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Pol¡ticas de Poblaci¢n
Aunque la pol¡tica de poblaci¢n est incorporada dentro de la pol¡tica
social global del pa¡s, por su naturaleza y alcances resulta conveniente
otorgarle un an lisis particular considerando la relaci¢n poblaci¢n-pobreza
que se presenta en el proceso de desarrollo nacional.
Puesto que toda estrategia de desarrollo del pa¡s va a estar vinculada
fundamentalmente a la erradicaci¢n de la pobreza, las acciones en materia
de poblaci¢n deben orientarse prioritariamente a revertir las tendencias
demogr ficas asociadas al incremento de la pobreza e incidir sobre aquellos
aspectos que caracterizan a los hogares y poblaci¢n que viven en esta
condici¢n.
Resulta necesario desarrollar acciones en las siguientes l¡neas
program ticas:
l promoci¢n de la equidad de g‚nero
l salud reproductiva y planificaci¢n familiar
l migraci¢n, ordenamiento del territorio y medio ambiente
l educaci¢n en poblaci¢n y desarrollo
Un punto importante es la incorporaci¢n de la dimensi¢n de g‚nero en
la estrategia de superaci¢n de la pobreza. La relaci¢n entre hombres y
mujeres en los diferentes estratos sociales, que constituyen la
problem tica de g‚nero, deben ser reestructuradas profundamente para
facilitar la construcci¢n de una sociedad m s equitativa en la relaci¢n de
g‚nero, m s justa y m s humana.
Esta perspectiva de g‚nero de ser incorporada a la estrategia de
superaci¢n de la pobreza, al proceso mismo de desarrollo y a sus planes y
programas. Por tanto, desde este punto de vista, es necesario analizar los
mecanismos de mercado, las relaciones laborales y de producci¢n, las
instituciones de la familia y del hogar, as¡ como sus interacciones.
Las pol¡ticas para la superaci¢n de la pobreza deben considerar
tambi‚n, como un punto de partida, un an lisis de g‚nero, desde dos
niveles de intervenci¢n. El primero, con implicaciones de largo plazo, se
relaciona con las acciones estrat‚gicas requeridas para reestructurar las
relaciones de g‚nero, como son las relaciones laborales, la legislaci¢n y
las responsabilidades en las tareas reproductivas. El segundo nivel de
intervenci¢n, con un horizonte de m s corto plazo, se refiere sobre todo a
servicios comunitarios para madres que trabajan y madres solteras. Por
tanto, para que la equidad social se transforme en equidad de g‚nero,
cualquier propuesta debe considerar ambos niveles de intervenci¢n.
Como es conocido, el derecho al trabajo muchas veces no se concilia
con la tarea de la reproducci¢n, por lo que programas como los de
guarder¡as infantiles de jornada completa, por ejemplo, se vuelven
indispensables. Asimismo, tambi‚n es conocido que en los hogares donde la
mujer percibe o controla el ingreso familiar, se logra mayores niveles de
bienestar con los mismos niveles de ingresos.
Bajo estas consideraciones, resulta necesario obtener los siguientes
logros:
l Reducci¢n de la mortalidad materna.
l Atenci¢n a la salud y nutrici¢n de la embarazada y lactante.
l Accesibilidad a la informaci¢n y servicios de planificaci¢n
familiar.
l Plena participaci¢n de la mujer en el desarrollo socio-econ¢mico y
pol¡tico en condiciones de igualdad con el hombre.
l Mejorar las condiciones de protecci¢n de la mujer frente al abuso y
discriminaci¢n.
l Mejorar las condiciones de la mujer en las reas de alfabetizaci¢n,
educaci¢n especializada, salud y nutrici¢n.
Por otro lado, de acuerdo a las magnitudes de la pobreza en el pa¡s,
las caracter¡sticas socio-demogr ficas de los hogares en pobreza y la
naturaleza de las pol¡ticas de poblaci¢n vigentes en el pa¡s, es necesario
enfatizaracciones sobre grupos poblacionales prioritarios que son los
siguientes: mujeres, juventud, tercera edad y desplazados por violencia.
Asimismo, la pol¡tica de poblaci¢n, dentro de sus alcances, debe
permitir la profundizaci¢n de la descentralizaci¢n del pa¡s en el plano
institucional y favorecer la disminuci¢n de los graves desequilibrios
sociales y territoriales todav¡a existentes.
Todas las tareas en materia de poblaci¢n relacionadas a la
erradicaci¢n de la pobreza exigen acciones permanentes en materia de
informaci¢n, educaci¢n y comunicaci¢n en poblaci¢n y desarrollo. Se
considera as¡, que las actividades en materia de poblaci¢n son relevantes
para disminuir la pobreza y los desequilibrios espaciales y sociales,
mediante una distribuci¢n adecuada de la infraestructura productiva y las
oportunidades sociales, reorientando los flujos poblacionales en mbitos
macrorregionales, regionales, departamentales y locales. La perspectiva
demogr fica permite tambi‚n priorizar reas afectadas por la pobreza, de
alta concentraci¢n y deterioro ambiental y aquellas con ecosistemas
fr giles y elaborar propuestas muy concretas que permitan obtener un
equilibrio entre la din mica poblacional, las actividades de producci¢n y
consumo y, la soportabilidad del medio ambiente.
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