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EN EL PERU El Per£, con gran variedad de climas, paisajes y recursos, desde el mar y el desierto costero, hasta la selva amaz¢nica, pasando por los valles interandinos y la puna, ha compartido con Am‚rica Latina, desde el ocaso de la formaci¢n social del incanato, similares facto- res, que en mayor o menor medida condcionaron su desarrollo y su proceso de concentraci¢n poblacional y de urbanizaci¢n. Presentamos aqu¡ con un mayor alcance, el proceso hist¢rico de poblamiento en el Per£: El proceso hasta la segunda mitad del siglo XX Antiguo Per£ En el Antiguo Per£, los asentamientos humanos tuvieron un largo per¡odo de formaci¢n de varios siglos, desde un estado trashumante de subsistencia hasta los de caracter sedentario, que con una econom¡a de agricultura, consolidaban y expand¡an espacios favorables y propicios al h bitat, creando las bases estructurales de las comunidades organizadas. Emergen formas sociales diversas, que aparecen y desaparecen en su proceso hist¢rico, surgiendo Chav¡n, Mochica, Nazca y Tiahuanaco, los imperios Huari, Chim£ y los Reynos Aymara, que constituyen los diversos momentos del desarrollo del Per£ milenario. Con el Imperio Incaico, se desarrolla una sociedad aut¢noma, caracterizada por un modelo de producci¢n eminentemente agr¡cola, organizado en funci¢n de las necesidades del centro hegem¢nico del Cusco, que constitu¡a uno de los mecanismos impulsores de articulaci¢n del proceso productivo. Los antiguos peruanos alcanzaron muchos logros en su relaci¢n con la naturaleza, respondiendo con acierto a las precondiciones del desarrollo agropecuario y rural, (topograf¡a desfavorable, suelos variables, riesgos clim ticos, fragilidad y diversidad ecol¢gica) y satisfaciendo las necesidades de alimentaci¢n, vestido y vivienda, de una poblaci¢n similar en tama¤o a la que actualmente ocupa el territorio nacional. Este Imperio logr¢ extender su dominio a un territorio vasto, conformado por cuatro regiones (suyos), articulados por el Cusco, cuya primac¡a hizo que las capitales de muchos estados cumplieran un rol de segunda importancia. El patr¢n de asentamiento era disperso, con poblados peque¤os mediante los cuales se ocupaba productivamente todos los variados ecosistemas, que estaban conectados, tanto por lazos organizacionales, como por una gran red de caminos peatonales. Las regiones ecol¢gicas favorables estuvieron ubicadas principal- mente en los valles interandinos del Mara¤¢n, Huaylas, Apurimac, Urubamba y la meseta del antiplano, ocupando la faja costera una relativa menor importancia y constituyendo la regi¢n de la selva una zona marginal por su dif¡cil accesibilidad, y por sus caracter¡sticas clim ticas y geogr ficas. La Conquista y La Colonia La sociedad inca qued¢ desintegrada con el advenimiento de los conquistadores, dando origen a un largo proceso socioecon¢mico, caracterizado por la forma como se iba incorporando al sistema econ¢mico internacional, lo que signific¢ el fomento de aquellas reas que reun¡an ventajas comparativas para competir con ‚xito en el mercado mundial. Durante la Conquista y La Colonia, todo el conjunto del aparato econ¢mico se subordina a las reglas de juego impuestas por la metr¢poli, que defini¢ la divisi¢n del trabajo y los patrones de asentamiento poblacional, constituy‚ndose las reas de producci¢n en simples reas extractivas. De este modo, se gener¢ una estructura social, basada en una econom¡a de producci¢n y explotaci¢n metal¡fera ligada al mercantilismo, en pleno desarrollo del capitalismo comercial. En forma complementaria la sociedad agraria se ve impactada con la formaci¢n de dos instituciones b sicas: la Comunidad Ind¡gena, que surgi¢ de la concentraci¢n de la comunidad campesina en "reducciones" o "comunidades" y la Hacienda Agr¡cola, que surgi¢ a partir de la concesi¢n de tierras a los espa¤oles y signific¢ una forma complementaria de explotaci¢n ind¡gena con la implantaci¢n del "yanaconaje". El gran cambio tecnol¢gico se di¢ con la creaci¢n de las "planta- ciones", empresas de gran dimensi¢n f¡sica y econ¢mica, dedicadas a monocultivos de exportaci¢n que tuvieron una ligaz¢n muy d‚bil con la econom¡a nativa y que se ubicaron en zonas excepcional- mente favorables, por la calidad de los suelos, la abundancia de agua y las buenas v¡as de comunicaci¢n hacia los puertos mar¡timos. Se trataba de unidades de producci¢n especializadas en aquellos productos que demandaba el mercado mundial. Durante el per¡odo de la Conquista, se conservaron en alguna forma los patrones de asentamiento de la sociedad incaica, dado el inter‚s de la explotaci¢n minera que determin¢ el aprovecha- miento de los recursos humanos, naturales y de infraestructura (caminos y puentes).(7) En este per¡odo las ciudades mantuvieron un relativo aislamiento, situadas mayormente en el rea andina: Cajamarca, Huamanga, Hu nuco, Huancavelica, Arequipa; y en la costa Trujillo y Lima principalmente; ellas fueron los m s importantes mercados de la regi¢n, se distinguieron como centros de mestizaje y de asenta- miento de los grupos y clases dominantes y de sus instituciones de poder. Lima result¢ la ciudad m s importante, por ser el gran centro burocr tico y sede de las actividades comerciales, alcanzando una poblaci¢n de 62,910 habitantes en 1792. Inicio de la Rep£blica Con el advenimiento de la Rep£blica, no se modific¢ la raciona- lidad econ¢mica iniciada con la Conquista y la Colonia, comenzando la explotaci¢n del guano y del salitre, requeridos por el mercado mundial, que dejaron de explotarse luego del conflicto b‚lico con Chile. El crecimiento de la poblaci¢n como en la Colonia fu‚ lento, en el marco de una sociedad mayormente agraria, sustentada en una gran masa de poblaci¢n campesina marginada. Este per¡odo se caracteriz¢ por el afianzamiento de la costa donde se desarrollan los enclaves agr¡colas con caracter¡sticas de econom¡as cerradas, constituy‚ndose las haciendas, en los principales centros dominanes de las regiones. Se realizan asimismo algunas acciones de colonizaci¢n en la selva, inici dose a fines del siglo XIX los "ciclos de penetra- ci¢n del Capitalismo en la Amazon¡a", configur ndose con la explotaci¢n del caucho "shiringa" la primera articulaci¢n mercantil extractiva de la regi¢n con los mercados nacionales e internacionales. Se d una expansi¢n econ¢mica moment nea m s no demogr fica, dada la dif¡cil accesibilidad y el que los trabajadores fueran nativos de la propia regi¢n. Surge la ciudad de Iquitos como centro de servicios m s importante, form ndose algunos poblados como centros de servicios a las colonizaciones, principalmente en la selva central. En la sierra, se desarroll¢ un proceso progresivo de deterioro de los recursos naturales, por la marginaci¢n de que es objeto la agricultura tradicional y el hombre andino, convirti‚ndose la miner¡a en una actividad muy importante, con su secuela de contaminaci¢n y deterioro de recursos. Lima contin£a siendo el centro del poder y de todas las activi- dades comerciales, llegando a contar con una poblaci¢n de 130,000 habitantes en 1903, mientras ciudades como Trujillo, Arequipa, Cajamarca y Ayacucho, ten¡an entre 20,000 y 30,000 habitantes, permaneciendo los caser¡os andinos en condiciones de atraso y estancamiento.(8) Primera mitad del siglo XX A comienzos del presente siglo, se refuerza la estructura econ¢- mica de exportaci¢n, dedic ndose el sector empresarial a producir materias primas para el mercado exterior (algod¢n, az£car, petr¢leo, cobre y hierro) promovi‚ndose en una menor dimensi¢n las actividades de un reducido sector de la industria ligera tradicional. Se crearon los enclaves agroindustriales, mineros y petrol¡feros, directamente ligados a la econom¡a internacional liderada por los EEUU. La formaci¢n de los enclaves econ¢micos fueron los factores que condicionaron los patrones de asentamiento de la poblaci¢n hacia los nuevos centros de actividad econ¢mica regional, situados principalmente en la costa y sierra central. En las haciendas costeras se fij¢ a la poblaci¢n rural mediante el sistema de enganche, constituy‚ndose las haciendas ca¤eras de la costa norte como Casa Grande, Laredo, Cayalt¡, Cartavio, Tum n en conglomerados de cierta importancia. En los centros mineros serranos, el asentamiento y proletariza- ci¢n del campesino se aceler¢ por la sistem tica pol¡tica de apropiaci¢n de las tierras de las comunidades campesinas, expulsando a su poblaci¢n, que se incorporaba a la actividad minera. Se desarrollan as¡ en la Sierra Central concentraciones urbanas tipo enclave como La Oroya y Cerro de Pasco. Se desa- rrolla asimismo, como centro regional de importancia en la rica zona del valle del Mantaro, la ciudad de Huancayo. Paralelamente, la poblaci¢n marginal expulsada del campo, se orientaba hacia aquellos lugares que ofrec¡an mejores oportuni- dades de trabajo, de condiciones de servicio y de vida en general, localizadas en la zona costera, regi¢n que acentuaba su predominio y donde Lima-Callao se va consolidando como un centro predominante. En la Amazon¡a, luego del ocaso de la explotaci¢n del caucho, la econom¡a se vincula a los mercados externos en torno a la explotaci¢n de maderas finas, pieles de animales ex¢ticos y ornamentales y otros productos propios de la regi¢n, que respond¡an a demandas externas y donde el principal medio de transporte era el fluvial. La poblaci¢n nativa se dedicaba a la agricultura familiar, pesca y peque¤o comercio. El crecimiento poblacional sigui¢ siendo lento, hasta el inicio de la interconexi¢n vial, que conect¢ la selva alta con las zonas serranas aleda¤as y a trav‚s de ellas, con el litoral. Se inicia as¡, la expansi¢n de la frontera agr¡cola en la selva alta, con la explotaci¢n de plantaciones de caf‚, t‚, arroz, ganader¡a y con la acci¢n colonizadora de migrantes andinos que en forma expont nea comienzan a buscar nuevas tierras para colonizar. La construcci¢n de nuevas v¡as de transporte y comunicaciones, reforz¢ el car cter de organizaci¢n econ¢mica "hacia afuera", permitiendo la conexi¢n de las reas tradicionales con las " reas modernizadas", afianz ndose el dominio de la costa con la construcci¢n de la carretera Panamericana. De otro lado, la coyuntura de la segunda guerra mundial, que privilegi¢ las exportaciones mineras, redujo las importaciones de bienes manufacturados, circunstancia que permiti¢ una producci¢n incipiente de bienes industriales, principalmente en el eje Lima- Callao, que ofrec¡a condiciones inherentes al desarrrollo del sector, lo que permiti¢ su consolidaci¢n como la ciudad m s importante del pa¡s, llegando a contar con una poblaci¢n de 601,796 en 1940, que significaba el 9.7% de la poblaci¢n total nacional y el 37.5% de la poblaci¢n concentrada en conglomerados de 2,000 habitantes y m s.(9) A partir de este eje, se desarrollaron en el pa¡s, algunas ciudades de importancia, en concordancia con las relaciones de dependencia interna, generadas por la concentraci¢n econ¢mica y social en la ciudad capital. Se tiene as¡, seg£n el censo del 40, a ciudades de la sierra sur, como Arequipa con 80,947 habitantes, y Cusco con 40,657; en la costa norte a ciudades como Trujillo, con 36,958, Chiclayo con 31,539, Piura con 27,919 y Sullana con 21,159. En la selva, se fortalece un solo centro urbano importante, la ciudad de Iquitos, centro comercial del oriente, que alcanz¢ en 1940 a 31,829 habitantes. (Ver Cuadro No. 2.04) CUADRO N§ 2.04 POBLACION POR TAMA¥O DE CONGLOMERADOS DE 2,000 Y MAS HABITANTES CENSO 1940 ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿ ³ TAMA¥O ³ NOMBRE ³ N§ ³ POBLACION ³ POBLACION ³ ³ CONGLOMERADO ³ CONGLOMERADO ³ ³ ABSOLUTA ³ RELATIVA ³ ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ POBLACION TOTAL 6,207.967 100.0 POB. CONGLOM. DE 2,000 Y 157 1,603.264 25.8 MAS DE 500,000 LIMA CALLAO 1 601.796 9.7 50,000 - 99,999 AREQUIPA 1 80.947 1.3 30,000 - 49,999 4 140.983 2.3 CUSCO 40.657 TRUJILLO 36.958 CHICLAYO 31.539 IQUITOS 31.829 20,000 - 29,999 4 96.703 1.5 PIURA 27.919 HUANCAYO 26.729 SULLANA 21.159 ICA 20.896 10,000 - 19,999 14 187.029 3.0 5,000 - 9,999 27 182.017 3.0 2,000 - 4,999 106 313.790 5.0 RESTO POBLACION 4,604.703 74.2 ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ FUENTE: BOLETIN DE ANALISIS DEMOGRAFICO KB. 24 INEI 1981 El proceso en la segunda mitad del siglo XX El Contexto Socioecon¢mico La expansi¢n del sistema capitalista mundial, que se desarrolla a partir de la d‚cada del 50, condiciona en el pa¡s un proceso de desarrollo industrial importante, fundamentalmente en las primeras d‚cadas del per¡odo. a. La d‚cada del 50 Se realiza una serie de esfuerzos de diversificaci¢n industrial sustitutiva de importaciones, con incidencia en la producci¢n de bienes no duraderos, como la agroindustria, la refinaci¢n del petr¢leo, harina y aceite de pescado, qu¡mica b sica, metalurgia y siderurgia. Asimismo es importante la inversi¢n en infraestruc- tura b sica de transporte y comunicaciones, as¡ como en el sector minero. Las inversiones externas se concentran en petr¢leo y miner¡a, y en menor escala en industria manufacturera.(10) El sector minero repunta, con la puesta en marcha de Marcona en 1953, la sider£rgica de Chimbote en 1958 y Toquepala en 1960. Lo mismo sucede con la pesca para exportaci¢n, sobresaliendo la industria de harina de pescado, que gener¢ el crecimiento explosivo de la ciudad de Chimbote. La industrializaci¢n se localiza en los principales centros costeros, tendiendo a expandirse hacia las reas rurales, afec- tando dr sticamente el modo de producci¢n tradicional de esas zonas, que se articulan a los centros principales, con relaciones desventajosas de intercambio. Esto, aunado a un proceso de agotamiento de los suelos por el sobrecultivo y el sobrepastoreo y al abandono de tecnolog¡as aut¢ctonas, determina el estancamiento de la sierra y la expulsi¢n de su poblaci¢n rural y la de sus zonas semiurbanas, que migra en forma masiva hacia las principales ciudades costeras. La PEA agr¡cola baja su participaci¢n del 61.7% en 1940 a 49.8 en 1961, aumentando la PEA no agr¡cola de 36.6% a 46.1 %, que no signific¢ sin embargo un aumento de la ocupaci¢n en el sector manufacturero, que descendi¢ de 16% a 13.4%, sino m s bien de los sectores comercio y servicios, lo que muestra la t¢nica que va adquiriendo nuestro pa¡s en cuanto al incremento terciario del empleo.(11) Este deterioro relativo de la actividad agr¡cola, se muestra tambien en la conformaci¢n del PBI. donde esta actividad pas¢ del 23.5% de participaci¢n en 1950, al 17.2% en 1960 increment ndose m s bien el del sector manufacturero, que del 18.% de participaci¢n en 1950, pas¢ al 22.6% en 1960. b. La d‚cada del 60 En la d‚cada del 60 repunta el crecimiento industrial por susti- tuci¢n de importaciones, el PBI nacional crece a una tasa de 5.3% a.a. y con ‚l la participaci¢n del sector manufacturero al 24.9% continuando el deterioro de la agricultura cuya participaci¢n se reduce del 17.2% a 14.2%. El comportamiento de la PEA es similar a la d‚cada anterior: se reduce la participaci¢n de la PEA agr¡cola (del 49.8 al 40.5 en el 72) y del sector manufacturero (del 13.4 al 12.7), increment ndose la del sector terciario (del 26.8 al 33.8). Es en la d‚cada del 60 que se consolida la litorizaci¢n de la econom¡a y, la concentraci¢n extrema en Lima-Callao, no s¢lo econ¢mica y de poblaci¢n, sino tambien de los servicios e instituciones y del poder pol¡tico. En efecto Lima Metropolitana aumenta su poblaci¢n del 17.7% del total nacional al 24.3% con un incremento anual del 5.9% la m s alta de todos los per¡odos. El Dpto. de Lima y el Callao tuvo un incremento del PBI del 6.8% pero eso no se reflej¢ en un incremento de la PEA en el sector secundario que reduce su parti- cipaci¢n del (27% a 25%), increment ndose m s bien el del sector terciario (del 50% de la PEA departamental al 57%). Sin embargo, por el lado de la concentraci¢n industrial, la ciudad contaba en 1972, con el 72.9% de los establecimientos industriales, el 65% del Valor Bruto de la producci¢n, el 47% de la mano de obra ocupada en la industria y el 78% de las remuneraciones del sector.(12) c. La d‚cada del 70 Al comenzar la d‚cada del 70, se inician algunas acciones refe- rentes a la transformaci¢n de la estructura b sica del sistema, como el caso de la Reforma Agraria, la cual, iniciada en 1969, no signific¢ un cambio en el tipo de la explotaci¢n agropecuaria, que orientada a la cooperativizaci¢n con el fracaso consiguiente, dej¢ al margen a los trabajadores eventuales, reforzando con ello la migraci¢n hacia las ciudades. Se tiene as¡, que en el primer quinquenio 70-75 el PBI continu¢ aumentando a un promedio anual del 5% mayormente en los sectores de transformaci¢n y de servicios que crecieron al 6.1% y 7% respectivamente repuntando el sector construcci¢n por la construcci¢n en 1974 del Oleoducto Nor Peruano, la Central Hidro- el‚ctrica del Mantaro, el Proyecto Chira-Piura, entre otros proyectos. Paralelamente, el sector extractivo mostraba un gran descenso de -0.5% anual continuando el constante descenso del sector agr¡cola (0.7% anual) y un gran retraimiento del sector pesquero (-19.9% de decrecimiento anual). En el segundo quinquenio, se inicia el largo descenso de retrac- ci¢n econ¢mica nacional, disminuyendo el crecimiento del producto a una tasa del 2.6%, sostenido esencialmente por el sector minero que alcanzar un incremento notable de 15.1% fundamentalmente por la puesta en operaci¢n del Proyecto Cuajone y Cerro Verde en el a¤o 1976 y el funcionamiento del Oleoducto Nor Peruano en 1977. Los dem s sectores se retraen, la agricultura a una tasa de -0.5% y la construcci¢n a -1.3%. En general, no se afect¢ la esencia del modelo, en la medida en que la pol¡tica de acumulaci¢n se bas¢ a£n m s en el desarrollo industrial sustitutivo y en la capacidad de exportaci¢n de productos primarios, por lo que el pa¡s no pudo soportar las consecuencias de la crisis mundial, lo que sumado a factores de orden interno, gener¢ la grave crisis econ¢mica, que no hizo sino acentuar m s las desigualdades sociales y regionales. d. La d‚cada del 80 Se llega as¡ a la d‚cada del 80, con una crisis prolongada, que abarc¢ todos los aspectos de la vida social peruana, que adquiri¢ en los £ltimos a¤os caracter¡sticas de desastre econ¢mico y social, con la reducci¢n sostenida de la capacidad productiva nacional (el PBI. decreci¢, a valores de precios constantes de 1979, en -0.4% entre el 80 y el 85 y, a -2% entre el 85 y el 90). (13) El sector transformaci¢n present¢ crecimientos negativos para los dos quinquenios (-2.5% y -0.7% respectivamente) lo que en el primer quinquenio signific¢ una retracci¢n de -2.1% para la manufactura y de 4.1% para la construcci¢n. La actividad agropecuaria present¢ un crecimiento variable con un promedio para la d‚cada de 1.8% sustentada principalmente por la actividad ganadera. Esta d‚cada, present¢ en el Per£ la hiperinflaci¢n m s prolongada de la historia econ¢mica mundial, el incremento de la deuda, el desempleo masivo, la disminuci¢n de las remuneraciones al trabajo, la emigraci¢n del capital humano calificado, el deterioro de la infraestructura b sica econ¢mica y social, entre otras. Esta situaci¢n estuvo acompa¤ada de una crisis tecnol¢gica no adecuada a la realidad del pa¡s y no competitiva en productos de exportaci¢n. Esta crisis prolongada se complement¢ con la violencia pol¡tica y el estado de guerra interna, tendiente a la desestabilizaci¢n nacional que generada en 1980, se profundiz¢ en los £ltimos a¤os. En el bienio 1990-92 se manifiesta una ligera recuperaci¢n en los ¡ndices b sicos, el PBI nacional crece a 0.1%, la manufactura a 0.7% y el comercio y servicio a 0.3%. Sin embargo, los sectores extractivos contin£an y/o empeoran su situaci¢n, como el caso del sector agropecuario que decrece en -0.4% anual. Contexto sociodemogr fico Desde el punto de vista demogr fico, y de acuerdo a los £ltimos resultados censales, seg£n se muestra en el Cuadro No. 2.05 la pobla- ci¢n, fu‚ disminuyendo en su tasa de crecimiento promedio anual, desde 2.9% en el lapso 61-72, a 2.5% en el lapso 72-81, hasta alcanzar 2.2%, en el lapso 81-93. En t‚rminos absolutos, las cifras alcanzadas muestran un aumento progresivo en el incremento promedio anual, de 332,451 personas anuales entre 1961 y 1972, a 420,357 personas anuales entre 1981 y 1993. CUADRO N§ 2.05 PERU: POBLACION CENSADA EN LOS A¥OS 1961, 1972, 1981 Y 1993 ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿ ³ ³ POBLACION ³ TASA DE ³ INCREMENTO ³ ³ A¥OS ³ INTERCENSAL ³ CRECIMIENTO ³ ABSOLUTO ³ ³ ³ ³ PROM. ANUAL ³ ³ ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ 1961 9906746 2.9 332451 1972 13538208 2.5 380818 1981 17005210 2.2 420357 1993 22048356 ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ FUENTE: INEI - CENSOS NACIONALES An lisis demogr ficos de entidades especializadas definen al Per£, como un pa¡s que se encuentra en una etapa de plena transici¢n demogr fica, dados los ¡ndices moderados de natalidad y mortalidad. (Tasa bruta de natalidad de 28.5 por mil, tasa bruta de mortalidad de 7.4 por mil).(14) Sin embargo, en t‚rminos globales, todo el conjunto de factores y situaciones, representativos de la crisis, han llevado al pa¡s a un estado de pobreza generalizada, estim ndose a 1986, seg£n el estudio de la Pobreza en el Per£, que de los aproximadamente 18 125,952 habitantes existentes, el 70.7% viv¡a en condiciones de pobreza, y el 20% en condiciones de pobreza extrema. Es necesario aclarar, que todos los indicadores promedio de la crisis y de la pobreza, se presentan diferenciados entre las diversas regiones del pa¡s y, al interior de las propias regiones y reas urbanas, lo que muestra el extremo de la situaci¢n de la calidad de vida de los m s pobres. Todo este conjunto de desigualdades, que son hist¢ricas en el Per£, van acompa¤adas por una ocupaci¢n tambi‚n desigual del terri- torio por las actividades y la poblaci¢n, que se ha caracterizado por la "aglomeraci¢n" de la poblaci¢n en unas pocas ciudades, mayormente costeras, lo que a nuestro parecer, se ha convertido en el fen¢meno m s relevante de nuestra historia demogr fica en los £ltimos 40 a¤os. El fen¢meno de la "aglomeraci¢n", va acompa¤ado por el despobla- miento continuo de las reas rurales, que pierden importancia en gran parte por las pol¡ticas mayormente antiagrarias, al espejismo de las posibilidades de captaci¢n de empleo en los centros urbanos, a lo que se suma, en los £ltimos a¤os, la guerra subversiva y antisubversiva. A esto se agrega, la existencia de reas a£n no incorporadas a nuestra econom¡a nacional, con importantes Recursos Naturales. Este proceso conlleva en las ciudades, un grave problema de oferta de empleo, servicios y equipamiento y un deterioro del conjunto del ambiente habitado, lo que cobra toda su magnitud en el caso de Lima Metropolitana, ciudad que es la expresi¢n espacial m s clara del patr¢n de crecimiento de nuestro pa¡s, donde se cre¢ condiciones favo- rables para un proceso de industrializaci¢n orientado de bienes de consumo en la medida de la alta tasa de concentraci¢n poblacional y de las altas demandas sociales que presionan al gasto del Estado, acentuando los efectos multiplicadores de la concentraci¢n. Esto ha desarrollado en su interior, graves problemas de "deseco- nom¡as de urbanizaci¢n", que afectan el ritmo de su econom¡a y por su importancia, la del conjunto del pa¡s. Cabe mencionar, que el fen¢meno de la concentraci¢n urbana, en s¡, constituye un factor importante de modernidad econ¢mica y social, ventajas comparativas para la inversi¢n econ¢mica, mejor accesibilidad a los bienes y servicios y que , en el caso del Per£, incorpora facto- res de progreso social, a£n en condiciones de adversidad, que ha llevado en nuestras ciudades, al desarrollo de organizaciones de la poblaci¢n y al desarrollo de la capacidad social y econ¢mica de la mujer. Lo grave en nuestro pa¡s es que el fen¢meno se da en forma casi expont nea, sin alguna orientaci¢n de pol¡ticas territoriales y de desarrollo regional. Los siguientes cap¡tulos dimensionan y caracterizan con mayor detalle, el proceso de crecimiento urbano y concentraci¢n poblacional en nuestro territorio. NOTAS DE PIE DE PAGINA (1) "El Desarrollo Sustentable, Transformaci¢n Productiva, Equidad y Medio Ambiente". Cap¡tulo V: "Pobreza y Desarrollo Sustentable". CEPAL. NNUU. 1991. (2) "Enhancing the Menagement of Metropolitan Living Environements in Latin America: Region of Promise and Paradox" United Nations Center for Regional Development UNCRD. Nagoya. Japan 1994. (3) "El Desarrollo Sustentable, Transformaci¢n..." Op. Cit. (4) "Enhancing the Menagement of Metropolitan..." p g 7. Op. Cit. (5) "Enhancing the Menagement of Metropolitan... Op. Cit. p g. 30: "Water Menagement in Metropolitan Areas of Latin America". (6) "Enhancing the Menagement of Metropolitan... Op. Cit. p g. 30: "Water Menagement in Metropolitan Areas of Latin America". (7) "Plan Nacional de Desarrollo Urbano". Volumen 5. "Marco Hist¢rico de la Estructura Urbana Nacional". Ministerio de Vivienda 1973. (8) "Plan Nacional de Desarrollo Urbano". Volumen 5. Op. Cit. (9) Bolet¡n de An lisis Demogr fico No. 24. "La Red Urbana en el Per£ 1940-1972 y Perspectivas Futuras". INEI 1981. (10) "Plan Nacional de Desarrollo Urbano". Volumen 5. "Marco Hist¢rico de la Estructura Urbana Nacional". Cuadro No. 3 "Destino de la Inversi¢n Bruta Extranjera 1950-1960" y Cuadro No. 4 "Inversi¢n Directa Acumulada en el Per£ 1996". Ministerio de Vivienda 1973. (11) Bolet¡n de An lisis Demogr fico No. 24. Op. Cit. (12) Bolet¡n de An lisis Demogr fico No. 24. Op. Cit. (13) Cuentas Nacionales 1992. (14) Per£. Informe Nacional sobre Poblaci¢n y Desarrollo. Presidencia del Consejo de Ministros. Setiembre de 1993, |