II. Marco Conceptual La Encuesta Nacional de Hogares del segundo trimestre de 1998 (ENAHO 98-II) contiene información socio - económica y demográfica de 32,313 individuos en todo el país, agrupados en 7,335 hogares. El Cuadro 1 presenta algunos resultados que describen las condiciones de pobreza, educación y salud en el país. La información disponible en la ENAHO 98-II muestra grandes desigualdades entre los cuartiles de ingreso familiar per cápita. Este ingreso es, en promedio, S/. 226 por mes y, sin embargo, el promedio del cuartil más pobre es sólo S/. 28. La educación de este primer cuartil es también notoriamente baja: entre las personas mayores de 25 años, sólo el 15% ha culminado la instrucción secundaria. En el cuartil más alto, esta tasa llega al 75%. Los años promedio de estudios señalan un contraste similar. Para los cuartiles más bajos, la menor instrucción recibida viene acompañada con un acceso menor a servicios públicos de agua y desagüe. En el caso de los servicios de desagüe la utilización del mismo fluctúa entre 15% y 82% desde el primer cuartil (más pobre) hasta el cuarto (más rico).
Cuadro 1
La encuesta ofrece información sobre la ocurrencia reciente (en los últimos tres meses) de enfermedades. La sección 4 discute la selección del indicador de salud. Para una primera aproximación al problema, el Cuadro 1 "mide" las condiciones de salud de cada cuartil a través de la tasa de personas que no han sufrido enfermedades durante los últimos tres meses. Esta tasa, que puede interpretarse como la probabilidad de conservarse sano durante ese lapso, es homogénea en los tres primeros cuartiles (alrededor de 44%), y se eleva hasta 49% en el cuarto. Gráfico 2.1 Los resultados del Cuadro 1 sugieren una relación estrecha entre salud e ingreso per cápita sólo a partir del cuartil de mayores ingresos. Ciertamente, varios sesgos podrían alejar a esta tasa del indicador real de salud. Estas distorsiones son discutidas más adelante. Por otra parte, las tasas de consultas institucionales de los enfermos sí muestran una fuerte desigualdad entre los cuartiles: varían desde 38% hasta 61% en los cuartiles extremos. Las personas pertenecientes a los hogares de los cuartiles más pobres, además de hacer menor uso de la atención médica, recurren con mayor probabilidad a establecimientos del Ministerio de Salud (MINSA). En el cuartil más bajo, el 31% de los atendidos visita esos establecimientos; en el más alto, sólo el 21%.El Gráfico 1 muestra también que los más pobres gastan menos en salud: se atienden menos y, cuando lo hacen, buscan recibir atención de salud en los locales del MINSA. Sin embargo, el gráfico indica también el gasto en salud como porcentaje del ingreso familiar per cápita y revela que, en términos proporcionales, los pobres gastan más. Así la salud sería un factor que eleva la desigualdad en el bienestar y resalta la importancia del estudio de sus determinantes. Gráfico 2.2
Fuente: ENAHO 98-II. Como se señala líneas arriba, el presente artículo buscará analizar cuáles son los determinantes de la salud y explorará su impacto sobre la desigualdad y la pobreza. Las condiciones deficitarias en la salud personal afectan las condiciones de desigualdad a través de la capacidad de generación de ingresos. El Gráfico 2 compara los salarios por hora de los individuos que han pasado los últimos tres meses sanos con los de quienes sí sufrieron alguna enfermedad. Se restringe a la población entre 16 y 70 años de edad; es decir, a potenciales participantes del mercado laboral. Tanto entre hombres como entre mujeres, los individuos más saludables obtienen un mayor ingreso por hora. En el caso de las mujeres, la ocurrencia de enfermedad está asociada a una reducción de 26% en el salario por hora. Para los hombres, la reducción es sólo 10%.
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