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Resúmen Ejecutivo El presente estudio, tiene como fuente de información la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 1998, realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en el cuarto trimestre de 1998. Los resultados reflejan las características de las personas entrevistadas que respondieron haber presentado alguna enfermedad o accidente en los 3 meses previos a la ejecución de la encuesta. La población afectada se caracterizó de acuerdo a las variables demográficas, sociales y económicas. Asimismo, se analizó el acceso a los servicios de salud de la población enferma o accidentada, así como la demanda insatisfecha y los motivos por el cual no accedieron a estos servicios. También se investigó el gasto por los hogares efectuado en materia de salud.
Capítulo I: Características de la población enferma o accidentada
1. Del total de la población entrevistada, el 26,0% reportó haber padecido alguna enfermedad o accidente en los 3 meses previos a la ejecución de la encuesta. En cambio, el 74,0% no reportaron enfermedad o accidente. De la población afectada, el 24,6% manifestó haber sufrido de alguna enfermedad, mientras que el 1,4% expresaron haber padecido de algún tipo de accidente.
2. Las enfermedades o accidentes tienen mayor incidencia en las mujeres que en los hombres. Así, de cada 100 entrevistados hombres, 25 manifestaron haber padecido de alguna enfermedad o accidente, mientras que 27 de cada 100 mujeres entrevistadas manifestaron lo mismo.
3. El riesgo de enfermarse o de accidentarse en la población se presenta de manera diferenciada según la edad. Los más afectados fueron grupos de 0-5 años, 50-64 y 65 y más años, en 39,4%, 34,6% y 49,4% respectivamente, expresando su mayor vulnerabilidad.
4. Las enfermedades tendrían mayor incidencia en la población que reside en hogares de mayor tamaño. Así, el 63,7% de los entrevistados que manifestaron haber padecido de alguna enfermedad o accidente pertenecían a hogares conformados con más de 5 miembros.
5. 6 de cada 10 personas enfermas o accidentadas pertenecen a hogares donde por cada perceptor de ingresos dependen entre 1 a 3 personas.
Capítulo II: Incidencia de enfermedades o accidentes, según características sociales y económicas
6. Se presenta una relación inversa entre el nivel educativo de la población y la incidencia de enfermedades o accidentes. A mayor nivel educativo menor son las probabilidades de presentar enfermedad o accidente.
7. Las enfermedades incidieron más en la población analfabeta que en la alfabeta. Este problema se presenta por área de residencia y en todos los ámbitos geográficos estudiados.
8. Las enfermedades incidieron en el 27,6% de las personas entrevistadas que tenían cubiertas sus necesidades básicas. En cambio, en la población con al menos una necesidad básica insatisfecha el 23,8% de la población padeció de alguna enfermedad o accidente.
9. La población desocupada (no trabaja ni busca trabajo), es la que presenta la mayor proporción de personas enfermas o accidentadas. Así, de cada 100 desocupados 27 respondieron haber sufrido de alguna enfermedad o accidente, mientras 23 de los que trabajan padecieron de alguna enfermedad o accidente.
10. Las enfermedades incidieron en el 25,8% de los trabajadores independientes, en el 25,6% de los empleadores o patronos y en el 23,1% de los trabajadores del hogar.
11. El 14,8% y el 18,0% de la población del Resto Costa y de la Sierra, que manifestó haber padecido de alguna enfermedad o accidente, pertenecían al primer quintil de ingresos bajos. El mayor volumen de población afectada se ubica en los quintiles de ingresos altos (IV y V) 22,9% y 21,0% en el Resto Costa y 21,6% y 21,5% en la Sierra.
12. Al indagarse acerca del material predominante del piso de la vivienda, de la población afectada se encontró que el 46,6% residía en viviendas con piso de tierra, el 43,6% con piso de material seminoble, es decir madera o entablado y cemento, el 7,9% con piso de material noble que comprende (parquet, madera pulida, láminas asfálticas, similares, losetas, terrazas similares) y el 1,6% con otro tipo de material.
13. El 63,8% de la población afectada reside en viviendas que se abastecen de agua mediante red pública, es decir tienen instalaciones de red pública dentro de la vivienda, pilón de uso público, de red pública dentro del edificio pero fuera de la vivienda. Mientras el 32,0% de los entrevistados que manifestaron haber padecido de alguna enfermedad o accidente no cuentan con red pública abasteciéndose de agua mediante río, acequia, manantial, pozo o camión cisterna, y de otras fuentes el 4,2%.
14. El 45,4% de la población enferma o accidentada reside en viviendas que tienen instalaciones higiénicas por sistema de alcantarillado. El 29,2% no tiene red pública en sus viviendas como sistema de eliminación de excretas. El 25,4% de los entrevistados enfermos residen en viviendas que no cuentan con ningún tipo de mecanismo eliminación de excretas.
Capítulo III: Cobertura en atención de salud
15. La gran mayoría (84,2%) de población entrevistada que manifestó haber padecido de alguna enfermedad o accidente, recibieron atención sea en establecimientos del sector público, privado, ESSALUD o en establecimientos donde brindan atención no especializada (botica, casa de curandero, etc).
16. La población enferma o accidentada del área urbana accedió en mayor proporción a los servicios de salud. Así, el 86,7% de los enfermos recibieron atención en salud, mientras que los enfermos o accidentados del área rural accedieron el 78,0%.
17. Por regiones naturales se observa un acceso diferenciado a los servicios de salud, teniendo un mayor acceso los enfermos o accidentados del Resto Costa y de Lima Metropolitana. En cambio, los enfermos de la Sierra fueron los que accedieron en menor proporción (77,7%).
18. Los niños menores de 5 años y las personas de 5-14 años son los que accedieron en mayor proporción a los servicios de salud. Así, el 87,9% de los niños menores de 5 años y el 86,5% de las personas enfermas de 5 a 14 años consultaron.
19. La población con mayor nivel educativo es la que consultó en mayor proporción. Así, el 88,8% de la población con educación superior no universitaria y el 86,7% con educación secundaria efectuaron algún tipo de consulta, mientras que los enfermos o accidentados sin nivel educativo alguno y primaria lo hicieron en un 81,0% y el 82,7% respectivamente. 20. Se observa un mayor acceso a la consulta por parte de la población de ingresos altos. Así, el 83,8% y el 89,5% de la población enferma o accidentada del cuarto quintil y quinto quintil (quintiles de ingresos más altos) consultaron para tratarse del mal que les aquejaba. Esta proporción desciende en los estratos de ingresos bajos (primer y segundo quintil) a 78,0% y 83,6% respectivamente.
Capítulo IV: Acceso a servicios de salud por tipo de establecimiento
21. Del total de población que consultó, el 55,1% se llevó a cabo en establecimientos del sector público (hospital, puesto o centro de salud y URO comunal del MINSA y en hospital de las Fuerzas Armadas o Fuerzas Policiales). El 18,9% de la demanda en salud fue cubierta por los establecimientos del sector privado (clínicas, consultorios particulares y domicilio del paciente). El 20,8% de las consultas fueron absueltas por el Seguro Social de Salud (hospitales, postas y policlínicos). El 10,9% de las consultas se llevaron a cabo en el sector no especializado (en farmacia o botica, en casa del curandero o con el huesero, etc.).
22. Del total de consultas del sector público, el 53,7% fue cubierto por el Ministerio de Salud. De ellas el 36,6% se llevó a cabo en un centro o puesto de salud, el 17,7% en hospitales y el 0,3% en UROs comunales.
23. Es de destacar el importante papel que cumple el Ministerio de Salud, al brindar atención en salud en los lugares más alejados y deprimidos del país. Para ello, el MINSA ha expandido sus servicios beneficiando a la población de menores recursos.
24. La población que accede a los servicios del MINSA, mayormente tiene bajos niveles educativos. Así, atendió al 65,1% de la población enferma o accidentada que no tenía nivel educativo alguno o sólo contaban con educación inicial. Al 57,9% con algún año de educación primaria. En cambio, la población enferma o accidentada con educación superior universitaria el 18,5% consultó en establecimientos del MINSA.
25. La población que accede a los servicios de salud del MINSA mayormente pertenece a hogares pobres. Esta afirmación se comprueba al analizar el acceso a estos establecimientos de acuerdo a la satisfacción de necesidades básicas. Así, del total de personas enfermas o accidentadas que pertenecen a hogares con necesidades básicas insatisfechas, el 70,1% recibieron atención en estos establecimientos. En cambio, del total de personas enfermas o accidentadas con necesidades básicas satisfechas (no pobres), el 44,5% consultaron en establecimientos del MINSA.
26. A los establecimientos de salud del sector privado accedió en mayor proporción la población no pobre, es decir los que tenían cubierta sus necesidades básicas. Así, el 22,3% de los enfermos o accidentados con necesidades básicas satisfechas consultaron en estos establecimientos y principalmente en consultorios particulares (14,0%). En cambio, la población enferma o accidentada en situación de pobreza, es decir con necesidades básicas insatisfechas el 12,6% fueron atendidos en estos establecimientos. 27. A los establecimientos de salud del Seguro Social (ESSALUD) accedió en mayor medida la población afectada del área urbana, donde de cada 100 consultas de este sector 21 se llevaron a cabo en establecimientos de ESSALUD. Asimismo, ESSALUD cubre mayormente la demanda de la población del Resto Costa y de Lima Metropolitana.
28. Al analizar a la población enferma que requiere atención demandante de ESSALUD de acuerdo a la satisfacción de sus necesidades básicas, se observa que accede mayormente la población que tienen cubierta sus necesidades básicas. Así, ESSALUD atendió al 27,7% de la población afectada con NBS y sólo al 8,5% de la población afectada en situación de pobreza, es decir con necesidades básicas insatisfechas.
29. Paralelo a los servicios que brindan los establecimientos del sector salud (en los cuales atienden profesionales de la salud), existe un sistema de cuidado, que está integrado por las farmacias y boticas, casa de curandero o huesero y otros lugares no especificados, estos establecimientos absolvieron la demanda del 10,9% de la población afectada. De este total el 5,5% cubrió las farmacias y boticas, el 2,3% la casa del curandero y el 3,3% otros establecimientos.
30. En este sector consultó mayormente la población analfabeta. Así del total de población afectada analfabeta, el 18,9% consultó en establecimientos de este sector, especialmente en casa del curandero.
Capítulo V: Atención de Salud por tipo de personal
31. El 92,6% de la población que manifestó haber padecido de alguna enfermedad o accidente, acudió a consultar a un profesional de la salud, sea médico, dentista, obstetriz o enfermera. En tanto que el 6,9% acudió a consultar a un profesional técnico, (sanitario, promotor de salud, o un farmacéutico o boticario) y el 3,8% acudió a consultar al personal no especializado, es decir un curandero, familiar o amigo.
32. Se observa en el área rural mayor presencia de personas con alguna enfermedad o accidente que acudieron a consultar al personal técnico y personal no especializado, 10,9% y 8,3% que en el área urbana que fue de 5,4% y 2,2% respectivamente.
33. La población pobre o con necesidades básicas insatisfechas consulta mayormente al personal técnico (9,5%) y al personal no especializado (6,0%) sobre todo la población en extrema pobreza donde el 11,3% acude al personal técnico y el 7,5% al personal no especializado.
Capítulo VI: Demanda insatisfecha de atención en salud
34. El 15,8% de los entrevistados que reportaron haber padecido de alguna enfermedad o accidente en los 3 meses previos a la ejecución de la encuesta manifestaron no haber recibido atención alguna para tratarse del mal que les aquejaba. La ENAHO de 1998, indagó acerca de las razones por las cuales no recibieron atención, llegando a determinar que el 40,4% de los que no consultaron fue por falta de recursos económicos, el 31,7% por problemas de credibilidad y confianza, el 15,1% adujeron la falta de accesibilidad, el 9,4% no desearon consultar y el 6,6% no consultaron por mala calidad de los servicios y 9,9% expresaron otros motivos.
35. Mayor proporción de mujeres enfermas o accidentadas que hombres, no consultaron por problemas económicos. Así, el 44,8% de las mujeres no habrían consultado por falta de recursos económicos, mientras que el 34,9% de los hombres no lo habrían hecho por este motivo.
36. La población que no consultó por razones económicas presenta bajos niveles educativos. Así, el 45,8% sin nivel de educación o sólo con inicial y el 40,2% con educación primaria indicaron como motivo de no consulta la falta de recursos económicos. La población con educación superior universitaria que no consultó por este motivo desciende al 16,2%.
Capítulo VII: Gasto en salud
37. El 69,5% de la población entrevistada que padeció de alguna enfermedad o accidente, gastó en materia de salud, sea en consultas, medicinas, rayos x, análisis, otro tipo de exámenes, etc. En cambio el 30,5% de la población entrevistada que padeció de alguna enfermedad o accidente no gastó en el tratamiento de la enfermedad.
38. La población enferma o accidentada que reside en el área urbana, en Lima Metropolitana y en el Resto Costa gastaron en mayor proporción en materia de salud. Así, el 71,0%, el 74,0% y el 69,6% de la población afectada de dichos ámbitos respectivamente, realizaron gastos para tratarse del mal que les aquejaba.
39. Del total de gasto efectuado en el tratamiento de la enfermedad, el 76,8% fue destinado a la adquisición de medicinas, el 10,0% para consulta, el 7,1% en análisis, el 1,9% en rayos (x) y el 4,2% en exámenes diversos.
40. El gasto promedio efectuado por la población enferma o accidentada para tratarse del mal que le aquejaba es de 31,8 nuevos soles. Este gasto promedio incluye, el monto que podría haber desembolsado en consulta, compra de medicinas, rayos x, análisis y otro tipo de exámenes requeridos.
41. En Lima Metropolitana el gasto promedio en salud se ubica en 43,8 nuevos soles, 6,4 nuevos soles más que el gasto realizado en las ciudades capitales de departamento, 11,2 nuevos soles más que el gasto en salud de las ciudades menores.
Capítulo VIII: Caracterización de las enfermedades más comunes
42. Según los resultados de la ENAHO 1998, el 33,8% de la población que manifestó haber padecido de alguna enfermedad o accidente, estuvo afectado de alguna enfermedad del sistema respiratorio.
43. Las enfermedades del sistema respiratorio incidieron en mayor proporción en la población masculina que en la femenina. De cada 100 hombres entrevistados enfermos 37 estuvieron afectados de enfermedades de este tipo, mientras que de cada 100 mujeres enfermas 31 respondieron haber padecido de alguna enfermedad del sistema respiratorio.
44. Las enfermedades del sistema respiratorio incidieron más en el grupo de edad de 0 a 4 y de 5 a 14 años. De cada 100 enfermos menores de 5 años 52 fue por enfermedades del sistema respiratorio. Asimismo, de cada 100 enfermos de 5 a 14 años 50 fue por ésta enfermedad. 45. Las enfermedades del sistema respiratorio incidieron en mayor medida en las personas que residen en viviendas improvisadas y en departamento en edificio. Así, un poco más de la tercera parte de las personas enfermas que residían en este tipo de viviendas sufrieron de enfermedades del sistema respiratorio.
46. Otra enfermedad que incidió en 3,7% de las mujeres son las del sistema reproductivo y mamas. Esta enfermedad afectó en mayor proporción en la selva (6,1%), en la sierra el 4,8% y en las ciudades capitales de departamento (4,4%).
47. Las enfermedades del sistema reproductivo y mamas incidió en mayor proporción en las mujeres en edad fértil. El 83,3% de las mujeres afectadas con ésta enfermedad tenían edades comprendidas entre los 15 y 49 años.
48. El 76,5% de las mujeres afectadas de enfermedades del sistema reproductivo y mamas tenían pareja: casadas el 43,7% y convivientes 32,8%.
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