El IX Censo de Población y IV de Vivienda de 1993, permite realizar un diagnóstico de las características económicas de la población, destacando aspectos de interés departamental y local para la toma de decisiones.

3.1 CONDICION DE ACTIVIDAD

Según la condición de actividad que desarrolla la población puede clasificarse en Población Económicamente Activa (PEA) y Población Económicamente No Activa (NO PEA).

Se define como PEA a la fuerza de trabajo, que puede estar en condición de ocupada o desocupada, interviniendo como factor en la producción de bienes y servicios.

La PEA del departamento de Puno, según el Censo de 1993, asciende a 319,917 es decir, el 49,0% de la población en edad de trabajar. En esta definición se considera a la población de 15 y más años de edad. Teniendo en cuenta que la población de 15 y más años es considerada internacionalmente como apta para trabajar, y que en el departamento de Puno existen 652,875 personas en estas condiciones, se puede afirmar que de cada 100 personas económicamente activas de 15 y más años de edad, dependen 238 personas económicamente no activas de todas las edades.

La Población No Económicamente Activa (NO PEA), según el último Censo, llega a 332,958 habitantes es decir, el 51,0% de la población total en edad de trabajar.

La NO PEA está constituida por la población dependiente o carga económica e incluye a aquellas personas que no realizan ni buscan realizar alguna actividad considerada económica. Se considera en ella a las personas que se dedican exclusivamente al cuidado del hogar, estudiantes que no trabajan, jubilados o pensionistas, rentistas, menores de edad, etc.

En el período intercensal (1981-1993), la PEA se ha incrementado anualmente a un promedio de 1,286 personas. En cuanto a la Población Económicamente No Activa (NO PEA), el aumento anual ha sido de 11,098 personas. Las cifras censales muestran que la NO PEA aumentó de 39,6% en 1981, a 51,0% en 1993.

Por sexo, la población femenina aumenta su proporción dentro de la NO PEA, de 58,4% en 1981 a 65,9% en 1993, indicando una menor participación de la mujer en las actividades económicas. La población masculina presenta un mayor incremento en su proporción dentro de la NO PEA. De 19,2% en 1981 a 35,2% en 1993.

1/ Excluye a la población que no especificó condición de actividad.
FUENTE: INEI - CENSOS NACIONALES DE 1981 y 1993.

Las cifras del censo de 1993 evidencian una disminución de la población femenina en el mercado laboral. De una proporción de 41,6% en 1981, disminuyó a 34,1% en 1993. La PEA masculina en el referido período disminuye de 80,8% a 64,8%, sin embargo mantiene su predominio en el ámbito laboral.

En 1993, la PEA ocupada en el departamento, alcanza el 93,4% y la desocupada el 6,6%. En 1981, la PEA ocupada fue 96,6% y la desocupada, 3,4%.

Según sexo, la PEA ocupada masculina alcanza un volumen de 190,231 varones y la PEA ocupada femenina de 108,705 mujeres. En 1981 la PEA ocupada masculina fue de 188,823 varones y la PEA ocupada femenina fue de 105,398 mujeres.

FUENTE: INEI - CENSOS NACIONALES DE 1993

Durante el último período intercensal, los niveles de desocupación, han aumentado tanto en al área urbana como en el área rural. En el área urbana, de 5,9% en 1981, pasa a 8,5% en 1993, en tanto que en el área rural, en el mismo período, el nivel de desocupación, aumenta de 2,3% a 5,3%.

a/ Excluye a la población que no especificó condición de actividad.
FUENTE: INEI - CENSOS NACIONALES DE 1981 Y 1993.

El nivel de desocupación en el área urbana y rural es diferencial según el sexo. En la zona urbana el 9,6% de hombres y el 6,4% de mujeres que conforman la Población Económicamente Activa declararon estar desocupados. En el área rural, el nivel de desocupación masculino es mayor que el femenino, siendo dicha proporción de 5,9% para hombres y 4,1% para mujeres.

FUENTE: INEI - CENSOS NACIONALES DE 1993.

A nivel provincial, la participación de la población de 15 y más años, en la actividad económica presenta variaciones. En cinco provincias la tasa de actividad está por encima del promedio departamental que es de 49,0%. Estas provincias son: Sandia (68,8%), Carabaya (62,2%), Huancané (60,2%), Moho (55,5) y San Román con 51,5%.

Aquellas provincias cuya tasa de actividad se sitúa por debajo del promedio departamental son: Azangaro (48,9%), San Antonio de Putina (46,8%), Melgar (46,3%), Puno (45,9%), Yunguyo (44,0%), Lampa (42,9%), El Collao (41,0%) y Chucuito con 37,1%.

Las mayores tasas de actividad masculina, que están por encima del promedio departamental masculino (64,8%) se registran en las provincias de Sandia (85,0%), Moho (78,2%), Carabaya (77,6%), Huancané (74,7%), San Antonio de Putina (68,8%), San Román (67,9%) y Yunguyo con 65,3%.

En cuanto a la tasa de actividad de la población femenina, las provincias, cuya tasa está por encima del promedio departamental (34,1%), son: Sandia (49,8%), Huancané (48,0%), Carabaya (45,9%), Azangaro (36,6%), San Román (35,7%), Moho (35,6%) y Melgar con 34,4%.

FUENTE: INEI - CENSOS NACIONALES DE 1993.

Por área urbana o rural, la tasa de participación económica no muestra diferencias significativas. A nivel urbano, cuyo promedio de participación es de 49,9%, la mayor tasa de participación económica de la población de 15 y más años, se da en la provincia de Sandia con 64,7%, y la más baja se registra en la provincia de Lampa, donde la participación es de 40,2%.

En el área rural, la provincia de Sandia cuenta con la más alta participación económica de la PEA con 70,1%. La menor tasa de participación provincial del área rural se registra en la provincia de Chucuito (35,2%).

FUENTE: INEI - CENSOS NACIONALES DE 1993.

a) Niños Que Trabajan

Los resultados censales de 1993 demuestran que de 254,650 niños comprendidos entre 6 a 14 años de edad, 9,334 estuvieron realizando alguna actividad económica en la semana de referencia censal. Esto significa que cerca de 4 de cada 100 niños estuvieron trabajando.

            FUENTE: INEI - CENSOS NACIONALES DE 1993.

En términos generales, en cinco provincias la proporción de niños que trabajan son mayores al promedio departamental. Así tenemos que en la provincia de Carabaya, 8 de cada 100 niños trabajan, en Azangaro, 5 de cada 100, en Melgar cerca de 5 de cada 100 niños y en Huancané y Sandia lo hacen 4 de cada 100, mientras que en Yunguyo sólo lo hacen 1 de cada 100 niños.

De otro lado 8 provincias registran una tasa de trabajo infantil inferior al promedio departamental que es 3,7%. Estas provincias son: El Collao y San Antonio de Putina (3,5% cada una), Puno (3,3%), Moho y Lampa (3,0% cada una), San Román (2,8%), Chucuito (1,7%) y Yunguyo (1,2%).

La tasa de actividad económica en los niños de 6 a 14 años, es diferencial por área urbana y rural. En el área urbana es de 2,9%, es decir, que cerca de 3 de cada 100 niños realizan algún trabajo. En el área rural esta tasa es mayor (4,2%), que significa que 4 de cada 100 niños trabajan. También se observa una ligera diferencia por sexo, siendo las niñas las de mayor participación económica, 4 por cada 100 frente a 3 por cada 100 de los varones.

          FUENTE: INEI - CENSOS NACIONALES DE 1993.