La edad que divide a la población en una mitad más vieja y otra más joven, es la edad mediana. Una de las evidencias más claras del bajo nivel de desarrollo de un país, región o zona, es que la mitad (50%) de su población se encuentre con una edad menor de 15 años, como es el caso de las comunidades indígenas de la Amazonía (frente a un promedio nacional de 21, Lima metropolitana de 24 años y Loreto de 17 años).

Población con edad mediana muy joven, es sinónimo de altos niveles de fecundidad y mortalidad, donde la esperanza de vida fluctúa entre 40 y 50 años, y se dan marcadas diferencias por sexo. La esperanza de vida en las mujeres es mucho más baja que en los hombres, por su exposición al riesgo de embarazo a tempranas edades, que genera una serie de complicaciones en la salud materno-infantil.

Una de las evidencias más claras del bajo nivel de desarrollo de un país, región o zona, es que la mitad de su población se encuentre con una edad menor de 15 años, como es el caso de las comunidades indígenas de la Amazonía.