Durante mucho tiempo, los administradores de programas de planificación familiar se preocuparon únicamente por las mujeres que deseaban limitar la fecundidad, prestando muy poca atención a aquéllas que deseaban espaciar los nacimientos. Se reconoce ya que hay un grupo grande de mujeres que quieren espaciar, especialmente si se tiene en cuenta que los nacimientos muy seguidos inciden en la salud y bienestar de los hijos. Por lo tanto en la ENDES 1996 se ha preguntado a aquellas mujeres que deseaban más hijos, cuánto tiempo les gustaría esperar para tener otro (o tener el primero para aquéllas sin hijos). Específicamente, a las nulíparas se les preguntó si deseaban tener hijos; al resto, si deseaban más hijos. A aquéllas que deseaban más hijos se les preguntaba sobre cuánto tiempo deseaban esperar para tener el próximo. El análisis detallado de la información, junto con los datos referentes al uso o no de anticonceptivos, permite estudiar la necesidad insatisfecha de planificación familiar tanto para espaciar la descendencia, como para limitarla.

El deseo de más hijos, segun la ENDES realizada en el país se resume en el Cuadro 6.1. La distribución de las mujeres en unión de acuerdo con el deseo o no de más hijos se presenta en el Cuadro 6.2 por número de hijos sobrevivientes. La misma, pero por grupos de edad se presenta en el Cuadro 6.3.

Preferencias de fecundidad por número de hijos sobrevivientes

En el país, 59 por ciento de las mujeres en unión indicaron su deseo de no tener más hijos en el futuro. Si se agregan las usuarias de esterilización, dicha proporción asciende al 69 por ciento, mientras que en Tacna es de 61 y 72 por ciento respectivamente.

En el departamento, el deseo de no tener más hijos aumenta rápidamente con la paridez. Desde el 36 por ciento en las mujeres con un hijo hasta más del 70 por ciento entre las que tienen 3 o más hijos sobrevivientes.

Si se agregan las mujeres esterilizadas a quienes

no desean más hijos, alrededor de nueve de cada diez entrevistadas con tres o más hijos no desearían tener más.

Sólo el 8 por ciento de entrevistadas desean tener un hijo dentro de los próximos dos años. Este deseo, fundamentalmente lo tienen quienes tienen un hijo. El deseo de tener hijos pronto disminuye al 3 por ciento entre las que ya tienen 2 ó 3 hijos y en las que tienen 4 hijos este deseo se reduce al 2 por ciento.

El 16 por ciento de las mujeres desean tener un hijo después de dos años. Dicho deseo se dá en mayor proporción entre quienes tienen un hijo (el 42 por ciento) y luego va disminuyendo.

Preferencias de fecundidad por edad

La proporción de mujeres que no desean tener más hijos aumenta rápidamente con la edad, desde un 55 por ciento entre las mujeres de 20 a 24 años hasta más de las dos terceras partes a partir de los 35 años. Si se incluyen las esterilizadas, alrededor de nueve de cada diez mujeres de 35 o más años no desearían más hijos.

Por otro lado, la proporción de mujeres que desean tener un hijo pronto (dentro de los próximos dos años), es ligeramente mayor entre las mujeres de 25 a 34 años de edad, con el 13 por ciento. Entre las menores de 25 años y las mayores de 40 años dicha proporción es entre el 4 y 7 por ciento respectivamente.

Si bien apenas el 4 por ciento de las mujeres de 20-24 años expresaron el deseo de tener un hijo pronto, el 37 por ciento desea esperar dos años o más. Después de los 25 años, la proporción disminuye rápidamente con la edad.

Los porcentajes de mujeres que no desean más hijos o que están esterilizadas se presentan en el Cuadro 6.4 de acuerdo al nivel de paridez según área de residencia y nivel de instrucción.

Mujeres que no desean más hijos por características seleccionadas

En el departamento, cerca de las tres cuartas partes de las mujeres (72 por ciento) no desean tener más hijos. Sin embargo, este deseo es mayor entre las mujeres del área rural (83%), que entre las del área urbana (71%).

Las mayores diferencias entre subgrupos poblacionales se encuentran según el nivel de educación de las mujeres en unión, la misma que es de 33 puntos porcentuales entre las mujeres sin educación y las que tienen educación superior (90 y 57 por ciento respectivamente).

De igual forma, es menor el deseo de no tener hijos entre las mujeres con estudios superiores sin hijos o con uno, porque ellas postergaron su ingreso a la unión marital y en su oportunidad estarían deseando tener otro hijo, dado que son relativamente menos jóvenes que las mujeres sin educación.