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2.1.2 ESTADISTICAS DEMOGRAFICAS PARA POLITICAS CON PERSPECTIVA DE GENERO
Econ. Juli n Antezana Alvarado*
Un evento como el presente, donde se va a reflexionar y discutir
experiencias sobre el dise¤o y aplicaci¢n de indicadores de
pobreza, mujer y ni¤ez, resulta relevante particularmente para el
caso peruano, donde la reciente creaci¢n del Ministerio de
Promoci¢n de la Mujer y del Desarrollo Humano (PROMUDEH) plantea,
entre otras consideraciones, la necesidad de sistematizar
indicadores sociales sobre la equidad de g‚nero.
No existen muchas experiencias institucionales al respecto,
quiz s sea en Espa¤a donde pueda encontrarse avances
significativos en cuanto a indicadores sociales de igualdad entre
g‚neros. Rescatando esa experiencia es posible sugerir algunos
elementos que en pa¡ses como el nuestro pueden resultar £tiles
para el dise¤o y puesta en marcha de un sistema de indicadores
demogr ficos orientado a pol¡ticas con perspectiva de g‚nero.
En lo posible, un sistema de indicadores como el mencionado debe
proporcionar informaci¢n sobre la situaci¢n de la mujer en
diversos campos como, por ejemplo, salud, educaci¢n, empleo,
familia, calidad de vida, etc. De esta manera, el sistema de
indicadores, adem s de mostrar en un momento dado la situaci¢n del
colectivo femenino del pa¡s, permitir conocer tambi‚n el grado de
avance en cuanto a los efectos que se esperar¡an de los programas
y proyectos de desarrollo dirigidos a la mujer, principalmente si
es que van desapareciendo las desigualdades y discriminaci¢n de la
que es objeto.
Visto as¡, el sistema de indicadores no deber¡a considerarse como
un modelo de evaluaci¢n de programas ni tampoco de algo m s
general como las pol¡ticas, sino m s bien como un mecanismo que
sirve para evaluar el logro de objetivos generales, es decir, de
aquellos que son componentes de un plan orientado a la igualdad
de oportunidades y que en una perspectiva temporal, trascienden
las pol¡ticas de un momento dado. La perdurabilidad, entonces,
debe ser una caracter¡stica de este sistema de indicadores y debe
facilitar a las autoridades el saber si unas pol¡ticas producen
iguales o diferentes efectos respecto a otras.
En esta perspectiva, es sumamente importante considerar las
necesidades de un sistema de informaci¢n estad¡stica desde el
punto de vista e inter‚s de los usuarios, particularmente de
aquellos que tienen responsabilidad en la toma de decisiones, sea
de pol¡ticas o de programas y proyectos. Por tanto, vamos a
tratar de enfatizar sobre qu‚ caracter¡sticas adicionales deber¡a
tener un sistema de esta naturaleza para que pol¡ticos,
autoridades y funcionarios lo consideren £til y puedan asumir en
sus decisiones un criterio con perspectiva de g‚nero.
Aunque seguramente para los que producen informaci¢n estad¡stica
les debe resultar un poco dif¡cil, puede ser conveniente
considerar no s¢lo estad¡sticas de variables o indicadores que
corresponden a los sectores econ¢micos o sociales, sino tambi‚n
aquellos que hacen referencia a la parte subjetiva del
comportamiento del ser humano, como son las actitudes, los valores
y los estereotipos. Muchas veces pueden evidenciarse progresos en
la accesibilidad de la poblaci¢n femenina a los servicios
sociales, pero si no sabemos como est n evolucionando aspectos
como la cultura del "machismo" o los estereotipos sobre la mujer,
por ejemplo, no se podr conocer del todo bien los avances sobre
las desigualdades y discriminaci¢n que soporta la mujer.
Por otro lado, no debemos perder de vista que para encontrar una
explicaci¢n respecto a los resultados encontrados en referencia a
la informaci¢n estad¡stica, debemos establecer una red de
interrelaciones entre variables lo cual es posible con el auxilio
de un modelo te¢rico que permita establecer relaciones de
causalidad, de tal manera que pueda determinarse la
direccionalidad entre las pol¡ticas intervinientes y los
resultados.
Otro aspecto a tener en cuenta es la factibilidad de que este
sistema favorezca hacer comparaciones objetivas a diferentes
niveles, incluyendo los grupos sociales y mbitos territoriales,
como pueden ser entre pobres y no pobres, entre urbano y rural,
por regiones o sub-regiones, etc. Esto deber facilitar la
determinaci¢n de que reas o segmentos poblacionales cuentan con
un mayor grado de desigualdad y en qu‚ aspectos, para focalizar
mejor la pol¡tica social.
Como todo sistema estad¡stico, adem s de permitir conocer las
tendencias y evoluci¢n de las variables e indicadores, se podr
saber si la poblaci¢n femenina est mejor o peor con respecto a un
n£mero de a¤os anterior. Si esta misma informaci¢n se dispone
tambi‚n para la poblaci¢n masculina, se podr n hacer comparaciones
sistem ticas ya que, al actuar los hombres como grupo de
contraste, ser posible establecer relaciones causales entre
pol¡ticas y resultados.
Aunque un sistema de indicadores es importante por s¡ mismo, la
verdadera relevancia la da el hecho de que va a servir para la
toma de decisiones, es decir, la capacidad de informar a los
diferentes niveles de decisi¢n, sobre todo para comprometer los
recursos necesarios que exige la ejecuci¢n de programas y
proyectos.
Otro aspecto que no debe perderse de vista es la propia calidad de
los indicadores, en el sentido que reflejen bien la situaci¢n o
problema que se pretende medir y que abarque a gran parte de la
poblaci¢n es decir, que sean los mejores indicadores en t‚rminos
de su contenido y su representantividad poblacional.
Por £ltimo, aunque casi siempre es lo determinante, un sistema de
indicadores implica costos y tiempos para recolectar y construir
la informaci¢n necesaria y, para ponerlo en marcha como un
mecanismo que probablemente va a involucrar a diversas
instituciones, por lo que deber ser rentable bajo todo punto de
vista.
* Economista, Director T‚cnico del Consejo Nacional de Poblaci¢n,
Ministerio de Promoci¢n de la Mujer y el Desarrollo Humano. Lima.
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