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  ³  4.7. COMENTARIOS AL TEMA: DINAMICA DEMOGRAFICA DE LA POBREZA  ³
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                  COMENTARISTA N§ 3 : Ricardo Infante
              Organizaci¢n Internacional del Trabajo (OIT)
                               Lima, Per£


     Mediante este comentario se tratar  de contribuir a esclarecer la 
llamada ®zona difusa¯ entre pobreza y poblaci¢n, a trav‚s del an lisis 
de dos factores que inciden sobre el ingreso familiar y, por lo tanto, 
sobre las  condiciones de vida y reproducci¢n de los diferentes grupos 
sociales.  Estos son, el empleo y el gasto social.

     En las exposiciones se ha se¤alado que, por un lado, las  distin-
tas fases de transici¢n demogr fica de los pa¡ses se produjeron  en un 
contexto de mejor¡a de los ingresos y de un grado creciente de urbani-
zaci¢n. Esto es, la transici¢n demogr fica se dio unida al proceso  de 
®modernizaci¢n¯ de Am‚rica Latina, el que estuvo directamente vincula-
do a los fen¢menos distributivos del per¡odo 1950-1980; vale decir, al 
desarrollo  del  mercado  laboral. Por  otro lado, se ha dicho que los 
procesos de movilidad desde los hogares de menos ingresos a los grupos 
de ingreso medio,  y  de ‚stos a los grupos altos, aceleran la transi-
ci¢n  demogr fica. En   definitiva,  tanto los antecedentes hist¢ricos 
como la  informaci¢n ®micro¯, a nivel de la familia, apuntan a que ma-
yores niveles  de ingresos acompa¤ados de una mejor distribuci¢n favo-
recen el cambio demogr fico.

     La  cuesti¢n reside,  entonces, en saber de d¢nde obtienen su in-
greso los  diferentes grupos sociales. Seg£n estudios de la  Organiza-
ci¢n  Internacional del Trabajo (OIT), en la mayor¡a de los pa¡ses  de 
Am‚rica  Latina los sectores pobres obtienen sus ingresos fundamental-
mente del  trabajo: de ‚stos, aproximadamente un 70% proviene del mer-
cado  laboral  y el 30%  restante del gasto social. La composici¢n del 
ingreso  de los grupos de extrema pobreza es todav¡a m s sesgada hacia 
el  gasto social: aproximadamente un 40% del ingreso de  las  familias 
indigentes  se  origina en el gasto social. En definitiva, la posici¢n 
relativa  de ingresos de los grupos depende de su inserci¢n laboral y, 
en menor medida, de su acceso a los recursos del gasto social.

     En los a¤os 80, cerca de un 90% del aumento de la pobreza se  con
centra en las  reas urbanas de Am‚rica Latina. Los trabajadores pobres 
urbanos ¨d¢nde se ocupan? Fundamentalmente, en el sector informal.  Un 
60% de los pobres trabaja en actividades informales , y en el  caso de 
los  indigentes este porcentaje aumenta al 70%. ¨En qu‚  trabajan?  Un 
10% de los ocupados pertenecientes a hogares pobres  realiza  trabajos 
dom‚sticos, un 30% lo hace por cuenta propia, y un 20%  es  asalariado 
de las microempresas. El resto de los trabajadores pobres (40%) traba-
ja en el sector moderno: 8% en el sector p£blico y 32 % en  el  sector 
privado. Por otro lado, se afirma que ®los  pobres  son  asalariados¯.  
Efectivamente, un 70% de los pobres son asalariados, distribuidos  en: 
10% en trabajo dom‚stico, 20% en microempresas, 8% en el sector p£bli-
co y 32% en el sector moderno; desarrollando actividades en  precarias 
condiciones de trabajo, de jornada laboral y de contrato de trabajo, y 
cuyo  ingreso se  aproxima al salario m¡nimo, que constituye una frac-
ci¢n reducida del costo de la canasta b sica.

     Hasta el momento se ha analizado la situaci¢n ocupacional de  los 
trabajadores  pobres,  sin  hacer  menci¢n  de los determinantes de la 
oferta  laboral.  En primer lugar, la tasa de participaci¢n de los po-
bres es inferior a la del promedio de las familias; esto es, hay menos 
oferentes de fuerza de trabajo por hogar que en los grupos de ingresos 
medio y  alto.  Adem s,  la tasa de desempleo de los pobres es m s del 
doble que la tasa de desempleo promedio, y es mayor todav¡a en el caso 
e mujeres indigentes. Por su  parte,  los  j¢venes en situaci¢n de po-
breza tienen una tasa de desempleo mayor  a£n,  siendo  de  3 veces el 
promedio en el caso de Costa Rica, y de 5 veces en el caso  de  Chile, 
lo cual revela una inserci¢n altamente vulnerable de los  sectores po-
bres en el mercado laboral.

     Como  se se¤al¢, el gasto social es otro factor que influye sobre 
las condiciones  de vida y de reproducci¢n de las familias.  Las expe-
riencias  de pa¡ses como Chile, Costa Rica y Uruguay, que han desarro-
llado m‚todos de medici¢n y an lisis del efecto del gasto social sobre 
los  diferentes grupos de ingreso, revelan que el efecto  distributivo 
del gasto social debe ser analizado cuidadosamente. Las  pol¡ticas  de 
gasto  social focalizadas en los grupos sociales m s pobres pueden ser 
conflictivas, porque estar¡an restando recursos a los  grupos  medios. 
Estos grupos sociales, adem s de resultar severamente afectados duran-
te el proceso de ajuste de los a¤os 80, son decisivos en la definici¢n 
de las estrategias nacionales. Por ende, las pol¡ticas de gasto social 
para  reducir la pobreza tienen no s¢lo limitaciones de orden t‚cnico, 
sino tambi‚n pol¡tico.

     En cuanto a la transmisi¢n intergeneracional de  la  pobreza,  en 
estudios realizados por la OIT en pa¡ses  centroamericanos se  muestra 
que aproximadamente uno de cada 5  hogares  pobres  tiene  ni¤os en la 
fuerza de trabajo. En el caso de Costa Rica el ingreso  de  los  ni¤os 
trabajadores representa el 1.1% del producto, en El Salvador  0.3%, en 
Guatemala 1.7%, y en Honduras el 1.3% del producto. Asimismo, se esti-
ma que estas contribuciones alcanzan aproximadamente  al 16 % del  in-
greso familiar. Si se considera que la mitad de los ni¤os son familia-
res no remunerados esta contribuci¢n llegar¡a al 10% del ingreso fami-
liar, cifra que es semejante a la estimada para  Brasil  y  Chile.  Es 
decir, los ni¤os realizan una contribuci¢n  significativa  al  ingreso 
familiar, la que representa una fracci¢n cercana al 1% del producto en 
los pa¡ses rese¤ados. Estos indicadores s¢lo confirman la persistencia 
de  factores  que refuerzan las tendencias de transmisi¢n intergenera-
cional de la pobreza.

     Por £ltimo, una reflexi¢n sobre el tema de la  distribuci¢n  y de 
la din mica  poblacional.  Los  procesos de transici¢n demogr fica del 
per¡odo  1950-1980 se produjeron en el contexto de la modernizaci¢n de 
Am‚rica Latina,  con  una elevada movilidad social y un r pido proceso 
de  migraci¢n rural-urbana.  La  cuesti¢n es saber hasta qu‚ punto ese 
tipo de  movilizaci¢n social se sigue dando en Am‚rica Latina, en cir-
cunstancias  que  opera otro patr¢n de desarrollo basado en el mercado 
y la  competitividad, que se ha producido un estancamiento del proceso 
de migraci¢n rural-urbana, que el acceso al mercado de trabajo se hace 
cada vez m s dif¡cil,  y  que  el  Estado tiene menos posibilidades de 
apoyar a los distintos sectores sociales.