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³ CONCLUSIONES DEL ESTUDIO ³
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SOBRE LA RELACION ENTRE
URBANIZACION Y DESARROLLO
a. La relaci¢n desarrollo-urbanizaci¢n en el Per£ se puede dividir,
cronol¢gicamente, en dos grandes etapas:
La primera, iniciada con la Conquista, que incluyendo la Colonia,
y la Rep£blica hasta la primera mitad del siglo XX, se caracte-
riz¢ por un desarrollo econ¢mico en funci¢n de los mercados
externos, y en el cual la formaci¢n y desarrollo de las ciudades
segu¡a al crecimiento econ¢mico, lo que signific¢ el crecimiento
de aquellas reas que reun¡an ventajas comparativas para competir
con ‚xito en el mercado mundial, caracterizando un crecimiento
urbano moderado que benefici¢ a los centros administrativos
comerciales costeros y algunos de la sierra, especialmente al eje
Lima-Callao, que se consolid¢ como la ciudad m s importante del
pa¡s, conform ndose una estructura de asentamientos que fu‚ la
base en la que se sustent¢ el proceso de urbanizaci¢n hasta
nuestros d¡as.
Seg£n el Censo de 1940, el pa¡s alcanz¢ una poblaci¢n de
6 208,000 habitantes de los cuales el 26% concentrado en conglo-
merados de 2,000 habitantes y m s, donde Lima alcanz¢ a 601,796
habitantes, 9.7% de la poblaci¢n total y el 37.5% de la poblaci¢n
urbana, 7.4 veces m s grande que la segunda ciudad del pa¡s,
Arequipa, que alcanz¢ 80,947 habitantes.
La segunda etapa, desde mediados del presente siglo hasta la
actualidad, en que la expansi¢n del sistema capitalista mundial
que se desarrolla a partir de la d‚cada del 50, condiciona en el
pa¡s un proceso de desarrollo econ¢mico y de urbanizaci¢n susten-
tado en un conjunto de esfuerzos de diversificaci¢n industrial
por sustituci¢n de importaciones y el desarrollo de actividades
de exportaci¢n, que define en menos de 50 a¤os, un crecimiento
acelerado de Lima Metropolitana y en menor medida, de otras pocas
ciudades, lo que se ha convertido en el fen¢meno mas relevante de
nuestra historia demogr fica nacional.
Esta etapa se diferencia de la primera, en que el proceso de
urbanizaci¢n tiene una mayor din mica que el crecimiento de la
econom¡a, dadas las expectativas creadas y los factores de expul-
si¢n de las reas rurales, lo que llev¢ al desarrollo en las
ciudades de "deseconom¡as urbanas" y al grave problema de oferta
de empleos, servicios y equipamiento, y en general al deterioro
progresivo del conjunto habitado.
b. El Censo de 1961 encontr¢ al pa¡s con una poblaci¢n de 9 906,746
habitantes, de los cuales el 40.6% localizados en conglomerados
urbanos de m s de 2,000 habitantes, donde Lima alcanza ya el
17.7% de la poblaci¢n total y el 43.5% de la poblaci¢n urbana,
10.7 veces m s grande que Arequipa, segunda ciudad del pa¡s.
A partir de la d‚cada del 60 y en el lapso 1961- 1993, el proceso
de urbanizaci¢n contin£a su desarrollo con el crecimiento de los
conglomerados existentes y la conformaci¢n de nuevos conglomera-
dos actualmente (203 en total), con la reversi¢n de la estructura
urbana-rural al variar la participaci¢n urbana del 40.6% en 1961
al 65.7% en 1993, con las siguientes diferencias por regiones de
an lisis:
Ligeras variaciones de la participaci¢n de la poblaci¢n urbana en
la costa y sierra respecto a la del total del pa¡s (de 73.3% a
71.7% para la costa y de 21.6% a 20.1% para la sierra), contando
la costa con la mayor concentraci¢n urbana para todo el per¡odo,
con los m s altos porcentajes en el n£mero y la poblaci¢n de los
conglomerados urbanos en el rango de 5,000 personas a m s, todo
lo contrario a la regi¢n serrana que cuenta con el mayor n£mero y
magnitud poblacional en el rango de los m s peque¤os entre 2,000
a 4,999 personas.
La selva, por su lado, se constituye en la regi¢n m s din mica
por sus incrementos en su participaci¢n tanto en urbana como
rural, (de 5.1% a 8.1% en poblaci¢n urbana y de 10.1% a 19.7% en
poblaci¢n rural).
Una variaci¢n en la relaci¢n urbana-rural en las tres macroregio-
nes Norte, Centro y Sur que, sin considerar LIma Metropolitana,
cambiaron su condici¢n de regiones mayoritariamente rurales a una
equivalente urbana-rural, con una ligera mayor concentraci¢n
urbana de 54% en la Regi¢n Norte, la cual destaca por una mejor
"distribuci¢n-concentraci¢n" de sus conglomerados urbanos, al
contar como contrapeso al alto nivel de concentraci¢n urbana en
pocas ciudades grandes, con un mayor n£mero de ciudades medianas
y conglomerados peque¤os, todo lo contrario a la Regi¢n Sur, en
que una alta concentraci¢n urbana en escasas ciudades grandes, va
unido a un gran despoblamiento de los conglomerados peque¤os y de
su poblaci¢n rural.
c. Este proceso de urbanizaci¢n se present¢ con ligeras variaciones
de intensidad y sentido en los per¡odos intercensales, de
conformidad con los vaivenes de la econom¡a y de otros factores
sociales propios de un pa¡s diverso, en transici¢n socio
demogr fica:
Un mayor crecimiento urbano en el per¡odo 1961-1972, d‚cada del
mayor crecimiento del producto en el pa¡s y del sector manufactu-
rero, en la cual el crecimiento urbano aument¢ su participaci¢n
en 11.5 puntos, (de 40.6% a 52.1%) con una gran migraci¢n desde
el rea rural y los conglomerados menores hacia Lima Metropoli-
tana y otras ciudades costeras, las que alcanzan las mas altas
tasas de crecimieto de la historia del pa¡s, destacando el
crecimiento de la ciudad de Chimbote que aument¢ en 2.6 veces su
poblaci¢n como consecuencia de grandes flujos de inversi¢n en la
actividad pesquera de gran demanda internacional.
Un ligero descenso en la din mica del crecimiento urbano en el
per¡odo 1972-1981, coincidente con el inicio de la retracci¢n
econ¢mica a mediados de la d‚cada, lo que unido a factores
demogr ficos propios de la urbanizaci¢n incidi¢ en el menor ritmo
de crecimiento de las ciudades mas grandes incluyendo Lima
Metropolitana, aument ndose mas bien la din mica de ciudades
menores como Juliaca, Sullana, Tacna o Chincha Alta entre otras.
Una ligera recuperaci¢n del crecimiento de la poblaci¢n urbana
entre 1981-1993, coherente con la debacle econ¢mica del pa¡s, el
deterioro del sector agr¡cola y la violencia pol¡tica, per¡odo en
el que se mantuvo el menor ritmo de crecimiento de las grandes
ciudades, repuntando m s bien, el de las ciudades medianas no
tradicionales de m s reciente din mica, que alcanzaron tasas
superiores al 5%, como Tacna, Pucallpa, Juliaca, Hu nuco, o de
menor tama¤o como Tumbes o Tarapoto, o mas peque¤as de la selva
como Ja‚n, Tingo Mar¡a, Puerto Maldonado, etc. que recibieron
flujos migratorios de importancia, o de ciudades serranas, que
recibieron personas desplazadas por la violencia como Abancay y
Andahuaylas, destacando la retracci¢n en el crecimiento urbano de
ciudades que se sustentaron en actividades de exportaci¢n tipo
enclave, como Cerro de Pasco (0.90% de crecimiento), Chimbote
(1.93%) y la Oroya (-0.02%).
d. El an lisis de la asociaci¢n "urbanizaci¢n-desarrollo" en el pa¡s
realizado a nivel departamental y con variables de ¡ndole econ¢-
mica, ha permitido conocer con mayor aproximaci¢n la estrecha
relaci¢n entre el crecimiento urbano y el crecimiento econ¢mico
de las regiones y por lo tanto, la importancia de las ciudades en
el desarrollo regional.
En general, son los departamentos costeros los que alcanzan los
mayores niveles de concentraci¢n urbana con los mayores niveles
de desarrollo econ¢mico, encabezados por Lima Metropolitana y
destacando los departamentos de Tacna, Lambayeque e Ica.
Los departamentos de sierra, a excepci¢n de Arequipa y Junin son
los de menores niveles de concentraci¢n urbana y desarrollo
econ¢mico, a pesar del crecimiento explosivo que sufren algunas
de sus principales ciudades por la gran migraci¢n desde las reas
rurales, que no hace sino acentuar los problemas sociales de
escasez y pobreza.
Los departamentos de selva son aquellos donde mayormente el
crecimiento de su poblaci¢n urbana supera al crecimiento
econ¢mico sin alguna respuesta positiva en cuanto a desarrollo, a
pesar de tratarse de regiones con diversidad de recursos
naturales.
e. Los resultados del an lisis lleva a afirmar que, en nuestro pa¡s
a un mayor nivel de crecimiento urbano no corresponde necesaria-
mente un mayor nivel de desarrollo, dado los diversos factores de
expulsi¢n de la poblaci¢n rural y las expectativas creadas por el
propio proceso de urbanizaci¢n.
Lo que s¡ es una realidad, es que los mayores niveles relativos
de desarrollo van unidos a niveles altos de urbanizaci¢n, a
excepci¢n de aquellas reas que se sustentan en una s¢la activi-
dad fundamentalmente extractiva tipo "enclave", donde la relaci¢n
urbanizaci¢n-desarrollo seguir siendo coyuntural y vulnerable.
SOBRE LA ESTRUCTURA URBANA
Y EL DESARROLLO DESIGUAL EN EL TERRITORIO
f. Respecto a la estructura urbana seg£n rango tama¤o de los conglo-
merados, ‚sta se ha presentado distorsionada en todo el per¡odo
considerado, dada la existencia en un extremo de un gran n£mero
de conglomerados que albergaba un porcentaje reducido de
poblaci¢n, y en el otro extremo, la de pocos conglomerados de m s
de 100,000 personas que albergaban entre el 50% y el 73% de la
poblaci¢n para 1961 y 1993, respectivamente.
Esta estructura tiene adem s, un car cter "primacial" dadas las
caracter¡sticas concentradoras de Lima-Metropolitana, que en
promedio en los £ltimos 32 a¤os acogi¢ alrededor del 45% de
la poblaci¢n urbana, con un ¡ndice de primac¡a superior a "4",
catalogado como sumamente alto a nivel internacional.
Sin considerar Lima Metropolitana y para los tres per¡odos inter-
censales, el Per£ muestra una estructura bastante equilibrada en
los primeros rangos por tama¤o, que ha ido aumentando con el
transcurso de los a¤os: hasta el de 50,000 personas en 1961;
hasta el de 100,000 personas en 1972 y hasta el de las 250,000 y
200,000 personas en los a¤os 1981 y 1993 respectivamente.
En los rangos superiores, no ha existido ni existe, el n£mero
suficiente de ciudades mayores e inclusive las que existen, no
han crecido lo suficiente como para sustentar un desarrollo
regional descentralizado.
Es m s, en las £ltimas d‚cadas, dado el caracter centralizado de
nuestra econom¡a, el crecimiento de las ciudades mayores e
intermedias, fuera de Lima Metropolitana, ha ido disminuyendo
progresivamente, percibi‚ndose una tendencia negativa en su
desarrollo, con las consecuencias previsibles que esto conlleva
no s¢lo en la retracci¢n del desarrollo de nuestras regiones,
sino en los impactos negativos sobre la propia ciudad capital,
cuyas graves "deseconom¡as" sociales y econ¢micas, se ir n
acrecentando irremediablemente.
SOBRE LA TIPOLOGIA DE CIUDADES
FRENTE AL DESARROLLO
g. Del an lisis sobre tipolog¡a de conglomerados se constata que
existen tres tipos de ciudades en nuestro pa¡s: aquellas de
cierta tradici¢n, con actividades diversificadas y con roles
administrativos y de servicios de car cter regional o sub
regional, que les permite adecuarse con mayor o menor ‚xito a las
fluctuaciones econ¢micas, y que en general cuentan con tama¤os
poblacionales de m s de 100,000 habitantes, y con un nivel de
consolidaci¢n en su crecimiento, al alcanzar tasas que fluct£an
entre 3% a 4% de crecimiento promedio anual; aquellas otras m s
nuevas o de m s reciente desarrollo, orientadas mayoritariamente
a actividades terciarias, con tasas de crecimiento extremadamente
altas, cuya atracci¢n poblacional obedece a expectativas creadas
por eventos o condiciones especiales, muchas veces espor dicas,
dentro de las cuales se encuentran ciudades de la selva e incluso
de la sierra (casos de Hu nuco, Abancay, Tarapoto, Juliaca, Ja‚n,
Bagua); y por £ltimo aquellas, dependientes de una o dos
actividades b sicas generalmente de exportaci¢n y por lo tanto
vulnerables a los cambios del mercado internacional, las cuales
pueden atraer poblaci¢n en los mejores momentos y perderla,
cuando la situaci¢n econ¢mica se torna desfavorable (casos de
Chimbote, La Oroya, Cerro de Pasco).
h. El an lisis sobre la din mica y rol urbanos de las ciudades de
m s de 50,000 personas, define sin considerar Lima Metropolitana
la siguiente categor¡a de ciudades:
Las de mayor din mica de desarrollo relativo, por su alta
potencia econ¢mica laboral y nivel de urbanizaci¢n, dentro de las
cuales destaca Trujillo, en el primer rango, seguida por
Arequipa, Chiclayo y Tacna, como las ciudades de mayor din mica y
potencial de crecimiento urbano, dos en el Norte y dos en el Sur,
que deber¡an ser las ciudades de soporte de un proceso de
descentralizaci¢n econ¢mica del pa¡s.
En un segundo grupo, las ciudades de Piura, Cusco, Huancayo,
Juliaca e Iquitos, ciudades fundamentalmente administrativas (a
excepci¢n de Juliaca) y de servicios, ciudades en las que deber¡a
incentivarse actividades industriales ligadas estrechamente a sus
regiones de sustento, cuyos efectos tendr¡an necesariamente un
mayor per¡odo de maduraci¢n.
Las de mediana din mica de desarrollo relativo, dentro de las
cuales destacan por su mayor potencia econ¢mica laboral en rela-
ci¢n al nivel de urbanizaci¢n, las ciudades de Ilo, Chincha Alta,
Huacho y Tarapoto y, por su mayor nivel de urbanizaci¢n en rela-
ci¢n a su potencia econ¢mica laboral, las ciudades de Pucallpa,
Hu nuco, Ica, y Chimbote, esta £ltima con una fuerte retracci¢n
de sus actividades econ¢micas b sicas.
Las de baja din mica de desarrollo relativo, por su bajo poten-
cial econ¢mico de su fuerza laboral y bajo nivel de urbanizaci¢n,
dentro de las cuales cabe distiguir las de mayor capacidad insta-
lada para repotenciar su desarrollo como Sullana, Talara y Pisco,
las m s peque¤as con un crecimiento estable que cumplen funciones
administrativas y de servicios a la actividad agropecuaria como
Huaral y San Vicente de Ca¤ete y, aquellas otras asociadas a
altos niveles de pobreza como Ayacucho, Cajamarca, Puno, Huaraz y
Cerro de Pasco, esta £ltima con la m s baja din mica de urbaniza-
ci¢n y de su fuerza laboral, que podr¡a calificarse como una
ciudad en franco estancamiento.
i. La definici¢n de pol¡ticas de desarrollo urbano de nivel nacional
deber¡a responder a estas diferentes realidades urbanas, cuyo
conocimiento deber¡a complementarse con estudios sobre potencia-
lidad urbana (recursos en infraestructura, naturales y humanos) y
sobre "calidad del habitat". Esto £ltimo tiene caracter de
emergencia, dadas las condiciones deplorables a las que se est
llegando en casi todas nuestras ciudades.
Estas pol¡ticas deben incorporarse al necesario "proceso de
descentralizaci¢n econ¢mica", con pol¡ticas de desarrollo
regional que articulen a las ciudades con sus respectivas
regiones, implementando procesos de diversificaci¢n y
eslabonamientos de actividades productivas.
SOBRE TERMINOS Y CONCEPTOS
INCORPORADOS
El estudio se desarrolla empleando conceptos y t‚rminos, que se
cree necesario aclarar para su mejor comprensi¢n.
j. El concepto de "asentamiento poblacional" como el m s gen‚rico
para expresar todas las formas en que la poblaci¢n se establece
en un territorio determinado.
Los asentamientos pueden ser concentrados y dispersos, seg£n est‚
su poblaci¢n m s o menos agrupada o aglomerada.
Al asentamiento concentrado o aglomerado se le denomina
"conglomerado", pudiendo existir "conglomerados urbanos" y
"conglomerados rurales":
"Conglomerado Rural", ser¡a aquel asentamiento, cuya poblaci¢n
est ligada prioritariamente a actividades agropecuarias no
urbanas, donde se presta mayormente servicios a la poblaci¢n
residente o dispersa de los alrededores. El tama¤o m¡nimo de 500
habitantes, podr¡a ser el m s adecuado para su identificaci¢n.
"Conglomerado Urbano", es aquel asentamiento donde el mayor
porcentaje de su poblaci¢n est orientado a actividades urbanas,
industriales, comerciales, financieros, administrativas o de
servicios, que no solo sirven a la poblaci¢n residente sino a
otros conglomerados urbanos o rurales, de su rea de influencia.
k. El estudio est referido a conglomerados de 2,000 y m s habitan-
tes, aunque se ha llegado a la conclusi¢n como resultado del
an lisis de la poblaci¢n ocupada en las diversas actividades en
los conglomerados seg£n rango de tama¤o poblacional, que en el
Per£ deber¡a considerarse como "urbanos" a los conglomerados de
5,000 personas y m s, teniendo en cuenta que en esta categor¡a,
ya comienza a desarrollarse la actividad comercial y de
servicios, para un rea de influencia m s amplia que la propia
localidad, pudiendo adelantarse que, a partir de este rango,
estar¡an capacitados para cumplir una funci¢n administrativa de
nivel provincial.
La poblaci¢n urbana, ser¡a entonces aquella ubicada en conglome-
rados de 5,000 personas y m s, y la poblaci¢n rural, comprender¡a
la poblaci¢n dispersa, y la ubicada en asentamientos entre 500 y
4,999 personas.
l. El t‚rmino de "ciudad" est referido a un tipo de "conglomerado
urbano" de cierta importancia, por sus actividades econ¢micas, de
servicios, equipamientos sociales e infraestructura diversifica-
dos, altos niveles tecnol¢gicos y un dinamismo generalizado en
todos los aspectos de la vida en comunidad.
En el Per£, estas condiciones estar¡an inici ndose a partir de
los 10,000 habitantes y consolid ndose a partir de los 100,000
habitantes, de conformidad con el an lisis realizado de tipolog¡a
urbana.
m. Al t‚rmino "concentraci¢n poblacional" se le da dos acepciones:
la m s gen‚rica, que la considera como proceso de agrupamiento o
aglomeraci¢n de la poblaci¢n en "centros poblados", desde los m s
peque¤os hasta los m s grandes y, que refiri‚ndose a un
territorio o a un pa¡s mide el nivel de agrupamiento poblacional
a partir de un tama¤o determinado de conglomerado sobre el total
de la poblaci¢n y, la m s espec¡fica, que mide el nivel de
aglomeraci¢n poblacional en una, dos o tres ciudades de gran
tamano, sobre el total de la poblaci¢n.
Para la investigaci¢n y an lisis de lo "urbano", creemos necesa-
rio: Uniformizar criterios y t‚rminos adecuados, que entre otros
fines, tiendan a superar el concepto censal de "Centro Poblado",
que se refiere no s¢lo a asentamientos aislados, sino tambi‚n a
urbanizaciones y puebos j¢venes u otro tipo de asentamientos, que
forman parte de conglomerados urbanos y ciudades importantes.
o. Trabajar la informaci¢n censal a nivel de "conglomerados
urbanos", que permita conocer, sin necesidad de estimaciones
trabajosas y divergentes, las verdaderas dimensiones de nuestras
ciudades y sus problemas, lo cual debe ser acompa¤ado de una
cartograf¡a actualizada e informatizada, que permita contar con
el elemento b sico del tama¤o f¡sico de los conglomerados, ya que
el crecimiento no s¢lo se da en tama¤o poblacional sino por
expansi¢n territorial, que conforme avanza, va incorporando
asentamientos existentes de diversa ¡ndole y tama¤o.
Un primer aporte de este estudio, que seguramente ser necesario
reajustar y actualizar, est dado por la delimitaci¢n y dimensio-
namiento de los conglomerados urbanos a 1993. En el Anexo
Estad¡stico correspondiente a los Cuadros de Base, se presenta
como ejemplo, la constituci¢n de conglomerados del departamento
de Lambayeque.
p. Llegar a un acuerdo para diferenciar la poblaci¢n urbana de la
rural. La definici¢n del l¡mite de los 5,000 habitantes como
"urbano" que se propone en el presente estudio, podr¡a ser un
punto de partida para la discusi¢n.
q. Por £ltimo, se considera que la proyecci¢n de cada uno de los
conglomerados urbanos a 20 o 15 a¤os es sumamente dif¡cil en
nuestro pa¡s, puesto que su crecimiento depende en mucho del
crecimiento econ¢mico m s que de las magnitudes demogr fica
b sicas. Se considera que es factible realizar proyecciones para
ciudades que ya han conseguido una cierta consolidaci¢n en su
crecimiento, digamos las que han alcanzado m s de 100,000
habitantes.
Para los otros "conglomerados urbanos" las proyecciones podr¡an
realizarse por rangos de tama¤o poblacional y de acuerdo a
componentes promedio para cada una de las regiones naturales.
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