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+---------------------------------------------------------------------+ | RESUMEN EJECUTIVO | +---------------------------------------------------------------------+ Capítulo I: Características de la población con síntoma de enfermedad o accidente La presente investigación tiene como fuente de información la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 1996, aplicada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en el cuarto trimestre de 1996. Con los resultados de la Encuesta, se ha seleccionado a todas las personas entrevistadas que respondieron haber presentado algún síntoma de enfermedad o accidente en los 15 días previos a la ejecución de la Encuesta. La población afectada se caracterizó de acuerdo a las variables demográficas, sociales y económicas, derivándose a los siguientes resultados: Incidencia de los síntomas de enfermedad o accidente 1. Del total de población entrevistada, el 37,1% declaró haber padecido de algún síntoma de enfermedad o accidente, mientras el 62,9% no presentó síntoma alguno. El 99,0% de la población afectada correspondió a síntomas de enfermedad, mientras que solamente el 1,0% expresó haber padecido algún tipo de accidente. 2. Se observa diferentes perfiles de salud de la población de acuerdo al sexo, edad, situación socioeconómica, geográfica y cultural. 3. Los síntomas de enfermedad tienen mayor incidencia en la población femenina que en la masculina. Así, de cada 100 entrevistados que expresaron haber tenido algún síntoma de enfermedad o accidente, 53 fueron mujeres y 48 hombres, es decir, las mujeres se enferman en un 10% más que los hombres. 4. El riego de enfermarse o de accidentarse en la población se presenta de manera diferenciada según la edad. Así, los niños y las personas de la tercera edad son las más vulnerables. Mientras dichos síntomas afectan al 40,0% de la población menor de 15 años, en la población mayor de 65 años tienen una incidencia en el 51,0%. 5. La incidencia de los síntomas de enfermedad o accidente en hombres y en mujeres por grandes grupos de edad se muestra de manera diferenciada. Así, la población femenina menor de 15 años estuvo afectado en un 40,2%, y los hombres del mismo grupo de edad en 39,8%. En el grupo de edad de 15 a 64 años, el 35,7% de las mujeres estuvieron afectadas, en cambio en los hombres del mismo grupo de edad los síntomas de enfermedad o accidente incidió en el 32,0%. Situación parecida se observa entre la población masculina y femenina de 65 y más, donde hay mayor proporción de mujeres afectadas que hombres (53,6% versus 48,1%). 6. Se presenta una mayor incidencia de los síntomas de enfermedad o accidente en la población del área rural (38,4%), mientras que en el área urbana la incidencia de los síntomas afectó al 36,3% de su población. La mayor incidencia de los síntomas de enfermedad o accidente del área rural del país, se dio en la población de 65 y más años. 7. Los síntomas de enfermedad o accidente incidió en el 35,5% de la fuerza laboral del país ( PEA). La población económicamente activa del área rural, Costa Centro, Sierra Norte y Sierra Sur fueron los más afectados. 8. Del total de la población económicamente activa afectada, el 43,4% fueron trabajadores independientes, 17,5% empleados, 16,1% obreros, 15,0% trabajadores familiares no remunerados y el 5,5% empleadores o patronos. Características socio-económicas de la población con síntoma de enfermedad o accidente 9. Se presenta una relación inversa entre el nivel educativo de la población y la incidencia de los síntomas de enfermedad o accidente. Mientras más elevados son los niveles educativos, menores son las probabilidades de presentar síntoma de enfermedad o accidente. 10. Los síntomas de enfermedad o accidente inciden en mayor proporción en la población femenina sin nivel de educación, especialmente en el área rural del país y en la Sierra Norte, ámbitos donde más del 50,0% de las mujeres afectadas no tenían nivel alguno de educación. 11. Del total de personas entrevistadas que manifestaron haber padecido de algún síntoma de enfermedad o accidente, el 38,9% residían en viviendas cuyos hogares presentan al menos una necesidad básica insatisfecha, mientras que el 61,1% habitaban en viviendas cuyos hogares tenían sus necesidades básicas satisfechas. 12. La situación socioeconómica de las familias influye en el estado de salud de las personas. Así, se presenta mayor incidencia de los síntomas de enfermedad o accidente en la población de bajos recursos económicos. Del total de población afectada, el 47,7% pertenecían a hogares cuyos ingresos per cápita mensual eran bajos. Mientras el 14,7% pertenecía a hogares de ingresos altos. 13. Del total de gasto en consumo de los hogares el 3,5% correspondió al rubro de Cuidados y Conservación de la Salud. En el área rural del país, en la Costa y en la Selva, este porcentaje ascendió al 4,2%, 4,1% y 4,4% respectivamente. 14. Del total del gasto destinado a Cuidados y Conservación de la Salud, el 73,0% se gasta en la compra de productos medicinales, el 13,0% en consultas de salud y el 4,4% en hospitalización. 15. Del total de población con síntoma de enfermedad o accidente, la mayor proporción (55,3%) padeció de los síntomas de enfermedad relacionados con el aparato respiratorio, correspondiendo el 36,7% a afecciones gripales y el 18,6% a tos con dificultad para respirar. Síntomas que se manifestaron mayoritariamente en todos los ámbitos geográficos del país. 16. La población menor de 15 años padeció principalmente de los síntomas de gripe, tos, diarrea, sarampión, varicela, dolor estomacal, dolor dental, enfermedades de la piel, etc. 17. En cambio, en la población de 15 a 64 años, es decir en edad de desempeñar una actividad económica, los síntomas de enfermedad que más afectaron, aparte de la gripe y la tos, fueron: enfermedades renales, dolor muscular, dolor de cabeza, dolor dental, los accidentes o traumatismos, entre los principales. 18. En la población de 65 y más años de edad, los síntomas o accidentes más frecuentes son las llamadas de la "tercera edad", siendo los más comunes los dolores musculares, la gripe, tos, dolor estomacal, traumatismos y las fracturas, enfermedades renales, etc. Condición de consulta de la población con síntoma de enfermedad o accidente 19. Del total de población afectada de algún síntoma de enfermedad o accidente el 44,8% realizaron consulta con algún personal. Los ámbitos geográficos donde en mayor proporción se efectuaron consultas son: la Costa Centro, Costa Sur y Lima Metropolitana. 20. Del total de población masculina afectada con síntoma de enfermedad o accidente el 55,8% no realizó consulta para tratarse de la afección que los aquejaba. En el área rural del país y en la Sierra, la población masculina afectada consultó en menor proporción. 21. Del total de población femenina afectada con síntoma de enfermedad o accidente el 54,7% no realizaron consulta. El 62,5% de las sintomáticas del área rural y el 64,7% de la Sierra Sur no consultaron. Población con síntoma de enfermedad o accidente que realizó consulta 22. Del total d e población con síntoma de enfermedad o accidente que realizó consulta, el 53,1% correspondió a la población femenina y el 46,9% a los hombres. En Lima Metropolitana, el 56,5% de los consultantes fueron mujeres. 23. La población que presenta mejores niveles educativos es la que consulta en mayor proporción. Así, el 50,4% de los que tenían educación superior hicieron consulta, mientras que la población afectada sin nivel de educación consultó el 45,0%. 24. La decisión de consultar de la población con síntoma de enfermedad o accidente ésta afectado por el nivel de ingreso de los hogares. Así, de la población de bajos ingresos afectados de algún síntoma de enfermedad o accidente, consultaron sólo el 36,5%, mientras que la población afectada con altos ingresos lo hizo en un 52,2%. 25. El médico fue el profesional de salud más consultado, en todos los ámbitos geográficos estudiados. Sin embargo, existen diferencias en la demanda de este profesional, de acuerdo al nivel de ingreso de los hogares, nivel de educación de la población consultante y área de residencia. 26. De cada 100 personas que consultaron, 20 fueron atendidos por un farmacéutico o boticario. Este personal, fue más requerido en el área urbana del país, en la Costa y en Lima Metropolitana. 27. La enfermera cubrió la demanda del 6,8% de los consultantes. Este profesional tuvo mayor presencia en el área rural del país (17,3%) y en la Sierra (15,6%). 28. Alrededor de la cuarta parte (23,9%) de los consultantes de la Selva lo hicieron con un familiar o un amigo. Esta modalidad de consulta también cobró importancia en el área rural del país, donde el 12,3% de la población sintomática consulto con familiares o con amigos. 29. El 70,5% de la población afectada de ingresos altos que realizó consulta lo hizo con un médico, en cambio, la población de bajos ingresos que realizó consulta acudió a este profesional solamente el 38,8%. Sin embargo, el 54,9% de los consultantes de ingresos bajos del área urbana, el 66,9% de la Costa Centro, el 59,2% de la Costa Sur y el 65,8% de Lima Metropolitana fueron atendidos por un médico. 30. El 36,8% de las consultas de la población afectada se realizaron en un establecimiento del Ministerio de Salud (hospital y centro- puesto de salud), el 20,2% se efectuaron en la farmacia o botica, el 12,4% en un hospital del Instituto Peruano de Seguridad Social, el 9,8% de las consultas se efectuaron en el domicilio de los afectados y el 6,5% en un consultorio particular. 31. Los establecimientos del Ministerio de Salud cubrieron la demanda del 53,0% de los consultantes del área rural del país. Los centros y puestos de salud son los que tienen mayor presencia en ésta área (44,5%). A estos establecimientos acuden la población de bajos ingresos como aquellos que tienen nivel de educación bajo. 32. El 67,0% de la población afectada que realizó consulta compraron los medicamentos recetados, el 29,5% lo obtuvo de donación, al 1,7% no le recetaron y solamente el 1,8% no pudo comprarlas. Población con síntoma de enfermedad o accidente que no consultó 33. Del total de población que manifestó haber padecido de algún síntoma de enfermedad o accidente, el 55,2% no realizó consulta alguna. En el área rural del país (62,0%) y en la Sierra (62,8%), la mayor proporción de población afectada no realizó consulta. 34. La población con bajos niveles educativos es la que consulta en menor proporción. Así, el 55,0% de la población afectada sin nivel de educación no realizó consulta para tratarse del síntoma de enfermedad o accidente que padecían. En cambio, el 49,5% de la población afectada con educación superior, no consultó. 35. La mayoría de población afectada de 5 a 14 años del área rural del país y de la Sierra no realizó consulta alguna. Este problema los ubica en una situación de mayor vulnerabilidad. 36. Existen preferencias en hacer atender al hijo varón que a la hija mujer. Este hecho se observa con mayor frecuencia en la Sierra Sur, ámbito donde la proporción de niñas enfermas que no fueron llevados a consulta es más elevada que la de los niños. 37. Se observa una relación inversa y proporcional entre el nivel educativo de la población afectada y la condición de consulta, observándose que a menor nivel de educación mayor proporción de los que no consultan. 38. Al indagarse por las razones que tuvo la población afectada con algún síntoma de enfermedad o accidente para no consultar, se determinó que el 54,4% de las personas que no consultaron fue por razones económicas, el 32,9% no desearon consultar, el 5,2% manifestó que el lugar de consulta era lejos y el 2,1% por que no existían servicios de salud. 39. El 64,3% de la población afectada de bajos ingresos no consultó por falta de recursos económicos, en cambio, el 28,4% de la población afectada de hogares con ingresos altos manifestaron la falta de recursos económicos como la causa de la no consulta. Capítulo II: Características socio-económicas de la población accidentada 40. Los resultados de la ENAHO, revelan que la mayor proporción de personas accidentadas fue consecuencia de la caída (65,1%), el 8,6% por choque-atropello o volcadura de vehículo y el 5,2% por quemaduras. 41. El 78,6% de los menores de 15 años se accidentaron como consecuencia de una caída, siendo ésta causa mayor en el área urbana del país. 42. La incidencia de los accidentes es más frecuente en la población masculina que en la femenina. Así, de cada 100 accidentados 65 fueron hombres y 35 mujeres. Es decir, la incidencia de los accidentes en los hombres es el doble que en las mujeres. 43. De cada 100 mujeres accidentadas, 74 fue consecuencia de la caída. En el caso de los hombres ésta proporción desciende a 60 de cada 100. 44. El 28,3% de los accidentes ocurrieron en la vía pública, el 23,6% en el campo y el 21,9% dentro del domicilio. 45. La mayor proporción de mujeres accidentadas sufrieron dicho problema dentro de su domicilio (34,7%), el 27,8% en la vía pública y el 18,5% en el campo. 46. En cambio, la mayor proporción de accidentes masculinos se ocurrió en la vía pública (28,5%), el 26,4% en el campo, el 15,0% dentro de su domicilio y el 13,8% en el centro de trabajo. 47. Alrededor de la tercera parte de la población accidentada (31,6%) expresó que el accidente le produjo fractura de alguna parte de su cuerpo y a más de la cuarta parte herida sangrante. 48. Las mujeres sufren de fracturas en mayor proporción que los hombres (38,7% versus 27,8%). En cambio, se observó mayor proporción de hombres accidentados con herida sangrante (31,7%) que las mujeres (17,6%). 49. Se presenta una mayor incidencia de los accidentes en la población de bajos niveles educativos. Mientras más altos son los niveles educativos, menores son las probabilidades de sufrir accidente. Así, el 58,5% tenían a lo más algún año de educación primaria y el 13,5% de los accidentados educación superior. 50. El 50,4% de la población accidentada pertenecía a hogares cuyos ingresos per-cápita mensual eran bajos, mientras que el 16,1% se ubicaban en los estratos altos. 51. El 59,9% de la población que había sufrido accidente consultaron para tratarse de la lesión que padecieron. Esta proporción se eleva al 69,4% en Lima Metropolitana. Características de la población intoxicada 52. Se presenta una mayor incidencia de los signos de intoxicación en la población femenina que en la población masculina. Así, de cada 100 intoxicados 54 fueron mujeres y 46 hombres. Es decir, las mujeres se intoxican en un 20% más que los hombres. 53. La incidencia de la intoxicación es mayor en la población femenina del área urbana, donde de cada 100 intoxicados 59 fueron mujeres. En cambio, en el área rural se intoxican en mayor proporción los hombres que las mujeres. Así, de cada 100 intoxicados 57 fueron hombres. 54. El 54,6% de la población que padeció de signos de intoxicación manifestó que fue por consumir alimentos en mal estado. En el área urbana, el 64,8% de la población se intoxicó por ésta causa, mientras que en el área rural el 36,1%. 55. La intoxicación con drogas mayoritariamente se produce en la población masculina que la femenina. Así, del total de población intoxicada con drogas, el 83,3% fueron hombres, mientras que el 16,7% eran mujeres. 56. En cambio, la intoxicación por consumir alimentos en mal estado tuvo mayor incidencia en la población femenina. Del total de intoxicados por esta causa el 56,5% fueron mujeres y el 43,5% hombres. 57. El 79,4% de los menores de 15 años intoxicados del área urbana fue por consumir alimentos en mal estado, mientras que los menores de 15 años intoxicados del área rural por ésta causa desciende al 16,2%. 58. El 50,9% de la población intoxicada consultó con algún personal de salud, mientras que el 49,1% no lo hizo. La población intoxicada del área urbana del país, consulta en mayor proporción que sus pares del área rural. 59. El 57,7% de la población intoxicada menor de 15 años consultó. En el área urbana se dio los mayores niveles de consulta de la población menor de 15 años (78,2%). |
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