonceptivo. Con esta información, fue posible realizar algunas comparaciones con la ENDES-96, que es una encuesta más completa sobre éste tema. La anticoncepción es uno de los principales componentes de la salud reproductiva y ha sido trabajada más intensivamente por el sector salud, tanto público como privado. En el marco del Programa Nacional de Planificación Familiar, ahora Programa de Salud Reproductiva, se han realizado acciones de capacitación, consejería y servicios dirigidos principalmente a las mujeres en edad fértil y con vida sexual activa (unidas o casadas), mucho menos hacia las adolescentes y a las mujeres sin pareja. Dentro de la Política Nacional de Población se considera que el conocimiento y/o uso de métodos anticonceptivos es uno de los derechos humanos y reproductivos que tienen todas las personas para decidir libre y en forma responsable el número de hijos que quieren tener y el momento de tenerlos; así como el derecho de disponer de la información, consejería y servicios para lograrlo. Por lo tanto, estos derechos reproductivos se pueden ejercer a través de la planificación familiar, mediante el uso de los métodos tradicionales y/o modernos, para espaciar o limitar los nacimientos. El cuadro 15 presenta a todas las mujeres de 15 a 49 años, sean unidas o no que usan actualmente algún método anticonceptivo para planificar el número de hijos. La ENAHO-98 encontró que el 58.1% de mujeres son usuarias de algún anticonceptivo, este mismo dato según la ENDES-96 mostró una prevalencia anticonceptiva del 41% en las mujeres en edad fértil sean unidas maritalmente o no. Lo que significa que en los dos años que media entre una y otra encuesta el incremento porcentual de la prevalencia anticonceptiva ha sido del 42%, lo cual es coherente con las acciones que el gobierno, las ONGs y los programas privados están desarrollando, mediante campañas en todos los ámbitos del país. La prevalencia de uso de métodos anticonceptivos muestra grandes brechas cuando son examinamos a nivel regional y por otras características sociodemográficas como se muestra en el cuadro 15.
En el cuadro 15, se puede apreciar que en las tres regiones, el uso de métodos anticonceptivos es mayor en las áreas urbanas que en las rurales. Sin embargo, las diferencias porcentuales entre las usuarias de las áreas urbanas y rurales cada vez son menores. Un caso que destaca, es el mayor uso de anticonceptivos entre las mujeres rurales de la Costa (63.1%) que entre las mujeres urbanas de la Costa (61.4%).
En la Selva todavía predomina el mayor uso de las mujeres urbanas (63.6%) que entre las rurales (57.2%). En la Sierra la diferencia es mucho mayor, el 61.7% son usuarias urbanas frente al 47.5% de usuarias rurales.
También llama la atención que las usuarias de Lima Metropolitana, ya no son las que usuarias más importantes del país, como lo referían otros estudios sobre prevalencia anticonceptiva, actualmente ocupan el quinto lugar entre las usuarias con el 59.9%.
Podríamos interpretar estos cambios en dos sentidos: o se ha focalizado con mayor fuerza las campañas de planificación familiar en las regiones; o la presencia de los migrantes recientes en Lima hacen disminuir la prevalencia, dado que, ellas todavía no están adaptadas a los comportamientos citadinos en lo relacionado con la salud reproductiva; Son supuestos que requieren ser estudiados con mayor detenimiento.
Las diferencias por tipo de método anticonceptivo usado también se presenta en el cuadro 15.
Los anticonceptivos se han agrupado en métodos modernos y tradicionales. · Los métodos modernos son: la píldora, DIU, inyectable, norplant, óvulos, espumas, preservativos, ligadura de trompas y vasectomía. · Los métodos tradicionales son: la abstinencia periódica o ritmo, retiro y los denominados folklóricos. El uso de algún método anticonceptivo se ha ido incrementando con el tiempo y variando en su composición, hace 20 años eran usados más los métodos tradicionales que los modernos; dado que su difusión era muy reservada y sólo estaba al alcance de las mujeres más educadas y con mejores condiciones económicas. Es a partir de los años 90 que se inicia en el país una política de población algo más agresiva y los programas de gobierno logran coberturas más amplias, cambiando de este modo la prevalencia de uso de los métodos modernos, los que superan a los tradicionales en casi todos los ámbitos geográficos del país.
Las encuestas demográficas y de salud, realizadas por el INEI muestran ésta evolución al observar los cambios en la mezcla de métodos anticonceptivos a través del tiempo.
Como se puede observar hay un incremento importante en el uso de métodos modernos; en 20 años su utilización se sextuplicó, pasando de 6% al 36% de prevalencia. Se observa que el uso de métodos tradicionales también se incrementó, pero en menores proporciones, en consecuencia el uso total entre todas las MEF del país se incremento sustancialmente, pasando del 19% en 1978 al 58% en 1998. (gráfico 1) El mayor uso de métodos modernos lo encontramos en la Selva urbana (45.1%), en la Costa urbana (42.7%), en la Costa rural (41%) y en Lima Metropolitana (39.6%).
Menor uso de métodos modernos se presenta en la Selva rural (35.7%), Sierra urbana (34.9%) y en la Sierra rural (20.4%).
Los métodos tradicionales son utilizados en mayores proporciones en la Sierra rural (27.1%) y en la Sierra urbana (26.8%).
El mejor nivel de educación es un factor determinante para el mayor uso de anticonceptivos, sin embargo las distancias entre las mujeres analfabetas y las mujeres con altos niveles de educación (secundaria o superior) se van acortando cada vez más por la influencia de los programas de IEC de planificación familiar, que promueven el acceso de todas las mujeres a los servicios y a la consejería en todos los centros poblados donde el MINSA u otra institución del sector privado se encuentre trabajando.
Al examinar los datos de la ENAHO-98 y al compararlos con los de la ENDES-96 se observa que la distancia entre los porcentajes de las usuarias analfabetas y las mujeres con educación superior, cada vez son menores.
Estos resultados son importantes para el sector salud, porque muestran la aceptación de la planificación familiar en todos los estratos de la población, así como la mejora en la accesibilidad a los servicios de salud reproductiva, en relación a la anticoncepción en los últimos dos años.
La educación es un factor diferencial importante en el uso de los métodos modernos; pero no tiene gran influencia en el uso de métodos tradicionales, aunque como se vió anteriormente los mejores niveles de educación influyen positivamente en el uso de cualquier método anticonceptivo. El 20.9% de mujeres sin educación usan algún método moderno, mientras que las mujeres con mejores niveles de educación duplican el uso de este tipo de anticonceptivos: el 39.8% de mujeres con educación secundaria y el 42.9% con educación superior no universitaria.
Las diferencias de uso entre las usuarias de métodos tradicionales según nivel educativo es mínimo. Ello se debe a que muchas mujeres prefieren los métodos naturales por dos razones: no son dañinos para la salud y son aceptados por la religión católica y por lo tanto no les crea ningún sentimiento de culpa. Sin embargo, estudios cualitativos sobre este tema argumentan que ésta última razón casi no es válida en la sociedad; hay otras razones más contundentes como la económica, que es nombrada con más frecuencia por las usuarias (Alcántara, 1996).
La edad de la mujer y el uso de método modernos, forman gráficamente una curva, cuyo valor más alto está entre los 30-39 años. Es menor entre las adolescentes jóvenes (10%) y entre las de más edad de 40-49 años (26.6%).
Estos valores coinciden a lo encontrado por las ENDES, que dicen que generalmente las mujeres unidas jóvenes inician el uso a partir de su primer hijo cuando quieren espaciar sus nacimientos, pero cuando quieren limitar utilizan el método irreversible del AQV, y lo hacen después del tercer hijo y cuando son mayores de 30 años (ENDES II y ENDES III).
Los métodos tradicionales son utilizados, casi por igual en todas las edades, aunque su uso más frecuente se da entre las adolescentes (33%).
Otros estudios indican que generalmente las adolescentes y las parejas no-unidas inician el cuidado de su fecundidad con el ritmo, que es el método más usado en todos los estratos de la sociedad.
La ENAHO-98 obtuvo información de todas las mujeres, tanto de aquellas en situación de vida sexual activa o actualmente en unión (casadas y convivientes), como de las mujeres que declararon no tener pareja sexual estable, esto es, las solteras, viudas, divorciadas y separadas.
Los datos sobre la prevalencia anticonceptiva nos muestran que las mujeres en unión tienen los porcentajes más altos de uso de anticonceptivos (68.5%). Por el contrario, un poco menos de la mitad son las usuarias solteras (29.4%) y casi una quinta parte son las usuarias sin pareja (19.5%).
Cuando comparamos el porcentaje de usuarias en unión de la ENDES-96 (64.2%) con la ENAHO-98 (68.5%) el incremento de usuarias de métodos anticonceptivos es del 6.7%. Tanto las mujeres casadas como las convivientes son las principales usuarias tanto de los métodos modernos (42%) como tradicionales (26.5%).
Entre las mujeres no unidas el uso es menor, así entre las solteras hay una leve predominancia de los métodos modernos (16.6%) respecto a los tradicionales (12.8%). Las viudas, separadas y divorciadas son las que usan menos anticonceptivos, siendo los métodos modernos los preferidos por el 15.2% y en menor proporción los tradicionales 4.3%. Cuadro 15: Mujeres de 15 y más años Usuarias de Métodos Modernos
Diferenciales en el uso de cada uno de los anticonceptivos Los diferenciales en el uso de cada uno de los métodos anticonceptivos, según área, y regiones de residencia y Lima Metropolitana, se presenta en el cuadro 16. En todo el país, los métodos modernos son los usados por más de un tercio de las mujeres en edad fértil (35.9%), y dentro de ellos la ligadura de trompas o AQV ocupa el primer puesto de uso con el 9% de usuarias; le sigue el DIU con el 8.4%, los inyectables - depropovera con el 7.4%; en cuarto lugar la píldora con el 6.2%; los preservativos son utilizados por el 3.5% y el resto de métodos modernos, vasectomía, norplant, óvulos y espumas apenas por el 1.4%. Entre los métodos tradicionales, la mayoría de ellas prefiere la abstinencia periódica o ritmo (20.1%) y sólo el 2.1% usan el retiro o algún método folklórico. (cuadro 16 y gráfico 2)
Los cuatro métodos modernos más utilizados y que ocupan los tres primeros en el orden de rango, en las regiones y en Lima Metropolitana son: · Ligadura de trompas, que ocupa el primer lugar en el orden de rango de la Costa rural (13.3%), en la Costa urbana (12.5%). En la Selva urbana (12.6%), en la Sierra urbana (8.3%), Sierra rural (5.4%) y en Lima Metropolitana (8.2%); ocupa el segundo lugar en el orden de rango. La Selva rural, ocupa el tercer lugar en el uso de anticonceptivos. Este método es el único método usado en todos los lugares y que se encuentra entre los tres métodos más usados. · Los inyectables son utilizados en las regiones principalmente. En la Sierra rural, ocupa el primer lugar en el orden de rango (7.1%), en la Costa rural (12.2%) y Selva rural (10.6%), ocupa el segundo lugar en el orden de rango y en la Costa urbana (6.9%), Sierra urbana (6.9%) y Selva urbana (11.7%) ocupa el tercer lugar en el orden de rango. · El DIU, en la Sierra (10%) y en Lima Metropolitana (11.9%) ocupa el primer lugar. En la Costa urbana (11.9%) ocupa el segundo lugar. En la Sierra rural (10%) ocupa el tercer lugar en el orden de rango. · La Píldora, tanto en la Selva urbana (13.5%) y la Selva rural (11.8%) ocupa el primer lugar; y en la Costa rural (8.3%) y en Lima Metropolitana (6.2%) ocupan el tercer lugar en el orden de rango de uso. En el caso de los métodos tradicionales, el ritmo, abstinencia periódica o método de calendario es el más utilizado por casi la quinta parte de mujeres en edad fértil; los otros métodos tradicionales como el retiro y otros folklóricos son los menos conocidos en todos los lugares. Las mujeres de la Sierra urbana (24.9%) y de la Sierra rural (25.7%) son las principales usuarias del método del ritmo. Cuadro 16: Métodos Anticonceptivos Modernos y Tradicionales usados
La vida en pareja condiciona un mayor uso de métodos anticonceptivos, sin embargo ningún Programa de planificación familiar debe dejar de lado la atención de las mujeres no-unidas, particularmente de las adolescentes y de las mujeres en situación de inestabilidad marital (separadas) porque ellas también están en riesgo de tener un embarazo no-deseado y/o contraer una ETS o VIH/SIDA; y el uso de anticonceptivos las protege eficazmente.
En el cuadro 17 se presenta el uso de cada uno de los anticonceptivos según el estado conyugal actual, diferenciando a las unidas y las no-unidas.
La prevalencia anticonceptiva de las mujeres unidas (casadas y convivientes) es del 68.5%; esto es que dos de cada tres mujeres unidas son usuarias de anticonceptivos el 19.5% de mujeres separadas, divorciadas y viudas, y el 29.4% de solteras son usuarias de algún método anticonceptivo. Los tres métodos más usados por las mujeres unidas son: la ligadura de trompas (11%), el DIU (10.1%) los inyectables (8.5%). Entre las mujeres no-unidas, se aprecian diferencias en el uso de anticonceptivos; así las solteras prefieren, en primer lugar usar los preservativos (6.1%); píldora (3.5%) y los inyectables (3.3%).
En cambio, las separadas, divorciadas y viudas tienen otro comportamiento en relación al uso de anticonceptivos, el método más usado es la ligadura (4.6%), le sigue el DIU (3.6%) y el inyectable (3.5%).
El uso de los métodos tradicionales, es importante entre las casadas y convivientes (26.5%); menos entre las solteras (12.7%) y apenas por las separadas y viudas (4.3%). Cuadro 17: Métodos Anticonceptivos usados en la actualidad,
Con el fin de conocer los cambios en la preferencia de uso de los anticonceptivos, los datos de la ENAHO-98 son comparados con los de la ENDES-96, cuyos resultados aparecen en el cuadro 18.
Cuadro 18: Usuarias de Métodos Modernos y Tradicionales,
En cuatro tipos de métodos anticonceptivos se encontró un ligero incremento en el uso (ligadura, inyectables, píldoras y otros métodos modernos), en cambio se halló que el uso del DIU y del preservativo ha disminuido en los últimos dos años. En cuanto a los métodos tradicionales, se apreció un mayor incremento en el uso del ritmo, de 18% en 1996, subió a 23.9% en 1998, lo que muestra que existe una necesidad real de planificar la familia entre las entrevistadas, y este método es el más aceptado porque no tiene un costo económico, ni hace daño a la salud, sin embargo no es eficaz sino es utilizado con un conocimiento cabal de su uso. Estos datos serán útiles para el Programa Nacional de Planificación Familiar, para reorientar sus acciones y focalizar de manera prioritaria en determinados métodos en los ámbitos geográficos de mayor demanda anticonceptiva, y en las mujeres en mayor riesgo reproductivo.
Las declaraciones de uso de anticonceptivos son reforzadas por el conocimiento de las usuarias sobre los lugares de suministro de los métodos modernos. (cuadro 19)
Las principales fuentes de obtención de los anticonceptivos tanto a nivel nacional como regional fueron: los establecimientos del Ministerio de Salud MINSA y del Instituto Peruano de Seguridad Social (ahora ESSALUD) ambos pertenecientes al sector público; así el 61.7% del total de usuarias obtuvo los anticonceptivos del MINSA y el 11.6% del IPSS; sumando de dos valores se tiene que el 73.3% o sea 3 de 4 usuarias tuvieron como proveedores de anticonceptivos al sector público.
El grupo restante obtuvieron los anticonceptivos de la Farmacia el 11.3%, de consultorios o clínica particulares el 8.7%, y de otras instituciones como las ONGs, Municipio y otro el 6.6%.
Aún cuando las diferencias son pocas entre las regiones y Lima Metropolitana en cuanto a las fuentes de suministro de anticonceptivos; se puede señalar algunos contrastes, aún cuando en todos los lugares la principal fuente de suministro de anticonceptivos fue el MINSA.
En Lima y en la Selva después del MINSA, la fuente de suministro más importante son las farmacias (16.9% y 9.8% respectivamente).
En la Costa y Sierra, después del MINSA el segundo proveedor más importante es el IPSS (14.3% y 10.9% respectivamente). Cuadro 19: Lugar de suministro de los métodos anticonceptivos de todas las MEF
Razones de No uso de Anticonceptivos
A todas las mujeres de 15 a 49 años de edad se les preguntó ¿cuál era la razón principal para que no usara un método anticonceptivo para evitar un embarazo?
Las razones nombradas pueden provenir de MEF que nunca usaron algún anticonceptivo o de personas que habiendo sido usuarias alguna vez han discontinuado su uso por algún motivo.
En el cuadro 20, se observa que la principal razón nombrada fue: no usan porque no tienen relaciones sexuales (sin pareja o porque la pareja está ausente) ellas representan el 38.5% del total de no-usuarias. Esta situación es considerable en Lima Metropolitana (48.1%) y en la Costa (42.6%).
La segunda razón declarada de no-uso fue por estar embarazada al momento de la realización de la entrevista, así lo manifestaron el 21.8% del total de usuarias. Los porcentajes más altos de MEF embarazadas corresponden a las mujeres de la Selva (33.9%) y de la Sierra (27.2%).
La tercera razón de no-uso de anticonceptivos fue porque la mujer es infertil o está en el período de la menopausia; esta circunstancia fue señalada por el 15.8% del total de no-usuarias. Los porcentajes regionales más altos lo encontramos en la Costa (19%).
Las otras razones nombradas de no-uso por las mujeres fueron: por miedo a los efectos secundarios (5.8%), por razones religiosas (11%), porque desean tener más hijos (4%), su pareja se opone (1.5%) y sólo el 1.6% no lo usa, porque no conoce método alguno.
Cuadro 20: Razones de No-Uso de Anticonceptivos,
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