La edad a la primera unión
constituye una primera aproximación al comienzo de la exposición
al riesgo de embarazo y al inicio de la vida reproductiva y tiene
por lo tanto un efecto importante sobre la fecundidad porque cuanto
más jóven forma pareja la mujer, mayor será
su tiempo de exposición y mayor su potencial de hijos a
lo largo de su vida. En condiciones extremas hipotéticas
se ha estimado como promedio una tasa de fecundidad natural
de 15 hijos por mujer. La prolongación de la soltería
y el celibato reducen este potencial e influyen en la disminución
de los niveles de fecundidad en una población.
La proporción de mujeres
que se han casado o han entrado en convivencia antes de ciertas
edades exactas (15, 18, 20, 22 y 25) se presenta en el Cuadro
5.2, según la edad de las mujeres al momento de la entrevista
(cohortes de mujeres). Para ciertas cohortes se ha calculado además
la edad mediana a la primera unión, es decir, edad a la
cual ya ha formado pareja el 50 por ciento de la cohorte.