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3.6 Mortalidad en la adolescencia En la pubertad y la adolescencia, existen factores causales que ejercen impacto diferenciado sobre la calidad de vida y la supervivencia. Estos factores son: i) inicio de la actividad sexual, que se vincula a embarazos prematuros, complicaciones del embarazo y el parto, aborto y enfermedades de transmisión sexual; ii) problemas nutricionales derivados principalmente de los mayores requerimientos de hierro que la menstruación impone a las jóvenes; iii) conductas de riesgo asociadas con accidentes y violencia, así como abusos de sustancias nocivas, conductas éstas que guardan estrecha relación con la salud mental e inciden en la autoestima y el proceso de autoidentificación de los jóvenes con estereotipos de género. En esta etapa de la vida, la actividad sexual determina la mayor diferencia con respecto a los riesgos de salud que enfrentan uno u otro sexo; tal diferencia se vincula fundamentalmente a los riesgos inherentes al embarazo y al parto que, obviamente no afectan al varón.
Se ha demostrado que los embarazos en edades extremas del ciclo reproductivo, constituyen un riesgo para la salud y la supervivencia tanto de la madre como el hijo; este riesgo, además, se ve multiplicado por las carencias nutricionales y de servicios que caracterizan a los sectores en situación de pobreza. El riesgo más alto recae en las adolescentes entre quienes la probabilidad de muerte es más elevada que en las mujeres del grupo de edad de 20 a 34 años. Aunque la relación entre edad y riesgo materno responde a causas médicas inmediatas, también inciden en ella las condiciones socioeconómicas adversas que, por una parte, dan lugar a la ocurrencia de embarazos en edades extremas y, por la otra, restringen el acceso a servicios obstétricos adecuados. En cuanto a las causas de muerte de los/las adolescentes, que se relacionan con las llamadas causas "externas" e incluyen accidentes, homicidios, suicidios, intervenciones legales y acciones bélicas, estos tienen mayor incidencia en los adolescentes varones que en las mujeres. En esta edad también se manifiestan comportamientos de riesgo que implican alteraciones de la salud, como el inicio de consumo de alcohol, tabaco y drogas. Aunque el abuso de tales sustancias es todavía mayor entre los varones, su ritmo de aumento, específicamente en el consumo de tabaco, es más acelerado en las adolescentes mujeres. En esta etapa de la vida debe resaltarse la importancia del factor nutricional como diferenciador de la salud de hombres y mujeres. En las mujeres más que en los hombres, con la menstruación aumentan los requerimientos de hierro, necesidad que se incrementa durante el embarazo y la lactancia.
SEGUN CAUSAS DE MUERTE, 1998
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