V. DISCUSION, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Conclusión 1: Prevalencia de Sectores de Trabajo y no de un Mercado de Trabajo

Como bien reconoce Stibbard (1999), es menester estudiar los procesos de modificación de los sistemas de trabajo, pues todo el andamiaje conceptual prevaleciente en la OIT que se expresa en los 18 INDICADORES CLAVES DEL MERCADO DE TABAJO (ILO,1999) y en metodologías de medición como ENCUESTAS DE POBLACION ECONOMICAMENTE ACTIVA, EMPLEO, DESEMPLEO Y SUBEMPLEO (Husmans y otros, 1993), se altera con dinamismos que escapan de la previsible equifinalidad de todo este basamento teórico: universalización y predominio del trabajo asalariado como dirección unilineal del desarrollo de los sistemas laborales.

El sistema laboral del Perú precisamente no camina en esa dirección. Como hemos demostrado no existe en su derrotero de las últimas décadas un tránsito seguro hacia el predominio cualitativo y cuantitativo de la racionalidad del mercado de trabajo asalariado. Pues cuando se habla de mercado de trabajo se asume que la racionalidad prevalente es la que se sustenta en la libre relación empleador-asalariado por la cual el primero contrata la fuerza de trabajo del segundo a cambio de un estipendio que por lo general es una fracción del valor total del producto generado por aquél.

Lo que existe en el Perú, es antes bien, un acentuamiento de la heterogeneidad de los sectores de trabajo, que funciona como compartimientos estancos con sus distinas racionalidades:

  1. La racionalidad de las economías del hogar en los Sectores Informal Urbano y Campesino, según la cual la producción y productividad del trabajo depende básicamente de las necesidades de los miembros de la familia más que del mercado.
  2. La racionalidad del empleo estatal que tiende a privilegiar la función de legitimación del poder antes que la eficiencia o productividad económica de los puestos de trabajo estatales.

De acuerdo a las tendencias observadas, el Perú se ubica entre los países que se caracterizan por sufrir el decremento de su sector de trabajo "de mercado" y a la par un acrecentamiento de sus sectores de trabajo de "no mercado".

Recomendación 1

La ENAHO debe diseñarse también en horma expresa para estudiar la situación y el proceso de cambio de los sectores de trabajo. Especialmente debe orientarse a develar la racionalidad de cada uno de ellos en cuanto a la producción y reproducción de la fuerza de trabajo inscrito en cada uno de estos sectores.


Conclusión 2: Persistencia de la baja productividad y de su tendencia a caer

Recientes estudios sobre los ciclos económicos en el Perú muestran que nos encontramos inmersos en un dinamismo de largo plazo del tipo Kondrantieff de 50 a 60 años de duración según el cual las ondas expansivas tienen una vigencia de 25 a 30 años y las de depresión otro tanto. En correspondencia con esta periodización, el ciclo expansivo de la economía peruana se verificó entre 1950 y mediados de los 70 con un promedio de crecimiento anual del PIB de alrededor del 5% duración. A partir de esa fecha la economía se sume en un largo proceso depresivo con un promedio anual de crecimiento del PIB inferior a la tasa de crecimiento de la población, es decir a menos del 2% anual. (Vega Centeno 1997, Jiménez 1997) (3)

Tomando en cuenta ciclos de menor duración Vega Centeno muestra que existe relación entre los valores del PIB y los de la productividad del trabajo. Así, durante la onda expansiva 1950-1975, en los periodos analizados por este autor 1950-1959 y 1960-1969, las tasas anuales de crecimiento del PIB fueron de 5.33 y 5.46 respectivamente las mismas que se reflejaron en tasas de crecimiento de la productividad del trabajo de 3.05 y 2.47 en dichos periodos.

Durante el ciclo de inicio del declive 1970-1975, la tasa del PIB decreció a 4.02 promedio anual y la productividad del trabajo mostró un declive alcanzando escasamente el 0.83 de crecimiento.

En pleno periodo de crisis durante los ciclos más cortos de 1976-80; 1981-85; 1986-90; se verificaron tasas anuales de crecimiento del PIB menores y negativos para eso años: 2.60; 1.34 y –2.86. En cuanto a la productividad del trabajo, todas las tasas fueron enteramente negativas a lo largo de cada uno de estos ciclos cortos: –0.31; -1.95 y –5.87.

En la década presente, durante 1991-1996 se produce una recuperación importante del PIB. Así, entre 1990 y 1996 se creció a un promedio 4.06 por cada año. En estos años se produjo asimismo una recuperación aunque leve de la productividad del trabajo pues solamente creció en 1.33 por año.

Esta cifra de la productividad demuestra que otros factores distintos a la productividad han tenido más peso en la explicación del crecimiento en estos años, lo cual evidencia la precariedad del mismo.

Ingresando al nuevo milenio, el interés se centra en avizorar si el Perú transitará próximamente por una nueva onda expansiva y sostenida de crecimiento del tipo Kondrantieff positivo o por lo contrario, seguirá sufriendo la onda declinante de larga duración.

Esta inquietud conduce necesariamente a averiguar si se corrobora la premisa fundamental de todo crecimiento sostenido que es la recuperación progresiva de la productividad del trabajo. En la medida que tal productividad no se encuentre sobre la tasa de crecimiento de la población, por tanto a más del 2% de crecimiento anual, no será posible tal crecimiento sostenido.

Lamentablemente en los últimos años de la década pasada como se ha demostrado ha proseguido la tendencia a la caída de la productividad, aunque, debe reconocerse, existen síntomas esperanzadoras de recuperación y mejora de la misma, que debieran consolidarse. Esta conclusión es valida como promedio del desempeño de todo el sistema económico no traduce el segmento por ejemplo de las empresas de 100 a más trabajadores, que por su naturaleza revela esta porción lamentablemente pequeña del sector de trabajo asalariado, la misma que como se advierte en las conclusiones de Nunura, las productividades son mucho más elevadas y son más cercanas entre las distintas ramas de actividad (García, 1999: Cuadro 8).

Recomendación 2:

Sobre este particular no es ocioso reiterar que esta precondición de recuperación y crecimiento importante de la productividad del trabajo es crucial para países como el Perú, que por su tamaño y nivel de desarrollo de sus exportaciones, es inviable que pueda crecer en forma duradera sobre la base de mejoras sustantivas en los términos de intercambio (4)

 

Conclusión 3: La productividad del trabajo se encuentra estrechamente asociado con el desarrollo del sector de trabajo asalariado.

A lo largo del estudio se ha demostrado fehacientemente la relación positiva que existe entre productividad y el sector de trabajo asalariado. Cuando el sistema laboral en su conjunto se encuentra presidido por la hegemonía de ese sector pese a la heterogeneidad del mismo, la productividad se eleva y a la inversa cuando este declina, se deprime igualmente dicha productividad. Ello ocurre tanto a nivel urbano como rural y en cada uno de los dominios de la ENAHO.

Recomendación 3:

Según la OIT, (ILO, b), el crecimiento de la Productividad puede darse de dos maneras:

  1. Incrementando la eficiencia en la utilización de la fuerza de trabajo sin considerar otros insumos;
  2. Mediante la puesta a disposición de más insumos a cada trabajador: capital físico, capital humano y otros insumos intermedios de tecnología de avanzada.

Para efectivizar la primera alternativa se debe apelar a la cultura organizacional de excelencia y al desarrollo institucional de forma tal que se instituyan mecanismos de gestión moderna que puedan convocar y lograr el desarrollo de la moral o ética de la productividad del trabajador, tales como la organización matricial; la gestión por resultados y cero defectos; la programación de la producción a satisfacción del cliente; los mecanismos de cogestión y del planeamiento estratégico compartido entre otros.

Para llevar a cabo la segunda alternativa se requiere innegables esfuerzos de innovación tecnológica que implica inversión fínanciera importante en infraestructura de apoyo a la producción para conectarse con el mundo globalizado y modernización de la maquinaria y el equipo con tecnología de última generación para garantizar un crecimiento espectacular de la productividad del trabajo.

¿Qué sectores de trabajo o qué sistema laboral podrá mejor cumplir con el desarrollo de estas alternativas?

El sector de Trabajo Estatal será funcional al crecimiento de la productividad si responde a la lógica de las contratendencias a la caída de las ganancias llevando a cabo acciones de desvalorización del capital constante: gasto público en infraestructura de apoyo a la producción, inversión en capital humano y desarrollo de la gestión empresarial privada sobre todo en las PYME y apoyo a la innovación científica y tecnológica para mejorar la competitividad del sector privado.

Para Musgrave (5) la racionalidad del trabajo estatal es el voto; la racionalidad del sector de trabajo asalariado es el trabajo excedente. El empleo estatal privilegia esa racionalidad en vez de la racionalidad pro trabajo excedente, por tanto lo que importa no es la cantidad de trabajadores estatales sino su funcionalidad.

Sobre este particular, existen versiones encontradas respecto de su impacto en la productividad y el crecimiento. Así para Okita, el ensanchamiento del Estado y consiguientemente de su fuerza laboral afecta la productividad: "Una expansión del sector público, por lo tanto, impide el crecimiento de la productividad en la economía como un todo. En el caso de Japón, la proporción de empleados en el sector público creció levemente de 8.2% del total de la fuerza de trabajo en 1965 a 8.9% en 1979, un porcentaje extremadamente bajo de acuerdo a los estándares internacionales. Por lo contrario el número de empleados estatales por cada 1000 personas, es cerca de 80 en los Estados Unidos y Alemania Occidental y más de 100 en Inglaterra, mientras que en Japón es solamente 45". (6)

Si bien debiéramos tener cuidado con los parámetros que fija Okita, siguiendo estos estándares la fuerza estatal peruana habría evolucionado de cerca de 20 trabajadores estatales por cada 1000 personas en 1972 a casi 60 por 1000 en los 80, para reducirse a menos de 45 en 1998. Pese a esta menor proporción de los trabajadores estatales la productividad no se ha acrecentado, poniendo en evidencia que la explicación de la baja productividad del trabajo en el Perú tiene poco que ver con el tamaño de la fuerza laboral estatal y si tiene mucho que ver con su función de acumulación o legitimación.

Precisamente Jiménez considera que el gasto estatal es importante para el crecimiento del producto: "El análisis efectuado hasta aquí corrobora la hipótesis de que en la economía peruana el gasto el Estado ha jugado un papel fundamental tanto en la generación de la tendencia del producto como en la generación de sus ciclos (...) En realidad se supone que, dada la carencia de un sector importante de producción de bienes de capital, los incrementos de demanda doméstica mediante el gasto fiscal compensan la pérdida de demanda asociada a los aumentos de importaciones de bienes de capital cuando aumentan las inversiones domésticas en maquinaria y equipo" (7)

Garavito coincidiendo con Jiménez reconoce que el gasto estatal en remuneraciones tiene un mayor efecto positivo sobre el crecimiento de producto. En este aspecto recusa la aseveración de que las remuneraciones estatales sean un costo para el crecimiento del producto. Este efecto positivo se evidencia mediante el rol de tales remuneraciones en la activación de la demanda. Sin embargo este resultado es válido en el corto plazo. Para un efecto duradero "existe una relación de largo plazo positiva entre el empleo en el sector moderno y el producto real" (8). Es necesario reconocer que por sector moderno Garavito considera el trabajo asalariado mostrando que existe en este caso asociación entre crecimiento de la economía y crecimiento del empleo en el sector moderno (trabajo asalariado y unidades económicas formales).

Qué pasa con los Sectores de Trabajo Informal Urbano y Campesino? Serán estos sectores útiles para elevar la productividad del trabajo?. Como sabemos estos sectores son economías del hogar. La familia en tanto unidad de producción utiliza insumos (bienes y servicios) y trabajo (expresado en disponibilidad del tiempo).La familia puede utilizar este tiempo de tres maneras:

  1. Venderlo en el mercado de trabajo: Mercantilización del tiempo de trabajo (tiempo en el mercado de trabajo).
  2. Utilizarlo en la producción doméstica: reproduccion generacional y producción para el autoabasto (tiempo en la producción doméstica)
  3. Utilizarlo en el consumo de bienes y servicios (tiempo de consumo; autoconsumo)
  4. Mercantilización de la producción

La productividad del trabajo campesino se elevará apreciablemente si orienta su tiempo a a) y d). Si lo utliza preferentemente para b) y c) no podrá ser el sector que eleve la productividad del trabajo.

¿Cómo hacen la distribución del trabajo cada uno de sus miembros?

  1. Trabajo en el mercado
  2. Producción doméstica
  3. Consumo


Conclusion 5: Importancia del Capital humano para el mejoramiento de la productividad.

Además de la heterogeneidad de los sectores de trabajo, de la debilidad del trabajo asalariado, existe un factor que ha sido poco desarrollado para gravitar a favor de la productividad. Este factor es la educación y se orienta al desarrollo del capital humano. Este desarrollo no solamente es función de los niveles de instrucción, es menester considerar las prácticas preprofesionales, el tiempo o la experiencia laboral en las funciones de producción de bienes y servicios específicos, la capacitación formal e informal en la empresa. Los estudios de la ENAHO, muestran que el 15% de la PEA CON NIVEL DE INSTRUCCIÓN SUPERIOR trabaja como grupo profesional independiente solamente en el 1% de la PEA ocupada. Asimismo, más del 65% de los obreros asalariados no han recibido especialización técnica pese a tener un promedio de educación secundaria. Adicionalmente, el tiempo de trabajo en la empresa es mayoritariamente eventual y de corta duración, lo que conspira en contra de adquirir las suficientes destrezas y habilidades en la práctica.

Recomendación 5:

En la ENAHO existe apreciable información sobre el desarrollo del capital humano que precisa sistematización para ligarlos a la racionalidad de los distintos sectores de trabajo, de forma tal que pueda evaluarse la posibilidad de elevar su productividad conociendo los valores y su ética respecto del trabajo en cada sector laboral de los estudiados.

Asimismo, es importante explicar la subutilización de los profesionales dentro del sector de trabajo privado como patrono o independiente, pues la proporción de fuerza de trabajo disponible con estudios superiores es del 15% mientras que la mano de obra ocupada como profesionales independientes es solamente del 1%.

Esto último es trascendental, pues la elevación sustantiva de la productividad del trabajo requerirá de una real revolución científica y tecnológica y merecerá el concurso innegable de su fuerza de trabajo calificada. Si ello no se encuentra debidamente preparada será menester establecer una política de reconversión o actualización profesional en forma masiva como lo viene efectuando los países desarrollados para mantener su hegemonía en la era de la información. (9)


(3)Vega-Centeno,M. 1997. "Inestabilidad e insuficiencia del crecimiento: El desempeño de la economía peruana 1950-1996"; Jiménez Ovidio, F. "Ciclos y Determinantes del crecimiento económico: Perú 1950-1996, en ECONOMIA, Lima, Departamento de Economía de la PUC, Vol. XX, No. 39-40.

(4)El ejemplo de Japón es aleccionador. Este país despegó por mejora sustantiva de su productividad a diferencia de otros países desarrollados que lo hicieron sobre la base de términos de intercambio favorables, S. Okita. 1989, JAPAN IN THE WORD ECONOMY OF THE 1980´S (Japan, University of Tokio Press), p. 4

(5)R. Musgrave, 1991. HACIENDA PUBLICA TEORICA Y APLICADA. Madrid, Mc Graw - Hill

(6)S. Okita, 1989, Op. Cit. págs. 7-8.

(7)F. Jiménez, 1997, Op. Cit. pág. 130

(8)C. Garavito, 1997, "Empleo, Salarios Reales y Producto 1970-1995" en ECONOMIA, Op. Cit. pp. 322.

(9)Precisamente el 15% de la fuerza de trabajo debe ser anualmente reconvertida profesionalmente para mantener las tasas de crecimiento de la productividad según las metas propuestas para el mundo desarrollado por M.G. Dolence y D.M. Morris. 1995 ,TRANSFORMING HIGHER EDUCATION. A VISION FOR LEARNING IN THE 21ST CENTURY , USA,SC.