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6.6 Número de perceptores de ingreso
La mayor incidencia de los efectos negativos en los hogares con jefatura femenina se debe, fundamentalmente, a que tienen más probabilidades de caer en la pobreza y la indigencia, dada la menor capacidad de las mujeres para generar ingresos. Esto se relaciona con la vulnerabilidad que resulta de contar con el 38,2% de los hogares con jefa mujer pobre con sólo un aportante de ingresos, a lo que se agrega la discriminación en función de género que sufren las mujeres en el mercado de trabajo.
SEGUN NUMERO DE PERCEPTORES DE INGRESO, 1998
A todo ello se agregan los bajos niveles educativos que presentan las mujeres jefas de hogar monoparentales. Así, el 24,8% no cuenta con nivel alguno de educación y el 22,5% tiene primaria incompleta. Esta situación empeora en las mujeres jefas de hogar pobres, donde el 45,1% no tiene nivel alguno de educación y el 26,7% cuenta sólo con primaria incompleta. En el caso de los hombres jefes de hogar sólo el 5,5% no tiene algún año de educación, el 20,1% tiene primaria incompleta y el 20,5% secundaria completa. SEGUN NIVEL DE EDUCACION ALCANZADO, 1998
La jefatura de hogar femenina tiene efectos negativos en el bienestar de los hijos. Así, la capacidad de socialización de estos hogares suele estar deteriorada por el simple hecho de que la madre no tiene el apoyo del hombre para el ejercicio de esas funciones y debe repartir su tiempo entre las actividades diarias que permiten el mantenimiento económico del hogar y la atención a los hijos. A medida que se eleva la posición económica, aumentan las posibilidades de ayuda en la casa (empleada doméstica) o fuera de ésta (establecimientos dedicados al cuidado o a la educación de niños en edad preescolar), pero en los hogares pobres cuyos jefes son mujeres se generan los principales bloqueos a las oportunidades de bienestar de los hijos. Así, probablemente los niños pertenecientes a hogares con jefatura femenina tengan una tasa de mortalidad infantil más elevada que los niños de hogares cuyos jefes son hombres. Sin embargo, es probable también que los niños de hogares con jefatura femenina vivan en un mejor ambiente familiar, con menos maltrato del cónyuge y de los hijos. Con resultados de la ENAHO 1998, se puede determinar que existen más niños que viven en condiciones de pobreza en hogares cuyos jefes son mujeres que en los hogares conducidos por hombres. Asimismo, los niños de 6 a 11 años en hogares con jefe mujer asisten en menor proporción a la escuela que los niños en hogares con jefe hombre (90,1% versus 98,8%). JEFE DE HOGAR Y CONDICION DE POBREZA, 1998
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