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8.2 ECONOMIA MUNDIAL
Al cierre de enero de 1998, el dólar estadounidense se revaluó respecto a las principales monedas europeas, mientras que con relación al yen japonés se devaluó en 2,6%, respecto al último día de 1997.
El fortalecimiento de la moneda japonesa (2,6%) se debió a la parcial recuperación de los mercados financieros asiáticos en la última semana de enero, y al anuncio del gobierno japonés de nuevas medidas a fin de estimular la economía en marzo, que incluirá recortes impositivos y un mayor gasto público.
En enero, el índice de precios al consumidor de Japón subió en 0,1% sobre diciembre, mes en el que se produjo un descenso de -0,2%. Según las autoridades gubernamentales, el incremento de la inflación ha sido el mayor desde 1991, cuando se situó en 3,3%.
Los principales factores que influyeron en el alza de precios de Japón durante el año pasado, fueron el aumento de 3,0% a 5,0% del impuesto sobre el consumo decretado desde el mes de abril de 1997 y el aumento de la contribución individual a los servicios de seguridad social japonesa que encarecieron los costos médicos. A nivel de grupos los más fuertes incrementos en 1997 correspondieron a Electricidad, Gas y Agua (4,7%), Salud y Servicios Médicos (4,6%) y Ropa y Calzado (2,3%).
En cuanto al crecimiento económico, Japón en 1997 alcanzó un ligero incremento del Producto Bruto Interno de 0,8%.
Estados Unidos de Norteamérica registró en 1997 una inflación de 1,7%, la tasa más baja desde 1986, a pesar de que el mercado laboral estadounidense se fortaleció y el desempleo bajó, condiciones que son vinculadas con precios más altos.
En diciembre la inflación obtuvo un ligero aumento de 0,1%, según el Departamento de Trabajo. Incidieron favorablemente, el comportamiento de los precios en el sector energético que descendieron 1,6% en diciembre, concluyendo un año con declives que ayudó a contener la inflación.
Se espera que en 1998 los precios bajen aún más, considerando los problemas financieros en Asia, ya que los productos importados de esa región serán más baratos, obligando a los competidores estadounidenses a reducir sus precios de venta.
El Producto Bruto Interno de Estados Unidos creció en 1997 en 3,8%, la tasa más alta en nueve años. Este incremento fue impulsado por el comportamiento de esta variable en el cuarto trimestre, que creció en 4,3%, lo que superó los cálculos realizados por los analistas.
El crecimiento estadounidense del último trimestre fue provocada por la acumulación de inventarios, la caída de las importaciones y el fortalecimiento de las exportaciones, así como un enorme incremento en la construcción de viviendas generado por las bajas tasas de interés, que según lo anunciado por la Reserva Federal en su reunión del 4 de febrero de 1998, se mantendrán estables.