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³ CAPITULO 2 MARCO HISTORICO DEL CRECIMIENTO URBANO ³
³ EN AMERICA LATINA Y EL PERU ³
³ ³
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
El proceso hist¢rico del desarrollo urbano en Am‚rica Latina ha
estado sustentado en los intereses econ¢micos y pol¡ticos que han
regido las varias generaciones de la sociedad, su forma de incorpora-
ci¢n a los sistemas econ¢micos externos dominantes, aunado a las
condiciones geogr ficas de posici¢n o situaci¢n de la ciudad a escala
regional en relaci¢n a la producci¢n y al comercio.
EN AMERICA LATINA
Caracter¡sticas del desarrollo
La incorporaci¢n de Am‚rica Latina al sistema capitalista
mundial, en diversos momentos hist¢ricos, cubriendo actividades,
procesos y subespacios en forma desigual, unida a la forma de gesti¢n
del desarrollo en los propios pa¡ses, condicion¢ globalmente la
presente situaci¢n:
a. El esfuerzo productivo se concentra en la demanda de los sectores
de m s altos ingresos, marginando al resto de la poblaci¢n que no
alcanza a satisfacer siquiera sus necesidades b sicas de alimen-
taci¢n, vivienda, educaci¢n y salud.
b. Las nuevas tecnolog¡as, intensivas de capital y energ¡a, con
requerimientos de altas tasas de inversi¢n y bajo crecimiento
demogr fico, no guardan relaci¢n con la dotaci¢n de factores de
la mayor¡a de pa¡ses de la regi¢n, con menor capacidad de
inversi¢n, elevada desocupaci¢n estructural y alto crecimiento
demogr fico, incrementando la desocupaci¢n y careciendo de
capacidad para absorber al personal desplazado.
c. Generaci¢n de desigualdades en el interior de los diferentes
subespacios nacionales, caracterizadas por el grado de penetra-
ci¢n de formas capitalistas en su territorio, defini‚ndose:
" reas avanzadas o modernas" que controlan la distribuci¢n de los
beneficios del sistema, donde es neto el predominio de las formas
capitalistas que se asemejan a las de las econom¡as desarro-
lladas; " reas de atraso estructural", donde coexisten o son
dominantes formas precapitalistas o capitalistas en sus formas
menos avanzadas, dado el grado de penetraci¢n, d‚bil, rezagado, o
en algunos casos, pr cticamente inexistente; " reas, donde se
combinan elementos pertecientes a las otras dos", que han sido de
muy baja ocupaci¢n previa, donde se introducen procesos de
explotaci¢n por empresas altamente tecnificadas de elevada espe-
cializaci¢n, que funcionan como "enclaves", por su incapacidad de
generar actividades nuevas y, "espacios vac¡os", relegando
inmensos recursos naturales, que hubieran podido sustentar
desarrollos sostenidos y aut¢nomos.
d. El incremento de modo acentuado del peso relativo de la poblaci¢n
nacional en grandes aglomeraciones por la elevada concentraci¢n
poblacional y la urbanizaci¢n acelerada, por los efectos reali-
mentadores incorporados, as¡ como las tendencias migratorias por
la atracci¢n del mercado urbano de empleo y las dificultades de
subsistencia en el atrasado sector agr¡cola.
e. La implantaci¢n de pol¡ticas de desconcentraci¢n espacial, promo-
vidas desde el Estado, especialmente en pa¡ses como Brasil,
Argentina, Chile y Venezuela, caracterizadas por el desplaza-
miento de actividades "motrices", que se realizan cuando la
inversi¢n de capitales es justificada en la medida en que los
Recursos Naturales se encuentren alejados de las aglomeraciones
(minas de hierro, yacimientos de carb¢n, fuentes de petr¢leo
etc.); o cuando lo que se desplaza son las m quinas y las activi-
dades con perfiles econ¢micos de alta especializaci¢n donde todo
el aparato de gesti¢n, permanece en la metr¢poli, ya sea nacional
o extranjera, dado el desarrollo de las telecomunicaciones,
generando centros decrecimiento explosivo, de atracci¢n masiva de
migrantes, que son incapaces de ser absorbidos por el tipo de
tecnolog¡a empleado, que no hace sino repetir las consecuencias
ambientales y personales de la calidad de los grandes centros
urbanos.
f. Con mucha frecuancia, las nuevas formas de producci¢n y tecno-
log¡a no se adec£an a las condiciones ambientales de los pa¡ses,
produciendo "impactos ambientales negativos".
g. La tecnolog¡a, incipiente en la regi¢n, es incapaz de competir
con un tipo de producci¢n tecnol¢gica, en constante cambio, por
los sistemas cient¡ficos de los pa¡ses centrales, dando lugar a
una importaci¢n tecnol¢gica masiva, lo que va acompa¤ado de la
incapacidad de las clases dominantes por crear sistemas de
investigaci¢n y desarrollo realmente eficientes.
La crisis de los 80, incrementa los problemas econ¢micos de la
reg¡on, caracterizados por la alta inflaci¢n, la carga de la
deuda externa, los precios del petr¢leo de 1973 y 1979, las altas
tasas de inter‚s, la baja de los precios agr¡colas, el r pido
crecimiento de la poblaci¢n, la concentraci¢n de la propiedad de
la tierra, ingresos dispares e ineficiencia gubernamental,
poniendo de manifiesto, no s¢lo las deficiencias estructurales
del modelo de desarrollo, sino que adem s gener¢ nuevos obst cu-
los a la movilidad y cohesi¢n social, donde la evoluci¢n de las
condiciones de pobreza es una de las principales manifestaciones.
En efecto, hacia 1989 hab¡a cerca de 183 millones de personas
pobres en Am‚rica Latina, (44% de la poblaci¢n), 47 m s que en el
inicio de 1980 y 71 millones m s que al inicio de 1970. Del total
de pobres existentes al finalizar la d‚cada anterior, alrededor
de 88 millones eran indigentes (21% de la poblaci¢n).(1)
Desde fines de la d‚cada del 80, se dieron pol¡ticas de ajuste
con la consiguiente ca¡da del nivel de ingreso, que no hicieron
sino acentuar la situaci¢n de pobreza de la poblaci¢n latino-
americana.
En t‚rminos globales, el PBI/pc descendi¢ en 3% en el lapso
1980-1990. Para este £ltimo a¤o, se ha estimado que el 40% de las
familias no alcanzaron el n£mero de calor¡as requeridas, 700,000
beb‚s morir¡an anualmente antes del primer a¤o, el desempleo y
subempleo afectaba al 44% del total de la fuerza masculina y el
68% de las viviendas era inapropiada.(2)
Sin embargo hay grandes diferencias entre los pa¡ses de la regi¢n
y al interior de los pa¡ses:
En 1990, Hait¡ y Honduras catalogados como los pa¡ses m s pobres,
alcanzaron un ingreso per c pita menor de $600, mientras que
pa¡ses como M‚jico, Uruguay, Brasil, Argentina y Venezuela,
alcanzaron ingresos por sobre los $2,400, a precios corrientes de
1992. Esto guarda coherencia con el grado de industrializaci¢n de
los pa¡ses. En Chile, Uruguay, Argentina, y Venezuela, menos del
15% de poblaci¢n activa estaba comprendida en ese sector,
mientras que en pa¡ses como Hait¡, Honduras y Guatemala m s del
50% trabajaba en la agricultura. (Ver Cuadro No. 2.01).
Los Cuadros No. 2.02 y No. 2.03 muestran que en 15 de los 19
pa¡ses de la regi¢n, existe una gran coherencia entre el nivel de
ingreso y el del empleo industrial, siendo a nivel nacional, muy
desigual en cada pa¡s.
CUADRO N§ 2.01
DISTRIBUCION DEL INGRESO DE LOS PAISES DE LA REGION
ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄ¿
³ ³ ³ MUY ³ MEDIO ³ MUY ³ MUY ³
³ PAISES ³ A¥OS ³ BAJO ³ 45% ³ ALTO ³ ALTO ³
³ ³ ³ 20% ³ ³ 20% ³ 10% ³
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÙ
GUATEMALA 1971Ä81 5.5 39.5 55.0 40.8
PERU 1985Ä86 (*) 4.4 43.7 51.9 35.8
COLOMBIA 1988 (**) 4.9 43.0 53.0 37.1
JAMAICA 1988 (*) 5.4 45.5 49.2 33.4
COSTA RICA 1986 (*) 3.3 42.2 54.5 38.8
VENEZUELA 1987 (**) 4.7 44.7 50.6 34.2
BRASIL 1983 2.4 35.0 62.6 46.2
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
(*) DATOS REFERIDOS AL INGRESO PER CAPITA
(**) DATOS REFERIDOS AL GASTO PER CAPITA
FUENTE: WORLD DEVELOPMENT REPORT 1992
CUADRO N§ 2.02
INDICADORES DE POBLACION POR PAISES DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE
ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄ¿
³ PAISES ³ POBLACION ³ TASA% ³ POBLACION ³ TASA% ³ GRADO ³ FUERZA LABORAL ³ ³
³ ³ TOTAL ³ 87Ä92 ³ URBANA ³ 87Ä92 ³ CONCENT. ÃÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄ´ PBI/PC ³
³ ³ 1992 ³ ³ 1992 ³ ³ URBANA ³ 1992 ³ AGRIC. ³ INDUS. ³ ³
³ ³ ³ ³ ³ ³ PU / PT ³ ³ ³ ³ ³
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
AMERICA LATINA 453.294 1 Ä 7 330.451 2 Ä 6 72 Ä 9 166.091 2.690
1. ARGENTINA 33.101 1 Ä 2 28.698 1 Ä 5 86 Ä 7 11.910 13% 34% 6.050
2. BRASIL 153.850 1 Ä 6 117.849 2 Ä 5 76 Ä 6 57.525 31% 27% 2.770
3. BOLIVIA 7.524 2 Ä 4 3.943 3 Ä 7 52 Ä 4 2.405 46% 20% 680
4. CHILE 13.599 1 Ä 6 11.573 1 Ä 9 85 Ä 1 4.922 16% 25% 2.730
5. COLOMBIA 33.400 1 Ä 7 23.747 2 Ä 5 71 Ä 1 10.897 34% 23% 1.330
6. COSTA RICA 3.193 2 Ä 5 1.536 3 Ä 6 48 Ä 1 1.075 31% 23% 1.960
7. CUBA 10.822 0 Ä 8 8.073 1 Ä 4 74 Ä 6 4.623 24% 29% S.I
8. ECUADOR 11.023 2 Ä 2 6.393 3 Ä 7 58 3.489 39% 20% 1.070
9. EL SALVADOR 5.380 1 Ä 9 2.437 2 Ä 9 45 Ä 3 2.306 43% 19% 1.170
10. GUATEMALA 9.742 2 Ä 9 7.11 3 Ä 9 72 Ä 9 2.816 57% 17% 980
11. HAITI 6.715 1 Ä 8 2.001 3 Ä 9 29 Ä 8 3.276 70% 8% S.I
12. HONDURAS 5.418 3 Ä 2.454 4 Ä 8 45 Ä 3 1.709 60% 16% 380
13. MEJICO 84.967 2 Ä 62.621 2 Ä 7 73 Ä 7 32.463 37% 29% 3.470
14. NICARAGUA 3.875 2 Ä 7 2.364 3 Ä 7 61 1.308 47% 16% 340
15. PANAMA 2.515 2 Ä 1.35 2 Ä 7 53 Ä 7 921 32% 18% 2.420
16. PARAGUAY 4.519 2 Ä 7 2.205 4 Ä 1 48 Ä 8 1.494 49% 21% 1.380
17. PERU 22.370 1 Ä 9 15.838 2 Ä 6 70 Ä 8 7.563 40% 18% 950
18. R. DOMINICANA 7.321 1 Ä 7 4.546 3 Ä 1 62 Ä 1 2.322 46% 15% 1.050
19. URUGUAY 3.130 0 Ä 6 2.801 1 Ä 1 89 Ä 5 1.240 16% 29% 3.340
20. VENEZUELA 20.249 2 Ä 3 18.528 2 Ä 8 91 Ä 5 7.293 16% 28% 2.910
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
FUENTE: INFORME BANCO MUNDIAL 1994
CUADRO N§ 2.03
ORDENAMIENTO DE PAISES DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE,
SEGUN INDICADORES DE INGRESOS FUERZA LABORAL INDUSTRIAL
Y GRADO DE CONCENTRACION URBANA
ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿
³ PBI / PC ³ FUERZA LABORAL EN EL ³ GRADO DE CONCENTRACION ³
³ $ 1992 ³ SECTOR INDUSTRIAL ³ URBANA ³
ÃÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÅÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÅÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ´
³ RANGO ³ PAISES ³ RANGO ³ PAISES ³ RANGO ³ PAISES ³
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
2,696 - 8355 1. ARGENTINA 25% Y MAS 1. ARGENTINA 70 % Y MAS 1. VENEZUELA
2. MEJICO 2. MEJICO 2. URUGUAY
3. URUGUAY 3. URUGUAY 3. ARGENTINA
4. BRASIL 4. CUBA 4. CHILE
5. VENEZUELA 5. VENEZUELA 5. BRASIL
6. CHILE 6. BRASIL 6. CUBA
1,000 - 2,695 7. PANAMA 7. CHILE 7. MEJICO
8. COSTA RICA 20 % - 24 % 8. COSTA RICA 8. COLOMBIA
9. PARAGUAY 9. COLOMBIA 9. GUATEMALA
10. COLOMBIA 10. PARAGUAY 10. PERU
11. EL SALVADOR 11. ECUADOR 50 % - 69 % 11. R. DOMINICANA
12. ECUADOR 12. BOLIVIA 12. NICARAGUA
13. R. DOMINICANA 13. ECUADOR
340 - 999 14. GUATEMALA 0 % - 19 % 13. EL SALVADOR 14. PANAMA
15. PERU 14. PANAMA 15. BOLIVIA
16. BOLIVIA 15. PERU 30 % 49 % 16. PARAGUAY
17. HONDURAS 16. GUATEMALA 17. COSTA RICA
18. NICARAGUA 17. HONDURAS 18. EL SALVADOR
19. HAITI 18. NICARAGUA 19. HONDURAS
19. R. DOMINICANA 20. HAITI
20. HAITI
ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
NOTA: CADA RELACION DE PAISES APARECE CON LOS NUMEROS DE ORDEN SEGUN
LA SECUENCIA DESCENDENTE DE LOS VALORES DEL INDICADOR RESPECTIVO.
FUENTE: INFORME BANCO MUNDIAL 1994
De otro lado, es necesario resaltar que, el incremento del n£mero
de personas pobres durante el decenio reci‚n pasado se concentr¢
casi en su totalidad en las zonas urbanas si bien la proporci¢n
de la poblaci¢n pobre en estado de indigencia, aument¢ en mayor
medida en el rea rural. En todo caso, mientras en 1970, s¢lo el
37% resid¡a en las ciudades, hacia fines del decenio e 1980, m s
de la mitad de los pobres eran urbanos.(3)
Proceso de Urbanizaci¢n
En Am‚rica Latina, desde mediados del presente siglo, los cambios
de la composici¢n etaria, ocupacional y residencial de la poblaci¢n
ocurrieron en forma casi simult nea con una expansi¢n de la poblaci¢n
sin igual en la historia, que en t‚rminos absolutos cambi¢, desde 159
millones en 1950, a 325 en 1980 y, un estimado de 450 en 1990, 12% de
la poblaci¢n mundial, y en t‚rminos relativos, que de un crecimiento
de 2.8% en la d‚cada de los 60, alcanz¢ entre 1991 y 1992 un
crecimiento promedio de 2% anual.(4)
Este crecimiento poblacional, ha estado acompa¤ado por un signi-
ficativo crecimiento de reas urbanas, que alcanzando en 1950,
£nicamente un grado de urbanizaci¢n de 25%, lleg¢ a m s del 50% en
1980 y a m s del 72% en 1990, el m s alto porcentaje de habitantes
urbanos del mundo en desarrollo, comparable con el de los pa¡ses del
mundo desarrollado y que considerando s¢lo Am‚rica del Sur alcanza el
76% de poblaci¢n urbana, m s alta que la europea.(5) (Ver Gr fico
No. 2.01)
Lo anterior nos lleva a afirmar que, el ambiente urbano, ocupado
inicialmente por una minor¡a, ha pasado a constitu¡r el marco de vida
y de trabajo, de tres de cuatro habitantes de la regi¢n y que seg£n
proyecciones recientes alcanzar el 85% para el a¤o 2025, lo que la
convertir en la regi¢n m s urbanizada del planeta en el pr¢ximo
siglo.
Sin embargo, es necesario aclarar, seg£n se muestra en los
Cuadros No. 2.02 y No. 2.03, que a los altos grados de urbanizaci¢n
para los pa¡ses medianos y m s pobres de la regi¢n, no corresponden
altos grados de industrializaci¢n e ingreso, lo que estar¡a explicando
m s bien el grado de terciarizaci¢n de la econom¡a urbana y los
niveles de pobreza de su poblaci¢n de menores ingresos.
La caracter¡stica principal del proceso de urbanizaci¢n en
Am‚rica Latina, ha sido la de la fuerte concentraci¢n poblacional en
muy pocas grandes ciudades y sus altos ritmos de crecimiento alcanzado
en diferentes momentos hist¢ricos.
Ya en la d‚cada del 60, los pa¡ses con un fuerte crecimiento de
su econom¡a e industrializaci¢n como M‚jico, Colombia y Brasil,
tuvieron un crecimiento explosivo de sus grandes ciudades con elevadas
tasas de crecimiento, lo que no sucedi¢ con pa¡ses como Chile,
Argentina y Uruguay, que en ese entonces ya estaban urbanizados.
Buenos Aires tuvo una de las m s bajas tasas de crecimiento con 1.8%,
que implicaba ya un proceso de consolidaci¢n.
En cuanto al tama¤o poblacional, £nicamente 7 ciudades alcanzaron
m s de 1 000,000 de habitantes en 1950, lo que aument¢ a 25 en 1980 y,
a 39 en 1990, estim ndose que en el 2,000, m s de la mitad de la
poblaci¢n vivir en 46 grandes reas metropolitanas.(6)
Para el mismo a¤o, 9 de las 37 ciudades de m s de 5 000,000 de
habitantes estar n en Am‚rica Latina.
Tanto con ritmos altos o bajos de crecimiento, lo real es que en
Am‚rica Latina, la concentraci¢n de la poblaci¢n, la producci¢n, los
servicios y la toma de decisiones, se realiza en unos pocos centros
urbanos, muchos de los cuales se han constitu¡do en verdaderas
megaciudades. Varios pa¡ses concentran m s del 50% de la producci¢n
industrial, (y sus residuos) en la ciudad principal, que en la mayor¡a
de los casos corresponde a la capital del pa¡s.
Entre las grandes megal¢polis, se tiene:
Ciudad de M‚jico, que con una poblaci¢n de 19 millones, a 1990,
alcanzar los 24.4 millones para el 2,000.
Sao Paolo, que con 18.4 millones en 1990, alcanzar los 23.6
millones para el 2,000.
Buenos Aires, que con 11.5 millones para 1990, alcanzar los 13
millones en el 2,000.
Lima, que con 6.4 millones en 1990, tendr¡a en el 2,000 9.7
millones de habitantes
(Ver Gr ficos No. 2.02 y No. 2.03)
De otro lado, se han desarrollado en Am‚rica Latina, verdaderas
Regiones Metropolitanas, aglutinadas por una aglomeraci¢n central,
como la de Buenos Aires, o el tri ngulo formado por Sao Paulo, R¡o y
Bello Horizonte.
Colombia es un caso sui g‚neris, donde se ha formado cuatro
grandes aglomeraciones urbanas, en lugar de una, Bogot , Cali,
Medell¡n y Barranquilla, donde Bogot , ciudad capital, por sus
condiciones de emplazamiento, tiene limitaciones para su expansi¢n.
En el otro extremo, los asentamientos rurales, desde formas
grupales, poblados peque¤os y hasta pueblos de diverso tama¤o, est n
ligados b sicamente a la actividad agr¡cola y a los servicios b sicos
para su poblaci¢n, los cuales ordenan su econom¡a sobre la base de la
influencia de polos de atracci¢n que son los medianos o grandes
conglomerados urbanos.
La calidad de vida en estos asentamientos, por las propias condi-
ciones del modelo, tienen ingresos reducidos e indicadores sociales
negativos, como escasez de servicios y equipamientos, especialmente en
los sectores de agricultura minifundista econ¢micamente marginada,
donde el recurso tierra se ha disminu¡do por factores como la erosi¢n
y el sobreuso.
En estas dos £ltimas d‚cadas, algunas ciudades grandes y peque¤as
est n comenzando a crecer a ritmos en muchos casos m s altos que la
ciudad tradicional de primac¡a, como Antofagasta y Temuco en Chile,
Arequipa y Trujillo en el Per£, Santa Cruz en Bolivia, C¢rdoba en
Argentina y algunas en Brasil o M‚jico, lo que estar¡a demostrando que
las grandes ciudades podr¡an disminu¡r gradualmente su presi¢n
poblacional en el futuro y la necesidad de dar mayor atenci¢n a las
ciudades de tama¤o medio, a fin de prever los grandes problemas que
tienen actualmente las grandes ciudades.
El crecimiento de las ciudades no es en realidad un fen¢meno
intr¡nsecamente negativo y, s¢lo se convierte en tal, en la medida en
que coadyuvan a fortalecer los desarrollos desiguales en el territo-
rio, atentando contra el logro de un desarrollo equilibrado y
sustentable.
Con or¡genes similares a partir de la consolidaci¢n de los
centros en el per¡odo colonial y los primeros a¤os de la Rep£blica, el
desarrollo de las ciudades en la regi¢n ha sido heterog‚neo a partir
de la d‚cada de los cuarenta, en que comenzaron a expandirse r pida-
mente y en forma diferencial, superando en diferente grado, las
capacidades de gesti¢n y de oferta de servicios que su crecimiento
demandaba.
No se puede negar que a nivel nacional, las grandes ciudades
tienen muchos privilegios en relaci¢n al resto del pa¡s: contin£an
dominando la pol¡tica y vida econ¢mica, han recibido las mayores
inversiones y son favorecidas en relaci¢n al rea rural. En t‚rminos
estad¡sticos, tienen mayores industrias, actividades financieras,
mejores ingresos y altas coberturas de los servicios b sicos y de
infraestructura que el resto de la poblaci¢n, explicable por la
coherencia existente entre modernizaci¢n e industrializaci¢n del
modelo de desarrollo.
Sin embargo, es necesario indicar que estas altas tasas relativas
de crecimiento, corren parales con el crecimiento de la pobreza en el
mbito urbano, que tambi‚n presentan diferentes grados seg£n los
pa¡ses. En t‚rminos globales se tiene que, entre 1970 y 1986, los
hogares pobres del total de hogares de la regi¢n, tuvieron una ligera
reducci¢n de 40% a 36% y que, sin embargo, los hogares urbanos pobres
crecieron desde 26% al 30%, mientras que los hogares rurales pobres
declinaron desde 62% al 53%. (Ver Gr fico No. 2.04)
Se puede decir que, la pobreza en Am‚rica Latina es hoy un fen¢-
meno mayoritariamente urbano, fruto, tanto de la fuerte expansi¢n de
sus principales ciudades, como del hecho del incremento de los ¡ndices
de pobreza. Como consecuencia se incrementaron tambi‚n los problemas
sociales, tales como el trabajo informal, los ni¤os de la calle, la
delincuencia etc. y en general la disminuci¢n de la calidad de vida,
que se torna intolerable para los sectores populares, con sus secuelas
de dificultad para conseguir vivienda, d‚ficits en la dotaci¢n de
servicios de infraestructura y equipamiento, dificultades para la
movilidad f¡sica, etc. acrecent ndose los problemas ambientales, como
los ineficientes sistemas de distribuci¢n de agua potable, inadecuados
sistemas de recolecci¢n de residuos s¢lidos y de basuras, la
congesti¢n de los sistemas viales, la contaminaci¢n del aire, etc.
En t‚rminos geogr ficos, el crecimiento tambi‚n sobrepas¢ las
normas y planes de ordenamiento, teniendo las ciudades una irregular
ocupaci¢n y usos del suelo, cuyos grados y l¡mites, eran determinados
por las fuerzas demogr ficas, la especulaci¢n, los valores del suelo y
la capacidad del sector p£blico para proveer servicios a las reas de
expansi¢n.
Esta forma de crecimiento propici¢ la ocupaci¢n del suelo, en
forma extendida, en reas de muy baja densidad en las zonas de expan-
si¢n de las ciudades, con las deseconom¡as inherentes, el crecimiento
sobre la escasa tierra agr¡cola como el caso de Lima y, en algunos
casos, la sobresaturaci¢n y congesti¢n del centro de la ciudad y, la
formaci¢n de tugurios como en Lima, Quito y M‚jico.
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