En concordancia con los principios emanados de los Foros internacionales y de manera especial del Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD), la política de salud en el país, considera a la salud reproductiva "como la condición de completo bienestar mental y social, que los hombres y las mujeres requieren para desarrollar con seguridad las funciones del proceso de reproducción, durante todos los períodos de la vida". El ejercicio individual del potencial reproductivo, de manera responsable, segura, libre y satisfactoria contribuye a una mejor calidad de vida, ayuda a alcanzar la equidad en el desarrollo social y contribuye al equilibrio de la sociedad con su medio ambiente. Así entendida la salud reproductiva, constituye un derecho humano y social fundamental.
En este contexto, la atención de la salud reproductiva de las personas incluye diversas acciones. Así, con respecto a la niñez, el cuidado de los contenidos en materia de educación sexual, la prevención de la violencia y el abuso sexual, son prioritarios. Durante la adolescencia, la orientación para el ejercicio de una sexualidad responsable y segura, es fundamental. En relación a la población adulta, las acciones se orientan principalmente a facilitar el acceso a la planificación familiar, en el marco del ejercicio del derecho de las personas a ser debidamente informadas a fin de tomar sus decisiones libremente.
Ahora bien, el Programa de Salud Reproductiva y Planificación Familiar, plantea como su misión principal, "mejorar el estado de la salud reproductiva de los hombres y las mujeres en todas las etapas de su vida, mediante la provisión de servicios de promoción, tratamiento y rehabilitación de la mejor calidad posible, que lleguen sin restricciones a todos los habitantes del Perú y que respondan a las verdaderas necesidades de la población".
En este marco, el Programa establece algunas metas al año 2000, tales como, disminuir la tasa de mortalidad materna a un nivel no mayor de 100 por cien mil nacidos vivos, alcanzar una prevalencia de uso de métodos anticonceptivos modernos y seguros para asegurar una tasa global de fecundidad de 2.5 hijos por mujer y reducir en 50% la tasa de mortalidad perinatal.
Señala también metas para los servicios de salud como: lograr una cobertura de uso de métodos anticonceptivos no menor al 50% de las mujeres en edad fértil, al 70% de las mujeres en uniones estables y al 60% del total de mujeres adolescentes unidas.
Asimismo se propone alcanzar una cobertura de control prenatal del 75% del total de las probables gestantes, lograr que por lo menos el 75% de los partos sean atendidos por un profesional de salud, mejorar el diagnóstico de cáncer cérvicouterino en el 30% de las mujeres en edad fértil, obtener una cobertura de diagnóstico de ETS en el 60% de mujeres en edad fértil, adolescentes y recién nacidos en riesgo.
Estas metas planteadas por el Programa deberán ser monitoreadas y requerirán de instrumentos o indicadores para medir el progreso de los programas y servicios de salud reproductiva.
Entre los indicadores importantes están: la planificación familiar, la salud materna, la atención a las infecciones del sistema reproductivo y las enfermedades de transmisión sexual ETS.
Los datos recolectados por la ENAHO-98 permiten comprender, aunque de manera parcial en forma cuantitativa, la dimensión de los avances de las acciones en materia de salud reproductiva que se están realizando en el país, a partir de la declaración de la población encuestada.