El Callao, es una bahía situada en los 72º 04’ 5" de la latitud y 77º 10’ 0" de longitud, puede considerarse como uno de los accidentes costeros más apropiados provistas por la naturaleza para abrigar un puerto, éste fue desde tiempos remotos, el más importante del Perú y del Pacifico Sur. La magnitud de esta afirmación queda plenamente ilustrada en las "Descripciones del Callao" del famoso padre jesuita Bernabé Cobo: a dos leguas de la ciudad de Lima al poniente yace el famoso puerto del Callao, Plaza de Armas y llave del reino peruano, "a quien sirve de boca por donde comunica sus grandes tesoros a España y por su mano a todo el orbe". Por el sur lo protege una pequeña península denominada la Punta, con extensas y acogedoras playas y un majestuoso mar de aguas verdes, el ambiente urbano de este hermoso balneario está adornado por estancias solariegas de gran belleza arquitectónica, las que despiertan en su estilo, remembranzas de los primeros albores de nuestro siglo, y por la zona austral y nor oeste está la Isla de San Lorenzo, a la que los nativos, anteriores al incanato lo denomi-naron Shina que significa hembra o mujer. Esto tendrá relación con la mención que hace el Dr. Villar Córdova sobre la existencia de un templo en la cumbre de la isla, la que había sido eregido por los antiguos peruanos en homenaje a la esposa del Dios Inti (Sol), La Luna. Esta isla se extiende hasta una distancia de dos leguas, dando abrigo al puerto, protegiéndolo de los vientos alisios que fluyen en esa zona, es destacable añadir, que esta isla es la principal de la zona insular del Callao, por lo tanto es la protagonista de la historias y leyendas que la tradición ha venido tejiendo sobre ellas, este hecho por ejemplo es refrendado en los relatos del historiador Dr. Luis Paz Soldán en su obra "Las Islas Misteriosas del Perú" o en 1as aseveraciones del arqueólogo Dr. Julio C. Tello: "Las Islas del Pacifico fueron teatro de grandes acontecimientos, en ellas se han encontrado debajo de grandes capas de guano, restos de adoratorios y templos, cadáveres de mujeres decapitadas: orfebrería ceremonial y otros objetos rituales". Dicen algunos transeúntes que estuvieron en el lugar: " quien tenga el privilegio de contemplar la isla en noche de plenilunio, podrá llevarse la más patética emoción suscitada por uno de los fenómenos de la naturaleza en su esencia plástica. Es aquí donde el científico alemán Max Ulhe encontró, excavando mil cementerios prehispánicos, entre otros vestigios un gran manto de 9 metros de largo por 1.80 mts. de ancho. Muy poco es lo que se conoce de la historia del Puerto del Callao en lo que se refiere a su origen incaico y a su nacimiento y desarrollo urbano como pueblo español. No existen noticias documentales. Só1o se consignan escasos datos y algunas cifras de los primeros tiempos de existencia. Felipe Huamán Poma de Ayala, afirma que Callao fue "más primero que Lima". Se interpreta, paleográficamente, "que esta villa de callau y puerto de la ciudad de los reyes de Lima fue fundada mas primero que la dicha ciudad en tiempo del papa Paulo y del rey-emperador don Carlos". Dario Arrús, Rosendo Melo, Guillermo Lohmann Villena y Carlos A. Romero aportan interesantes noticias sobre los primeros días de la existencia del Callao colonial. Descifrados 23 libros de los Cabildos de Lima por Juan Bromley, ya se puede esbozar un cuadro general de la historia del primer puerto de la República como Callao de Lima en su primera centuria. El Callao fue en la época virreinal el puerto principal tanto del Perú como de la costa Occidental de la América Hispana. Al Callao llegaban los metales preciosos de las fabulosas minas Porco y Potosí. Bernabe Cobo escribió en 1630 diciendo: "El Callao es puerto más principal y frecuentado de este reino y de toda la Mar del Sur y como la puerta y entrada de todas estas provincias del Perú, donde hacen la descarga los barcos que vienen de Tierra Firme, Nueva España y otras partes". . . "Este puerto", agrega, "es el emporio o centro de todo el reino." No se ha definido aún el origen de las palabras CALLAO y CHALACO. En 1885 se promovió una encuesta para esclarecer el origen o etimología de la palabra "Callao" y del vocablo "Chalaco". La campaña fue organizada con alto criterio científico y espíritu regionalista por el diario "El Callao", que dirigía don M. Darío Arrús. Don Ricardo Palma expresó que fue para é1, artículo de fe que la palabra CALLAO venía de la voz indígena "calla" o "chalhua", costa o pesca. Vigorizó su creencia la circunstancia de darse el nombre de "cala" al acto de la pesca; y que, para ser 1ógico, tenía que reconocer el mismo origen la palabra "chalaco". Denominado "chala" el puerto, habría que designar al hombre nacido en el puerto "Challahaque", que, por corrupción sería "chalaco". Ni la palabra "Callao" ni la palabra "Chalaco", agrega el egregio autor de "Las Tradiciones Peruanas", pertenecían ni al quechua, ni al chinchaysuyo, ni al yunga. Cita al autor del Diccionario Histórico-Geográfico de la América Meridional, jesuita Coleti, que en 1771 decía: "Callao (Callaum-calavia). Calavia es una voz con que la marinería de la costa italiana designa al lastre. Para los franceses la voz "caillou" significa guijarro, zahorra o lastre. Paz Soldán manifiesta en su Diccionario de Peruanismos que el diccionario de Fernández Cuesta trae la palabra "Callao" en la acepción de guija, peladilla de río, zahorra, lastre, agregando que el término de marina "Callao" quiere expresar una de las calidades de fondo y de playa. La voz portuguesa "Calhao" quiere decir también guijarro. El padre agustino Bernabé Torres escribe en 1667 diciendo con respecto al Callao: "Su playa limpia, pedregosa, muy útil para lastrar las naves que entran y salen del continente". Esta acepción se consideró decisiva para la etimología de la palabra CALLAO. Plaza Galvez Manuel de Mendiburu dijo posteriormente que "parece probado que la palabra Callao no es indígena sino castellana. ¿No era éste el nombre del antiguo pueblo, que acaso fue la ranchería que llamaban Pitipití? Papeles de lejana época indican que al Callao se le llamaba Puerto de Santa María. ¿No habría semejanza con la castellanización de Collado por COLLAO en el Area geográfica del elevado territorio de Puno? " Carlos A. Romero, quien, como don Ricardo Palma, fue Director de la Biblioteca Nacional, se inclina por la procedencia indígena de la palabra Callao. Comienza preguntando: "¿Es indígena la palabra Callao? ¿Qué significado tiene? " Cree haber resuelto ambos problemas con ayuda de dos grandes maestros de las dos lenguas que se hablaron en esta región: Aymará y quechua. Bertonio y Torres Rubio, maestros del aymará; González Holguín y Del Canto, maestros del quechua. Bertonio imprimió su obra en Juli (Puno) en 1612; y Torres Rubio, en Lima, en 1615. González Holguín publicó en Lima, en 1608; y Del Canto, también en Lima, en 1614. La lingüística tiene la palabra "Callu", que significa lengua. Del Canto afirma que "Callu" es lengua de tierra. Figueredo dice en 1750 que "Kallu" es lengua. Middendorf cree que la palabra Callao tiene origen quechua: "Tierra firme que cierra la bahía hacia el Sur. Se presenta como una lengua estrecha llena de tierra. Se llama Puerto del Callao y de aquí proviene el nombre de la Ciudad, pues Callao se originó de la palabra quechua KAA LLAU, que significa lengua. Esta palabra se usa siempre en este idioma: tiene semejanza con el alemán para significar una faja angosta de tierra" En el idioma quechua la designación o indica lugar, en cuyo caso tendríamos CALLU-0, lugar de la lengua de tierra, que en Castellano es PUNTA. Los españoles destrozaban el quechua a su talante. Es posible que los castellanos y extremeños, que formaban el grueso de los conquistadores tuvieron dificultad para pronunciar "calluo" y dijeron "Callao". Todo esto no es más que una suposición, según el Dr. Romero. En Lima era conocido el Callao por PUERTO DE LA MAR. La importancia del Callao como llave de oro del Coloniaje, la destacan los documentos virreinales con estas asignaciones: "Puerto de la Ciudad de los Reyes", "Callao de Lima", "Puerto y Callao de la mar". El año 1558 aparece, por primera vez, con la expresión "Callao de la Mar". En 1586 figura con nombre propio y definido de PUERTO DEL CALLAO. En 1630 Bernabé Cobo lo nombra "Pueblo y Puerto del Callao". En cuanto a la palabra chalaco, lo probable es que sea de origen aymará: "chalhua", pescado, y "haque", hombre, como afirma Bertonio en 1612. Villa Mil y Roda cree que "chalaco" viene de "Challucu", lugar o sitio arenoso. . . Lo posible es que "chalaco" sea una adulteración de "challahaque" por los españoles. Lo mismo ocurrió con CHUCUITO. En la revista paceña "Academia Aymará", del 20 de junio de 1902, anota que "Chuquihuito" es una palabra compuesta de "chuqui", lanza, y "huito", orilla, que equivale a orilla en forma de lanza, que, geográficamente, seria PUNTA. "Chuqui" es una voz quechua; y "huito", aymará. Así, Chucuito en las orillas del Lago Titicaca. La semejanza con Chucuito del Callao es que los aymarás ocuparon primitivamente ese lugar, que, según Bertonio, era una playa de coser, zurcir: cchuccu. Se entiende como orilla de zurcir que sería atarazana o recinto de trabajadores de redes para pesca. En la foto Balcones del Callao Antiguo, Jr. Independencia Conquistado el valle por los Incas, los nombres del lugar fueron traducidos del aymará al quechua o Keswa. Tal pasó con la pesquería de "Cchuccuhuito", que los quechuas llamaron PITIPITI: "Piti" hilo, Piti-Piti, hilo roto y anudado en varias partes, como expresa Middendorf en su obra "El Perú". Mugaburu refiere que el 1º de setiembre de 1674 S.E. fue al Callao y desembarcó en Piti-Piti y " vido las lanchas nuevas de la tarazana". Ese lugar era Chucuito. La bondad hidrográfica de la bahía del Callao, según informe de Alonso Martín de don Benito, uno de los tres comisionados de Francisco Pizarro, determinó la elección y fundación de Lima como capital de los "nuevos reinos" del Perú. Pizarro eligió el asiento del Cacique de Lima. El 11 de febrero de 1547 se emplea, por primera vez, la palabra Callao en documentos oficiales cuando el licenciado don Pedro de la Gasca da instrucciones, desde Panamá, para que las naves de Lorenzo de Aldana sometan al revolucionario Gonzalo Pizarro. El ayuntamiento de Lima dispuso el 20 de setiembre de 1545 que el Alguacil Mayor de la Ciudad designase un teniente suyo, que con vara de justicia, asistiese en el puerto para impedir que las mercaderías que llegasen en los navíos fueran objeto de acaparamiento y especulación. El Alguacil Mayor de Lima, que era el regidor Juan de Astudillo Montenegro, nombró como Alguacil del Puerto, dependiente de él, a Cristóbal Garzón. Era, pues, la primera autoridad edilicia del "Callao de Lima". El régimen municipal del Callao fue ejercido durante su primer siglo de existencia de tres maneras: 1) Por el Cabildo de Lima, de 1549 a 1555 y de 1562 a 1565. 2) Por el Teniente de Corregidores, de 1556 a 1558. 3) Por el Alcalde del Callao, de 1556 a 1561 y de 1589 a 1635. El Virrey don Andrés Hurtado de Mendoza expidió resolución el 1º de agosto de 1556 nombrando "Alcalde de la Mar" a Francisco López. El Cabildo de Lima reconoció a Francisco López y cumplió con entregarle la vara de justicia, signo visible de su autoridad municipal. Acerca del modo de elegir Alcalde del Callao se observaron dos sistemas:
A partir de 1631 se eligen dos alcaldes para el Callao, como se hacia para Lima, teniendo en consideración el desarrollo urbano que había experimentado el Puerto. El 19 de noviembre de 1567 partieron del Callao las naves "Los Reyes" y "Todos los Santos" al mando de Alvaro de Mendaña y Pedro Sarmiento de Gamboa, respectivamente, con el objeto de explorar tierras de Oceanía. La expedición fue autorizada por orden del Gobernador Lope García de Castro y el 15 de enero de 1568 descubrió las islas Salomón. Estuvo, asimismo, en las islas Marshall y tuvo que afrontar serias dificultades que, al fin, fueron vencidas por el carácter acerado de los marinos peruanos. Regresó triunfante al Callao el 11 de setiembre de 1569. Los pilotos Fernando Quirós y Alonso de Torres realizaron también accidentadas excursiones marítimas, partiendo del Callao a las islas de Oceanía en busca de gloria y riqueza, por lo que, como expresa Rosendo Melo, "será siempre un honor del Puerto de Lima haber sustentado y provisto, naves cuyas quillas surcaron mares en los que aún no se había dibujado ninguna estela". Siendo Virrey don García Hurtado de Mendoza, Marqués de Cañete, se organizó en el Callao, en 1590, una flota expedicionaria que descubrió el grupo de las Marquesas y Marianas. En el gobierno del Virrey don Gaspar de Zúñiga y Acevedo, Conde de Monterrey, partió del Callao, en 1604, otra expedición que descubrió el archipiélago de Galápagos. A principios de 1624 apareció delante del Callao y al abrigo de la isla de San Lorenzo una escuadra holandesa al mando de Jacobo Heremita Clerk, la que contaba con 11 buques, con un total de 294 cañones y 1,630 hombres de infantería. Los piratas apresaron en el Callao varios barcos mercantes y quemaron otros, lanzando un brulete sobre el puerto; pero fueron rechazados. El sitio del Callao duró tres meses y ocho dias; y, muerto el jefe de la escuadra, Clerk, los piratas abandonaron la costa del Perú. El 15 de enero de 1670 se recibió en el Callao la primera imagen, en bulto, de Santa Rosa de Lima, enviada de Roma, teniendo aquel acto una repercusión jubilosa en el mundo católico por la fama de la virgen limeña. En 1671, el Virrey Fernando de Castro y Andrade, Conde de Lemos, dio al Callao el título de Ciudad. En 1697, siendo virrey don Melchor Portocarrero Laso de la Vega, Conde de Moncloa, se fabricó un hermoso muelle en el Callao con piedras de las canteras de Cañete y San Lorenzo. La catástrofe más espantosa que soportó el Callao fue el terremoto del 28 de octubre de 1746, de cuyas proporciones habla el historiador Eusebio Llano y Zapata diciendo que sólo quedaron con vida 200 habitantes de los 5,000 que formaban la población y que "Lo que no sucumbió al terremoto, fue destruido y llevado por las olas a gran distancia y fueron éstas tan altas que transportaban los buques por encima de la población, los vararon dentro y fuera de ella." El 1º de agosto de 1747 se iniciaron los trabajos de construcción de los Castillos del Real Felipe en el "área del arruinado presidio del Callao", conforme a los planos del ingeniero francos Luis Godin, Cosmógrafo Mayor del Reino. En 1794, se abrió en el Callao la primera Escuela Náutica.
Hermoso Balcón del Callao Antiguo. Jr. Independencia. En 1799, se estableció el apostadero del Callao, siendo su primer Comandante el Brigadier de la Real Armada don Tomás de Ugarte y Liaño. En 1802, el sabio alemán Alejandro Von Humboldt observó desde los torreones de la fortaleza del Real Felipe el paso de Mercurio por el disco del Sol, para determinar, con exactitud la longitud de Lima. En 1819, apareció en el Callao la escuadra del Almirante Tomás Alejandro Cochrane retando a los cañones de bronce de la Fortaleza del Real Felipe. El 29 de octubre de 1820, se presentó por segunda vez la escuadra del Almirante Cochrane conduciendo al Ejército Libertador de San Martín, que iba a establecer su cuartel general en Huaura. Las primeras operaciones navales de Cochrane y Guisse encendieron llamaradas de fe y optimismo en el alma de la ciudadanía y el 5 de noviembre de 1820 culminaron con la fantástica captura de la fragata española "Esmeralda". El 21 de setiembre de 1821, capituló el Gobernador de la Fortaleza del Real Felipe, al Mariscal de Campo de los Ejércitos Nacionales de España, José de La Mar, y es arriada la bandera de los Leones de Castilla para izar, luego, la bandera roja y blanca de la Libertad. El Callao se incorpora así a los pueblos que habían jurado la Independencia del Perú. El General San Martín expidió un Decreto Supremo disponiendo que el Castillo del Real Felipe se denominara en lo sucesivo: "Castillo de la Independencia". Y con motivo de la celebración del centenario de la capitulación de Rodil, acontecimiento al que precedió importantes obras de restauración del Castillo, el Decreto Supremo de 9 de octubre de 1925 consigna su nombre original de "Real Felipe". La Ley No. 11841 de 19 de mayo de 1952, declara "Monumento Nacional del Real Felipe, del Callao, santuario de gloriosas acciones cívicas que han comprometido la gratitud de la República". El 14 de julio de 1822, el General San Martín se embarcó en el Callao y a bordo de la goleta "Macedonia" se dirigió a Guayaquil para entrevistarse con Bolívar. El 18 de junio de 1823, el general realista José de Canterac ocupó Lima y el Ejército, el Congreso, el Ejecutivo, así como los funcionarios públicos, se trasladaron al Callao, instalándose en el Real Felipe. El Callao fue entonces la Capital de la República. El 31 de agosto de 1823, llegó al Callao el bergantín "Chimborazo" trayendo al Libertador Simón Bolívar, quien hizo su entrada apoteósica el 1º de setiembre del mismo año. El 5 de febrero de 1824 se produjo la sublevación del Sargento Dámaso Moyano y los Castillos del Real Felipe son entregados a las fuerzas del Virrey La Serna, asumiendo el comando de la Fortaleza el Coronel José María Casariego, que se hallaba prisionero. Más tarde fue nombrado Gobernador de la Fortaleza el Brigadier José Ramón Rodil. Uno de los primeros actos de los amotinados tuvo como episodio sublime la actitud del negro "Faluche", Antonio Ruiz, quien cumpliendo su deber de centinela, se negó bravamente a arriar la Bandera de la Libertad, para izar el pendón español. Exclamó que no había venido a traicionar sino a libertar; y quebrando su fusil contra el asta del torreón, cayó fulminado por las balas de la traición. Otros episodios de la tenaz resistencia del Real Felipe fueron el sacrificio de Fray Pedro Marieluz en 1825, sellando su vida y rubricando con su sangre el secreto de la confesión para unirse en la mansión de la gloria con los mártires del deber. Presionado por Rodil para delatar, prefirió morir en la ley del espíritu. Entre los muros pétreos y mazmorras dantescas murió también, como hambriento millonario, el Marqués de Torre Tagle. Había huido de la muerte y tuvo que rendirle tributo en su condición de asilado. El 22 de enero de 1826, concluyó el asedio dirigido por el venezolano Bartolomé Salom, culminando el drama de la resistencia de José Ramón Rodil con la segunda capitulación del Real Felipe cuando ejercía la Presidencia del Consejo de Gobierno el Mariscal José de La Mar, quien, como soldado realista, fue el jefe de la primera capitulación. Por decreto del Consejo de Gobierno de 1º de febrero de 1826, se creó una medalla, "que tenga un torreón con una bandera nacional" para premiar los heroicos esfuerzos del Ejército sitiador y de la Escuadra unida. Esta medalla fue convertida en Escudo del Callao con motivo de la celebración del 1º Centenario de la Provincia Constitucional del Callao, en 1957. El proyecto se formuló en sesión municipal de 20 de agosto de 1936, centenario de la autonomía política del Callao.
El 7 de octubre de 1826 se libró el primer combate naval en aguas del Callao, entre las naves patriotas del Almirante Martín Jorge Guisse y las naves españolas del Capitán de Navío Roque Curucera, cuyo resultado fue la retirada de la escuadra realista a su refugio de la isla de San Lorenzo, acosada por los cañones del Real Felipe. La Convención Nacional otorgó al Callao, el 8 de marzo de 1834, el honroso galardón de "Fiel y Generosa Ciudad del Callao, Asilo de las Leyes y de la Libertad", por el triunfo de la legalidad del Gobierno General Luis José de Orbegoso, quien se había trasladado a la Fortaleza del Real Felipe el 3 del mismo mes. El 22 de febrero de 1835, el General Felipe Santiago Salaverry "una de las figuras más puras e ilustres de nuestra historia" se proclamó Jefe Supremo de la República en los Castillos del Callao. El 20 de agosto de 1836, el Mariscal Andrés de Santa Cruz erigió los pueblos del Callao y Bellavista en Gobierno Litoral con autonomía política. Esta fecha se celebra solemnemente como aniversario político del Callao. Habiendo sido abolidos los Decretos del Gobierno de la Confederación Perú-Boliviana después de la batalla de Yungay, el Gobierno del General Antonio Gutiérrez de la Fuente decretó el 12 de abril de 1839 que "Queda subsistente la Provincia Litoral del Callao y ella será regida inmediatamente por un Gobernador Político y Militar". El 5 de abril de 1851, se inauguró el primer ferrocarril de Sudamérica entre Lima y Callao, siendo Jefe del Estado el Mariscal Ramón Castilla. El 25 de octubre de 1856, zarpó del Callao la fragata "Amazonas" para dar la vuelta al mundo, al mando del Capitán de Navío José Boterín, habiendo rendido viaje en el mismo puerto el 24 de mayo de 1858. Por el triunfo del Ejército Constitucional de Castilla sobre el Ejército Regenerador de Vivanco, la Convención Nacional expidió la Ley de 22 de abril de 1857 dando al Callao, como ejecutoria de sus virtudes cívicas, el título más honroso de "Provincia Constitucional", por haber combatido "hasta rendir a los enemigos de la Constitución". La epopeya del 2 de mayo de 1866, consolidó en el Callao la soberanía del Perú y la libertad de América. Del Callao partió Miguel Grau a bordo del "Huáscar", para realizar la proeza más admirable de los siglos e inmortalizarse el 8 de octubre 1879, en las procelosas aguas de Punta Angamos, como Churruca en Trafalgar. En el Callao alumbró horizontes de eternidad la figura epónima de Francisco Bolognesi. Era Gobernador Civil y Comandante General de las Baterías del Callao. Había orden de inamovilidad por disposición del Presidente de la República Coronel José Balta. Se produjo un espantoso terremoto el 13 de agosto de 1868 y, cuando sus tropas, por instinto de conservación ante la furia incontenible de las olas del mar rompían la disciplina para huir del cuartel, Bolognesi cierra las puertas y exclama con espartana decisión: "La orden de inamovilidad se cumple y aquí morirá Sansón con todos sus filisteos". La Ley No. 12019 del 2 de diciembre de 1953 manda erigir un monumento al Héroe de Arica, Coronel Francisco Bolognesi, en la Plaza Casanave de la Provincia Constitucional del Callao. Hundidas las naves enemigas "Loa" y "Covadonga" por las brigadas torpedistas del Perú, el Almirante de la escuadra chilena exigía al Jefe de la Plaza del Callao, Capitán de Navío Luis Germán Astete, que, en el plazo de 48 horas, le entregue las naves en cuyos mástiles ondea el Pabellón Nacional. El 21 de setiembre de 1880 el jefe chileno recibe la brava respuesta del marino peruano: "Los buques están en el puerto. Venga a tomarlos". La Aduana del Callao se instaló en el Real Felipe el año 1836, y en 1936 se trasladó a su nuevo local del Terminal Marítimo. Por Ley No. 13212 del 22 de abril de 1959, se creó la Corte Superior de Justicia de la Provincia Constitucional del Callao. La Ley No. 13534, del 6 de marzo de 1961, extiende la jurisdicci6n de la corte Superior del Callao a las provincias de Chancay, Cajatambo, Huarochirí, Yauyos, Canta y Cañete. La Corte se instaló oficialmente el 21 de abril de 1961. Por Bula "Aptionem Ecclesiarum", el Papa Paulo VI creó la Diócesis del Callao el 2 de mayo de 1967. La Provincia Constitucional tiene los siguientes distritos: Callao, Bellavista, La Punta, La Perla, Carmen de la Legua - Reinoso y Ventanilla, comprendiendo en su jurisdicción el grupo que forman la isla de San Lorenzo y los islotes vecinos. Conforme a un decreto de la autonomía del Callao (1836), su jurisdicción comprendía además del Callao y Bellavista, "Magdalena, Miraflores, Chorrillos". La isla de San Lorenzo es jurisdicción del Ministerio de Marina. Allí se encontró ruinas de una población Mochica, llamada "SINA", por lo que en los tiempos de la Conquista se le conocía con el nombre de "Isla Sina". Los nuevos límites de la Provincia han sido demarcados por el Instituto Geográfico Militar con arreglo a la Ley No. 12538 del 12 de enero de 1956 y el reciente Decreto-Ley Nº 17392, que crea el distrito de Ventanilla. El mapa del Callao, levantado de acuerdo con las "leyes vigentes", consigna los datos siguientes: Area total 147 Km² 850 Mts² área del mar territorial: 12,500 Km². "La Historia del Callao es uno de los capítulos más luminosos de la Historia del Perú y de América." 1.2 EL ESCUDO DEL CALLAO Una torre alamedada que tiene una bandera flameando, en medio del sol radiante y como orla la palabra Callao, son las características del escudo de la Provincia Constitucional del Callao. Esta es en suma, la representación del civismo y tradición del pueblo chalaco. Es el sol radiante la libertad, el torreón baluarte que representa la rendición del enemigo y donde pende el glorioso pabellón nacional, con la perspectiva de un mar tranquilo, evidencia de un pueblo libre. Este escudo, símbolo permanente, adoptado en 1953, tiene su origen en la medalla del callao mandada a acuñar por el General San Martín el 21 de setiembre de 1821, como testimonio perdurable de la hazaña de los patriotas en el sitio del Callao. Posteriormente, el 7 de marzo
de 1834, el mariscal y presidente del Perú don José de Orbegoso
otorgó a la ciudad del Callao el lema " La fiel y Generosa Ciudad
del Callao, Asilo de las Leyes y de la LIbertad" *Algunos estractos fueron tomados del "ATLAS Histórico Geográfico y de Paisajes Peruanos" -Presidencia de la República- Instituto Nacional de Planificación- 1963-1970. * Algunos estractos fueron tomados del INC. Local del Callao. Autor Hemilio Vega Garrido. |