ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿
   ³                       Resumen Ejecutivo                         ³
   ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ

   1. El  crecimiento poblacional en la Regi¢n Inka, est  b sicamente
      sustentado en el crecimiento de la poblaci¢n en el  rea urbana:
      3%  promedio  anual  entre 1972 y 1993, mientras que en el  rea
      rural   el   promedio  anual  del  per¡odo  es  de  s¢lo  0.8%,
      consecuencia de la constante migraci¢n interna.

   2. El  baj¡simo crecimiento rural a nivel regional,  es reflejo de
      lo  que  ocurre  en sus  departamentos y provincias. As¡, en el
      per¡odo 72-93, la poblaci¢n rural  de  Apurimac creci¢ en 0.3%,
      la del  Cusco  en 1%, y la  de  Madre de Dios  en 3.9% promedio
      anual.

   3. Al  interior de los  departamentos, es preocupante observar que
      muchas  provincias  registran  crecimientos  negativos  en  sus
      poblaciones  rurales  y tambi‚n  urbanas  como son los casos de
      Aymaraes y Cotabambas en Apurimac.

   4. El  Area  Urbana  de la  Regi¢n  Inka en 1993, nos muestran una
      realidad expulsora de poblaci¢n tanto en los sectores no pobres
      como  en los pobres. En los sectores no pobres, la expulsi¢n es
      principalmente  masculina y  masiva entre los 15 y 40 a¤os y en
      los sectores pobres, la emigraci¢n femenina es muy fuerte entre
      los  10  y  20  a¤os; a partir  de  esta  edad, la migraci¢n es
      selectivamente masculina.
      
   5. La  edad mediana regional era de 19 a¤os; es decir, la mitad de
      la  poblaci¢n regional ten¡a, en 1993, 19 a¤os de edad o menos.
      Estas edades  estaban diferenciadas mas por NBS y NBI: la  edad
      mediana de la poblaci¢n regional pobre, urbana o rural,  fu‚ de
      18  a¤os y  de la  poblaci¢n  no pobre, tambi‚n urbana o rural,
      cercana a los 22 a¤os.

   6. La Relaci¢n de Dependencia para el total regional  fu‚ de  890;
      es  decir,  por  cada  1000  personas  te¢ricamente productivas
      (entre  15 y 64  a¤os), hab¡an 890 personas dependientes. En la
      poblaci¢n  pobre,  la RD fu‚ de 988 y en la no pobre de 593. En
      general,  vemos  que  la  RD  es mucho mayor en las poblaciones
      pobres,  cualquiera sea el  rea de residencia, registr dose  la
      mayor  RD en la  poblaci¢n pobre  del  rea rural de la R. Inka,
      con  1012 dependientes por  cada 1000, recalcamos, te¢ricamente
      productivos.
   
   7. La poblaci¢n  del departamento de Apurimac, fu‚ una  de las m s
      j¢venes de  la Regi¢n,  con una poblaci¢n potencialmente activa
      reducida y,  consiguientemente, tasas  de dependencia entre las
      altas  del  pa¡s: 770  en la  poblaci¢n  no pobre  y 1116 en el
      sector pobre.

   8. Las poblaciones del departamento del Cusco con NBS y NBI tienen
      estructuras    poblacionales  distintas.  La  pir mide   de  la
      poblaci¢n  con  NBS  caracteriza  a  poblaciones con fecundidad
      intermedia  y en descenso y mortalidad intermedia y la pir mide
      de  la  poblaci¢n  con  NBI,  es propia de poblaciones con alta
      fecundidad y alta mortalidad.

   9. El  departamento  del  Cusco  tiene  poca capacidad de reterner
      a  sus pobladores sean estos pobres o no, la diferencia est  en
      que en los sectores no pobres la mayor salida es de varones del
      grupo  15-64 a¤os. En  el grupo con NBI la mayor emigraci¢n fu‚
      de mujeres y con mayor intensidad en las menores de 20 a¤os. En
      el   rea  urbana  del departamento  del  Cusco, pobre  o no, la
      expulsi¢n  fu‚  mayormente  de  hombres  y en  el  rea rural de
      mujeres.

  10. En el departamento de Madre de Dios la actividad econ¢mica est 
      centrada b sicamente en la explotaci¢n del oro, lo que hace que
      la composici¢n  de su  poblaci¢n por sexo y edad, sea completa-
      mente  diferente  a  las  poblaciones  de Cusco y  Apurimac. El
      Indice de  Masculinidad  departamental  fu‚ de 126 (126 varones
      por  cada  100  mujeres), evidenciando una  masiva  inmigraci¢n
      masculina.
  
  11. Los resultados nos sugieren un patr¢n migratorio en  provincias
      de  sierra de la Regi¢n Inka: emigraci¢n femenina  hasta los 14
      a¤os y a partir de los 15, emigraci¢n selectivamente masculina.
      En  las  provincias  de  selva, se  hace notoria la inmigraci¢n
      masculina  en  todos los grupos de edad, especialmente en el de
      15 a 64 a¤os.

  12. El  nivel  promedio  de  fecundidad  de la  Regi¢n Inka en 1993
      medido por la Tasa Global de Fecundidad (TGF) fu‚ de 4.8  hijos
      por mujer (hpm), superior al promedio  nacional, 3.4 hpm., o al
      de Lima Metropolitana,  2.2 hpm.  Al considerar  la  fecundidad
      regional por niveles de pobreza, encontramos  que  el nivel  de
      Fecundidad para la poblaci¢n regional no pobre o con  Necesidad
      B sicas  Satisfechas  (NBS), fu‚  de  2.6 hijos por mujer, poco
      menos de la mitad de la fecundidad de la poblaci¢n pobre o  con
      Necesidades  B sicas Insatisfechas  (NBI), que fu‚ de 5.6 hijos
      por  mujer. Si  tomamos en cuenta el  rea de residencia, encon-
      tramos  que  en el  rea urbana el nivel de la fecundidad fu‚ de
      3.6 hijos por mujer y en  rea rural de 5.7 hpm.
  
  13. En  el  rea  urbana de la regi¢n, la poblaci¢n con NBI registr¢
      un  nivel  de  fecundidad de  4.9 hijos por mujer, superando en
      2.5  hijos  por  mujer a la poblaci¢n con NBS que, en promedio,
      tuvo  2.4  hijos  por mujer. Esta realidad se repite en el  rea
      rural donde la poblaci¢n con NBS registr¢ un nivel de 3.8 hijos
      por  mujer  considerablemente  menor  a los  6 hijos  por mujer
      estimados para la poblaci¢n pobre o con NBI.
  
  14. Un  hecho  preocupante  es  el  haber encontrado que en el  rea
      rural  en general  y especialmente  en las poblaciones pobres o
      con  NBI de  la R. Inka,  alrededor del 65% de la fecundidad se
      concentra  en  mujeres  con  edades  entre  20  y  34 a¤os y el
      restante  35%  se  distribuye  entre  mujeres  menores  de 20 y
      mayores de 35 a¤os, es decir en mujeres con edades consideradas
      como de riesgo para la fecundidad.

  15. Los niveles de fecundidad de las poblaciones no pobres de Cusco
      y  Madre de Dios presentan valores iguales o cercanos a los 2.6
      hijos  por  mujer, y  menores  en  un hijo  por mujer  al nivel
      registrado en las poblaciones no pobres de Apur¡mac.

  16. La  fecundidad  en  Madre  de  Dios  (4.5 hpm.), es  de c£spide
      temprana, destacando nuevamente la considerable contribuci¢n de
      las  adolescentes,  contribuci¢n  que  bordea  el  15%  de   la
      fecundidad  total; en  los  otros  grupos  de edad, los niveles
      fueron  menores que en Cusco y Apur¡mac. Tambi‚n destaca que el
      42%  de la fecundidad de la poblaci¢n pobre de Madre de Dios se
      concentre  en  las  mujeres menores de 20 y mayores de 35 a¤os,
      que constituyen los grupos de mayor riesgo para la fecundidad.
 
  17. De   las   seis   provincias   del  departamento   de  Apur¡mac
      (TGF=5.9 hpm.), la provincia capital Abancay fue la que tuvo el
      menor  nivel de fecundidad: 5.3 hijos por mujer; el mayor nivel
      se  registr¢  en  la provincia de Antabamba (7.12 hpm) y en las
      cuatro   provincias   restantes   los  niveles   de  fecundidad
      fluctuaron entre 5.9 y 6.7 hijos por mujer, estos niveles est n
      dentro  de los  m s altos registrados en el pa¡s en 1993. Entre
      las provincias  con NBI, la de menor fecundidad fue Abancay con
      6 hijos por mujer y las de mayor fecundidad fueron Cotabambas y
      Antabamba  con  un   promedio  de  7.2  hijos  por  mujer. Cabe
      mencionar  que  Cotabambas, est   clasificada  como  la primera
      provincias  m s  pobre  del  Per£  y Antabamba  como la s‚ptima
      (INEI, 1994).

  18. El   departamento  de  Cusco  present¢  un  nivel  promedio  de
      fecundidad  de  4.6  hijos por mujer, pero entre sus provincias
      encontramos   una   mayor  heterogeneidad  en  los  niveles  de
      fecundidad, desde 2.9 en la provincia del Cusco hasta 6.6 hijos
      por mujer  en Chumbivilcas que ‚sta considerada como la segunda
      provincia  m s  pobre  del  Per£. S¢lo  8  provincias  con  NBS
      presentaron niveles de  fecundidad que variaban entre 2 (Cusco)
      y  3.6  por  mujer  (Espinar). En cuanto a la  poblaci¢n de las
      provincias  con  NBI, vemos  que  los  extremos  fueron mayores
      (Cusco 4.4 hpm. y Chumbivilcas 6.8 hpm.). En Madre de Dios s¢lo
      la  capital  Tambopata (2.45 hpm) represent¢ a la poblaci¢n con
      NBS,  pues  en  las  provincias  de Manu (4.5 hpm.) y Tahuamanu
      (5.9 hpm,.) pr cticamente no existe poblaci¢n con NBS.

  19. La  duraci¢n media de la lactancia en los sectores no pobres de
      la  R. Inka  fu‚  de 11.9 meses y redujo su fecundidad en  22%,
      mientras  que en el sector pobre o con NBI la reducci¢n  fue de
      30%  con  un tiempo medio de lactancia de 15.8 meses. Estimamos
      que  el promedio de hijos por mujer dejados de tener por efecto
      de la lactancia  fu‚ de 3.4 en la poblaci¢n con NBS y 4.6 en la
      poblaci¢n con  NBI.

  20. La   poblaci¢n   pobre  regional, mayoritariamente  rural,  por
      cultura  y  costumbre  tiene  tiempos  medios  de lactancia m s
      prolongados que no debieran disminuir, no s¢lo por ser un medio
      probado  como inhibidores de la fecundidad sino por sus efectos
      reductores de la mortalidad infantil.

  21. La  fecundidad  de  la poblaci¢n  pobre se reduce en s¢lo 19.6%
      por efecto del no-matrimonio  debido a que las mujeres entre 45
      y  49 a¤os  de este  sector  poblacional  se casaban  en  altas
      proporciones  (73.7%). Mientras tanto, en la poblaci¢n no pobre
      el  efecto inhibidor  del no  matrimonio  en la  fecundidad fu‚
      considerable (50.4%), pues casi el 40% de mujeres no se casaban
      o un¡an.

  22. La proporci¢n  de usuarias de a.c. en la poblaci¢n no pobre fu‚
      de  69.6% mientras  que  en la  poblaci¢n  pobre la prevalencia
      lleg¢ a s¢lo 36.4%. De ‚ste porcentaje, el 22.6 % se declararon
      usuarias  de m‚todos poco eficaces como ritmo, retiro, lavado y
      cond¢n.

  23. La  anticoncepci¢n  redujo  la  fecundidad  en  los sectores no
      pobres  fu‚  de  61%  ( disminuci¢n  de  7.3 hijos por mujer en
      promedio) mientras que en los  sectores  pobres de la reducci¢n
      fu‚ de  £nicamente 31% ( disminuci¢n de 3.4 hijos por mujer, en
      mujer).

  24. La  fecundidad  observada en la poblaci¢n con NBS de la R. Inka
      (2.3  hijos  por  mujer)  es  considerablemente  menor  que  la
      registrada en la poblaci¢n pobre o con NBI (6 hijos por mujer),
      debido  a  que, en  promedio, las  mujeres  con NBS se casan en
      menor proporci¢n y a mayor edad, siendo menor su exposici¢n  al
      riesgo de embarazo. Por otro lado, la proporci¢n de usuarias de
      anticonceptivos en la poblaci¢n con NBS es casi el doble que en
      la  poblaci¢n  con NBI y los m‚todos que usan son m s eficaces;
      en  cuanto  a la  lactancia, su  efecto  inhibidor es mucho m s
      fuerte  en los sectores no pobres, pero no llega a compensar el
      poco  efecto  de la  anticoncepci¢n y la nupcialidad.

  25. El  nivel  de  mortalidad infantil de 88.4 defunciones por cada
      1000 nacidos  vivos en R. Inka, uno  de los m s altos entre las
      regiones, y  1.5 veces mayor que la Tasa de Mortalidad Infantil
      nacional.  Al  considerar  las  poblaciones por hogares con NBI
      (93 por mil),  super¢  largamente  a la de la poblaci¢n con NBS
      (60  por  mil). En  la  poblaci¢n  pobre  o  con  NBI  rural la
      mortalidad  infantil  fu‚ de 103.3 por mil, 67% mayor que en la
      poblaci¢n pobre urbana, donde la mortalidad lleg¢ a 62 por mil;
      en el caso de las poblaciones no pobres, las diferencias fueron
      m s acentuadas: 44 por mil en el  rea urbana frente a 100 en el
       rea rural, 2.2 veces mayor que en el  rea urbana.
                                                    
  26. El  nivel  de  Mortalidad  Infanti  (MI)  m s bajo de la regi¢n
      correspondi¢ a Madre de Dios (63 por mil), seguida de  Apur¡mac
      (85  por  mil)  y Cusco (92 por mil). Existe claras diferencias
      de MI entre las poblaciones con NBS y NBI en cada departamento,
      excepto en Apur¡mac donde la TMI de la poblaci¢n departamental,
      pobre o no, estaba alrededor de 85 mi. En Madre de Dios, la TMI
      de la  poblaci¢n  con  NBI o pobre (69 po mil) fu‚ poco m s del
      doble que la poblaci¢n con NBS y  en  el caso del Cusco, la TMI
      en  el  sector  pobre fu‚  de  98  por mil, 75% mayor que en el
      sector no pobre.
 
  27. Las provincia con menores Tasas  de  Mortalidad Infantil fueron
      Tambopata   (31  por  mil)  seguida  de  Cusco,  Abancay  y  La
      Convenci¢n,  con  tasas  alrededor  de  41 por mil y dentro del
      promedio  nacional  urbano  (40  por  mil). Las  tres  primeras
      provincias  son  capitales  provinciales.  En lo referente a la
      poblaci¢n  provincial  no  pobre  o  con  Necesidades   B sicas
      Satisfechas, encontramos que Calca,  Anta  y  Urubamba tuvieron
      niveles de MI  cercanos a los  62 mil. En  las otras provincias
      las TMI estuvieron por encima de los 70 por mil, llegando a 100
      por mil en el caso de Quispicanchis.
  
  28. La  MI  en la  poblaci¢n  provincial  pobre  o  con Necesidades
      B sicas  Insatisfechas  fu‚  alarmante:  las  menores  tasas de
      mortalidad  en  la  poblaci¢n  pobre  se registraron  en  Cusco
      (54 por mil), Tambopata  (58 por mil),  Abancay  (60 por mil) y
      Tahuamanu  (66  por  mil); en  las  otras  19  provincias,  los
      sectores pobres tuvieron niveles de mortalidad infantil iguales
      o  superiores  a  80 por  mil, llegando  a  extremos  en Paruro
      (136 por mil) y Canas (137 por mil).

  29. Entre los per¡odos 82-86 y 87-91,la Tasa de Mortalidad Infantil
      en  la r. Inka  baj¢  de 117 a 89 por mil, es decir 24.2 % y la
      Tasas de mortalidad en la ni¤ez de 153 a 114 por mil (25.5%).

  30. La  Mortalidad  Infantil  regional,  disminuy¢  en  56%  en  la
      poblaci¢n  con  NBS, llegando  a  24.4  por  mil  en el per¡odo
      1987-91.  En  la  poblaci¢n  pobre  o  con   NBI  tambi‚n  hubo
      disminuci¢n,  pero menos fuerte (21.4%), llegando a 100 por mil
      en el per¡odo 1987-91.

  31. Si  bien hubo descenso en  la MI de las poblaciones pobres y no
      pobres, se  destaca  que  las  brechas  aumentaron  pues, en el
      per¡odo  1982-86 la TMI en las poblaciones pobres era  poco m s
      del doble que la TMI en los sectores no pobres ( 127 vs. 55 por
      mil)  y en  el  quinquenio  siguiente, 1987-91,  lleg¢ a ser el
      cu druple (100 vs. 24.4  por mil).