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URBANIZACION Y DESARROLLO EN EL MUNDO MODERNO
Con el desarrollo de la Revoluci¢n Comercial en el mundo europeo
se establece, una divisi¢n de trabajo interurbana a nivel mundial, que
asegura el amplio desarrollo de las fuerzas productivas, que cobra
toda su magnitud con la Revoluci¢n Industrial.
La Revoluci¢n Industrial, que tuvo por escenario, desde el
inicio, el rea urbana, proyecta su sombra sobre el mundo entero y son
contados los conjuntos urbanos y las ciudades que consiguen librarse
de sus efectos. El acceso de cada pa¡s al mercado externo, depende de
su poder econ¢mico y de su capacidad de monopolizar territorios
allende el mar.
El aumento de la demanda fue la fuerza motriz que produjo, la
gran industria, la utilizaci¢n de la maquinaria para fines indus-
triales y la m s extensa divisi¢n del trabajo. Esta demanda exigi¢,
para ser rentable, estar concentrada.
Gran Breta¤a, hasta el £ltimo cuarto del siglo XIX, era el centro
de un sistema internacional de divisi¢n del trabajo, que ten¡a al
mbito de la mayor parte de los dem s pa¡ses, como gran rea
perif‚rica, hasta el desarrollo del monopolio de un conjunto de
pa¡ses, cuya econom¡a urbana se industrializa: EEUU, Francia,
Alemania, Jap¢n.
El crecimiento acelerado de las ciudades modernas se produce
entonces, con el proceso de industrializaci¢n y su impacto, ya sea
directo o indirecto, las cuales se desarrollan y estructuran en forma
muy distinta en los diversos pa¡ses, en el marco de las pol¡ticas
coloniales y de la organizaci¢n de los mercados mundiales, con formas
de convergencia, que han ido definiendo diferencias fundamentales de
estructura econ¢mica y social.
De este modo, los procesos de evoluci¢n de las ciudades, ligados
estrechamente a los procesos de desarrollo de sus respectivos pa¡ses,
son completamente diferentes en los pa¡ses desarrollados de los subde-
sarrollados, a pesar del tama¤o poblacional alcanzado por algunas
ciudades en estos £ltimos.
Se tiene as¡, que existen diferencias entre los grados de urbani-
zaci¢n, que es muy alto para los desarrollados, a pesar que cuentan
con pocas ciudades de m s de 1 000,000 de habitantes, mientras que en
M‚xico y Brasil, con un grado de urbanizaci¢n relativamente bajo,
cuentan con ciudades monstruosamente grandes en la estructura de
ciudades de sus respectivos pa¡ses.
En todo caso, la red urbana de los pa¡ses desarrollados, equili-
brada y articulada, est ligada al grado de desarrollo alcanzado en
las diferentes regiones, mientras que en los pa¡ses subdesarrollados,
est ligada principalmente a la interrelaci¢n entre regiones muy
diferentes en cuanto a oportunidades de empleo y servicios urbanos.
Esto cobra toda su gravedad, cuando se menciona, en la Confe-
rencia de Poblaci¢n y Desarrollo del Cairo que, del n£mero de 26
ciudades de m s de 10 000,000 de habitantes que se prev‚n para el a¤o
2010, la mayor parte estar en los pa¡ses en desarrollo.
En cuanto a las diferencias entre actividades urbanas y rurales,
si bien la ciudad se caracteriza por la presencia de actividades no
agr¡colas, en las econom¡as y en las sociedades m s desarrolladas,
algunas de esas actividades aparecen ya en la aldea. Es m s, en muchos
de estos pa¡ses, es dif¡cil encontrar diferencias entre campo y
ciudad, en todo caso, no es dif¡cil reconocer que la "poblaci¢n
rural", se dedique a actividades urbanas y la pr ctica de la agricul-
tura mecanizada, automatizada, computarizada, no se distingue en nada
de las dem s actividades urbanas. La poblaci¢n del campo, est hoy,
totalmente integrada a la gran industria.
Los pa¡ses de gran desarrollo urbano, como los EEUU de Norte
Am‚rica y los pa¡ses industriales europeos, no ofrecen diferencias
fundamentales en los problemas de crecimiento y de organizaci¢n
urbanos. Esos problemas se diferencian m s bien por la escala y por el
ritmo, m s no por su naturaleza. Es m s, en los EEUU. actividades
t¡picamente urbanas como el comercio, se aislan de la ciudad,
fund ndose complejos comerciales de una gran funcionalidad, sin que se
forme una ciudad, ni un embri¢n de ciudad, lo cual se logra por el
avance del transporte y sus radios de acci¢n. Tambi‚n, cualquier
industria puede crearse en el campo, sin necesidad de crear una
estructura urbana propiamente dicha.
En s¡ntesis, la divisi¢n del trabajo entre campo y ciudad, ha
sufrido una transformaci¢n tan amplia, en los pa¡ses desarrollados,
que es l¡cito plantearse la duda sobre la validez de diferenciar campo
y ciudad.
Por el contrario, en los pa¡ses subdesarrollados, las actividades
no agr¡colas se concentran en un n£mero reducido de centros de
agrupaci¢n que constituyen su armaz¢n urbana. En algunos casos, hay
ciudades donde m s del 50% de su poblaci¢n, tienen su medio de vida
directamente ligados a la producci¢n agr¡cola, algunas ciudades
hind£es o del Asia Occidental.
En lo que respecta a la formaci¢n y formas de expansi¢n de la
ciudad propiamente dicha, en los pa¡ses europeos las ciudades se
identifican por su n£cleo hist¢rico, a partir del cual se estructura
el organismo urbano. Surgen los barrios o grupos de barrios en formas
de expansi¢n que se realizan o en anillos conc‚ntricos continuos o a
lo largo de ejes de desarrollo, articul ndose en elementos lineales
que dejan grandes bolsones rurales.
En las ciudades de crecimiento r pido en los siglos XIX y XX, se
llega al tipo de ciudad multinuclear, que en algunos casos se unifica
a la ciudad, con la expansi¢n continua, o en otros casos se mantienen
aislados f¡sicamente, no as¡ funcionalmente, pues la ciudad ejerce el
mando y sigue siendo el factor de urbanizaci¢n.
Se forman de este modo los suburbios, que son fraccciones de la
ciudad, ya que no gozan, sino en parte de sus atribuciones, origin n-
dose desplazamientos diarios de la poblaci¢n activa hacia la ciudad, o
de un n£cleo suburbano a otro, constituyendo el conjunto una
aglomeraci¢n.
La ciudad sat‚lite, tan expandida en Inglaterra, tiene otra
connotaci¢n, pues, con cierto grado de aislamiento, 10 a 15 Km. del
borde, se independiza administrativamente del centro, formando parte
de un sistema de ciudades con la ciudad principal, donde cada una
tiene una funci¢n especializada.
En los pa¡ses industrializados se cuenta as¡ con una estructura
de ciudades que responde al nivel de desarrollo socioecon¢mico y
tecnol¢gico alcanzado, entre estos £ltimos el de los transportes de
toda ¡ndole. Sin embargo, las grandes ciudades, est n creando
problemas de nivel ambiental, problemas ligados al alto nivel de
desarrollo alcanzado y al muy alto nivel de consumo al que ha llegado
su poblaci¢n.
En los pa¡ses subdesarrollados, la gran mayor¡a se caracteriza,
por la existencia de arca¡smos nacionales y de un modernismo
importado. En estos pa¡ses, la ciudad es casi siempre heterog‚nea,
porque supone la yuxtaposici¢n de colectividades con intereses y
niveles culturales distintos, tanto del interior, como por los efectos
actuales o pasados de los contactos coloniales.
Hay en ellas un gran hacinamiento, donde la ciudad antigua,
especialmente en las ciudades de Asia y Africa, es impenetrable a la
vida moderna. Pero ese n£cleo es asediado por influencias externas,
introducci¢n de t‚cnicas importadas y por la presi¢n de campesinos
desarraigados, que llegan en b£squeda de mejores niveles de vida.
La caracter¡stica saltante en ‚stos pa¡ses es el que el fen¢meno
de la urbanizaci¢n se da en condiciones de extrema pobreza especial-
mente en la £ltima d‚cada, que se agrava con el crecimiento de la
poblaci¢n, a pesar de la disminuci¢n de los niveles de mortalidad y
fecundidad.
En cuanto a las caracter¡sticas de crecimiento de las ciudades,
es dificil uniformar criterios, dado la gran variedad de formas que el
subdesarrollo presenta. En lo que respecta a las grandes ciudades
latinoamericanas, el crecimiento se ha realizado en forma extendida a
partir de un n£cleo central, cuya posici¢n y sitio se origin¢ en la
colonia.
Como marco del estudio interesa desarrollar las caracter¡sticas
del crecimiento urbano en Am‚rica Latina y el Per£, en su proceso
hist¢rico.
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