El nivel de educación de las personas es un factor muy importante que influye en el acceso adecuado de las personas a los diferentes servicios, siendo uno de ellos el acceso a los servicios de salud.

En la encuesta, se investigó el nivel educativo y la condición de consulta que realizó la población entrevistada que reportó haber sufrido alguna enfermedad o accidente. La población con mayor nivel educativo es la que consultó en mayor proporción. Así, el 92,4% de la población con educación superior no universitaria y el 94,3% con educación superior universitaria efectuaron algún tipo de consulta, mientras que los enfermos o accidentados sin nivel educativo alguno, con primaria y secundaria lo hicieron en un 77,6%, 81,9% y 87,9% respectivamente.

El 94,8% de la población enferma o accidentada del área urbana con educación superior universitaria consultó, está proporción descendió al 85,3% en el área rural. El nivel de consulta desciende a medida que va siendo menor el nivel educativo de la población, este fenómeno se reproduce tanto en el área urbana como la rural.

Por regiones naturales, se observa el mismo panorama, es decir una mayor cobertura de los servicios de salud en la población con mayores niveles educativos, en todos los casos los porcentajes sobrepasan el 90%. Si bien, existe una cobertura alta en materia de consulta en todos los niveles educativos, la relación que se observa entre el nivel educativo y el acceso a la consulta es directamente proporcional, es decir a mayor nivel de educación logrado mayor acceso a la consulta y viceversa.