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Ŀ 5.1 ASIGNACION DE RECURSOS: UN EJEMPLO DE FOCALIZACION EN EL PERU Nelson Shack Yalta1 Fondo de Compensacin y Desarrollo Social (FONCODES) Lima, Per Consideraciones generales La preocupacin por identificar con la mayor precisin posible a la poblacin objetivo es una caracterstica propia de todos los Fondos sociales, que surgen generalmente con la misin de mejorar las condiciones de vida de la poblacin ms pobre, ante la ineficiencia del aparato estatal tradicional, en tanto se obtienen los resultados del programa de ajuste estructural -cuya implementacin normalmente le antecede- y se fortalecen las instituciones estatales a cargo de los sectores sociales. A diferencia del convencional desempeo del Estado en materia social, de carcter universal, que no garantiza que los beneficiarios de las polticas sociales y de alivio a la pobreza sean finalmente la poblacin objetivo programada al inicio, a travs de un Fondo social y con una ptica selectiva se persigue llegar efectivamente a los ms pobres. Esta necesidad de focalizacin tiene su correlato directo en la escasez de recursos frente a lo inmenso de las necesidades de gran parte de la poblacin en nuestras realidades latinoamericanas. Evolucin institucional El proceso de mejora en la focalizacin va de la mano con el proceso evolutivo de estos Fondos, el que en trminos generales sigue un derrotero similar a aqul. As, por ejemplo, en la evolucin de FONCODES se pueden distinguir cuatro etapas que sin ser mutuamente excluyentes tienen caractersticas propias, marcadas por la continua experiencia adquirida, la que ha actuado como un mecanismo retroalimentador de fundamental importancia en el permanente mejoramiento de los sistemas y procedimientos empleados en el ciclo de proyectos y en la gestin administrativa. Una etapa inicial, que abarca desde su creacin a finales de 1991 hasta el primer semestre de 1992, en la que se organiza la institucin y se completan los cuadros gerenciales y tcnicos. En esta etapa se define conceptualmente el Fondo,se desarrollan metodologas de trabajo y se tienen las primeras experiencias de financiamiento, sin contar an con el apoyo de sistemas de informacin adecuados y con escaso equipamiento. Una segunda etapa, comprendida entre el segundo semestre de 1992 y finales de 1993, en la que las operaciones alcanzan su nivel promedio esperado, se mejoran mtodos y procedimientos en funcin de la experiencia adquirida y las facilidades que brinda la introduccin de la informtica en las operaciones. Se inicia el proceso de descen- tralizacin y se crean oficinas zonales para atender a la poblacin dentro del mbito de su departamento de origen. Una tercera etapa, que se inicia a fines de 1993, se caracteriza por la participacin de organismos financieros internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Internacional de Recons- truccin y Fomento en el cofinanciamiento de los proyectos y en el fortalecimiento institucional. En esta etapa, se perfeccionan los mtodos y procedimientos del ciclo del proyectos y del manejo financiero para hacerlos compatibles con las condiciones de financia- miento de los crditos externos, inicindose asimismo la consolidacin del proceso de descentralizacin y el funcionamiento pleno del sistema de informtica aplicado al manejo integrado del ciclo de proyectos a nivel nacional, as como a los sistemas de gestin administrativa y contable. Finalmente, a partir de junio de este ao, FONCODES inicia una nueva etapa -generalmente la ltima en la mayora de los Fondos sociales- en el marco de un perodo de transicin, desde una poltica con nfasis en la compensacin a otra que prioriza el desarrollo, con la redefinicin de mbitos de accin geogrficos y sectoriales, ampliando el financiamiento de proyectos de infraestructura econmica y de desarrollo productivo, y promoviendo la generacin de empleo permanente. Asimismo, esta nueva etapa implica nuevos procesos de concertacin de crditos y donaciones, y la profundizacin del proceso de perfeccionamiento de los sistemas y procedimientos con los que opera el Fondo. Perfeccionamiento de los instrumentos de focalizacin En el curso de este desarrollo institucional, cuya evolucin se refleja en los niveles de operacin de FONCODES que se muestran en el grfico 1, un aspecto que debe marcar el proceso de mejora y perfec- cionamiento es la especial preocupacin por identificar y llegar efectivamente a los ms pobres del pas. Para ello debe complemen- tarse el enfoque de demanda que constituye la base de operacin, y la necesaria focalizacin que ella conlleva, con labores de promocin y priorizacin de inversiones. En efecto, para que la asignacin de recursos sea eficaz dentro de un modelo de operacin basado en la demanda de la poblacin, resulta necesario que se sostenga en tres sistemas dinmicos, autom- ticos e interconectados entre s: i. sistema de focalizacin, que permita asignar los escasos recursos (por lo inmenso de las necesidades) sin imponer desde arriba quin recibe qu; ii. sistema de priorizacin de inversiones, que permita determinar de una manera transparente el orden de atencin de los proyectos en cada fase del ciclo de proyectos (evaluacin, aprobacin, financiamiento, etc.), y iii. sistema de promocin, que permita complementar adecuada- mente el enfoque de demanda, financiando la ejecucin de proyectos de inversin social en las zonas ms pobres y alejadas, las cuales justamente por su lejana y grado de pauperizacin de sus poblaciones muchas veces no pueden acceder al cofinanciamiento que brinda el Fondo, y que hace viable la participacin democrtica de la poblacin en la gestin de su propio desarrollo y mejora de su calidad de vida. La focalizacin tiene que realizarse eficazmente en dos niveles: a nivel "macro" (macro-focalizacin), en el cual se preasignan los recursos geogrficamente y por reas y sectores de inversin, y a nivel "micro" (micro-focalizacin), mucho ms fina y precisa, que se efecta dentro de la evaluacin ex ante (tcnica y socioeconmica) y que debe ser practicada a todos los proyectos sometidos a conside- racin del Fondo para su financiamiento. ESQUEMA DE ASIGNACION DE RECURSOS Ŀ Ŀ Ŀ Ŀ Poblacin Se organiza, El fondo evala Poblacin beneficiaria identifica sus (ex ante y ex beneficiaria (ncleos Ĵ necesidades Ĵ post,) financiaĴ ejecuta el ejecutores) y presenta el y supervisa proyecto proyecto y atiende NBI Esquema general de operacin: demand driven Ŀ Ŀ Sistema de focalizacin Sistema de promocin a nivel "macro" y "micro" complementa el demand driven Ŀ Sistema de priorizacin da el orden de prelacin de proyectos En este sentido, la asignacin referencial de recursos, por ubicacin geogrfica y por reas (asistencia social, infraestructura social, infraestructura econmica y desarrollo productivo) y sectores de inversin (nutricin, salud, educacin, saneamiento, agropecuario, transporte, energa, pesquera e industria y comercio), debe constituir el principal instrumento de gestin en la orientacin de las operaciones. En el caso de FONCODES, desde 1991 se han eleborado coeficientes de asignacin por unidad geogrfica, considerando diversos indicadores socioeconmicos y ponderndolos segn la respectiva poblacin. Asimismo, en atencin al mandato expreso de su ley de creacin, sustentado en la proporcin de los niveles de pobreza que se hallan en las zonas urbana y rural, siempre se ha preasignado el 60% de los recursos a la atencin de los requerimientos de la poblacin pobre del rea rural. De esta manera, en 1991 y 1992 se asignaron los recursos a nivel regional, sobre la base de cuatro indicadores de pobreza disponibles: poblacin sin acceso a servicios de agua, nios en edad escolar que no asisten a la escuela, mortalidad infantil, e ingreso laboral per cpita promedio anual. Sin embargo, conscientes de la necesidad de definir una unidad geogrfica de referencia menor que la regin, para efectivamente lograr focalizar mejor las acciones, y ante las restricciones existen- tes en la disponibilidad de informacin confiable sobre indicadores socioeconmicos, en 1993 se determin una asignacin referencial de recursos a nivel provincial sobre un solo indicador: la mortalidad infantil, obtenida del VIII Censo de poblacin y III de Vivienda realizado en 1981. En el ao 1994 se concluy con el procesamiento de los resulta- dos del IX Censo de poblacin y IV de Vivienda realizado en 1993, lo que permiti perfeccionar los mapas de pobreza existentes. En esta oportunidad se elabor una asignacin referencial de recursos a nivel departamental sobre 11 indicadores socioeconmicos: desnutricin crnica, analfabetismo, inasistencia escolar, nios que trabajan, poblacin econmicamente activa (PEA) sin profesin, desempleo, hacinamiento, precariedad de la vivienda, carencias en los servicios de agua, desage y luz. Utilizando la tasa de desnutricin crnica (TDC), proveniente del I Censo de escolares de talla/edad, realizado en setiembre de 1933, se desagreg el nivel departamental obteniendo indicadores a nivel provincial. En 1995 se ha perfeccionado este instrumento, elaborndose una asignacin tambin sobre la base de 11 indicadores: desnutricin crnica, mortalidad infantil, analfabetismo, inasistencia escolar, nios que trabajan, PEA sin profesin, hacinamiento, precariedad de la vivienda, vivienda sin acceso a los servicios de agua, desage y luz; pero en esta ocasin, a nivel provincial. No obstante este afn de perfeccionamiento, para lograr una efectiva focalizacin resulta necesario definir el distrito como unidad bsica de referencia para la programacin de actividades; de manera que sobre la base de la tasa de desnutricin crnica se elabor una asignacin referencial de recursos que FONCODES aplica en el sistema de priorizacin de inversiones. Anlisis comparativo del asignador Los instrumentos de macro-focalizacin deben perfeccionarse a medida que las restricciones de informacin adecuada desaparezcan paralelamente a la toma de decisiones; no se puede esperar a tener un conocimiento pleno y exacto (aunque es evidentemente lo deseable) de dnde estn los pobres para empezar a decidir cmo y dnde invertir. El proceso de toma de decisiones debe irse perfeccionando en el camino. En 1991, luego de los primeros estudios y formacin de una infraestructura organizativa bsica, FONCODES inici sus operaciones en el mes de noviembre financiando la ejecucin de proyectos de inversin social, logrando materializar cerca de 10.2 millones de dlares en 52 proyectos por un total de 11.1 millones. En 1992, se desagreg la asignacin regional elaborada a nivel de departamento, sobre la base de los mismos indicadores mencionados, aprobndose el financiamiento para 3 254 proyectos por 116.6 millones de dlares, con un desembolso total de 81.5 millones de dlares. Si bien es cierto que en aquellos aos se gastaron ms recursos en los departamentos ms pobres, tambin es cierto que como conse- cuencia del demand driven, de la escasa promocin desarrollada (las labores de promocin fueron generales, no focalizadas, y realizadas por diversos agentes externos) y de la priorizacin y focalizacin a nivel departamental, se dejaron de atender algunas provincias pobres. Aprendiendo de la experiencia, para 1993 se defini desde el principio una asignacin referencial de recursos a nivel provincial. En 1993, en el contexto de un entorno restrictivo en lo que se refiere a disponibilidad de informacin actualizada a nivel provincial, se construy un indicador basado nicamente en la tasa de mortalidad infantil, distinguiendo el rea urbana de la rural, y con informacin del censo de 1981. Dicho instrumento se construy con el pleno conven- cimiento de que reflejaba con bastante aproximacin la compleja distribucin de la pobreza a lo largo del pas. En efecto, en el Per, el carcter y la amplitud de la pobreza estn profundamente ligados a la organizacin econmica y social que se ha mantenido a lo largo de su historia, constituyendo un fenmeno estructural, reflejo del comportamiento de un complejo nmero de factores institucionales, econmicos, sociales, demogrficos y polticos. En este sentido, se tom la tasa de mortalidad infantil (TMI) de 1981 como variable resumen, considerando la alta correlacin demostrada entre dicha variable y otros indicadores socioeconmicos de la calidad de vida, como son los niveles de nutricin del nio y de la madre, el nivel de educacin de la mujer, problemas de saneamiento y salubridad de la vivienda, posibilidad de acceso a servicios de salud, posibilidades econmicas de la mujer y la familia, entre otros. Sobre la base de esta variable ponderada con la poblacin censada en 1981, se construy el asignador. Se determin el uso de la poblacin de 1981 y no de proyecciones a 1993, no slo porque se corresponda con la TMI empleada, sino porque era coherente con una distribucin ms estable de la poblacin en el territorio. En efecto, la intensa actividad militar y el clima de violencia, fruto de la guerra que se vena librando con los grupos terroristas, y la secular bsqueda de mejores condiciones de vida por parte de la poblacin, especialmente joven, de los distritos ms pobres y alejados, en las capitales de provincias, de los departamentos y finalmente en Lima, ha devenido en importantes procesos migratorios en las dos ltimas dcadas, tal como claramente lo evidencian los resultados del censo de 1993. Sin embargo, en vista de que la misin de un Fondo es mejorar la calidad de vida de la poblacin ms pobre, transfiriendo capital a travs del financiamiento de proyectos de inversin, que son en su mayora de infraestructura, resultara en ocasiones inconveniente dotar de ms servicios sociales a aquellas localidades en que eviden- temente es imposible lograr un balance entre poblacin, estructura productiva, recursos y ambiente, dadas las condiciones actuales de densidad poblacional. Es ms, el problema migratorio incluso podra agravarse, al promover el desplazamiento de poblaciones hacia las ciudades grandes e intermedias, por la desatencin (recurdese que por lo escaso de los recursos no se puede atender todo a la vez, siendo las alternativas de asignacin excluyentes) de aquellas zonas tal vez no tan pobladas, pero en las cuales s es posible lograr un balance entre poblacin y recursos. Hoy, con datos actualizados, se han definido nuevos coeficientes de asignacin en base a los 11 indicadores socioeconmicos antes mencionados; sin embargo, a pesar de que existen 10 indicadores adicionales, en promedio las diferencias no son significativas. El coeficiente de determinacin entre los asignadores de 1993 y los de 1995 es de 96%, como se evidencia en el grfico 2. En otras palabras, el mayor ajuste logrado en la macro-focalizacin al incorporar 10 indicadores socioeconmicos adicionales en la determinacin de las asignaciones efectuadas durante estos dos aos, ha sido de slo 4% en promedio. Incluso, si tenemos en cuenta slo las provincias correspon- dientes al primer decil (aquellas con mayor asignacin y por tanto con mayores niveles de pobreza en lo que a nmero de pobres se refiere), el coeficiente de determinacin alcanza el 97%; es decir, el mayor ajuste logrado alcanz en promedio slo el 3%. Esta realidad refuerza la tesis, siempre planteada, de que la pobreza en el Per tiene fundamentalmente un carcter estructural. Asimismo, es conveniente hacer notar la transparencia en la asignacin de los recursos, consideracin de especial relevancia para el logro de una adecuada imagen institucional, pues nada es ms claro que usar un indicador oficial de pblico acceso y simples multiplicaciones por las respectivas poblaciones (en lugar de asumir criterios subjetivos u opinables, como usar ponderadores), para determinar la asignacin por reas geogrficas. Por estas razones se emplearon estos coeficientes, los cuales orientaron las operaciones de FONCODES en 1993, las que ascendieron a 159.7 millones de dlares en desembolsos, correspondien- tes a la aprobacin del financiamiento de 6 070 proyectos por 210.7 millones de dlares. Resultados similares se obtuvieron al comparar el asignador empleado en 1994 con el que actualmente se ha elaborado. El coefi- ciente de determinacin entre ambos se acerca al 97%. Ello implica que, en promedio, el dejar de usar el desempleo en la determinacin del coeficiente e incorporar la tasa de mortalidad, el ajuste ha mejorado en slo 3%. Claro est que existen algunas diferencias puntuales, cuando se analiza cada una de las provincias, comparando el ranking durante los tres ltimos aos segn los asignadores respectivos. Estas diferencias se deben fundamentalmente a la magnitud de los ponderadores empleados en la construccin del ndice de pobreza en 1994 y 1995; es ms, en el caso de 1994 se parte de una asignacin a nivel departamental, que al ser desagregada a nivel de provincia al interior de cada departamento en base a un solo indicador como es la TDC a nivel provincial, hace que la comparacin de los asignadores entre provincias de diferentes departamentos de origen, no sea del todo congruente y aplicable. Si comparamos las asignaciones provinciales globales por decil, considerando la composicin de las provincias en cada uno que determina el asignador de 1995, las diferencias entre las asignaciones que de corresponderan al uso de los diferentes indicadores empleados cada ao no son significativas; ms an, si lejos de considerar la composicin del ao 1995 tenemos en cuenta la composicin propia de cada decil cada ao, vemos que las diferencias tampoco son significa- tivas. Es decir, ni las diferencias entre las asignaciones por deciles consideradas cada ao, ni las asignaciones de cada provincia al interior de los deciles son, en promedio, significativas. Todo esto nos permite concluir que durante los ltimos dos aos se ha perfeccionado la precisin en la identificacin de los ms pobres; sin embargo, las mejoras introducidas no han sido radicales. Asignacin por pobreza y niveles de aprobacin Resulta necesario sealar que la comparacin de lo asignado por pobreza versus lo aprobado constituye un indicador de gestin referen- cial y una comparacin parcial, pues en la realidad existen otros factores (de menor importancia, pero significativos) ligados a polticas generales de la institucin y a factores de gestin adminis- trativa que tambin guan en la prctica el proceso de asignacin de recursos y hacen que la correlacin entre los asignadores antes mencionados y los niveles efectivos de aprobacin a nivel provincial sea significativa, pero sin llegar al 100%. En efecto, polticas como el tratamiento especial a zonas de frontera y el asegurar niveles de operacin mnimos por oficina zonal que hagan factible la aplicacin de esta herramienta de gestin (asignacin referencial de recursos) y que permitan el desarrollo de las operaciones del Fondo con niveles de eficiencia razonables, as como la falta de atencin de algunas zonas del pas por razones de poltica institucional o coordinacin interinstitucional (no solamente los Fondos sociales desarrollan programas de alivio a la pobreza), hacen que la aprobacin de proyectos muestre diferencias respecto a las asignaciones por pobreza. Sin perjuicio de lo anterior, en el caso de FONCODES, en 1993, el 81% del monto aprobado ascendente a 165.2 millones de dlares (sin incluir proyectos de envergadura multiprovincial) correspondi a las respectivas asignaciones por pobreza. Es ms, si analizamos la composicin de los proyectos aprobados por deciles, puede observarse que este porcentaje se incrementa a medida que tomamos en cuenta los estratos ms pobres (primeros deciles), lo cual revela el buen resultado de las acciones de focali- zacin a nivel provincial. Resultados similares se obtienen al analizar la distribucin provincial del monto aprobado en 1994, la cual muestran en promedio un coeficiente de determinacin del 85% frente a lo asignado, como se desprende del grfico 3, ubicado en la siguiente pgina. En 1994, FONCODES aprob financiamientos por 136.5 millones de dlares para la ejecucin de proyectos sin cobertura multiprovincial, mientras que el monto correspondiente a proyectos con esa caracters- tica ascendi a 33.3 millones de dlares; es decir, las operaciones de FONCODES en 1994 alcanzaron en total la aprobacin de 4 763 proyectos por 169.8 millones de dlares, con desembolsos superiores a 146 millones de dlares. De manera anloga a 1993, se aprecia una mejor focalizacin en los estratos ms pobres de la poblacin -el coefi- ciente de determinacin sube a ms de 92% en el caso del primer decil. Para 1995, no obstante que las comparaciones entre lo ejecutado y lo asignado durante los primeros meses del ao no son del todo aplicables, en vista de que FONCODES programa sus acciones consi- derando el ao como la unidad de referencia bsica, se observan actualmente niveles de determinacin cercanos al 70%. Aunque en el promedio nacional se aprecia una clara mejora en la focalizacin de las acciones durante los ltimos aos, si tenemos en cuenta los coeficientes de 1995 comparamos los niveles de asignacin y aprobacin agregados para el perodo 1993-1995, los niveles de determinacin promedios entre lo asignado y lo aprobado hasta la fecha son significativos slo en los primeros deciles (alcanzando tasas superiores al 70%), mostrando diferencias importantes en el resto de los estratos. Esto revela, an ms, la necesidad de implementar eficazmente una estrategia de promocin que complemente el enfoque de demanda, as como la conveniencia de considerar el efecto de las operaciones anteriores del Fondo al momento de establecer las asignaciones cada ao, con el propsito de corregir cualquier distorsin producida como consecuencia de responder a las demandas de la poblacin y de mejorar progresivamente el proceso de toma de decisiones de asignacin, que se traduce, a veces, en la aprobacin del financiamiento de proyectos en exceso dentro de algunos distritos (y por agregacin en provincias, departamentos y regiones) con relacin a los montos referencialmente asignados en funcin del nivel de vida que presentan sus poblaciones. Por otro lado, el proceso de perfeccionamiento de los instru- mentos empleados en la macro-focalizacin, debe hacerse extensivo a aquellos relacionados con la micro-focalizacin. En efecto, deben perfeccionarse los aspectos relacionados con la evaluacin ex ante, sobre todo la visita de campo y la evaluacin socioeconmica de los potenciales beneficiarios, pues de esta forma se identifican in situ y se asegura con gran precisin que los beneficiarios de los proyectos sean en verdad poblaciones en condicin de pobreza, y que el apoyo que brinda el Fondo repercuta efectivamente en el mejoramiento de sus condiciones de vida, resolviendo sus necesidades ms apremiantes. Las sucesivas evaluaciones de impacto, nos ensean que resulta imperioso redoblar esfuerzos para mejorar algunos de los procedimien- tos del ciclo de proyectos, con el proposito de: i) Lograr una mejor focalizacin y priorizacin de las inver- siones, complementando el enfoque de demanda con el desarrollo de una estrategia de promocin que permita llegar efectivamente a los ms pobres entre los pobres, financiando la ejecucin de proyectos de inversin legtimos, prioritarios, integrales, de impacto y operacin futura seguros, y ii) Mejorar la calidad de la evaluacin ex ante de los proyec- tos, as como la supervisin durante la gestin de los mismos. Conclusiones y recomendaciones En el caso de FONCODES, es evidente su proceso de bsqueda de cmo mejorar los indicadores y la metodologa, desarrollado con el propsito de identificar con la mayor precisin posible a los ms pobres; basta con apreciar la evolucin de los instrumentos usados en la macro-focalizacin de sus actividades, as como la gran proximidad de lo asignado y lo ejecutado cada ao. Sin embargo, es preciso sealar que las mejoras introducidas en el coeficiente de asignacin, fruto del empleo de nuevos y actualizados indicadores como igualmente de nuevas consideraciones metodolgicas, no han sido significativas. Ello se debe fundamentalmente a que la naturaleza de la pobreza en el pas es de carcter estructural, y la TMI o la TDC constituyen varia- bles sintticas de la calidad de vida de las personas. El disponer de indicadores actualizados sobre el tipo y magnitud de las diversas carencias que afectan a la poblacin, debe conducir a un manejo adecuado de la informacin y a focalizar an mejor las acciones. La utilidad de crear un mapa de pobreza o de focalizar segn lneas de pobreza, mapa de necesidades bsicas o mtodos integrados, sobre los cuales se asignen referencialmente recursos globales, es muy reducida. En efecto, en vez de emplear ponderadores (generalmente arbitrarios) en la determinacin de un ndice agregado, lo que debe hacerse es elaborar mapas de pobreza de dimensin sectorial, que permitan una asignacin coherente de los recursos en magnitud, oportunidad y conformidad con las caracters- ticas carenciales especficas de cada zona. Por otro lado, no debe perderse de vista que la toma de decisiones sobre asignacin de recursos no debe esperar tener el conocimiento preciso, exacto y detallado de la ubicacin y magnitud de la pobreza, sino que al igual que todos los sistemas y procedimientos debe estar inserta en un proceso de mejora y perfeccionamiento continuos. Adicionalmente, y considerando el entorno poltico a veces muy sensible en que se desarrollan las operaciones de cualquier Fondo social, el tema de la transparencia y discrecionalidad en la asignacin de los recursos adquiere especial importancia. Es deseable que todos conozcan y entiendan cmo se distribuyen los recursos fiscales en este aspecto, por lo que se requiere disponer de metodo- logas sencillas y verificables. Es necesario efectuar un anlisis a nivel distrital, y convertir al distrito en la unidad de referencia bsica para la programacin de las actividades del Fondo. Resulta indispensable que la asignacin referencial de recursos sea congruente con este enfoque, pues de lo contrario no se podr garantizar que se logre llegar a los ms pobres entre los pobres. Esto se relaciona indefectiblemente con la necesidad de implementar una estrategia de promocin focalizada que complemente eficazmente el enfoque de demanda que rige las operaciones, y permita junto con otros mecanismos -como por ejemplo considerar niveles de gasto de preinversin adecuados o mayores niveles de coordinacin interinstitucional- financiar proyectos en aquellos lugares donde, por la misma condicin de extrema pobreza de sus poblaciones, no pueden organizarse o generar espontneamente proyectos elegibles para el financiamiento de FONCODES. No debe perderse de vista que un mapa de pobreza no es igual a la asignacin referencial de recursos que debe orientar las labores de un Fondo, aunque evidentemente sta se construye sobre la base del primero. Existen consideraciones de orden operativo (necesarias para hacer viable la gestin de las oficinas zonales y el financiamiento de proyectos) o de poltica institucional (incluso del gobierno en general), que hacen que algunos coeficientes de asignacin difieran de los ndices de pobreza elaborados. En este sentido, es oportuno resaltar la conveniencia de considerar en la determinacin de nuevas asignaciones anuales el impacto de las operaciones pasadas del Fondo, pues de esta manera se corrige progresivamente cualquier distorsin ocasionada por el demand driven, como la aprobacin del financiamiento de proyectos en exceso dentro de algunos distritos y por agregacin en provincias, departa- mentos y regiones, con relacin a los niveles asignados en funcin del nivel de vida que presentan sus poblaciones. Una medida concreta para una mejor focalizacin del gasto (inversin), sera adoptar una poltica que al menos durante el primer semestre del ao determine no invertir en nuevos proyectos en las capitales de provincia (o en general, en distritos mayormente atendidos y no muy pobres) en beneficio de los ms pobres, poco atendidos y alejados. Es evidente la correlacin existente entre pobreza y una baja capacidad organizativa y de demanda de recursos financieros que se requiere para el cumplimiento de los requisitos de elegibilidad y evaluacin con que operamos. Seales claras (al mercado) en materia de asignacin (que como herramienta til de gestin debe efectuarse referencialmente a nivel distrital y sectorial, y complementarse con un adecuado sistema de priorizacin), harn que los agentes (promotores) orienten sus esfuerzos hacia las zonas ms pobres y alejadas. Paralelamente, debe reforzarse el esquema con convenios de cooperacin interinstitucional y con el reconocimiento de adecuados niveles de gasto de preinversin. Es conveniente reiterar que tan o ms importante que la macro- focalizacin es la micro-focalizacin. La rigurosidad en la visita de campo durante la evaluacin tcnica y socioeconmica ex ante, debe reforzarse con la realizacin de encuestas a nivel local -posiblemente a cargo de los municipios- que mediante la caracterizacin de la vivienda estratifiquen casi de manera inmediata a los pobres y a los que no lo son y distinga dentro de los primeros a los pobres extremos, sealando as con gran exactitud la poblacin objetivo de las polticas. Operativamente, la ficha de visita de campo empleada en la evaluacin ex ante debiera ser una por distrito, con anexos por localidad, para as evitar llenar informacin igual en cada evaluacin de un expediente tcnico de un distrito; as, la actualizacin sera ms homognea. Cada evaluacin posterior debera salir al campo con su ficha distrital impresa y llena, facilitando la verificacin y actua- lizacin de los datos. De esta forma se podran crear mapas de pobreza dinmicos, en los que se aprecie la evolucin de los indicadores carenciales bsicos, lograndose una mejor focalizacin de las acciones. Finalmente, se debe ir identificando potencialidades y oportuni- dades de inversin acordes con una perspectiva de desarrollo econmico sostenido (y mecanismos como la evaluacin ex post podran contribuir a este propsito), que busque la generacin de empleo permanente, explotando las potencialidades productivas y ventajas competitivas de cada zona, mejorando (o elaborando) a travs de aproximaciones sucesivas un mapa de recursos que constituya una adecuada herrramienta de gestin y permita a la vez una intervencin focalizada, que contemple un equilibrio entre poblacin, ambiente, recursos y estructura productiva. |
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