RESUMEN EJECUTIVO

Esta investigación se inscribe en la importancia de la educación en el gran tema del desarrollo y se centra en el examen de la interrelación entre la pobreza y el bajo nivel educativo de las personas. El examen de la evidencia empírica se realiza con los datos de la ENAHO 1998, del II trimestre y, en parte, se sostiene en resultados de investigaciones efectuadas por el CEPAL y el Banco Mundial, que destacan la influencia de los elementos contextuales en la educación de las personas.

Objetivos de la investigación

Como principal objetivo, la presente investigación proporciona pruebas para validar la hipótesis que sostiene que la población en edad escolar de hogares pobres reproduce similares condiciones de pobreza en las que viven los padres, conformando así un proceso secular de círculo vicioso de la pobreza. Fenómeno de algún modo determinado por el bajo nivel de educación de los padres y el menor nivel de ingreso de los hogares. Adicionalmente, el análisis permitió encontrar una selección adecuada de variables con capacidad predictiva sobre el logro educativo y con especiales cualidades para ser utilizables como instrumentos de política educativa.

Logro educativo y Población examinada

Considerando que el objeto de estudio demandaba examinar la incidencia de las variables independientes sobre alguna forma de resultado educativo que se desempeñe como variable dependiente, se optó por construir la variable logro educativo, la cual representa a los hijos con años de estudio aprobados con relación a la edad normativa.

El presente análisis sirvió para probar la hipótesis sobre la circularidad de la pobreza y para explicar las características relevantes de la población examinada, de manera que se pueda percibir la relación entre la variable dependiente logro educativo y las variables independientes (contextuales) imputables al hogar, el gasto social del Estado y otros factores sociales. Este examen fue aplicado a la población seleccionada con base a dos criterios, pertenecer al grupo de edad comprendido entre 12 y 19 años y a la categoría de hijos del jefe de hogar.

Principales hallazgos de la investigación

La hipótesis de la circularidad de la pobreza que afirma la asociación entre escasa educación y pobreza, como un proceso secular que se transmite de padres a hijos fue probada mediante el análisis de regresión y confirmada con el análisis de frecuencias del cruce de variables. Las regresiones mostraron la existencia de una relación directa entre las variables independientes años de educación del padre, años de educación de la madre e ingreso del hogar y la variable dependiente logro educativo. Por su lado, el análisis de frecuencias cruzadas reveló que las familias de hogares con menores ingresos, cuyos jefes tienen bajo nivel educativo, alcanzan las más bajas tasas de hijos en edad normativa y las más altas proporciones de hijos con atraso escolar mayor a un año.

A mayor educación del padre las posibilidades de logro educativo en sus hijos es más elevado que en cualquiera de los otros casos. Así, se encontró que entre los padres que informaron no tener educación sólo se registraba un escaso 6 % de hijos en edad normativa, mientras que entre los padres con educación superior, dicha tasa se elevaba al 65 %.

La variable educación de los padres es, en definitiva, la que tiene mayor peso explicativo del resultado educativo de los hijos en edad escolar; afirmación sustentada en la mayor asociación predictiva entre la variable independiente años de estudios aprobados de los padres y la variable dependiente logro educativo de los hijos. No obstante, el ingreso de los hogares también es una de las variables influyentes en la determinación del logro educativo de los hijos.

El segmento examinado, hijos del jefe de hogar, es aproximadamente el 15 % de la población peruana en 1998 y se distribuye, según el logro educativo, en 0,6 % sin educación, 41,1 % con atraso mayor a un año, 21,4 % con atraso de un año y 36,8 % en edad normativa.

El mayor aporte relativo de hijos con atraso escolar superior a un año o hijos sin educación esta muy asociado a los hogares del área rural; sin embargo, tanto en el área urbana como en la rural los padres que sólo estudiaron primaria o no tienen educación son los principales aportantes de hijos con atraso escolar mayor a un año.

Los hijos con las más altas tasas de atraso mayor a un año corresponden a los quintiles I y II de ingreso de los hogares del área rural, 67 % y 69 % respectivamente. Lo trascendente de este examen del ingreso, es constatar que los ingresos bajos (quintiles I y II) siendo una restricción para la educación, no impide que más del 31 % de los hijos del área rural, y por encima del 56 % del área urbana, integren las categorías edad normativa o atraso de un año.

El gasto del hogar en útiles escolares indica que suman 14 % los estudiantes cuyos hogares no realizaron ningún desembolso en dichos materiales y, que a pesar de esto, lograron importantes participaciones de hijos con un año de atraso (34 %) y en edad normativa (40 %). El grupo mayoritario está conformado por aquellos que gastaron entre 10.1 y 50 dólares (56 %).

Las mayores frecuencias de centros educativos con disponibilidad de servicios básico corresponden a aquellos sin ninguno de los citados servicios (12%) y a los que tienen los tres servicios (71 %); en ambos grupos de centros educativos, los estudiantes en edad normativa participan con el 24 % y 48 %, respectivamente.

Se puede acreditar que los factores que determinan las desigualdades más generalizadas en el logro educativo de los hijos son el área de residencia rural y la situación de pobreza de los hogares. La población con ambas características es la que tiene los niveles más bajos de logro educativo del país. Así, mientras uno de cada dos hijos del área urbana estudia en la edad normativa, eso mismo ocurre con menos de uno de cada cuatro en el área rural (23 % en los pobres y 14% en los pobres extremos). Esta constatación de la relación entre pobreza y bajo logro educativo permite afirmar que los hogares en actual situación de pobreza son las principales fuentes de generación futura de pobres.

En resumen, los hijos con mayores probabilidades de alcanzar adecuados logros educativos serían aquellos que reúnen las mejores características del hogar, tales como, padres con secundaria completa o educación superior, ingreso del hogar igual o superior al tercer quintil, padres casados y en la categoría ocupacional de empleados, número de miembros del hogar o de hijos menor a cuatro y un nivel de gasto escolar superior a los US$ 50, durante los últimos tres meses.

El examen de la variable dependiente logro educativo de los hijos, ha permitido encontrar algunas variables independientes fácilmente observables tales como los años de estudio del jefe (a) de hogar, los años de estudio del cónyuge y el material del piso de la vivienda. Dada la utilidad de las mismas, estas son sugeridas para ser usadas como indicadores para evaluar resultados de cada ejercicio educativo anual y, adicionalmente, se recomienda la aplicación de varios instrumentos de política educativa. Así, son sugeridos indicadores de calidad del sistema educativo; indicador de logro educativo en función de la edad normativa y el indicador logro educativo y pobreza, sobre la base del material del piso de la vivienda.

Principales conclusiones

Existe una fuerte interdependencia entre el bajo nivel educativo y la pobreza. Esto es, la mayor educación de los padres y los más altos niveles de ingreso del hogar están asociados a las tasas más elevadas de hijos en edad normativa; los estratos no pobres y pobres y las familias urbanas y rurales son aportantes, en distintas proporciones, de futuros pobres del país y las altas tasas de hijos con atraso mayor a un año están asociados al bajo nivel educativo de los padres y a la residencia rural y al estado de pobreza.

El fenómeno del atraso escolar no es exclusivo de un determinado tipo de hogar, porque este lo encontramos en casi todos los segmentos, sean hogares con ingresos elevados o con jefes (as) con secundaria completa o superior. Por ello, los hogares con padres que tienen educación superior también contribuyen con hijos con atraso escolar mayor a un año (12 % en el área urbana y 18 % en el área rural).

Los centros educativos a los que concurre cerca del 90 % de la población examinada son de gestión estatal. Por distintas razones, las mismas que no son de exclusiva competencia de la gestión estatal, asisten en edad normativa el 35 % en los centros de gestión Estatal y el 67 % en los centros de gestión no Estatal.

Aún cuando el Estado mantiene una decidida política de inversión en escuelas, esta no ha logrado atender la integridad de dichas necesidades. En ese sentido, la demanda de inversión social del Estado en infraestructura para la educación puede ser mejor entendida al considerar que de los centros educativos existentes, el 71 % cuenta con los servicios de agua, desagüe y electricidad y el 12 % no tiene ninguno de tales servicios básicos.

Un aspecto importante, que no debe pasar desapercibido, es que en los hogares actualmente no pobres se estaría generando parte de la futura población pobre, dado que ellos albergan a una parte de los hijos con atraso escolar mayor a un año (24 % en hogares urbanos y 43 % en hogares rurales).

En los hogares pobres, lo relevante es que las diferencias en los ingresos del hogar no marcan distinciones considerables en los resultados educativos de aquellos hogares con jefes que tienen secundaria incompleta o menos, dado que en los dos grupos de ingreso, II quintil o menos y III quintil o más, las tasas de hijos con atraso mayor a un año es 59 %. En tal sentido, para determinadas acciones de política educativa no se requiere distinguir entre pobres (o pobres extremos) en función del nivel del ingreso del hogar.

De todas las variables independientes consideradas en el examen para la elección de variables instrumento de política educativa, las que mostraron una importante cualidad diferenciadora de los grupos de logro educativo fueron tres, material del piso, años de estudio aprobados por el jefe y gasto escolar (uniforme y otros durante los tres últimos meses).

Los hijos de hogares en situación de pobreza (pobres y pobres extremos) presentan necesidades de educación que son deducibles de las siguientes principales características de los hogares: aproximadamente el 80 % posee padres con secundaria incompleta o menos educación, el 60 % realiza un gasto escolar menor a US$ 50 (uniforme, útiles escolares y otros, en los últimos tres meses) y el 68 % dispone de radio o TV. Además el 80 % de los pobres no supera, en promedio, el 45 % de hijos en edad normativa (incluido los atrasados 1 año).

De los indicadores sugeridos, se establece que entre los no matriculados en la población examinada (24 % urbanos y 28 % rurales) en 1998 había un importante segmento de hijos en edad normativa (incluido atrasados un año), 48 % en los urbanos y 19 % en los rurales. Estas cifras podrían utilizarse para aplicar algún programa de seguimiento y monitoreo con el propósito de incorporar al sistema, al menos esta parte de la población no matriculada

Las razones ofrecidas como sustento del abandono escolar permiten una segunda lectura. Así, los que dijeron que trabajan y tienen problemas económicos, en definitiva indicarían que el 53 % tienen la necesidad económica de complementar el ingreso familiar. Del mismo modo, el 21 % de las respuestas estaría aludiendo la falta de calidad educativa, sumando las razones no me interesa o no me gusta el estudio, sacaba bajas notas y se prepara para estudios superiores.

Son muchas las vertientes que alimentan el proceso educativo de una sociedad y se advierte que la efectividad de los instrumentos de política educativa, a favor del mejoramiento del producto educativo, dependerá en mucho del acompañamiento de otras muy diversas acciones, como las provenientes del modelo o estilo de desarrollo nacional y de la construcción de la moral colectiva.

Metodología

Se aplicó el análisis de regresión multivariado. En principio, fueron necesarias realizar diversas pruebas de regresión para seleccionar las variables independientes, por la mayor asociación con la variable dependiente logro educativo de los hijos. Luego, fueron determinadas las variables independientes por su mayor capacidad predictiva y explicativa del logro educativo. Asimismo, se hizo uso del análisis de frecuencias cruzadas para determinar las características más destacables de la población examinada.

Mediante el análisis de regresión logística de las variables, se explica la existencia de una relación directa entre las variables independientes, ingreso bruto del hogar y número de años estudio de los padres y la variable dependiente logro educativo de los hijos, en edad y fuera de la edad normativa, como una evidencia empírica del fenómeno de la circularidad de la pobreza. Es decir, dichas regresiones informan no sólo de la existencia de una relación de dependencia o asociación entre la variable dependiente y las variables independientes, sino que además, estas señalan su baja o elevada capacidad de estimación de los miembros integrantes de la variable dependiente.

Luego se utilizó el análisis discriminante. La aplicación de la misma consistió en identificar y seleccionar las variables que constituyen factores de los componentes (clases) en las que se dividen las variables explicativas asociadas el hogar o al Estado con poder discriminatorio sobre la variable dependiente. Esto es, se buscó establecer variables que, por ejemplo, distinguen a los hogares con hijos en edad normativa de los hogares con hijos en atraso escolar mayor a un año. El análisis discriminante permitió evaluar con base a indicadores de las distancias entre las medias y las desviaciones estándar de las variables confrontadas. Esta combinación de variables predictoras (variables independientes) fueron aplicadas para grupos predeterminados de la población examinada, esto es, para no pobres y pobres, de manera tal que dicho análisis mostrara la variable o grupo de variables independientes que mejor clasifican los casos o miembros de logro educativo, esto es, ubicar a los hijos en varios grupos conocidos o clases.