Condiciones de Vida

3.4 Análisis de Brechas y su evolución en el tiempo: Conocer el perfil de los distintos dominios geográficos es un paso importante en lo que se refiere al planteamiento de políticas de lucha y alivio a la pobreza y de mejora en las condiciones de vida de la población.

Sin embargo, la formulación de políticas que apunten a ello, en especial las de corto plazo, deben considerar no solo los valores absolutos de los principales indicadores relacionados a las condiciones de vida y bienestar de la población, sino también, y de manera especial, las diferencias existentes en estos indicadores a distintos grupos poblacionales entre sí, ya sea por ámbito geográfico, sexo, nivel de pobreza, etc.

El análisis de estas diferencias o brechas no son, por cierto, el único camino a seguir, pero tiene la ventaja de dar mayor detalle cuando se quiere conocer la evolución en el tiempo de problemas específicos relacionados con el bienestar de la población, lo cual sería más limitado si es que nos quedamos con los valores absolutos de los indicadores de cada variable.

La desventaja práctica que tiene este tipo de análisis es que debe comparar los resultados de muestras diferentes, los cuales no siempre son coherentes ni consistentes entre si, no solo por el error muestral que cada dato trae consigo, sino por una serie de factores adicionales como la propia manera en que se recogió la información, las diferencias de los cuestionarios, etc.

Como fue explicado anteriormente, en esta sección se han utilizado única y finalmente tres variables: tasa de asistencia escolar, hogares que tienen TV y tasa de desempleo; y los criterios para analizar las brechas o diferencias no son (no han podido ser) siempre los mismos. Una justificación adicional de la selección de estas tres variables es que la primera está ligada directamente a la política social de brindar a la población acceso a servicios básicos; la segunda se relaciona con la teoría de que un soporte importante para salir de la pobreza es el nivel de activos que un hogar posee o ha acumulado; mientras que la tercera variable está más bien relacionada con la marcha de la política económica.

Es importante mencionar que los resultados encontrados en esta sección deben ser considerados como provisionales y una primera aproximación para un estudio posterior, de tal forma que pueden ser utilizados como hipótesis.

3.4.1 Tasa de asistencia escolar (TAE) : Una de las brechas o diferencias importantes con respecto a esta variable es la concerniente a la desigualdad social, en este caso vista a través de la diferencia entre pobres extremos y no pobres.

Tal como se aprecia en el cuadro 11, en 1997 las mayores diferencias se daban en Lima metropolitana y en la selva urbana, sucediendo lo mismo en 1998.

Un análisis de la evolución de las brechas en el período 1997-98 muestra que, aunque en un porcentaje mínimo, esta brecha se ha incrementado en el caso de Lima; mientras que las mejoras más significativas de estas desigualdades se han dado en la costa urbana y rural, debido principalmente al incremento de la TAE en la población (en edad escolar) pobre extrema.

Una segunda desigualdad en materia educativa está referida a la brecha por sexo. Generalmente se sostiene que los hombres están siempre en mejor situación que las mujeres.

En el cuadro 12 podemos observar que en la población pobre extrema (salvo la selva urbana) la TAE de los hombres es superior a la de las mujeres tanto en 1997 como 1998. Lo segundo que se observa es que esta brecha es mayor - en los dos años - en Lima metropolitana. Asimismo, la mayor regresividad (o empeoramiento de la situación) se da en la selva urbana, mientras que las mayores disminuciones (o mejoras) se encuentran en la Costa urbana y Lima Metropolitana.

De otro lado, en el caso de la población no pobre la brecha por sexo, a diferencia de los pobres extremos, favorece a las mujeres. La TAE es superior a las mujeres en todos los dominios tanto en 1997 como en 1998. Las excepciones se dan en Lima metropolitana en 1997 y en la sierra y selva urbana en 1998. (Ver cuadro 13). La mayor brecha se da en 1997 en la costa rural, mientras que en 1998 ésta se da en la selva rural. Con respecto a la evolución de las brechas o desigualdades, en el período hay una mejora importante en la costa rural, pero una regresividad en la selva rural y en Lima metropolitana, explicadas por la mejora relativa de la TAE de las mujeres en 1998.

Algo que se sostiene permanentemente es que la diferencia en los niveles educativos logrados en el área urbana son bastante mayores que en el área rural, pero que ello no tendría porqué reflejarse necesariamente en la TAE.

En el cuadro 14 tenemos las diferencias urbano/rurales de la TAE por niveles de pobreza. Observamos que efectivamente el área urbana está en mejor situación que la rural en cualquier circunstancia.

En 1997 se tiene que aún cuando los niveles de TAE son menores a medida que se es más pobre, hay mayores diferencias entre ámbitos geográficos para los no pobres que para los pobres extremos (4.71 vs. 3.57). Estando sin embargo, la mayor diferencia entre los pobres no extremos (5.89).

En 1998 son los no pobres los que tienen la mayor brecha urbano/rural debido a un mayor incremento relativo de la TAE en el área urbana. Esta brecha también se agrandó entre los pobres extremos, mientras que sufrió una caída (mejora) importante entre los pobres no extremos.

3.4.2 Hogares que tienen TV: Una de las "nuevas" formas de medir pobreza - o las capacidades para salir de ella - es considerar los activos de los hogares, el stock de bienes durables que poseen. Ello refleja de algún modo la capitalización o nivel de acumulación que los hogares han tenido a lo largo del tiempo.

Aún cuando puede argumentarse que el crédito de consumo llevaría a que los electrodomésticos no caigan del todo en esta definición, este tipo de créditos no está al alcance de los más pobres.

En el cuadro 15 tenemos el caso de las brechas existentes entre los pobres no extremos y los no pobres. Tal y como era de esperarse las diferencias son siempre a favor de los no pobres.

Hay varios puntos de interés en el cuadro 15 que se dan tanto en 1997 como en 1998, en primer lugar las mayores brechas en la costa y sierra se dan en el área rural. En segundo lugar la menor brecha o desigualdad en la posesión de activos se encuentra en

Lima Metropolitana. En tercer lugar, las mayores brechas en valores absolutos se encuentran en la selva urbana seguida de la selva rural.

Con respecto a la evolución de las brechas en el tiempo se tiene que las mejoras más importantes se encuentran en la costa y selva rural y en la sierra urbana; mientras que la mayor regresividad se dio en Lima Metropolitana, que a pesar de ello siguió teniendo la menor brecha.

Interesa conocer si el sexo discrimina en la posesión de activos en el hogar, para ello en el cuadro 16 tenemos el caso de los pobres no extremos por sexo del jefe de hogar.

Inicialmente se espera que los hogares cuyo jefe es hombre esté en mejor situación. Ello es así tanto en 1997 como en 1998, excepto los casos de la costa y selva rural en 1997.

Las mayores diferencias se dan en las zonas urbanas, siendo Lima Metropolitana un caso especial pues es ahí donde aparecen las menores brechas de género.

Los mayores acortamientos de las diferencias a favor de los hogares con jefes mujeres se dan en la costa y sierra urbana, y en menor grado en Lima Metropolitana. De otro lado, el ensanchamiento de la brecha a favor de los hogares con jefes hombres se dio en la sierra rural y con mayor fuerza en la selva rural.

En el caso de las diferencias urbano/rural, en el cuadro 17 se tiene la situación de la posesión de activos por niveles de pobreza.

Es claro, en primer lugar, que existe una marcada diferencia a favor del área urbana.

En segundo lugar podemos observar que las brechas entre los pobres extremos es muy similar a la que se tiene en los no pobres, siendo ligeramente superior la diferencia entre los pobres no extremos.

La evolución de las brechas en el período 1997-1998 son de una ligera mejora a favor del área rural en el caso de los pobres extremos y no pobres, y de una mejora relativamente mayor en la población pobre no extrema.

3.4.3 Tasa de desempleo (TD): Refleja lo que acontece en la coyuntura económica de corto y mediano plazo.

De los cuadros 18 al 20 notamos que los niveles de las TD son menores a medida que se es menos pobre, y ello se cumple independientemente del sexo.

En segundo lugar observamos que en 1997 la brecha de TD es superior en perjuicio de las mujeres tanto para los pobres no extremos como para los no pobres. En el caso de los pobres extremos la brecha es en perjuicio de los hombres excepto en la selva, donde la TD de la mujer es ampliamente superior.

En el caso de 1998 las brechas de TD en perjuicio de las mujeres solo se da entre los no pobres, pues en los pobres extremos y no extremos las brechas son en perjuicio de los hombres. Ello significa que en 1998 se ha dado en el grupo de pobres no extremos una mejora relativa a favor de las mujeres.

Las diferencias más importantes se dan entre los pobres (extremos y no extremos) en la selva y en Lima Metropolitana; y entre los no pobres en Lima Metropolitana.