La Pobreza en el Perú

2.1 Cálculo de la canasta alimentaria y las líneas de pobreza extrema y absoluta para 1998

2.1.1 Estructura y composición: Para 1998 se utiliza la misma composición o los mismos ítems de la canasta de 1997. El supuesto detrás es que en términos generales la demanda y elección de los bienes a consumir por un determinado grupo poblacional no varía en el corto plazo (o de un año a otro). Debemos, asimismo, señalar que la composición de la canasta alimentaria obedece a una "canasta real" representativa del país, por lo que se espera que la demanda de la mayoría de estos bienes sea inelástica, en cuyo caso para que las personas los eliminen de su consumo o dieta tendría que darse un incremento muy fuerte de su precio3.

Con los ítems de la canasta identificados se procede a calcular la estructura (consumo por gramo por persona) de tres canastas regionales: costa, sierra y selva, a partir de la población de referencia de cada región.

Sobre el punto anterior, es pertinente manifestar que un análisis de las canastas alimentarias ajustadas de 1997 y 1998 muestra que hay una estrecha convergencia4 en el 56% de los ítems de la canasta de la costa, 67% en la canasta de la sierra y 50% en la canasta de la selva (véase cuadros 1, 2 y 2A del Anexo Estadístico 1); ello a pesar de que las poblaciones de referencia utilizadas para calcular las canastas en ambos años tienen ligeras variaciones.

2.1.2 Población de Referencia: Para 1998 se utilizó en el presente trabajo alternativamente dos grupos como población de referencia. El primero es el calculado para 1997, es decir, los percentiles de gasto percápita 11 al 40 para la costa (urbana, rural y Lima Metropolitana), 42 al 71 para la sierra (urbana y rural) y 27 al 56 para la selva (urbana y rural).

El argumento por el cual se pueden utilizar los mismos grupos como población de referencia en 1997 y 1998, se debe a que tal como la evidencia empírica apunta (ver sección anterior), no hay argumentos sólidos para manifestar que existe una diferencia importante en los patrones de consumo alimentario básico entre quienes componen - en 1997 y 1998 - los grupos poblacionales que tienen como consumo mínimo la ingesta calórica percápita diaria de 2318 kcal5.

El segundo grupo que se utilizará como población de referencia es el calculado para 1998 de la ENAHO 98.4. Los resultados en este caso son los siguientes: 11 al 40 para la costa, 35 al 64 para la sierra y 24 al 53 para la selva. Aun cuando las diferencias con respecto a lo obtenido en 1997 es mínima, éstas se dan especialmente en la sierra. No obstante, el argumento para utilizar estos nuevos grupos como población de referencia se dan a fin de obtener resultados endógenos a la muestra.

La metodología general asume que la población de referencia es representativa de cada región y que por lo menos "ingiere los requerimientos nutricionales mínimos para la sobrevivencia humana"6. La población de referencia es el 30% a partir del punto medio del decil móvil de gasto percápita cuyo consumo diario de kilocalorías fuera el más cercano a 2318. El hecho de que sean poblaciones de 30% se debe únicamente a que utilizar porcentajes menores impediría obtener información válida estadísticamente para cada uno de los dominios en cada ítem de la canasta.

Dos críticas se hacen a la metodología con respecto al punto anterior:

i) Utilizar poblaciones de 30% trae consigo que el promedio del consumo de ese grupo va a estar muy por encima de los 2318 kcal percápita diaria, y

ii) ¿Porqué se partió de utilizar deciles móviles y no quintiles, ventiles, etc?

En relación a i) se debe manifestar que efectivamente el valor de la canasta alimentaria para la población de referencia de la costa, sierra y selva en 1997 tuvo 2675.1, 2745 y 2647.1 kilocalorías percápita diaria, en todos los casos por encima de 2318, sin embargo ello se corrige al ajustar el consumo de gramos por día de cada bien de tal forma que las canastas ajustadas equivalgan finalmente a un consumo de 2318 kcal. El factor de ajuste en este caso es el nivel calórico mínimo/nivel calórico de la canasta.

Con respecto a ii), tal como puede observarse en los cuadros 9 y 10 del Anexo estadístico 1, utilizar deciles, quintiles o ventiles móviles conduce a los mismos resultados, con la ventaja adicional de que usando deciles se tiene un grupo poblacional representativo con menor dispersión.

2.1.3 Precios: En este caso existen también dos alternativas para la valorización de las canastas alimentarias de 1998. Una es calcular para ese año en cada ítem a la mediana de los precios implícitos (monto pagado/cantidad consumida), tal como la metodología utilizada en 1997 sugiere7, y la segunda es utilizar como base a los precios implícitos calculados en 1997 e indexarlos para 1998 vía IPC. El primer método tiene la ventaja de que los precios por gramo son endógenos a la misma encuesta, lo que a su vez recogería el efecto de que la decisión de gastar una determinada cantidad de dinero en un bien en un momento dado no depende únicamente del precio de éste, hecho que se perdería si es que se utilizan precios exógenos o las variaciones del IPC. Una ventaja adicional de la utilización de los precios implícitos es que capta los precios de todas las ciudades (grandes o pequeñas) en que se ha realizado la encuesta y no se circunscribe a los precios de las principales ciudades como es el caso de cuando se utiliza el IPC.

Los precios implícitos (al igual que el coeficiente de Engel) se calculan independientemente a partir de la población de referencia de cada uno de los siete dominios geográficos: costa (urbana, rural y Lima metropolitana), sierra (urbana y rural) y selva (urbana y rural)

Sin embargo, una desventaja del método de los precios implícitos es que puede en algunos casos tener variaciones erráticas debido a que son sensibles a muchos factores incluidos los sicológicos, lo cual no sucede con el IPC, y ello podría eventualmente llevarnos a conclusiones erróneas. Debido a ello, se valorizaron las siete canastas alimenticias de tres maneras: utilizando los precios implícitos de 1998 (con la canasta "real" de 1998), utilizando los precios implícitos de 1997 indexados vía IPC (manteniéndose la canasta de 1997), y utilizándose una combinación de ambas, la canasta "real " de 1998 con los precios implícitos de 1997 indexados. Con los tres métodos se obtiene el valor de la canasta alimentaria o línea de pobreza extrema.

Para obtener el valor de la canasta total (alimentaria y no alimentaria), o línea de pobreza absoluta, se multiplicó el valor de la canasta alimentaria por la inversa del coeficiente de Engel. El supuesto en este caso es que el valor de la canasta no alimentaria es un porcentaje del valor de la canasta alimentaria.

El Coeficiente de Engel (CE): Es el cociente del gasto en alimentos con respecto al gasto total. Se calcula para la población dereferencia de cada uno de los siete dominios geográficos utilizados.

El cuadro 12 muestra los valores del gasto alimentario, gasto total y del coeficiente de Engel correspondientes a 1997 y 1998. En el caso de este último año se ha calculado el CE utilizando la población de referencia de 1997 y la que se obtiene de la ENAHO 98.4. Se puede apreciar (en ambos casos) que existe un incremento sistemático con respecto a 1997.8

En los gráficos 1 a 14 se puede observar que en todos los dominios (excepto selva rural) el comportamiento del coeficiente de Engel es similar en los dos años, especialmente en los deciles menores, y se observa también que siempre el coeficiente correspondiente a 1998 está por encima del de 1997, lo cual es un argumento a favor de que el incremento en el valor de los coeficientes de Engel de un año a otro se debería a nuevas especificaciones en la variable gasto alimenticio más que a factores de tipo económico o a que se haya producido algún cambio en los patrones de consumo de la población durante el período.

Lo que sí es cierto, es que el incremento del valor del coeficiente de Engel hace necesariamente que el valor de la línea de pobreza absoluta sea menor a la que se hubiera dado si los coeficientes hubieran tenido valores similares o no hubieran cambiado.

 

3 Aun cuando el efecto sustitución podría verse atenuado por el hecho de que la canasta incluye a los bienes sustitutos ( ya sea en un mismo ítem como el té y el café o por separado como la carne de res y pollo), el efecto ingreso podría darse, sin embargo cuando esto sucede no es ocioso pensar que la persona o el hogar de que se trate dejó de pertenecer a la población de referencia involucrada en la canasta "real".

4 En términos operativos, se entiende por estrecha convergencia, si los valores (gramos/día/persona) de 1997 y 1998 de los ítems de la canasta caen dentro de un rango de +/- 10% de su valor promedio.

5 Es decir, al menos de un año a otro, los patrones de consumo por deciles (o incluso percentiles) son los mismos aún cuando los hogares hayan cambiado. Quienes entran a un nuevo decil (o percentil) se deberán adaptar a la nueva estructura o patrón de consumo, sea para arriba o para abajo.

6 INEI, 1998, op.cit.

7 Determinación de la líneas de pobreza en el Perú: INEI, 1998. Documento interno.

8 Ello podría deberse, entre otras cosas, a que en la encuesta de 1998 se incluyen dentro de la variable gasto alimentario rubros como el vaso de leche que no son considerados en la encuesta anterior.