ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿                          
    ³                        CAPITULO IV                             ³             
    ³        PLANES DE ACCION PARA LA SUPERACION DE LA POBREZA       ³
    ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ

    4.1 LA CUMBRE  MUNDIAL  SOBRE  DESARROLLO  SOCIAL DE COPENHAGUE  Y
        LA OIT

        Dr. Norberto E. Garc¡a*
        

    I.  La Cumbre  Social  de Copenhague  se efectu¢ en marzo de 1995.
        Durante  los primeros  d¡as hubo  un intercambio  de puntos de
        vista  y  presentaci¢n  de   ponencias  de  representantes  de
        Gobiernos, directores ejecutivos  de organismos del Sistema de
        Naciones    Unidas,    representantes    de     organizaciones
        intergubernamentales  y  de organizaciones no gubernamentales.
        Este  intercambio  se  centr¢  en cada uno de los temas que la
        Cumbre deb¡a examinar  para considerar su adopci¢n en la forma
        de  un  Programa de  Acci¢n.  En  forma paralela, la  Comisi¢n
        Principal de la Cumbre  se reuni¢ para examinar un Proyecto de
        Declaraci¢n y un  Programa de Acci¢n.  En los £ltimos dos d¡as
        se  reunieron   121  jefes  de   Estado  y  de   Gobierno  que
        participaron y  efectuaron  declaraciones en estas sesiones de
        la Cumbre.  En la  sesi¢n final, se  adoptaron formalmente  la
        Declaraci¢n y el Programa de Acci¢n de la Cumbre Mundial sobre
        Desarrollo Social.

    II. El texto completo de la  Declaraci¢n y del  Programa de Acci¢n
        est n   disponibles   y   pueden   ser   consultados  por  los
        interesados.  Creo  que  es  £til,  para  los  fines  de  esta
        exposici¢n,   sintetizar   los   principales  aspectos  de  la
        Declaraci¢n  y  del Programa  de Acci¢n que  son de particular
        relevancia para la labor de OIT.

    III.Respecto a la Declaraci¢n, cabe subrayar los  diez compromisos
        asumidos por la naciones representadas en la Cumbre:

        1) Crear un entorno  econ¢mico,  pol¡tico,  social, cultural y
           jur¡dico que permita el logro del desarrollo social.
 
        2) Alcanzar el  objetivo de  erradicar la pobreza mediante una
           acci¢n decidida  en el contexto  nacional  y la cooperaci¢n
           internacional.   Este   compromiso   incluye   formular   y
           consolidar urgentemente, de  preferencia a  partir de 1996,
           pol¡ticas  y  estrategias  nacionales  orientadas a reducir
           significativamente la  pobreza en  el menor tiempo posible.
           El compromiso es  a£n m s prioritario en la reducci¢n de la
           pobreza absoluta.
 
        3) Promover el objetivo  de pleno empleo como prioridad b sica
           de las pol¡ticas econ¢micas y sociales y preparar a mujeres
           y hombres para obtener medios de vida seguros y sostenibles
           a  trav‚s  del  trabajo  y  empleo  productivo   libremente
           elegido.
 
        4) Promover  la  integraci¢n  social   fomentando   sociedades
           estables, seguras  y  justas,  basadas  en  la promoci¢n  y
           protecci¢n de todos los derechos humanos, as¡ como en la no
           discriminaci¢n, la tolerancia,  el respeto a la diversidad,
           la igualdad de  oportunidades, la solidaridad, la seguridad
           y la participaci¢n de todas las personas, incluyendo grupos
           y personas vulnerables y no favorecidos.



      * Director, Equipo  T‚cnico  Multidisciplinario para  los paises
        Andinos. Oficina Internacional del Trabajo. OIT. Lima.
 

        5) Promover y lograr el pleno respeto por la dignidad humana y
           la igualdad y equidad entre hombres y mujeres, reconociendo
           y promoviendo la participaci¢n y la funci¢n directiva de la
           mujer  en  la vida  pol¡tica,  civil,  econ¢mica, social  y
           cultural y en el desarrollo.

        6) Promover  y  lograr  los  objetivos  de  acceso universal y
           equitativo  a  una  educaci¢n  de  calidad, el  mayor nivel
           posible  de salud  f¡sica y mental y el acceso de todas las
           personas a la  atenci¢n  primaria  de  salud, respetando  y
           promoviendo las culturas comunes y particulares.
 
        7) Acelerar el desarrollo econ¢mico, social y humano de Africa
           y de los pa¡ses menos adelantados.
 
        8) Asegurar  que  los  programas de ajuste  estructural que se
           acuerden, incluyan objetivos de desarrollo social.
 
        9) Aumentar substancialmente o utilizar con mayor eficacia los
           recursos asignados al desarrollo social.
 
        10)Mejorar y  fortalecer, con  esp¡ritu de coparticipaci¢n, el
           marco   de  la  cooperaci¢n   internacional,   regional   y
           subregional  para  el  desarrollo  social por  medio de las
           Naciones Unidas y de otras instituciones multilaterales.

    IV. Los diez compromisos asumidos, expuestos en el p rrafo previo,
        son  de gran  importancia  para  la  labor  de OIT.   Conviene
        subrayar la  especial relevancia  del tercero:  el objetivo de
        pleno  empleo.   De   acuerdo   al   tercer   compromiso,  los
        participantes  en  la  Cumbre  han acordado otorgar un ‚nfasis
        prioritario a  la creaci¢n de  empleo en  el contexto  de  las
        estrategias y  pol¡ticas de  los gobiernos.  En  particular el
        compromiso asumido incluye:

        1) ampliar las  oportunidades  de empleo  y mejoramiento de la
           productividad  en   reas  rurales  y  urbanas, mediante  el
           desarrollo  de  los  recursos   humanos,  la  promoci¢n  de
           tecnolog¡as,  el  fomento   del  empleo  independiente,  la
           peque¤a y micro empresas;

        2) mejorar  el   acceso  a  la   tierra,  al   cr‚dito,  a  la
           informaci¢n,  a  la  infraestructura   y   otros   recursos
           productivos para la peque¤a y micro empresas (incluidas las
           del sector informal);
   
        3) asegurar que los trabajadores y los empleadores cuenten con
           la  educaci¢n, informaci¢n  y  capacitaci¢n necesarias para
           adaptarse a  los cambios  y transformaciones, econ¢micas  y
           tecnol¢gicas;
 
        4) estudiar y  promover  f¢rmulas  innovadoras  de creaci¢n de
           empleo  y  formular  pol¡ticas  que  permitan armonizar  el
           trabajo  remunerado  con las responsabilidades  familiares,
           facilitar  el  acceso  de  la mujer al empleo y promover la
           igualdad  de  trato  y  de  oportunidades  entre  hombres y
           mujeres;
  
        5) tomar particularmente  en  cuenta la importancia del sector
           no   estructurado,  actividades  informales-,  promover  la
           contribuci¢n   del   mismo   para   erradicar  la  pobreza,
           fortalecer la integraci¢n  social y  reforzar sus  v¡nculos
           con la econom¡a estructurada.

    V.  El  tercer  compromiso  incluye  el  fomento  a la cooperaci¢n
        internacional  en el  mbito de las pol¡ticas macroecon¢micas y
        la  liberalizaci¢n  del  comercio  y  la  inversi¢n.   Adem s,
        tambi‚n  incluye  el  salvaguardar  los  derechos e  intereses
        b sicos de los  trabajadores.  Con tal fin, los  participantes
        de la  Cumbre han de  promover la observancia de los convenios
        pertinentes de  la Organizaci¢n Internacional del  Trabajo, en
        particular de aquellos esenciales para los derechos humanos en
        el   campo   laboral:   prohibici¢n   del   trabajo   forzoso,
        erradicaci¢n del  trabajo infantil, libertad sindical, derecho
        de  asociaci¢n  y   negociaci¢n   colectiva,  e   igualdad  de
        oportunidades  y  trato  para  hombres  y  mujeres.   Esto  se
        extiende a los trabajadores migrantes.

    VI. El  Programa  de   Acci¢n  se¤ala  las  pol¡ticas  y   medidas
        orientadas  a   cumplir  los  compromisos   enunciados  en  la
        Declaraci¢n.  En  su  introducci¢n,  se recuerda que todas las
        medidas  recomendadas  se  relacionan  entre  s¡:  ...... "las
        pol¡ticas para  erradicar la pobreza, reducir las disparidades
        y luchar contra la exclusi¢n  social requieren  la creaci¢n de
        oportunidades de empleo y resultar¡an incompletas e ineficaces
        si  no  se  aplicaran  tambi‚n  medidas   para   eliminar   la
        discriminaci¢n   y    promover   la    participaci¢n   y    el
        establecimiento  de  relaciones sociales  armoniosas entre los
        distintos grupos y naciones".

        El Programa  de  Acci¢n se compone  de cinco cap¡tulos.  En el
        cap¡tulo I, titulado  Un entorno  propicio para  el desarrollo
        social, se  se¤ala que el desarrollo social es inseparable del
        entorno cultural, ecol¢gico, econ¢mico,  pol¡tico y espiritual
        en que tiene lugar.  ®Las actividades econ¢micas ....  son una
        base  fundamental  del  desarrollo  social.  Sin  embargo,  el
        desarrollo social  no se lograr  simplemente mediante la libre
        interacci¢n de las fuerzas del mercado.
     
        Es necesario que existan  pol¡ticas oficiales que corrijan las
        fallas  de   los   mercados,   complementen   los   mecanismos
        comerciales,   mantengan   la   estabilidad  social ....¯   Se
        reconoce que las econom¡as y sociedades del mundo son cada vez
        m s  interdependientes  y  que, por consiguiente, se requerir 
        una mayor solidaridad  y el  fortalecimiento de la cooperaci¢n
        internacional.  Se  insta  asimismo a  promover un crecimiento
        econ¢mico sostenido y un desarrollo sostenible a nivel mundial
        mediante el fomento de las empresas  y la inversi¢n productiva
        y el acceso  generalizado  a  mercados  abiertos.  En  lo  que
        respecta  a la creaci¢n  de  un  entorno  pol¡tico y  jur¡dico
        favorable, en este  cap¡tulo se pone de relieve la importancia
        del ®imperio de la ley  y de la  democracia y la existencia de
        normas y procedimientos de  transparencia y la responsabilidad
        en todas las instituciones  p£blicas y  privadas¯, as¡ como la
        necesidad de eliminar  todas las formas de discriminaci¢n y de
        ®establecer  condiciones  para  que  los  participantes  en la
        acci¢n  social  se  organicen  y  act£en en un  marco que  les
        garantice  la  libertad de  expresi¢n  y  de  asociaci¢n y  el
        derecho  a la  negociaci¢n  colectiva y a la promoci¢n  de sus
        intereses comunes, teniendo  debidamente en cuenta las leyes y
        reglamentaciones nacionales¯.

        Se  afirma, asimismo, que  es  esencial  que  se  promuevan  y
        protejan   todos    los    derechos   humanos   y   libertades
        fundamentales, incluido  el  derecho  al  desarrollo, y que se
        fomente la  ratificaci¢n y  aplicaci¢n de las disposiciones de
        los  convenios y  los  pactos  internacionales  sobre derechos
        humanos, as¡  como el acceso  de todos a los conocimientos, la
        educaci¢n y la informaci¢n.

        El cap¡tulo II  versa sobre la Erradicaci¢n de la pobreza a la
        cual  se  hace  referencia  como   ®un  problema   complejo  y
        multidimensional con or¡genes tanto en el  mbito nacional como
        en el  internacional¯.  Para  poder  encontrar  soluciones  al
        respecto  es necesario  contar con  programas adecuados a cada
        pa¡s y con  actividades internacionales de apoyo a los mismos.
        Se propone  asimismo  formular  o  fortalecer, preferentemente
        desde  1996  en  adelante,  y ejecutar, planes  nacionales  de
        erradicaci¢n  de  la   pobreza   para   abordar   las   causas
        estructurales  de  la  pobreza. En el  contexto  de los planes
        nacionales,  se  prestar   especial atenci¢n  a la creaci¢n de
        empleo como medio de erradicar la pobreza.

        Es  preciso  que  las  personas que  viven en la pobreza y sus
        organizaciones se  incorporen plenamente en  la tarea de fijar
        objetivos y  de elaborar, ejecutar, supervisar  y evaluar  las
        estrategias y  programas  nacionales.  Es necesario, asimismo,
        alentar  y  ayudar a  las  personas  que viven en la pobreza a
        organizarse de  modo que sus  representantes puedan participar
        en la elaboraci¢n de pol¡ticas econ¢micas y sociales.

        En este  cap¡tulo se hace referencia tambi‚n a la necesidad de
        vigilar y evaluar  peri¢dicamente los resultados de los planes
        de erradicaci¢n de la pobreza  y de intercambiar informaciones
        al  respecto y  se  pone  asimismo de  relieve la necesidad de
        mejorar   el   acceso  a   los   recursos   productivos  y  la
        infraestructura  con  miras  a  aumentar las  posibilidades de
        generaci¢n de ingresos, la diversificaci¢n de actividades y la
        productividad en las comunidades pobres y de bajos ingresos.

        Se aborda el problema de la pobreza rural y se afirma que para
        combatirlo es  necesario  ampliar y mejorar la propiedad de la
        tierra mediante medidas  tales como la reforma agraria y otras
        medidas encaminadas  a aumentar la seguridad de la tenencia de
        la tierra.  Se se¤ala  tambi‚n que  es indispensable  promover
        salarios  justos y  mejorar la situaci¢n  de los  trabajadores
        agr¡colas.

        Para  combatir la pobreza  urbana se requiere la aplicaci¢n de
        una serie  de medidas, entre  las que se incluyen medidas para
        promover y fortalecer las  microempresas, las  nuevas empresas
        comerciales  en  peque¤a  escala  y  las  cooperativas,  y  es
        necesario  tambi‚n  facilitar  la  transici¢n  del  sector  no
        estructurado  al  sector  estructurado.  En  este  cap¡tulo se
        exhorta  adem s  a  adoptar   medidas   para   atender  a  las
        necesidades  humanas  b sicas  de  todos, incluido  el  acceso
        universal a los servicios sociales b sicos.

        En el  cap¡tulo  II, bajo  el  subt¡tulo  de  ®Aumento  de  la
        protecci¢n  social  y  disminuci¢n  de la  vulnerabilidad¯, se
        afirma  que  deben  fortalecerse  y ampliarse  los sistemas de
        protecci¢n social, cuando sea necesario, a fin de ®proteger de
        la pobreza a las personas que no pueden encontrar trabajo, las
        que  no   pueden   trabajar   por   razones   de   enfermedad,
        discapacidad,  edad  avanzada o  maternidad, o  por tener  que
        cuidar  ni¤os  o  parientes  enfermos  o  de  mayor edad,  las
        familias que han  perdido a uno  de sus  sostenes por muerte o
        disoluci¢n del matrimonio y a las personas que han perdido sus
        medios  de vida  a causa  de  desastres naturales o disturbios
        civiles, guerras o desplazamientos  forzados¯.   Las  redes de
        seguridad  social  vinculadas a la reestructuraci¢n  econ¢mica
        deben ser  consideradas como  estrategias complementarias para
        la mitigaci¢n  general de la pobreza  y el  aumento del empleo
        productivo.

        Asimismo, es necesario  ampliar y fortalecer los programas  de
        protecci¢n social  para proteger a los trabajadores, incluidos
        los trabajadores por  cuenta propia, as¡  como a sus familias,
        del riesgo de  caer en la pobreza, y hay que velar por que los
        trabajadores conserven sus derechos cuando cambian de empleo.

        El cap¡tulo III, titulado La  creaci¢n de  empleo productivo y
        la reducci¢n del desempleo, reviste, por  supuesto, una enorme
        importancia  para  la OIT.  Al  comienzo  de este cap¡tulo  se
        afirma  que  el  trabajo  productivo y el empleo son elementos
        fundamentales  tanto  del  desarrollo  como  de  la  identidad
        humana, la consecuci¢n  del  pleno empleo exige que el Estado,
        los interlocutores  sociales y  todos los dem s componentes de
        la  sociedad  civil   cooperen  para   crear  condiciones  que
        permitan  a  todos  participar  en  el  trabajo  productivo  y
        beneficiarse de ‚l.
     
        La mundializaci¢n y  el desarrollo  tecnol¢gico ofrecen nuevas
        oportunidades  de  desarrollo,  pero  tambi‚n provocan  nuevas
        incertidumbres, registr ndose un  aumento del empleo a jornada
        parcial, del empleo  eventual y de  otras modalidades at¡picas
        de empleo.  Los gobiernos  deben fomentar y aplicar ®pol¡ticas
        activas con  miras  a  lograr  un  empleo  pleno,  productivo,
        debidamente   remunerado  y  libremente  escogido¯,  y   estas
        pol¡ticas han  de ser una prioridad, en  los planos nacional e
        internacional.

        Para reducir al  m¡nimo el efecto negativo en el empleo de las
        medidas  de estabilidad  macroecon¢mica, se  requiere que  los
        gobiernos   coordinen   las   pol¡ticas  macroecon¢micas,  den
        prioridad a los programas que  promuevan un crecimiento viable
        y a largo  plazo  del  empleo  cuando  sea  necesario efectuar
        ajustes    presupuestarios,    eliminen    las    limitaciones
        estructurales  que  se  oponen  al  crecimiento econ¢mico y la
        creaci¢n de empleo, permitan  que los conflictos en materia de
        demanda de  recursos se  resuelvan de  modo  no  inflacionario
        mediante sistemas de relaciones industriales bien concebidos e
        instauren  mecanismos de seguridad  social adecuados a fin  de
        reducir al m¡nimo los perjuicios derivados de los programas de
        ajuste estructural.

        Deben  fomentarse  las  inversiones  en  infraestructura   que
        entra¤en  gran  densidad  de   mano  de  obra,  as¡  como  las
        innovaciones  tecnol¢gicas capaces de estimular la creaci¢n de
        empleo.  Se hace  hincapi‚ en  la creaci¢n y el crecimiento de
        las  empresas del sector  privado, y en la  eliminaci¢n de los
        obst culos que  afectan a las empresas  peque¤as y medianas, a
        las que hay que  facilitar el acceso al cr‚dito, los mercados,
        la capacitaci¢n y la tecnolog¡a.  Debe  fomentarse la creaci¢n
        de empresas  cooperativas.  Hay  que ayudar a las empresas del
        sector  no   estructurado  a  aumentar   su   productividad  e
        integrarse  progresivamente  en  la  econom¡a  estructurada, y
        hacer  extensivas, poco  a  poco, a  este sector las normas de
        trabajo y la protecci¢n  social sin destruir su capacidad para
        generar empleo.

        Una secci¢n  de  este cap¡tulo  se dedica  a  las pol¡ticas de
        educaci¢n,  capacitaci¢n  y  trabajo,  y  en  ella se pide  la
        introducci¢n de asociaciones  nuevas y revitalizadas entre los
        departamentos de educaci¢n y otros departamentos p£blicos, las
        organizaciones  no  gubernamentales, el  sector privado  y las
        comunidades locales.  Es preciso  ofrecer una educaci¢n b sica
        amplia  para  mejorar   las  aptitudes  de  aprendizaje,   que
        constituyen    las   base   para     adquirir    conocimientos
        especializados  y  adaptarlos y  mejorarlos con  rapidez  para
        facilitar  la movilidad.  Deben  fomentarse los  programas  de
        capacitaci¢n  para las personas  que se incorporan por primera
        vez  al  mercado  de  trabajo  y  programas  de  reorientaci¢n
        profesional  para trabajadores  desplazados o que  han quedado
        sin puesto por reducci¢n de planilla.

        En este cap¡tulo se requieren pol¡ticas  laborales din micas a
        fin de  estimular la  demanda de mano de obra y evitar as¡ que
        la  carga  que   suponen  para  los   empleadores  los  costos
        indirectos  de  la  mano  de  obra  los  disuadan de contratar
        trabajadores.  A este  respecto  se  menciona  la necesidad de
        ofrecer servicios de  orientaci¢n profesional y asesoramiento,
        ayuda  activa  en  la  b£squeda  de  trabajo,  y servicios  de
        asesoramiento  y  apoyo  a  las empresas, en particular a  las
        peque¤as.

        Tambi‚n  se   pide  en  este   cap¡tulo  que  se  mejoren  las
        oportunidades  de  empleo  de  los  j¢venes  y de las personas
        discapacitadas y que se fomente el acceso de mujeres y ni¤as a
        trabajos realizados  tradicionalmente  por hombres.  En  otras
        disposiciones  de  esta  secci¢n  se  expone  que  es  preciso
        fomentar  la  movilidad  de la mano de obra, la  reorientaci¢n
        profesional  y  el  mantenimiento  de   niveles  adecuados  de
        protecci¢n   social  para   facilitar  la   redistribuci¢n  de
        trabajadores, favorecer la  integraci¢n o  reintegraci¢n de la
        mujer en  la fuerza de  trabajo, promover la cooperaci¢n entre
        empleadores   y   trabajadores   para   prepararse   para   la
        introducci¢n de nuevas tecnolog¡as, y fortalecer los servicios
        de empleo p£blicos y  privados y los  sistemas de  informaci¢n
        sobre el mercado.

        Otra  secci¢n  de  este  cap¡tulo trata del mejoramiento de la
        calidad  del  trabajo  y  del empleo.  Se dice  que es preciso
        observar y cumplir  plenamente las  obligaciones en materia de
        derechos  humanos  que  los  gobiernos   hayan   contra¡do,  y
        ®proteger y fomentar el respeto de los derechos b sicos de los
        trabajadores, incluidos  la prohibici¢n  del trabajo forzado y
        el  trabajo  de  los  ni¤os; la  libertad  de  asociaci¢n y el
        derecho  de  organizaci¢n  y  de  negociaci¢n  colectiva¯,  la
        igualdad en  la remuneraci¢n de  los hombres y las mujeres por
        trabajo de igual valor ®y la no discriminaci¢n en el empleo¯.

        Los Estados  que sean partes  en los convenios de la OIT deben
        aplicarlos  plenamente,  y  los  Estados que no sean partes en
        ellos  deben  tener  en  cuenta  los principios consagrados en
        dichos convenios.  Los gobiernos  deben ®considerar firmemente
        la ratificaci¢n  y la  plena aplicaci¢n de los convenios de la
        OIT  relativos  a  esas  esferas, as¡  como los  relativos  al
        empleo, los derechos de los menores, las mujeres, los j¢venes,
        las personas  discapacitadas y los  pueblos ind¡genas¯.  Deben
        utilizarse  las  normas  internacionales del trabajo  en vigor
        para orientar la formulaci¢n de la legislaci¢n y las pol¡ticas
        nacionales en materia de empleo.

        En este cap¡tulo se se¤ala tambi‚n que es preciso ®fomentar el
        papel  de la OIT, en  particular en lo relativo a la elevaci¢n
        del  nivel  de  empleo  y  la  calidad del  trabajo¯.  Hay que
        alentar la  cooperaci¢n entre trabajadores y empleadores en lo
        relativo  a  la  participaci¢n  de  los  trabajadores  en  las
        utilidades  de  las  empresas  y  en  las  decisiones  de  las
        empresas.   En  esta   secci¢n  tambi‚n  se   incluyen  varias
        disposiciones  sobre  las  medidas  para  lograr  un  medio de
        trabajo saludable y seguro, el fomento de relaciones laborales
        s¢lidas  basadas  en  la cooperaci¢n  tripartita y  el respeto
        pleno  de  la   libertad  de   asociaci¢n  y  del  derecho  de
        organizaci¢n y de  negociaci¢n  colectiva,  la  eliminaci¢n de
        todas las formas de trabajo de ni¤os  que vayan en  contra  de
        las normas internacionales aceptadas.

        En este  cap¡tulo tambi‚n  se aboga por la participaci¢n plena
        de  la  mujer  en el mercado  de trabajo  y por su  acceso sin
        distinciones  al   empleo.  El  principio  de  la igualdad  de
        oportunidades  entre  hombres  y  mujeres deber¡a establecerse
        como base  de las pol¡ticas  de empleo; deber¡a promoverse  la
        sensibilidad a las  diferencias de trato por razones de sexo a
        fin de eliminar  el prejuicio  contra el  empleo de  la mujer;
        deber¡a mejorarse el  acceso de la mujer a las tecnolog¡as que
        facilitan el trabajo y las labores dom‚sticas para permitirles
        no  limitarse  a  trabajos  estereotipados y  mal remunerados;
        ser¡a preciso cambiar las pol¡ticas y actitudes que realzan la
        divisi¢n  del  trabajo  basada  en  el sexo y  facilitar apoyo
        institucional,   en   especial   protecci¢n   social  para  la
        maternidad y arreglos de  trabajo flexibles; asimismo, deber¡a
        alentarse a los  hombres a participar activamente en todas las
        tareas familiares y dom‚sticas.

        El cap¡tulo  III incluye las  medidas que hay que adoptar para
        promover un  mejoramiento de las  oportunidades de empleo para
        los grupos que tienen necesidades espec¡ficas, entre ellos los
        desempleados a corto y a largo plazo, los j¢venes, los pueblos
        ind¡genas y las  personas con  discapacidades.  Un p rrafo que
        trata de los  trabajadores migratorios  insta a  ratificar los
        instrumentos   existentes,   a   brindar  a   los    migrantes
        documentados una plena igualdad de trato, a la cooperaci¢n con
        miras a reducir las  causas de la  migraci¢n indocumentada y a
        adoptar las medidas oportunas para facilitar el regreso de los
        migrantes y su reintegraci¢n en sus comunidades de origen.

        La £ltima parte de este cap¡tulo III trata del ®Reconocimiento
        y  comprensi¢n  m s  amplios  del  trabajo  y  el empleo¯.  Se
        refiere especialmente  a la contribuci¢n que supone el trabajo
        no remunerado, en particular  el relacionado con el cuidado de
        familiares a cargo  y el trabajo  no remunerado para granjas o
        negocios  familiares, las  medidas  que  hay  que adoptar para
        facilitar  la  flexibilidad  en la  forma  en que las personas
        dividen su  tiempo  entre  la  educaci¢n y la capacitaci¢n, el
        empleo  remunerado,  las   responsabilidades  familiares,  las
        actividades voluntarias y el descanso.

        El cap¡tulo IV que trata de la Integraci¢n social, declara que
        su prop¢sito es la  creaci¢n de  ®una sociedad para todos¯, en
        la   que   cada   persona,   con   sus   propios   derechos  y
        responsabilidades,  tenga una  funci¢n  activa que desempe¤ar.
        Hace  un  llamamiento  a los  gobiernos, para  que promuevan y
        protejan la totalidad de los derechos humanos y las libertades
        fundamentales, y para que hagan que las instituciones p£blicas
        respondan en mayor  medida a las necesidades de la poblaci¢n y
        para que fomenten la participaci¢n m s plena de la sociedad.

        Enumera diversas  medidas que hay que adoptar para eliminar la
        discriminaci¢n y  para promover la tolerancia, el respeto y la
        valoraci¢n  rec¡procos  de  la   diversidad,   comprendida  la
        igualdad  y  la  equidad entre los sexos.  Los gobiernos deben
        garantizar  que  todas  las personas sean iguales ante la ley,
        y  proporcionar  igualdad  de  oportunidades de empleo.  Deben
        ampliar  y  mejorar  el  acceso  a   los  servicios   b sicos,
        incluyendo la atenci¢n de la salud y la educaci¢n.  Pide a los
        gobiernos que  adopten medidas para  atender a las necesidades
        especiales  de  los  grupos  de  la sociedad, comprendidas las
        poblaciones  ind¡genas, los  ni¤os, los  j¢venes, las personas
        con  discapacidad  y  las  personas  de  edad,  as¡  como  los
        refugiados, las personas desplazadas y las que buscan asilo, y
        los  migrantes  documentados  e  indocumentados.   Finalmente,
        trata de las medidas necesarias para combatir la violencia, la
        delincuencia,  el  problema  de  las drogas il¡citas y  el uso
        indebido de drogas.

        El  cap¡tulo  V,  que  trata  de la  Aplicaci¢n y seguimiento,
        declara que ®para que se alcancen los objetivos del desarrollo
        social  ser   imprescindible  que  haya una  voluntad pol¡tica
        renovada  y  masiva  a escala  nacional  e  internacional para
        invertir en  la humanidad y en su bienestar¯.  Las medidas que
        hay  que  adoptar  a  nivel  nacional  comprenden  formular  o
        consolidar,  desde  1996  en  adelante,  amplias   estrategias
        multisectoriales  para aplicar  los resultados de  la Cumbre y
        para  definir  metas  y objetivos con plazos establecidos para
        reducir  la  pobreza  general  y erradicar la pobreza extrema,
        ampliar el  empleo y  reducir el desempleo, e  intensificar la
        integraci¢n social en el contexto de cada naci¢n.

        En  este  cap¡tulo  se  reclama  un  fortalecimiento  de   los
        mecanismos de aplicaci¢n y vigilancia, incluidos arreglos para
        la participaci¢n  de  la sociedad civil y  la colaboraci¢n con
        las organizaciones internacionales.  Todos los pa¡ses deber¡an
        evaluar  peri¢dicamente su  progreso en  la aplicaci¢n  de los
        resultados  de  la  Cumbre,  tal  vez  en  forma  de  informes
        nacionales   peri¢dicos,  y  los  organismos   bilaterales   y
        multilaterales  deber¡an  ayudar  a  los pa¡ses a fortalecer o
        reconstruir su capacidad de formular estrategias integradas de
        desarrollo  social y  elaborar conceptos y programas mejorados
        de  reuni¢n y  difusi¢n  de  estad¡sticas  e  indicadores  del
        desarrollo  social  para  facilitar el examen y el an lisis de
        pol¡ticas.

        Se han  puesto muy  de relieve la  contribuci¢n de la sociedad
        civil  a la  aplicaci¢n de los  resultados de la  Cumbre.   Se
        alienta a  las empresas comerciales  a  aplicar  pol¡ticas  de
        inversi¢n  y  de  otra   ¡ndole, incluso  en   actividades  no
        comerciales,    que    contribuyan   al   desarrollo   social,
        especialmente  en relaci¢n  con la generaci¢n de oportunidades
        de trabajo y con  los servicios de apoyo social en el lugar de
        trabajo.

        Se alienta  tambi‚n  a  los  sindicatos  a  participar  en  la
        planificaci¢n y la aplicaci¢n  de los programas  de desarrollo
        social,  especialmente  en   relaci¢n  con  la  generaci¢n  de
        oportunidades  de  trabajo  en  condiciones  justas  y  en  el
        suministro  de  capacitaci¢n,  de  servicios de atenci¢n de la
        salud y otros servicios b sicos.  Se menciona tambi‚n el papel
        que  desempe¤an  las  organizaciones  de  agricultores  y  las
        cooperativas.

        Bajo el t¡tulo de ®Movilizaci¢n  de los recursos financieros¯,
        se  hace  un  llamamiento a  los gobiernos  para  aumentar  la
        disponibilidad  de   recursos   p£blicos   para   aplicar  las
        conclusiones  de  la  Cumbre,  para  reducir,  seg£n   resulta
        apropiado, los  gastos  militares  excesivos, para dar primera
        prioridad al desarrollo social  en la asignaci¢n de los gastos
        p£blicos y aumentar la  utilizaci¢n efectiva y transparente de
        los recursos p£blicos.

        Se  requerir n   recursos   financieros   adicionales  y   una
        cooperaci¢n  y asistencia  para el  desarrollo m s eficaces en
        los pa¡ses en  desarrollo, en particular  los de  Africa y los
        pa¡ses menos adelantados, todo lo cual  fue objeto de la mayor
        atenci¢n.  Para ello habr   que ®esforzarse por lograr los m s
        pronto posible el objetivo  convenio del 0,7  por  ciento  del
        producto nacional bruto (PNG) para  la asistencia oficial para
        el desarrollo y aumentar la proporci¢n de los fondos destinada
        a programas  de   desarrollo  social¯.   Se  pide  tambi‚n  un
        ®compromiso    rec¡proco    de   los   pa¡ses    participantes
        desarrollados y  en desarrollo  de asignar, en  promedio el 20
        por ciento de la asistencia oficial para el desarrollo y el 20
        por  ciento  del  presupuesto   nacional,  respectivamente,  a
        programas sociales b sicos¯.

        En este cap¡tulo  se requiere tambi‚n una reducci¢n importante
        de la deuda  para que los pa¡ses  en desarrollo puedan aplicar
        la Declaraci¢n y el Programa de Acci¢n.

        Se  invita  a  la  comunidad  internacional  a  que   contin£e
        estudiando  los  medios  de  aplicar  medidas   adicionales  e
        innovadoras para conseguir este fin.

        Se  insta a las instituciones  financieras  internacionales  a
        integrar  en  mayor  medida  en  sus  pol¡ticas,  programas  y
        operaciones, las metas del desarrollo social y a asignar mayor
        prioridad  a  los   pr‚stamos  para  el  sector  social.   Las
        instituciones  de  Bretton  Woods  y otras  organizaciones del
        Sistema de las  Naciones Unidas deben  trabajar con los pa¡ses
        interesados  para  que  los  programas de  ajuste  estructural
        promuevan  el   desarrollo   econ¢mico  y   social  sostenido,
        prestando especial  atenci¢n a sus  efectos sobre las personas
        que viven en la pobreza y los grupos vulnerables.

    VII. El seguimiento de la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social
         en el contexto de la OIT.

        En  esta  parte  se  sintetizar n   algunas  de  las  acciones
        emprendidas  por  OIT  para  dar   cumplimiento   al   mandato
        establecido  en  la  Cumbre  para  el  Desarrollo  Social.  En
        particular, se  restringir  el an lisis  del seguimiento a dos
        grandes  temas  sustantivos:  creaci¢n  de empleo productivo y
        normas   internacionales  del  trabajo   esenciales  para  los
        derechos humanos.

        Con respecto al objetivo  empleo productivo, el seguimiento de
        la Cumbre comprende acciones a nivel internacional y nacional.

        En  el plano mundial, la  OIT  es  agencia  l¡der del Grupo de
        Tareas   establecido   por   el   Comit‚   Administrativo   de
        Coordinaci¢n  de  las  Naciones  Unidas,  para   efectuar   un
        seguimiento a un  grupo selectivo  de  pa¡ses (particularmente
        aquellos que hayan registrado  significativas transformaciones
        productivas)  para verificar  sus  resultados  en  materia  de
        creaci¢n  de  empleo  y  las causas de estos resultados.  Este
        seguimiento  comprende  un  informe,  preparado  por  el  pa¡s
        hu‚sped  y un  conjunto  de  agencias  del Sistema de Naciones
        Unidas,  lideradas  por  OIT,   que  incluye  un diagn¢stico y
        evaluaci¢n,  incluyendo  en  esta  £ltima  la  de  los actores
        sociales  y  una  propuesta  de  pol¡ticas  o  reformas.  Cabe
        destacar que  en Am‚rica Latina, el 16 de diciembre de 1996 se
        present¢  el  Informe  de  Chile,  elaborado  por  una  misi¢n
        integrada  por  OIT, CEPAL,  UNICEF,  FAO,  UNESCO  y  el pa¡s
        hu‚sped.

        Una  segunda iniciativa  de responsabilidad de OIT establecida
        como seguimiento de la Cumbre de Copenhague, es la preparaci¢n
        y difusi¢n de  un informe anual  sobre la situaci¢n del empleo
        en el mundo, abarcando tanto datos emp¡ricos como evaluaci¢n y
        an lisis de los principales factores que explican la evoluci¢n
        del  empleo.  La  OIT   viene   cumpliendo,  por  segundo  a¤o
        consecutivo, con la publicaci¢n de este informe.

        En  tercer lugar, en  seguimiento de  los  compromisos  de  la
        Cumbre, la OIT  ha  venido desplegando  acciones  y  brindando
        colaboraci¢n   para   contribuir,  con   otras   instituciones
        internacionales, a un seguimiento de la econom¡a internacional
        -comercio, finanzas, etc.- y  proponer acciones que repercutan
        positivamente  sobre  la  creaci¢n  de  empleo -o prevenir  la
        incubaci¢n de shocks  externos que redunden en una destrucci¢n
        masiva de empleos.

        En  el  plano  nacional, la OIT  ha  venido  fortaleciendo  su
        accionar en el terreno, para apoyar  los esfuerzos  nacionales
        para  formular  y  ejecutar  estrategias  y  pol¡ticas que, en
        cumplimiento  del   Programa  de   Acci¢n  de  la  Cumbre   de
        Copenhague, se   implementen  en  los  pa¡ses -con  particular
        atenci¢n al objetivo  empleo  productivo y a  las pol¡ticas  y
        programas definidos para dicho objetivo.  Cabe se¤alar, que la
        aplicaci¢n de la Pol¡tica  de Asociaci¢n Activa  de la OIT con
        sus mandantes (Gobiernos, empleadores  y trabajadores)  es  un
        instrumento  particularmente   £til  para  cumplir  con   este
        compromiso de la OIT en el plano nacional.

        Con respecto a las normas  internacionales esenciales para los
        derechos   humanos,   erradicaci¢n   del   trabajo   infantil,
        prohibici¢n  del   trabajo   forzoso,  libertad   sindical   y
        negociaci¢n  colectiva e  igualdad de oportunidades, la OIT ha
        venido desplegando varias iniciativas.

        La primera de ellas, iniciada a fines de 1995, es la promoci¢n
        a  nivel  nacional  e  internacional,   de  la  aplicaci¢n   y
        cumplimiento de las normas internacionales esenciales para los
        derechos humanos  en el campo laboral.  Esta iniciativa abarc¢
        169  pa¡ses  y   numerosas   instituciones   multilaterales  o
        bilaterales.

        En segundo  lugar, la OIT  ha venido  preocup ndose por lograr
        que los  pa¡ses den pasos  graduales en la  direcci¢n de velar
        por el cumplimiento de  las normas internacionales del trabajo
        en  el  mbito del  comercio  mundial.  Un  grupo de trabajo de
        OIT,  responsable  de  la  dimensi¢n   laboral   del  comercio
        internacional, acord¢ y  propuso no establecer sanciones a los
        infractores, restringirse a  las siete normas  esenciales para
        los derechos humanos , y no a todas las normas internacionales
        del trabajo, y  reforzar los mecanismos  de control que la OIT
        posee, para el monitoreo de la aplicaci¢n y cumplimiento.

        En la reuni¢n de la Organizaci¢n Mundial del Comercio que tuvo
        lugar  en  diciembre  de  1996, se  le  otorg¢  a  la  OIT  la
        responsabilidad  del  monitoreo y seguimiento del cumplimiento
        de las normas internacionales  del trabajo esenciales para los
        derechos humanos en el  mbito del comercio mundial.

        Esto supone la  posibilidad eventual  de modificaciones  en el
        sistema de preferencias  arancelarias para pa¡ses infractores.
        Esta decisi¢n adoptada  en  el seno de la Organizaci¢n Mundial
        del Comercio,  refuerza  significativamente el  contexto en el
        que debe operar  la OIT para  velar por el cumplimiento de las
        normas esenciales,  y  agrega  una  dimensi¢n  relevante  para
        alcanzar los compromisos asumidos en la Cumbre Mundial para el
        Desarrollo Social de Copenhague.