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El 85,8% de jefes de hogar entrevistados,
declararon el "mal de ojo" como uno de los males de
mayor incidencia que motivó acudir a estas prácticas,
en segundo lugar se ubica el "susto" con 83,8%, los
"males diversos" ocupan el tercer lugar (82,8%), luego
están el "daño" (73,0%) y las "enfermedades
incurables" (71,8%). Estas manifestaciones fueron mayormente
de los hombres jefes de hogar encuestados.
Según ámbito geográfico, el "susto" fue mencionado por los jefes de hogar de
la selva (85,8%), sierra centro (85,1%), sierra sur (84,9%) y
Lima Metropolitana (84,1%) como la enfermedad por la que acudieron
a las prácticas de medicina tradicional. El "mal de
ojo" tuvo mayor mención en la sierra centro (91,1%)
y la costa sur (90,4%).
En la costa sur y la selva, mencionaron "el daño" como el mal que motivó el acceso
a las prácticas de curación tradicional. El 100%
de los jefes de hogar de la costa centro y 99,2% de la costa norte
manifestaron haber acudido a estas prácticas por tener
una "enfermedad incurable" y los jefes de hogar de
Lima Metropolitana señalaron "males diversos".
Los jefes de hogar comprendidos en el grupo de edad entre 30 y 39 años, indicaron el "susto"
(31,6%), el grupo de edad de 50 y más años señaló
el "mal de ojo" (31,9%), el "daño"
(38,2%), la "enfermedad incurable" (57,2%) y los "males
diversos" (49,8%) en mayor proporción respecto a los
demás grupos de edad.


La mayor proporción (42,4%) de jefes de hogar que declararon haber acudido a las prácticas
de la medicina tradicional para curar sus males, tienen nivel
de educación secundaria, un 28,6% primaria,23,1% nivel
de educación superior y 5,8% no tienen ningún nivel
de educación. Los porcentajes por tipo de males son casi
similares al promedio nacional. Se observa también en casi
todos los ámbitos geográficos la predominancia de
los jefes de hogar con nivel de educación secundaria y
primaria, excepto la sierra norte donde la mayor proporción
de jefes de hogar tienen educación primaria.
