2.1.3 ADVERTENCIAS SOBRE LA MEDICION  DEL INGRESO EN LAS ENCUESTAS
          DE  HOGARES   CONTINUAS  Y   SOBRE   OTROS  ASPECTOS  DE  LA
          PROBLEMATICA SOCIAL*

          Profesor Froil n Fern ndez **


    Es necesario  hablar  en  forma  descarnada en  este  papel,  para
    remecer  la  actitud  y  conciencia  de  ustedes, ante  mediciones
    erradas  de la problem tica  social y  el mal uso  de conceptos  y
    l‚xicos en ese campo, lo cual nos est  poniendo en desventaja ante
    profesionales de otras disciplinas.

    El suscrito  reconoce que, tambi‚n  ha  incurrido  en el pasado en
    errores al utilizar informaci¢n deficiente de ingresos en estudios
    anal¡ticos, y  tal como  a  el  lo advirtieron de su equivocaci¢n,
    desea advertir a los dem s  colegas que est n en ese mismo camino,
    para que eviten (o salgan de) situaciones equivocadas.

    Tal  como en el  cuento de los  sastres  embaucadores, el ni¤o  se
    atrevi¢ a gritar ante el pomposo cortejo: ! el rey esta desnudo !.
    tambi‚n  yo  le grito  a  este foro: ! cuidado con  las mediciones
    sociales que  estamos haciendo !. y esperamos  que, tal como en el
    cuento la advertencia  infantil hizo  que el  pueblo saliera de su
    equivocaci¢n,  este  papel  pueda  contribuir  a  hacernos ver  la
    realidad social en su justa expresi¢n1.


    I.  LIMITACION DE LA  INFORMACION DE  INGRESOS EN LAS ENCUESTAS DE
        HOGARES

        Se  debe  tener  presente  que  la informaci¢n de ingresos  es
        dif¡cil   de  captar.   Esto  es   reconocido  en  la   mismas
        publicaciones  de las  Oficinas Nacionales de Estad¡stica. Por
        ejemplo, en Chile el INE  se¤ala en las publicaciones sobre el
        tema: " en el futuro  se har n esfuerzos para lograr una mayor
        solidez  en  la  captura de la  informaci¢n de  ingresos y  se
        recomienda  contrastar  la  informaci¢n  que  proviene  de  la
        encuesta  de  hogares  con  la  que pueda  provenir  de  otras
        fuentes ".
     
        Precisamente, la mayor debilidad de la encuestas de hogares es
        la  subdeclaraci¢n  de  ingresos,  la  cual  se  debe  a   los
        siguientes factores:

        a. Generalmente no se entrevista al perceptor de ingresos

          Esto se debe a que no  existe un presupuesto que lo permita.
          Entrevistar al perceptor significar¡a  realizar la  encuesta
          despu‚s de las 8 de la noche los d¡as de semana, hacerla los
          s bados y  domingos o  visitar al  perceptor en  su lugar de
          trabajo, todo lo cual es  muy oneroso, sobre todo trat ndose
          de  muestras  grandes (Por  ejemplo, la  muestra del  INE de
          Chile tiene un tama¤o de 36000 hogares).

          En  el  levantamiento   de   campo  los  entrevistadores  se
          conforman  con  encuestar  a  cualquier  persona adulta  del
          hogar, qui‚n responde  las preguntas por todos  los miembros
          del mismo.

          Se ha comprobado que a nivel  intrafamiliar hay ocultamiento
          del dato de ingresos (en  general el esposo  no le dice a su
          se¤ora lo que realmente gana, ni el joven que trabaja y vive
          con  sus  padres  u  otros   familliares  les  dice  lo  que
          efectivamente gana).

          La subdeclaraci¢n de ingresos es muy grande en las encuestas
          de  hogares  continua. Esto  se  ha  comprobado   cuando  se
          contrasta  esa  informaci¢n  con  la  que  proviene  de  las
          Encuestas  de  Ingresos  y  Gastos (Encuesta de Presupuestos
          Familiares, EPF). Estas  encuestas si  son consideradas como
          una  fuente   bastante  m s  confiable,  aunque  tambi‚n  se
          subdeclaran los  ingresos, esto se  da  en menor  medida. El
          problema  de  estas  £ltimas  encuestas,  es  que  ellas  se
          realizan muy  espor dicamente, cada 5  a¤os o m s, debido al
          costo de emprender  esta investigaci¢n que es muy dif¡cil de
          hacer, por  la  especializaci¢n  del  tema  y  la  exigencia
          t‚cnica de  mantener el hogar  en observaci¢n todos los d¡as
          por 1 o 2 semanas.

          En las EPF existe una  contrastaci¢n de  los gastos  con los
          ingresos  declarados  en  cada hogar, se hacen  controles de
          balance entre  ingreso y gastos, haci‚ndose  reentrevistas y
          nuevas   indagaciones  en  el  terreno  en  los   casos   de
          diferencias  significativas. Adem s  en  estas  encuestas se
          procura  captar  todos  los  ingresos  provenientes  de  las
          distintas fuentes, mientras  que en las Encuestas de Hogares
          Continua,   generalmente   s¢lo  se   capta   los   ingresos
          provenientes del trabajo (y muchas veces s¢lo los de trabajo
          principal).

        b. Desconfianza del informante.

          Si se  llega a  conversar  directamente  con  el  perceptor,
          en muchos  caso  ellos subdeclaran los  montos de ingresos y
          ocultan otras fuentes por desconfianza a medidas impositivas
          o porque  a ellos  les conviene declarar menos. Muchas veces
          las personas  consideran que  al declarar menos ingresos, se
          tiene  mas  posibilidades de  recibir subsidios provenientes
          del gasto social.


    II. UNA REFLEXION SOBRE LA VALIDEZ DE LA INFORMACION DE INGRESOS

        En general los t‚cnicos  est n conscientes de las limitaciones
        que tienen las  encuestas de hogares continuas en la captaci¢n
        de  ingresos, (estas  mismas  limitaciones  se  aplican  a  la
        encuesta  sociales, tipo CASEN), pero  el problema estriba  en
        que existe  una apreciaci¢n diferente  respecto de la gravedad
        de estas limitaciones.

        Por  un  lado  hay  especialistas  que suponen que  basta  con
        ajustar los resultados  de la encuesta  a las  estimaciones de
        las  cifras  de  ingreso de las cuentas nacionales, para poder
        realizar diversos trabajos anal¡ticos.

        Otros  en  cambio, entre  los  que  se  incluye  el  suscrito,
        sostienen que dichas limitaciones  son de  extrema gravedad  y
        los  ajustes que  se  realizan  a su  monto  global, no es una
        soluci¢n, pues  la  distribuci¢n  de  ingresos  no  puede  ser
        corregida  por  ning£n  m‚todo   t‚cnicamente  v lido.  Si  la
        captaci¢n de ingresos no  se puede hacer en forma medianamente
        correcta, es preferible no  hacer preguntas  sobre ingresos en
        las encuestas de hogares.

        Los que insisten en utilizar cifras mal captadas sostienen que
        estas  son las  oficiales, pues han  sido presentadas  por las
        Oficinas  Nacionales  de   Estad¡stica,   incluso   publicadas
        oficialmente. Tambi‚n  argumentan que PEOR  ES NADA y utilizan
        las cifras de ingreso  a pesar de  estar conscientes, en alg£n
        grado, de sus limitaciones.

        Las  cifras   producidas   sobre   ingresos,   son   aceptadas
        livianamente por los encuest¢logos, dado que las mismas fueron
        respondidas  por  el  hogar, y  ellos  s¢lo  las tabulan y las
        presentan  en   forma  agregada,  se¤alando  t¡midamente   sus
        limitaciones, sin ponderar bien la gravedad de las mismas.

        Nosotros  en cambio, creemos  que  es "MEJOR  LA  NADA A TENER
        CIFRAS TAN ALEJADAS DE LA REALIDAD".


    III.CIFRAS MALAS, ESTUDIOS MALOS

        De estas  malas cifras de  ingreso han surgido los estudios de
        pobreza  para   diferentes  pa¡ses  de  la  Regi¢n,  que   son
        cuestionados en cualquier foro de nivel t‚cnico.

        Tales estudios basados en estas malas cifras de ingreso llegan
        a conclusiones insostenibles sobre la magnitud de la pobreza.

        Por ejemplo en Chile, se han presentando cifras exageradas del
        problema. En  esos estudios se  se¤ala que en 1970 los hogares
        en situaci¢n de pobreza representaban s¢lo el 20%, en 1987 ese
        flagelo aument¢ a 44% y en 1992 alcanz¢ la cifra de un 33%. Es
        decir en los a¤os 1987 y 1992  hab¡a m s pobreza que en el a¤o
        1970,  44%,  33%  y  20%, respectivamente. Esa  conclusi¢n  es
        absolutamente  contradictoria   con  los   dem s   indicadores
        sociales, que muestran un  mejoramiento de la situaci¢n social
        en ese lapso.

        En Chile  la situaci¢n  social ha  mejorado entre 1970 y 1992,
        pues  ahora  hay  menos  hogares y  personas  con  Necesidades
        B sicas Insatisfechas, por lo tanto hay menos pobres, al rev‚s
        de  lo que sostienen  esos  estudios, basados  en la  l¡nea de
        pobreza:

        En 1992 con respecto a 1970 (Incluso 1987 versus 1970):

        . Hay una menor mortalidad general y una  mayor  esperanza  de
          vida y ha disminuido la mortalidad  infantil. Las mejor¡a de
          las  condiciones  sanitarias  y  la  mejor  nutrici¢n de  la
          poblaci¢n han tenido buenos efectos.
 
        . Ha disminuido el porcentaje de hogares con carencia  de agua
          potable, luz el‚ctrica y alcantarillado.

        . Los hogares con tel‚fono y veh¡culos han aumentado.

        . El  porcentaje   de   hogares   equipados   con   lavadoras,
          refrigerador, televisores  y otros equipos  electr¢nicos  ha
          aumentado. Ahora hay m s artefactos en los hogares.
        . El   analfabetismo   ha   disminuido  y   ha   aumentado  la
          escolarizaci¢n (hay m s personas con m s a¤os de estudio).

        . Ahora  hay  menos  campamentos  (callampas, tugurios, villas
          miserias) que antes.

    IV. OTROS PROBLEMAS SOCIALES

        En todo caso, estamos conscientes que en muchos pa¡ses que han
        padecido  de  gobiernos  autoritarios  y/o  por  haber sufrido
        graves conflictos sociales nacionales, han  surgido en algunos
        de ellos  otros tipos  de problemas, a  pesar de la mejor¡a de
        ciertas condiciones  sociales y econ¢micas. El impacto de esos
        per¡odos  sombr¡os  han  tra¡do muerte e  invalidez  para  las
        v¡ctimas   y   desajustes   mentales  y   siqui tricos  a  los
        victimarios (los cuales en per¡odos de sana convivencia social
        ello no existe). La poblaci¢n  en general se ha visto afectada
        por el dolor y el temor.

        Todo lo cual ha cambiado el  alma popular de esos pa¡ses y han
        transformado   a  las  personas  en   seres   m s  tristes   y
        desconfiados que antes.

        En  otros  pa¡ses, seudo  democr ticos, por  el  poder  de los
        partidos  gobernantes o haber  tenido presidentes  corruptos y
        deshonestos  en  lo   pecuniario,  reina  el  servilismo,   la
        corrupci¢n  y  el desorden en los distintos niveles de la vida
        nacional, lo cual  impide un  ritmo de desarrollo adecuado del
        pa¡s, en procura de un mayor bienestar de la poblaci¢n.

        Unido a lo  anterior, pero  que  afecta en general a todos los
        pa¡ses, el  dinamismo  propio  de la  civilizaci¢n, los nuevos
        enfoques econ¢micos, la transformaci¢n de valores solidarios a
        valores competitivos en  la poblaci¢n, las mayores facilidades
        de acceso a los medios  de comunicaci¢n  visual y  los r pidos
        procesos de  urbanizaci¢n, han hecho surgir y acrecentar otros
        problemas sociales, los  cuales quedan  ocultos por el ‚nfasis
        dado a la palabra  Pobreza y no  existe la debida preocupaci¢n
        para atenderlos y buscarles soluciones adecuadas.

        Estos  problemas  emergentes  no  se  enmarcan  dentro  de  la
        concepci¢n de pobreza  tradicional, en  cuanto  a  carecer  de
        cosas  y  servicios, sino  que  est n  en el  contexto de  las
        debilidades  de  la naturaleza  humana  y  afectan a todos los
        estratos sociales.

        . El alcoholismo, debido  a  frustraciones humanas  como a  la
          mala calidad y  adulteraci¢n  de los  licores por  parte  de
          productores  inescrupulosos, est   da¤ando  cada vez  m s  a
          nuestra poblaci¢n, sobre todo a los j¢venes.

        . La drogadicci¢n juvenil se ha acrecentado.

        . La soledad en las personas mayores es m s frecuente.

        . La demencia y el cansancio mental han aumentado.

        . La agresividad de los  conductores de  veh¡culos, causa  m s
          muertos   e   invalidez   (discapacidad )   que   antes,  en
          contraposici¢n a la  mejor¡a de las condiciones de seguridad
          industrial (hay  menos  accidentes  del  trabajo  ahora  que
          antes).

        . El consumismo y las  nuevas necesidades  y aspiraciones (que
          muchas veces  no pueden  alcanzarse), dadas por el espejismo
          del  cr‚dito   f cil  y  el  bombardeo   publicitario,  trae
          tristeza y estr‚s en las personas que no pueden tener acceso
          a todas las ofertas del mercado deseadas.

        . La falta  de  educaci¢n  sexual  y  la  p‚rdida  de  valores
          familiares, est n   trayendo   separaciones   matrimoniales,
          embarazos juveniles y enfermedades ven‚reas.

        . La misma crisis de  valores ha tra¡do  consigo un aumento de
          la  delincuencia.  Ello  est   impidiendo  a  la  poblaci¢n,
          disfrutar  la  calle  en  las grandes  ciudades, despu‚s  de
          cierta hora.

    V.  CIFRAS  SOBRE  LA  PROBLEMATICA  SOCIAL  DE  UTILIDAD  EN   LA
        DEFINICION DE POLITICAS

        Para facilitar el dise¤o de  los programas sociales  realmente
        requeridos es necesario  definir y medir  bien la problem tica
        social y las distintas facetas de la pobreza, y evitar caer en
        burdas equivocaciones, tratando de  hablar de  la pobreza como
        algo monofac‚tico, cuando realmente  la problem tica social es
        multifac‚tica.

        Para hacer operativo y  eficiente el  trabajo de la Comisiones
        de  Superaci¢n  de  la  Pobreza  Extrema  y  otras  instancias
        sociales  que  se  est n  organizando  en los  pa¡ses, debemos
        comenzar por reemplazar la actual medici¢n de L¡nea de Pobreza
        (ingresos)   por   el   m‚todo  de  las  Necesidades   B sicas
        Insatisfechas  (NBI)  y  emplear  un   l‚xico  mas   l¢gico  y
        entendible,  como  es  el  hablar  de  carencias  espec¡ficas,
        evitando dar ‚nfasis e importancia a los ¡ndices sint‚ticos (o
        condensados). Dado que  la pobreza tiene m£ltiples acepciones,
        no  se  puede  hablar  de  pobreza  a  secas  y  es  necesario
        especificar en que aspectos es pobre (o carente) esa familia o
        persona.

        En base a la cuantificaci¢n de carencias y problemas  sociales
        espec¡ficos,  de   tipo   estructurales,   los  "hacedores  de
        pol¡ticas" definir n metas sectoriales claras y precisas en su
        empe¤o por superar las condiciones  sectoriales de  la pobreza
        extrema y as¡ se podr  medir con efectividad la Gesti¢n Social
        de un Gobierno.

        Para  todos  ser   f cil de  comprender  que  al comienzo  del
        Gobierno  hab¡a  tal  porcentaje  de  analfabetos  y  que   al
        finalizar  este, esa  problem tica  social  disminuy¢ en forma
        significativa. Que  la  deserci¢n  escolar  disminuy¢. Que  la
        cobertura y la calidad educativa mejoraron en ese per¡odo. Que
        el  d‚ficit   habitacional   disminuy¢.  Que   aumentaron  las
        pr cticas  deportivas,  culturales  y  recreacionales  en  tal
        magnitud. Que el alcoholismo y la drogadicci¢n disminuyeron en
        tal porcentaje. Que los actos  delictivos y  los accidentes se
        redujeron. Que aument¢ la cobertura y calidad de los servicios
        de  agua y luz. Que la  desnutrici¢n disminuy¢, Que  mejoraron
        las condiciones de salud  de la poblaci¢n  y que la mortalidad
        infantil baj¢, etc., etc.

        Y as¡ podremos dar una  cuenta m s clara sobre los impactos de
        la pol¡tica y la gesti¢n p£blica en los diversos sectores y la
        poblaci¢n  entender   con   facilidad  que  efectivamente  las
        condiciones de  bienestar mejoraron  y que en  ese momento hay
        menos familias en situaciones de pobreza extrema que antes, en
        lo estructural.

    VI. NO  INVENTEMOS  UN  NUEVO  LEXICO  PARA  CONCEPTOS  DE   OTRAS
        DISCIPLINAS

        En  cuanto  a  las  situaciones  socioecon¢micas  coyunturales
        (Empleo  y  desempleo,  ingresos  reales,  inflaci¢n,  tasa de
        inter‚s,  inversi¢n,  gasto  p£blico,  gasto  social,  balanza
        comercial,  tipo  de cambio, etc.), debemos tener presente que
        es  un  campo  de  preocupaci¢n compartido con los economistas
        globalistas.

        Nosotros  como cientistas  sociales, debemos  estar claros eso
        s¡, que los primeros ya  tienen una disciplina, un l‚xico y un
        esquema de propuestas integral  muy antiguos  para tratar esas
        problem ticas  socioecon¢micas  e intentar  darles soluciones.
        Tambi‚n tenemos clara conciencia que los enfoques y soluciones
        sugeridas por  los economistas son  muy variadas (aunque ahora
        no  tanto  como  antes), y  que  muchas  veces  las  pol¡ticas
        econ¢micas aplicadas han sido  contraproducentes, pero en todo
        caso ese campo es m s de su competencia que de la nuestra.

        Nosotros  hacemos  muy  mal, cuando  pretendemos  inventar  un
        lenguaje sociol¢gico a los mismos  conceptos que ya  se vienen
        utilizando por otras  disciplinas, desde muy  antiguo. Con  el
        agravante de que no existe  acuerdo entre  nosotros sobre  los
        t‚rminos  que  debemos  emplear  en  cada  caso.  La  palabras
        pobreza,   informalidad,  invisibilidad,   tienen   diferentes
        significados  y  en  cualquier  conferencia  hay  que dar  una
        explicaci¢n   previa  y   lata,  sobre  lo  que   entiende  el
        conferencista sobre esos t‚rminos.

        Ejemplos de esos hay muchos:

        . Subempleo invisible, es similar al concepto de "Ocupados mal
          pagados (remunerados)" que utilizan los economistas.

        . Sector  informal,  se  acerca  bastante a  trabajadores  por
          cuenta propia y  microempresas.

        . Aumentaron  los  pobres  (m‚todo  de  la l¡nea  de  pobreza,
          suponiendo que los ingresos se puedan medir bien), pues  hay
          mas familias  cuyos  ingresos  no  alcanzan para adquirir la
          Canasta  (o  2  canastas) de Consumo B sico Alimentario. Los
          economistas  hablar¡an con su propio  l‚xico: En ese per¡odo
          se capt¢ un aumento de la  desocupaci¢n, aumento del  ¡ndice
          de  precios al  consumidor y  se  produjo  una ca¡da de  los
          ingresos reales en los estratos bajos.

        Por otro lado, los  medidores de  la pobreza  por el m‚todo de
        ingresos,  adem s  cometen  el  error  de  no   considerar  el
        patrimonio  de  la  persona afectada. Por ejemplo, la encuesta
        refleja que un  profesional est   desocupado, lo que significa
        que  tiene  "cero" ingreso  en  ese  per¡odo, por  lo tanto la
        "metodolog¡a de l¡nea  de pobreza" lo define como pobre, y sin
        embargo  esa  persona sigue viviendo en la misma urbanizaci¢n,
        con las mismas  comodidades de antes, y sus hijos siguen yendo
        al mismo colegio privado, pues  ese estado de  desocupaci¢n es
        coyuntural  y  adem s  tiene  un  patrimonio, que  le  permite
        solventar esa situaci¢n pasajera.

        An lisis de la  situaci¢n de pobreza  por el m‚todo integrado:
        la  pobreza  "cr¢nica"  aumento  2%,  la   pobreza  "reciente"
        disminuy¢ en 4% y la pobreza "inercial" se mantuvo en su mismo
        nivel. Cantinflas se hubiese comunicado mejor.

        Nuestro  lenguaje  sociol¢gico   sobre  estos  temas  s¢lo  lo
        entienden  los  que  han  seguido  cursos  y  seminarios sobre
        indicadores  sociales  y  de  pobreza  y adem s siempre se les
        olvida la  definici¢n.  Podr¡amos  hacer  ya  una  prueba  con
        ustedes  mismos que  trabajan los temas  de ingreso y pobreza,
        para demostrarles  que los t‚rminos  mencionados, ustedes  los
        definir n  de  distinta  manera, si  se  los  preguntamos  sin
        advertencia.  Por   eso   el   pol¡tico,  el   economista,  el
        planificador y el hacedor de pol¡ticas no nos entienden.

    VII.SUGERENCIAS  PARA  LA  MEJORAR  LAS  ENCUESTAS  DE HOGARES  EN
        MEDICION DE LA PROBLEMATICA SOCIAL Y LOS INGRESOS

        En todo caso y paralelamente al estudio de carencias, se  debe
        procurar medir bien en esas encuestas, adem s de las variables
        de empleo, los  ingresos, a  fin  de  permitir realizar buenos
        estudios sobre distribuci¢n de los mismos.

        Las  limitaciones de  las  encuestas  de  hogares para  captar
        ingresos, exigen  que  estas se  modifiquen, sobre  todo en el
        trabajo de campo.

        a. Aplicar las preguntas de ingreso en una peque¤a  submuestra
           de la Encuesta de Hogares

          Se  sugiere  aplicar  un  cuestionario  de  ingresos en  una
          submuestra  y  entrevistar  directamente al  perceptor,  por
          parte de los mejores entrevistadores. Adem s se debe indagar
          sobre  las  condiciones  y  servicio  de  la  vivienda y  el
          equipamiento del hogar, a fin  de contrastar  las cifras  de
          ingreso con la calidad de vida que lleva la familia.

          Por ejemplo, para  el caso  de Chile, una  submuestra con un
          tama¤o  de  2000  hogares ser¡a  suficiente para  dar buenas
          estimaciones  a  nivel  nacional,  aunque  las  estimaciones
          muestrales no se puedan desagregar mucho geogr ficamente.

        b. Indagar sobre la vivienda y el hogar

          En la muestra completa, debe  indagarse los  servicios de la
          vivienda,   hacinamiento,   personas    allegadas,    metros
          cuadrados,  equipamiento  del  hogar en electrodom‚sticos  y
          veh¡culos, si  estudian o  no los ni¤os y  j¢venes, aspectos
          recreativos, practicas  deportivas  y  culturales,  etc.  El
          n£mero  de preguntas debe ser  reducido, pues no se tratar¡a
          de una encuesta  especial tan exhaustiva, tipo CASEN. Muchos
          de estos  temas ya son  indagados en las  encuestas  de  los
          INE's, pero no se tabulan ni se presentan resultados.

        c. Constituir  el  Comit‚  de  Usuarios  y  Productores de  la
           Encuesta de Hogares

          Se  considera  conveniente  instaurar  un  comit‚  sobre  la
          encuesta  de  hogares  de  car cter interinstitucional,  que
          coordine  la  acci¢n entre usuarios y  productores  de dicha
          encuesta, cuyos  acuerdos  constituyan  un  mandato para  la
          Oficina  Nacional  de  Estad¡stica  del  pa¡s  en  cuesti¢n.
          Realmente la  estad¡stica es para los usuarios y esa Oficina
          tal  como  una   empresa   debe   procurar   satisfacer  los
          requerimientos  del  consumidor,  que en este caso  son  las
          instituciones  y en general  toda la comunidad  que demandan
          informaci¢n estad¡stica.

          Al existir este comit‚, la Oficina  Nacional de  Estad¡stica
          respectiva, no  podr¡a actuar  unilateralmente  y adem s  se
          sentir   mas  apoyada, pues  las medidas  y  acciones que se
          adopten,  se  har n  en  conjunto  y  con  el apoyo  de  las
          instituciones   usuarias.   En  el  comit‚   surgir¡an   las
          recomendaciones   y    el    aunamiento     de     esfuerzos
          interinstitucional, que har n mas  eficiente el  instrumento
          de la  encuesta, y  as¡  podr   mejorarse  la  captaci¢n  de
          ingresos.


     *  Profesor del Centro Interamericano de Ense¤anza de Estad¡stica
        CIENES, Santiago - Chile.

     ** Se advierte que las  reflexiones del autor son personales y de
        su  exclusiva  responsabilidad, y  los  conceptos  y opiniones
        vertidas en este papel, no necesariamente son coincidentes con
        los de la Instituci¢n a la que pertenece.