La nupcialidad es un fenómeno complejo que depende tanto de factores demográficos, como son el número de personas de distinto sexo y la edad en que participa del "mercado matrimonial", como de las normas y valores que suelen encontrarse arraigados en las estructuras sociales de una población determinada (Tuirán, 1993).

La edad de inicio de algún tipo de unión es importante por cuanto incide en la fecundidad, ya que afecta la duración de exposición al riesgo de concepción. Mientras más jóvenes se unen las mujeres, mayor es el riesgo de embarazos, partos y, en consecuencia, un mayor número de hijos. Además si se compara con las mujeres que se unen cuando son mayores, una unión temprana, podría traer consigo para la adolescente: deserción escolar y/o abandono de los estudios, subordinación, dependencia económica, inserción en el mercado laboral en trabajos de baja productividad, etc. Al posponer el casamiento y el embarazo, las adolescentes tienen mayores oportunidades de alcanzar altos niveles de educación y adquirir mayor experiencia, además de mejorar sus posibilidades y las de sus futuros hijos en materia de salud, nutrición, y bienestar.

En el país, el hecho de tener una relación informal de pareja parece ser un determinante en la fecundidad temprana, ya que el tipo de unión conyugal7 que predomina entre las adolescentes es la unión consensual, y no el matrimonio, sobre todo entre aquellas en situación de pobreza. Mientras 7,1% de las adolescentes se encuentran en convivencia, dicha proporción es de 31% para las madres adolescentes y, de apenas 2,5% para las no madres precoces.

En el área rural la edad al matrimonio está condicionada por las pautas culturales imperantes en la zona, existiendo un mayor número de uniones tempranas, sin duda debido a la práctica de uniones de prueba (servinacuy). En el área urbana, donde las adolescentes tienen un mayor nivel de educación, entran en unión a edades más tardías.

ESTADO CONYUGAL DE LAS MADRES ADOLESCENTES* SEGÚN
LUGAR DE RESIDENCIA, 1998

Estado Conyugal	Total	Urbana	Rural
Total	100.0	100.0	100.0
Conviviente	30.6	24.4	38.9
Casado	7.3	7.5	7.0
Separado	9.3	14.3	2.6
Soltero	52,8	53.8	51.4
*Entre 15-19 años de edad FUENTE: INEI - ENAHO 1998-II Trimestre

Diversos estudios indican que las adolescentes tienen mayor probabilidad de separarse o divorciarse poco tiempo después de unirse, permaneciendo de esta manera como madres solas a lo largo de su vida. En el país, la fragilidad de la pareja es uno de los factores fuertemente correlacionados con la precocidad de la fecundidad en medio urbano. Llama la atención la incidencia de madres adolescentes separadas en este medio (14,3% del total de mujeres madres antes de los 20 años) en contraste con las que residen en medio rural (2,6% de las madres precoces rurales).

El patrón de nupcialidad generalmente está condicionado a diferencias generacionales, étnicas, geográficas y socioeconómicas, siendo la pobreza uno de los principales factores determinantes de las uniones consensuales (Charbit, 1987).

Las uniones consensuales entre las adolescentes del país, es mayor en los sectores más pobres (I quintil) que en los menos pobres (V quintil),- 27,4% versus 18,4%-, lo mismo que , es mayor la proporción de madres separadas en este contexto, 16,8% versus 7,3%.

BRECHAS ENTRE EL ESTADO CONYUGAL DE MADRES
ADOLESCENTES* Y NIVELES DE INGRESO, 1998
(% de madres adolescentes en cada categoría)

Estado Conyugal	Niveles de Ingreso (Quintiles)
	I	V
Total	100.0	100.0
Conviviente	27,4	18,4
Casado	8.0	2.5
Separado	16.8	7.3
Soltero	47.8	71.8
*Entre 15-19 años de edad FUENTE: INEI - ENAHO 1998-II Trimestre