|
4.1.- La InformaciĆ³n y EducaciĆ³n Sexual
Constituyen el 20% de las mujeres en edad fértil (MEF), siendo la proporción de mujeres en edad de procrear más elevada entre las mujeres de otros grupos quinquenales de edad. Por consiguiente, el que se atiendan o no las necesidades de este grupo poblacional tendrán una importante repercusión en la reducción de la fecundidad general y adolescente.
Del análisis realizado en el presente estudio, se derivan las implicancias de la fecundidad adolescente a tenerse en cuenta para efectos de política en el país.
En el Perú, no obstante que las mujeres han reducido su fecundidad significativamente, el grupo de adolescentes (15 -19) muestra solo una ligera disminución, y en consecuencia el peso de la fecundidad adolescente en la fecundidad total se viene incrementando. Como es de esperar, la mayoría de nacimientos en adolescentes se concentran en los últimos años de la adolescencia, es decir entre los 18 y 19 años de edad. Sin embargo, cabe señalar que el 7,7% de madres adolescentes tenían entre 12 y 14 años al momento de la encuesta.
Lo mencionado anteriormente, se debería a que el período de riesgo para las adolescentes viene en aumento: por un lado por la disminución de la edad a la primera relación sexual y por el otro por el incremento de la edad al matrimonio.
Resultados del análisis econométrico de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO 1998-II), ha permitido encontrar dualidad, pues ciertas variables que ejercen un impacto positivo en la probabilidad de ser madre precoz en área urbana, dejan de ser significativas en la zona rural: el tamaño del hogar tiene un impacto positivo en zona urbana, mientras que en zona rural éste es negativo (hacinamiento en el primer caso vs control familiar en el segundo). El nivel de ingreso tiene un impacto positivo sobre la probabilidad de embarazo precoz en áreas rurales, mientras que dicho impacto es negativo en zona urbana.
Otro punto es que persiste la brecha urbano-rural y regiones geográficas: mayor incidencia de madres adolescentes en el área rural y en la región de la Selva. Asimismo, el riesgo de embarazo precoz es mayor en aquellas que se encuentran en situación de pobreza, siendo las brechas grandes entre las adolescentes que pertenecen a hogares de menores ingresos (I quintil) y aquellas de hogares de mayores ingresos (V quintil). Son notorias también las brechas educativas. Las adolescentes con bajos niveles educativos están en mayor riesgo de iniciación sexual temprana y de convertirse en madres precoces.
La fecundidad temprana tiene un fuerte efecto negativo sobre el nivel de educación de la adolescente, pues reduce la probabilidad de que la madre adolescente termine sus estudios, obteniendo así bajos niveles de educación en comparación a sus pares quienes postergan el embarazo. Solo el 22,4% de las madres adolescentes peruanas continua estudios de manera exclusiva.
Otro de los hallazgos encontrados en el análisis de regresión, es que las adolescentes que no son parientes de jefe del hogar son más proclives a convertirse en madres precoces, lo que se debería a que carecen de un soporte y estabilidad emocional adecuada que hace que traten de encontrarlas en las relaciones sexuales prematuras y el embarazo precoz.
Todo lo mencionado anteriormente no hace sino mostrar los factores de riesgo a que están expuestas las adolescentes en las diferentes situaciones socioculturales y económicas, constituyendo así un grupo vulnerable de especial atención desde el punto de vista de los programas de salud reproductiva.
4.1.- La Información y Educación Sexual
El cada vez mayor nivel educativo de la mujer alcanzado en estos últimos tiempos, está permitiendo el retraso de la edad al matrimonio y postergar el inicio de la reproducción. Sin embargo este cambio social no ha sido acompañado de una adecuada formación en educación sexual, ni de disponibilidad de servicios de planificación familiar adecuados para jóvenes, principalmente adolescentes.
Esta desinformación y la inaccesibilidad a servicios de salud reproductiva están contribuyendo al cada vez mayor número de abortos y embarazos no deseados en las adolescentes (Family Planning,1996). En el país, durante el año 1998, el seguro escolar gratuito atendió, en el ámbito nacional, a 3 mil adolescentes escolares en estado de gestación (Ministerio de Salud 1999)
La mayoría de adolescentes no recibe educación sexual adecuada, recurriendo la mayoría de las veces a sus pares, por quienes son mal informados. Al respecto, un estudio realizado sobre adolescentes de Lima Metropolitana, muestra que la mayor parte de las adolescentes expresa que le gustaría hablar más con sus padres sobre salud sexual y reproductiva. La mayoría de los adolescentes de ambos sexos saben que una mujer puede embarazarse a partir de la primera menstruación y a edad temprana, aunque no están muy claras las ideas respecto a la fase del ciclo menstrual en la que puede ocurrir la fecundación, así como también existe la idea equivocada de que el hombre no es fértil constantemente14.
Por otro lado, existe el mito de que si se proporciona información y servicios sobre sexualidad, anticoncepción y prevención de ETS/SIDA, a los jóvenes, esto contribuiría a su promiscuidad. Sin embargo, las evidencias sugieren lo contrario: a mayor información, tendrían mayor responsabilidad en su comportamiento (Friedman, 1992). Estudios realizados en Canadá y en los países escandinavos han demostrado que integrando la educación sexual y el acceso a la anticoncepción se puede reducir de forma considerable el número de embarazos no deseados y de aborto entre las mujeres jóvenes.
En este contexto, a fin de que: adolescentes, padres de familia y docentes, en el cumplimiento de los objetivos para prevenir el embarazo adolescente el Ministerio de educación desde 1996 ha puesto en marcha el Programa Nacional de Educación Sexual, dentro del cual existen lineamientos de políticas del programa nacional de Educación Sexual para la prevención del embarazo adolescente.
Asimismo, el Ministerio de Salud desarrolla el Programa de Salud Escolar y del Adolescente, dentro de la cruzada nacional de prevención del embarazo en adolescentes, siendo su principal objetivo: brindar información, educación y orientación de los adolescentes, padres de familia, docentes, sobre los factores protectores relacionados a su salud sexual y reproductiva, incorporando en el adolescente el concepto del autocuidado de salud y el concepto de ideal reproductivo (MINSA, 1999).
El Ministerio de Promoción y de la Mujer y Desarrollo Humano (PROMUDEH), creado en 1996, está también trabajando en los derechos de los y las jóvenes (Raguz, 1999).
14
Véase el artículo de Angela Sebastiani con Edgardo Segil 1999 "Que Hacen, Que Piensan, Que Sienten Los Y Las Adolescentes De Lima Respecto A La Salud Sexual Y Reproductiva" en Carlos F. Cáceres (editor), Investigaciones recientes sobre salud sexual y reproductiva de los jóvenes en el Perú. REDESS Jóvenes, pp. 43 - 60.