VIII. PRINCIPALES FACTORES DETERMINANTES DE LAS DESIGUALDADES EN EL LOGRO EDUCATIVO

El estado de pobreza y el área de residencia.

Son diversos los elementos que influyen, directa o indirectamente, sobre el logro educativo de los hijos. Algunos, más que otros, podrían ser los generadores de las diferencias sociales más visibles y a su vez, más perdurables. Al observar la incidencia de las diversas variables independientes que han sido examinadas, se estima que tanto la pobreza como el área de residencia son las que marcan más extendidamente las diferencias en el logro educativo de los hijos. La distinción de estas dos variables se hace con el propósito de que en el trazo de estrategias para atender las necesidades de educación, dichas variables sean consideradas básicas para priorizar acciones, racionalizar el gasto público y focalizar programas sociales.

En ese sentido, seguidamente se trata de examinar las variables independientes no sólo por su capacidad explicativa del logro educativo sino también por la necesidad de seleccionar y encontrar la mejor combinación de variables con alta capacidad predictiva de los componentes de la indicada variable dependiente y que además, las mismas sean fáciles de operar como instrumentos de política educativa.

Antes de continuar debemos advertir que a través del análisis de frecuencias cruzadas y del análisis discriminante no se logró establecer alguna variable que determinara una clara diferenciación entre hogares con hijos en edad normativa y hogares que albergan hijos con atraso de un año, salvo el caso de los hogares en situaciones extremas como aquellos con jefes sin educación o que no realizaron ningún gasto en uniforme, útiles escolares, APAFA y otros. Es decir, no ha sido posible encontrar una variable explicativa, de manera específica, que determine alguna diferencia notable entre los hogares con hijos en edad normativa y los hogares de hijos con atraso de un año. En el anexo Nš 16 podemos observar que los estadísticos del grupo de variables, promedios y desviaciones estándar, y la prueba de igualdad de promedios de grupo, nos confirman la incapacidad de discriminar entre el grupo en edad normativa y el grupo con atraso de un año. En cambio, es observable la existencia de una proporción equivalente de hijos con un año de atraso escolar, en casi todas las edades de la población examinada (alrededor del 20 % para cada edad, entre los 12 y 17 años), que podría indicar una regularidad específica para la realidad peruana y que, en parte, se explica por la responsabilidad que tienen las familias con el inicio tardío de la etapa escolar del 53 % de los niños, quienes ingresan al primer grado de primaria con extraedad (). Ver cuadro Nš VII.2. Esa misma regularidad en la proporción de hijos con atraso de un año se presenta para los cinco quintiles de ingresos del hogar (21 % en promedio, incluidos los hijos con edades de 18 y 19 años). Ver cuadro Nš VII.13.

Luego de aceptar que los principales determinantes del resultado educativo de los hijos son la educación de los padres y el ingreso del hogar, también se puede acreditar que los factores que determinan las desigualdades más generalizadas en el logro educativo de los hijos son el área de residencia y la situación de pobreza de los hogares. A continuación será examinada la población de 12 a 19 años de edad en colectivos conformados según los estratos de pobreza, considerando que con independencia del capital innato y la dedicación al estudio de cada estudiante, se puede afirmar que el contexto geográfico y el estado de pobreza establecen diferencias en los resultados educativos de los mismos. Así, los lugares de residencia comprendidos en el área rural determinan una menor probabilidad de estudiar dentro de la edad normativa. Este hecho diferenciador sobre el logro educativo de los estudiantes es evidenciado por los resultados de la ENAHO 1998, II trimestre. Así, mientras aproximadamente uno de cada dos hijos residentes en el área urbana (45 %) estudia en la edad normativa, eso mismo ocurre con menos de uno de cada cuatro hijos (23%) del área rural. Agregando a la ubicación geográfica del hogar, el estado de pobreza de la misma, se observa que la población pobre se concentra en mayor proporción en las áreas rurales del país (52 % de los pobres y 66% de los pobres extremos). Estas dos características del hogar, área rural y estado de pobreza, condicionan los resultados educativos, induciendo el logro educativo hacia los niveles más bajos del país. En ese sentido, se observa que entre los hogares pobres y pobres extremos de áreas rurales, solo el 23 % y el 14 % de los hijos, respectivamente, estudian en la edad normativa; y que en esos grupos de hogares, con las mismas características, se presentan las más elevadas tasas de atraso escolar mayor a un año (57 % y 72 %, respectivamente). Esta constatación de la relación entre pobreza y bajo logro educativo permite afirmar que los hogares en situación de pobreza o de pobreza extrema son las principales fuentes de generación de la pobreza futura y, de un modo u otro, forman parte del proceso de reproducción secular de la pobreza. Ver cuadro Nš VIII.3.

Un aspecto importante que no debe pasar desapercibido es que no existe una relación exclusiva entre hogares no pobres y edad normativa como tampoco entre hogares pobres y atraso mayor de una año. Es decir, en ambos tipos de hogares, se originan los futuros no pobres y pobres del país. Así, la evidencia empírica muestra que en los hogares actualmente no pobres (24 % de hogares con residencia urbana y 43 % de hogares con residencia rural) se estaría generando parte de la futura población pobre, dado que ellos albergan a una parte de los hijos con atraso mayor a un año. En ese mismo sentido, la mayor contribución a la futura población pobre del país provendría de los hogares actualmente pobres y en situación de pobreza extrema, que independientemente de su lugar de residencia albergan hijos con atraso escolar mayor a un año (53 % y 64 %, respectivamente). Ver cuadro Nš VIII.1.

CUADRO Nš VIII.1: LOGRO EDUCATIVO DE POBLACIÓN DE 12 A 19 AÑOS SEGÚN REGIÓN GEOGRÁFICA Y SITUACIÓN DE POBREZA DEL HOGAR.

Área y pobreza
(NBI)

Logro educativo del hijo

Total

Ninguno

Atraso >1

Atraso 1 año

Edad normativa

% fila

% col.

% col

Total Nacional

0,6

41,1

21,4

36,8

100,0

100,0

100,0

Urbano

0,4

31,8

23,1

44,7

100,0

63,7

Rural

1,1

57,5

18,6

22,8

100,0

36,3

Situación de pobreza

No pobre

0,2

27,6

24,2

48,0

100,0

100,0

54,7

Urbano

0,0

24,1

24,2

51,7

100,0

81,0

44,3

Rural

0,7

42,6

24,1

32,6

100,0

19,0

10,4

Pobre

0,7

53,1

19,6

26,6

100,0

100,0

27,6

Urbano

0,8

49,1

19,9

30,1

100,0

48,5

13,4

Rural

0,7

56,7

19,3

23,3

100,0

51,5

14,2

Pobre extremo

2,0

64,3

15,8

17,9

100,0

100,0

17,7

Urbano

2,0

50,1

21,6

26,2

100,0

34,0

6,0

Rural

2,0

71,5

12,8

13,6

100,0

66,0

11,7

Fuente: ENAHO 1998, II Trimestre, INEI. Elaboración propia.

Considerando que el indicador de pobreza de las necesidades básicas insatisfechas (NBI) no siempre establece una clara distinción entre pobres y no pobres, particularmente cuando se pretende precisiones para establecer distinciones de grupos humanos basándose en variables observables y simples de operar, tal vez la simplificación del indicador de pobreza basado en el material del piso podría merecer un uso más generalizado en la necesidad de aproximarnos a la identificación de los pobres del Perú. De aceptarse esta recomendación, la explicación de que en los hogares actualmente no pobres según las NBI (en particular, de aquellos cuyas viviendas tienen piso de tierra), se están formando hijos que en el futuro serán pobres, cambiaría su relación con el estado de pobreza de origen, al tratarse de hijos de hogares pobres, según el material del piso. Esto ocurre porque en los no pobres, según el NBI, hay hogares con piso de tierra. En el anexo Nš 17 se puede observar que entre los hijos de hogares no pobres según el indicador del NBI, el 24 % habita viviendas con piso de tierra. Proporción bastante cercana al 28 % de los hijos con atraso mayor a un año de hogares no pobres según el NBI. Asimismo, adoptar el indicador de pobreza basado en el material del piso implicaría calificar de no pobres al 23 % de pobres según el NBI cuyas viviendas tienen piso de cemento o un material mejor.

El siguiente gráfico Nš VIII.1 permite observar claramente que los hogares en situación de pobreza y de área rural son los que tienen mayor componente relativo de hijos con atraso mayor a un año (esta barra también incluye hijos sin educación) y el menor componente relativo de hijos en edad normativa y con atraso de un año. Es decir, ambas variables, la situación de pobreza y el área de residencia están muy asociadas con las desigualdades de logro educativo. Es más, el área de residencia rural es un acondicionamiento que refuerza la pobreza y acentúa la desigualdad en el logro educativo, afirmación sustentada en las elevadas proporciones de hijos con atraso mayor a un año (57 % en los pobres y 72 % en los pobres extremos). No obstante, también se observa que una parte de los hijos candidatos a conformar la futura población no pobre provendrían de hogares en situación de pobreza (13 % del total de hijos) y pobreza extrema (6 % del total de hijos), hijos que se mantienen estudiando dentro de la edad normativa o con un año de atraso ( )

Asimismo, la comparación entre las poblaciones de hogares pobres y no pobres, permite reconocer que si bien en el conjunto de los no pobres hay una menor proporción de hijos con atraso mayor a un año (incluido sin educación) que en los hogares pobres (28 % y 54 %, respectivamente ), el volumen de ambos componentes es equivalente (ambos componentes tienen igual participación a nivel nacional). Es decir, en los hogares no pobres hay menos probabilidad de generación de futura pobreza en términos relativos, pero como volumen dichos hogares también estarían generando similares cantidades de posibles futuros pobres que en los hogares pobres. Este volumen similar de atraso mayor a un año en ambos estratos se percibe mejor en el gráfico Nš VIII.2, en el cual, cada una de dichas participaciones a nivel nacional constituye aproximadamente el 15 % de hijos (ver barras total pobre y total no pobre). Además, tales componentes de hijos con atraso mayor a un año constituyen una demanda social presente que implica atención diferenciada y mayores costos para el sistema educativo del país.

Con la ayuda del cuadro Nš VIII.3, en la cual se combinan las variables años de estudio del padre e ingreso del hogar, como determinantes del logro educativo de los hijos, se puede afirmar que, con independencia del ingreso del hogar en cada estrato de pobreza, las mayores proporciones de hijos en edad normativa se dan en aquellos hogares en los que el jefe (jefa) cuenta con secundaria completa o educación superior; esto es, más del 52 % en los hogares no pobres, más del 46 % en los hogares pobres y algo más del 34 % en los pobres extremos.

No obstante el mayor peso de la educación de los padres en el logro educativo de los hijos, aquí también se puede apreciar la importancia del ingreso del hogar, deteniéndonos en el examen sobre el componente de hijos con atraso mayor a un año. Primero, tratemos el caso de los hogares no pobres. En dicho estrato, vemos que en los padres (jefe) con secundaria incompleta o menos educación, los hogares con posiciones de ingreso menores o iguales al quintil II tienen tasas de hijos con atraso mayor a un año (46 %) más elevadas que los hogares ubicados en el quintil III o superiores (34 %) y que, estos últimos, aún con la ventaja que les concede su actual posición económica, también serían contribuyentes de futura población pobre. En menor proporción, también serían contribuyentes a la futura población pobre los hogares no pobres con jefes que tienen secundaria completa o superior (21 % en hogares ubicados en los quintiles <III y 14 % en hogares posesionados en los quintiles >II).

Ahora veamos que sucede en el caso de los hogares pobres. En este estrato, lo relevante es que los diferentes ingresos del hogar no marcan distinciones considerables en los resultados educativos de aquellos hogares con jefes que tienen secundaria incompleta o menos, desde que en ambos grupos de ingreso del hogar, las tasas de hijos con atraso mayor a un año es 59 %. El significativo diferencial al interior del estrato de pobres es ocasionado por los años de educación de los padres. Además, este tipo de resultados da sustento para decidir sobre determinadas acciones de política educativa y políticas sociales sin hacer distingo entre pobres con diferentes niveles de ingreso y, con mayor razón, entre pobres y pobres extremos. Efectivamente, en los hogares en situación de pobreza extrema y con jefes cuya educación es secundaria incompleta o menos, las tasas de hijos con atraso mayor a un año superan el 65 %. En el anexo Nš 18 podemos observar que el análisis discriminante a través de las medias y de las desviaciones estándar de los estratos de pobreza, advierte claras distinciones de logro educativo (edad normativa o atraso de 1 año versus el resto de logro de hijos) entre hogares no pobres y pobres, pero no así entre hogares pobres y pobres extremos. Esto es, examinando la prueba de las medias, vemos que la media de los no pobres es más cercana a la edad normativa (0,717) y las medias de los pobres (0.461 ) y pobres extremos (0.335) son más próximos entre sí y al atraso mayor a un año. Ese mismo reporte del análisis discriminante, con las desviaciones estándar informa que la población de pobres y pobres extremos tiene una distribución más dispersa que la población no pobre.

Asumiendo la importancia de determinadas orientaciones a considerar en el establecimiento de políticas educativas, también merece tener en cuenta que sin hacer diferenciaciones en función del nivel de ingreso de los hogares, es posible operacionalizar la segmentación de los hogares considerando dos indicadores, el nivel educativo del padre (madre) y el estrato de pobreza. En la determinación de la situación de pobreza, según la habilidad y/o disponibilidad de cada unidad administrativa de educación, se puede alternar entre la aplicación del indicador NBI o simplemente el indicador del material del piso de la vivienda. Esta recomendación surge de uno de los resultados del análisis discriminante efectuada entre las categorías de la variable material del piso sobre el logro educativo de los hijos (edad normativa o atraso de 1 año versus el resto). En el anexo Nš 18, igualmente se puede observar que las distancias de las medias de la categoría láminas de asfalto o cemento y la categoría parquet o madera son mucho más marcadas respecto a piso de tierra que entre las dos anteriores. En otras palabras, esto quiere decir que los hogares con piso de tierra (0.436) están más cerca del atraso mayor a un año (0) y los restantes hogares (cemento o lámina asfáltica = 0.696 y parquet = 0.894) están más cerca de la edad normativa (1).

En ese mismo sentido, mediante el análisis de las frecuencias cruzadas se ha utilizado la variable material del piso dividido en dos categorías, una cemento, loseta, madera y parquet y otra relativa sólo a piso de tierra, para distribuir el logro educativo de los hijos. Los resultados de dicha tabla de frecuencias cruzadas están consignadas en el cuadro Nš VIII.2, en el cual se puede apreciar que las tasas de los componentes de logro educativo, para cada estrato de pobreza determinados por el material del piso, son muy próximos a los determinados con la variable del indicador necesidades básicas insatisfechas, NBI (ver cuadro Nš VIII.1).

CUADRO Nš VIII.2: DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE 12 A 19 AÑOS DE EDAD POR LOGRO EDUCATIVO SEGÚN POBREZA DETERMINADO POR EL MATERIAL DEL PISO

Material del piso y
Area

Logro educativo del hijo

Total

Atraso >1a/

Atraso 1 año

Edad normativa

Total Nacional

41.9

21.3

36.8

100.0

100.0

Urbano

32.3

22.9

44.9

100.0

63.4

Rural

58.6

18.5

22.8

100.0

36.6

NO POBRE=Cemento, loseta, madera, parquet

28.6

23.9

47.5

100.0

51.6

Urbano

26.3

24.0

49.7

100.0

43.9

Rural

41.7

23.4

34.9

100.0

7.7

POBRE=Tierra

56.2

18.5

25.4

100.0

48.4

Urbano

45.8

20.3

33.9

100.0

19.5

Rural

63.2

17.2

19.6

100.0

28.9

a/ Incluye población de hijos sin educación.
Fuente: ENAHO 1998, II Trimestre, INEI. Elaboración propia.

La envergadura de la tarea por realizar en educación será mejor comprendida al considerar que, en promedio, los hogares pobres y en pobreza extrema serían los principales aportantes de la futura población pobre, dado que en tales segmentos están los mayores componentes de hijos con atraso mayor a un año: uno de cada dos y seis de cada diez, respectivamente en cada estrato. Ver cuadro Nš VIII.3. Tarea que podría ser ejecutada con justicia y sobretodo con la facilidad de contar con una variable observable en la identificación de las familias con necesidad de apoyo social en educación, tan sólo guiándose con el indicador del piso de tierra para estimar los hogares con mayor probabilidad de hijos con atraso escolar mayor de un año.

 

CUADRO Nš VIII.3: DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE 12 A 19 AÑOS POR LOGRO EDUCATIVO SEGÚN POBREZA, AÑOS DE EDUCACIÓN DEL JEFE Y EL INGRESO DEL HOGAR

Pobreza NBI, años de educación jefe e ingreso del hogar

Logro educativo del hijo

Total

Ninguno

Atraso >1

Atraso 1 año

Edad normativa

Total nacional

0,6

41,3

21,3

36,8

100,0

100,0

No pobre

Aap<11 y q<III a/

0,0

46,1

23,2

30,7

100,0

11,8

Aap<11 y q>II

0,5

34,0

25,9

39,6

100,0

16,2

Aap>10 y q<III

0,0

21,2

26,2

52,5

100,0

7,5

Aap>10 y q>II

0,0

13,6

21,6

64,8

100,0

19,0

Total

0,2

27,7

23,9

48,2

100,0

54,5

Pobre

Aap<11 y q<III

1,2

58,9

20,0

19,9

100,0

12,4

Aap<11 y q>II

0,5

59,1

18,5

21,8

100,0

9,9

Aap>10 y q<III

0,0

26,2

18,4

55,4

100,0

2,3

Aap>10 y q>II

0,0

31,1

22,3

46,6

100,0

3,1

Total

0,7

53,2

19,6

26,5

100,0

27,7

Pobre extremo

Aap<11 y q<III

2,3

69,7

13,6

14,4

100,0

10,4

Aap<11 y q>II

2,2

65,4

15,0

17,4

100,0

5,6

Aap>10 y q<III

0,0

32,9

22,9

44,2

100,0

0,9

Aap>10 y q>II

0,0

27,1

38,2

34,7

100,0

0,9

Total

2,0

64,2

15,8

17,9

100,0

17,8

a/ Aap significa años de estudios del jefe y q es relativo al quintil de ingresos del hogar. De otro modo, Aap <11 comprende a los jefes con primaria o secundaria incompleta y Aap >10 contiene a los jefes con secundaria completa o superior.
Fuente: ENAHO 1998, II Trimestre, INEI. Elaboración propia.

En el gráfico Nš VIII.3, cada barra permite observar los dos componentes de logro educativo, uno a los hijos con atraso mayor a un año (incluyen a los sin educación) y dos, a los hijos en edad normativa (incluye a hijos con atraso de 1 año) de la población de 12 a 19 años, según el estado de pobreza, los años de estudio del jefe (a) y el ingreso del hogar. El valor relativo de cada componente o de cada barra es con relación al total de la población examinada, a fin de facilitar la comparación en el volumen de cada uno de ellos. Así, se percibe que los pobres extremos (12 %) y los pobres (15 %) están contribuyendo con un volumen muy cercano de hijos con atraso mayor a un año al que aportan los hogares no pobres (15 %).

Por otro lado, en dicho gráfico podemos ver que en los hogares en situación de pobreza extrema, el mayor aporte relativo de hijos con atraso mayor de un año proviene de aquellos cuyos jefes tienen años de estudio menores a la secundaria completa. Este mismo comportamiento, con menor intensidad, también se repite en los hogares pobres y no pobres. Del mismo modo, en todos los hogares con padres que cuentan con secundaria completa o superior, con independencia del estado de pobreza, hay un resultado educativo diferenciado por el nivel de ingreso de los mismos; esto es, en los hogares ubicados en una posición superior al quintil II existe menos proporción de hijos con atraso mayor a un año que en aquellos hogares con ingresos menores o iguales al quintil II.

Con relación a las diferencias encontradas en el logro educativo de los hijos, determinadas por el estado de pobreza, recordamos que otros estudios anteriores sobre el tema de la pobreza en el Perú señalan que a la extensión de la misma se adiciona la desigual distribución geográfica y que la situación de la pobreza en las áreas más desfavorecidas se relaciona a su vez con las deficiencias de educación, salud y la carencia de servicios básicos. En este estudio también advertimos y compartimos el peso determinístico que tiene la presencia de tales elementos restrictivos al desarrollo, y agregamos que tanto las diferencias culturales, la dispersión de la población rural y el sistema de producción de autoconsumo forman parte de tales elementos restrictivos. No obstante, se concibe que es posible reducir las diferencias entre no pobres y pobres pero, al menos en el corto y mediano plazo, las limitaciones antes indicadas son datos con los cuales se construye la sociedad peruana. Esto es, en muchos de los casos, son tan profundas las raíces y las interrelaciones entre estas limitaciones y la baja educación que los cambios a favor del desarrollo son poco efectivos y la transformación social es lenta.

Distinción de grupos con el análisis discriminante

Antes de realizar el examen discriminante es importante señalar que por razones de simplificación se efectuará el análisis de logro educativo con dos categorías, una que reúne a los hijos en edad normativa y con atraso de un año y, otra, que suma a los hijos con atraso mayor de un año y sin educación. El propósito del análisis discriminante, en este caso, es determinar las variables que mejor indican la diferenciación entre grupos de logro educativo al interior de las clases predeterminadas por estado de pobreza. Por lo tanto, se pondrá mucho más énfasis en la selección de variables que discriminan miembros al interior de los grupos de pobreza. Como veremos más adelante, podemos apreciar que tanto el análisis de las frecuencias cruzadas de las variables independientes como el análisis discriminante ayudan a simplificar y definir las categorías dicotómicas de las variables independientes que explican la variable dependiente logro educativo de los hijos.

A manera de ejemplo examinamos la variable gasto en útiles escolares y apreciaremos que el monto de US$10 podría ser elegido para separar esta variable en dos categorías: 1 = gasto mayor a 10 US$ y 0 = gasto menor o igual a US$ 10, que luego se usará en el análisis que discriminará entre los grupos de logro educativo. La distribución de la población examinada por el gasto en útiles escolares permite apreciar que el esfuerzo económico del hogar en esa modalidad de apoyo a la educación de los hijos es todavía muy débil, considerando que en el 41 % de las familias gastaron menos de S/. 27 nuevos soles en los últimos tres meses (menos de US$ 10). Por otro lado, no solo es destacable que el 48 % de los hogares en situación de pobreza y el 38 % de los hogares en situación de pobreza extrema realizaron un esfuerzo económico que superó el monto de los US$ 10 dólares en útiles escolares, sino que al menos este modesto monto indicaría, por un lado, que parte de los demás pobres también podrían imitar este esfuerzo en el futuro y, por otro lado, que en dichos hogares es probable esperar menores tasas de hijos con atraso mayor de un año. Ver cuadro Nš VIII.4.

 

CUADRO Nš VIII.4: DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE 12 A 19 AÑOS POR GASTOS DEL HOGAR EN ÚTILES ESCOLARES SEGÚN EL ESTADO DE POBREZA (NBI)

Pobreza NBI

Gasto Utiles Escolares US $ 1/

Total

0

0.1-10

10.1-50

50.1 y +

No pobre

17.2

17.8

49.0

16.0

100.0

56.5

Pobre

11.1

41.1

43.0

4.8

100.0

27.9

Pobre extremo

9.0

53.0

35.0

2.9

100.0

15.7

Total

14.2

29.9

45.1

10.8

100.0

100.0

1/ Rango en US$, 1 US$=2.66 nuevos soles. Población examinada 2,608983
Fuente: ENAHO 1998, II Trimestre, INEI. Elaboración propia.

 

Del mismo modo se procede con la variable gasto en uniforme y las demás elegidas para el análisis discriminante. Ahora veamos como incide el gasto escolar en uniforme y otros enseres, en los últimos tres meses, que requieren los hijos para asistir a la escuela. Como era de esperarse, el grupo de hijos de hogares no pobres alcanza los mayores niveles de gasto escolar y son algo mas del 60 % de sus hogares los que realizan tales gastos por encima de los US$50. En cambio, los hogares pobres y de extrema pobreza se concentran principalmente en niveles inferiores a los US$ 50, en ese tipo de gasto escolar. Ver cuadro Nš VIII.5. Lo que no puede dejar de mencionarse es que los hogares de extrema pobreza estarían haciendo un similar esfuerzo en esta forma de gasto escolar que los hogares pobres, para educar a sus hijos. Este hallazgo corrobora las pruebas del análisis discriminante presentada anteriormente, en el sentido de que no habría una razón importante para esforzarse en establecer distinciones entre pobres y pobres extremos, al menos cuando se trata de brindar un apoyo o aplicar instrumentos destinados a elevar la asistencia escolar o reducir las tasas de atraso escolar. Este comportamiento racional del gasto de los hogares respecto a la educación indica que entre la población pobre y de pobreza extrema es perfectamente viable encontrar hijos apoyados material y emocionalmente por sus respectivas familias, lo cual es un fuerte argumento para sostener que, sin duda, una parte de los hijos de estos hogares son individuos con un definido potencial para salir de la pobreza, confiando en los frutos de la educación.

CUADRO Nš VIII.5: POBLACIÓN DE 12 A 19 AÑOS POR ESTADO DE POBREZA DE LOS HOGARES, SEGÚN GASTOS DEL HOGAR EN UNIFORME, CALZADO, MATRÍCULA, APAFA Y OTROS.

Pobreza NBI

Gasto uniforme y otros en últimos 3 meses US$

Total

0

1-10

10.1-50

50.1-100

100.1 y +

No pobre

1.9

2.7

35.2

34.2

26.1

100.0

56.3

Pobre

0.3

8.0

57.2

27.7

6.8

100.0

28.0

Pobre extremo

1.1

14.9

56.7

22.3

5.0

100.0

15.7

Total

1.4

6.1

44.7

30.5

17.4

100.0

100.0

Población examinada 2,608,980. Incluye donaciones y autoconsumo.
Fuente: ENAHO 1998, II Trimestre, INEI. Elaboración propia.

Para aplicar el análisis discriminante sobre las variables independientes seleccionadas, previamente se examinó para cada caso la determinación de las categorías dicotómicas de las mismas. Por ejemplo, en el anexo Nš19 contamos con los estadísticos que nos permiten señalar que categorías de los aparatos disponibles en el hogar discriminan mejor al interior de los grupos no pobres y pobres. Es decir, las distancias notables entre las medias distinguen entre los no pobres y pobres; y casi no se aprecian diferencias por la disponibilidad de tales aparatos en el hogar al interior del grupo de pobres. Asimismo, dicho reporte del análisis discriminante indica que las diferencias al interior de cada grupo de pobreza se podrían observar mejor eligiendo como categorías, 0 = sin TV color o refrigeradora y 1= con TV color o refrigeradora. Recodificada la variable de los aparatos disponibles en el hogar en dicotómica y al cruzarla con la variable dependiente de logro educativo rh1, también dicotómica, se tiene una más clara distinción del logro educativo de los hijos. Ver cuadro Nš VIII.6

 

CUADRO Nš VIII.6 : DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE 12 A 19 AÑOS POR LOGRO EDUCATIVO SEGÚN LA DISPONIBILIDAD DE APARATOS EN EL HOGAR.

Hogar tiene aparatos y Pobreza

Logro educativo del hijo (rh1)

Total

Atraso>1+s/e

Edad normativa + atraso 1año

No pobre

27,8

72,2

100,0

54,7

Sin TV color o refrigeradora

33,8

66,2

100,0

31,9

Con TV color o refrigeradora

19,3

80,7

100,0

22,8

Pobre o pobre extremo

58,7

41,3

100,0

45,3

Sin TV color o refrigeradora

59,9

40,1

100,0

42,3

Con TV color o refrigeradora

41,4

58,6

100,0

3,0

Total

41,8

58,2

100,0

100,0

Fuente: ENAHO 1998, II Trimestre, INEI. Elaboración propia.

De similar manera se procedió con las otras variables. Así, los resultados del análisis discriminante de la variable examen de mamas y papanicolaou son presentados en el anexo Nš 20.

En resumen, con el reporte del análisis discriminante, al interior de los grupos de pobreza, se puede decir que todas las variables independientes analizadas señalan alguna distinción. Sin embargo, aquellas que muestran ser mejores diferenciadoras entre pobres y no pobres y al interior de ellas con relación a los dos grupos de logro educativo de los hijos (en edad normativa y fuera de esta), son:

  • disponibilidad de servicios básicos del centro educativo: 1= agua y electricidad o los tres servicios; 0= ninguno o sólo agua o agua y desagüe u otros sin agua.
  • material del piso: 1= cemento, madera o parquet; 0= tierra
  • disponibilidad de aparatos en el hogar: 1=TV color o refrigeradora; 0= ninguno de los anteriores.
  • medios con los que recibió información de prevención de salud: 1= personal del centro de enseñanza o del centro de salud o del municipio; 0= no recibió o revista o periódico o radio o TV u otro.
  • años de estudio aprobados por el jefe: 1= con 11 o más; 0= con 10 o menos.

Es decir, considerando que el propósito de discriminar es útil para clasificar a la población examinada en función del logro educativo, se puede afirmar que aquellos estudiantes que reúnen las características correspondientes a la categoría 1 de las variables seleccionadas son los que tienen las mayores probabilidades de integrar el grupo de edad normativa o atraso de un año. No es posible hacer una afirmación más precisa dado que existe gran dispersión de la variable dependiente evidenciado por el hecho de que, con diversas proporciones, también hay estudiantes que sin contar con las características antes mencionadas son miembros del grupo en edad normativa o atraso de un año. En lo sucesivo las dos categorías de la variable dicotómica dependiente logro educativo (rh1) serán denominadas, por razones de simplificación, edad normativa y atraso mayor de un año.

El análisis discriminante se efectuó contrastando un grupo de diez variables seleccionadas en virtud de las asociaciones y capacidad explicativa del logro educativo advertidos en el análisis de frecuencias cruzadas, con el propósito de establecer cuales de ellas eran las mejores diferenciadoras de grupos de hijos heterogéneos entre sí pero homogéneos al interior de los mismos. El conjunto de las diez variables dependientes permite clasificar correctamente al 68 % de miembros de la población examinada y, a su vez, muestra tener capacidad para predecir con acierto al 73 % de los miembros del grupo con atraso mayor a un año y al 64 % de los miembros del grupo en edad normativa. Ver anexo Nš 21 y el siguiente cuadro Nš VIII7.

CUADRO Nš VIII.7 : RESULTADOS DE LA CLASIFICACIÓN DE LOGRO EDUCATIVO APLICANDO 10 VARIABLES INDEPENDIENTES 1/

Logro educativo

Miembros pronosticados

Total

Atraso>1+s/e

Edad normativa +atraso 1año

Cantidad

Atraso>1 + s/e

311231

115258

426490

 

Edad normativa + atraso 1año

188570

339283

527852

%

Atraso>1+s/e

73.0

27.0

100

 

Edad normativa +atraso 1año

35.7

64.3

100

1/ 68,2% de los casos agrupados originalmente correctamente clasificados

Fuente: ENAHO 1998, II Trimestre, INEI. Elaboración propia.

Dicho examen se realizó con el objeto de apreciar la capacidad diferenciadora de cada variable independiente sobre la variable dependiente logro educativo de los hijos (rh1) y como insumo para realizar la elección entre ellas; elección para determinar un número pequeño de variables que facilite operar con la menor cantidad posible de grupos en estudio. La principal razón de elegir el menor número de variables con capacidad descriminadora sobre los miembros de cada categoría de la variable dependiente es facilitar la aplicación de instrumentos de política educativa, en particular, aquellos sustentados en las variables que podrían ser las mejores canalizadoras del efecto esperado en logro educativo sobre la población objetivo. Debe tenerse presente que los grupos de hijos no se limitan a las dos categorías determinadas según la variable dependiente (en edad normativa y con atraso mayor de un año) sino que el número de miembros de estos se amplía a medida que se introduce una o más variables independientes.

Luego de examinar el reporte de las estadísticas de grupo, se determinó, sobre la base de la prueba de la igualdad de las medias y las desviaciones estándar, que de todas las variables independientes consideradas en el examen para la elección de variables instrumento de política educativa, las que mostraron mayor capacidad diferenciadora fueron tres, material del piso, años de estudio aprobados por el jefe y gasto escolar en uniforme y otros durante los tres últimos meses. Adicionalmente, en el cuadro siguiente se puede apreciar que la aplicación de sólo las tres variables independientes seleccionadas permiten un significativo porcentaje de acierto en el pronóstico de los miembros de cada categoría de logro educativo (66 %), muy próximo a la capacidad de estimación de la clasificación de miembros con diez variables antes descrita (68 %). Ver anexo Nš 22 y siguiente cuadro Nš VIII.8.

CUADRO Nš VIII.8: RESULTADOS DE LA CLASIFICACIÓN DE LOGRO EDUCATIVO APLICANDO TRES VARIABLES INDEPENDIENTES 1/

Logro educativo

Miembros pronosticados de los Grupos

Total

Atraso>1+s/e

Edad normativa +atraso 1año

Cantidad

Atraso>1+s/e

652884

235463

888346

 

Edad normat+atraso 1año

630857

1050945

1681803

%

Atraso>1+s/e

73.5

26.5

100

 

Edad normat+atraso 1año

37.5

62.5

100

1/ 66,3% de los casos agrupados originalmente correctamente clasificados
Fuente: ENAHO 1998, II Trimestre, INEI. Elaboración propia.

Así, se logra establecer, por cada variable independiente, dos grupos, cada uno de los cuales se distribuye según el logro educativo, esto es, en edad normativa y atraso mayor de un año. Tales grupos son los siguientes:

  • Piso de tierra
  • Piso de cemento u otros materiales
  • Menos de 11 años de estudio aprobados por el jefe
  • 11 o más años de estudio aprobados por el jefe
  • Gastó 0-133 soles en uniforme y otros
  • Gastó más de 133 soles en uniforme y otros

Con los seis grupos antes mencionados se obtuvo una tabla de frecuencias cruzadas a fin de observar sus respectivas participaciones según el logro educativo del hijo de los mismos. Los resultados de dicho cruce de variables se consignan en el siguiente cuadro Nš VIII.9.

En primer lugar examinemos al grupo de pobres o pobreza extrema con la ayuda del cuadro Nš VIII.9, del cual es posible inferir algo más de lo ya expuesto en el cuadro Nš VIII.5. En la población pobre se podría dejar de lado las variables material del piso y gasto escolar, para discriminar únicamente con base a la variable años de educación del padre. De ese modo se podrían ejecutar acciones de educación distinguiendo solo dos segmentos, hogares con jefes con secundaria incompleta o menos y hogares con jefes con secundaria completa o más, considerando que la incidencia diferenciadora de las dos primeras variables antes indicadas sobre el logro educativo es pequeña. En consecuencia, es perfectamente válido recomendar que los instrumentos de política educativa destinados a los pobres podrían orientarse tanto a los hijos como a los padres y, de estos últimos, fundamentalmente a los que tienen primaria o secundaria incompleta. Esta sugerencia no implica necesariamente que todos los padres regresen a la escuela para alcanzar la secundaria completa sino que puedan encontrar parte de los contenidos de secundaria como otros muy cercanos a sus actividades laborales o a sus perspectivas de desarrollo personal. Es probable esperar que aún cuando los objetivos de algún programa de educación para adultos se haya diseñado en función de los que tienen secundaria incompleta, el mismo sea también beneficioso y atractivo para alguna fracción de los adultos con secundaria completa.

CUADRO Nš VIII.9 : DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE 12 A 19 AÑOS POR LOGRO EDUCATIVO SEGÚN POBREZA, MATERIAL DEL PISO, AÑOS DE ESTUDIOS APROBADOS DEL JEFE Y GASTO EN UNIFORME Y OTROS.

Pobreza

Material piso, Años estudio aprobados jefe y Gasto uniforme y otros 1/

Logro educativo del hijo

Total

Atraso>1+s/e

Edad normativa +atraso 1 año

% fila

>% col

Pobre o pobre extremo

50,4

49,6

100,0

44,0

Piso de tierra

52,6

47,4

100,0

33,8

Menos de 11 años de estudio

57,8

42,2

100,0

28,6

US$ 0-50

59,9

40,1

100,0

21,9

US$ >50

51,0

49,0

100,0

6,7

11 o más años de estudio

23,9

76,1

100,0

5,2

US$ 0-50

24,0

76,0

100,0

2,3

US$ >50

23,7

76,3

100,0

2,9

Piso de cemento, loseta, madera o parquet

43,1

56,9

100,0

10,3

Menos de 11 años de estudio

52,8

47,2

100,0

7,5

US$ 0-50

54,3

45,7

100,0

4,2

US$ >50

50,9

49,1

100,0

3,2

11 o más años de estudio

16,8

83,2

100,0

2,8

US$ 0-50

20,4

79,6

100,0

1,6

US$ >50

11,8

88,2

100,0

1,2

No pobre

22,1

77,9

100,0

56,0

Piso de tierra u otro material

35,5

64,5

100,0

13,5

Menos de 11 años de estudio

41,4

58,6

100,0

9,5

US$ 0-50

44,9

55,1

100,0

6,1

US$ >50

35,2

64,8

100,0

3,4

11 o más años de estudio

21,3

78,7

100,0

4,0

US$ 0-50

23,8

76,2

100,0

1,8

US$ >50

19,3

80,7

100,0

2,2

Piso de cemento, loseta, madera o parquet

17,9

82,1

100,0

42,5

Menos de 11 años de estudio

26,1

73,9

100,0

17,7

US$ 0-50

34,7

65,3

100,0

7,7

US$ >50

19,5

80,5

100,0

10,0

11 o más años de estudio

12,1

87,9

100,0

24,8

US$ 0-50

14,6

85,4

100,0

6,7

US$ >50

11,2

88,8

100,0

18,2

Total

 

34,6

65,4

100,0

100,0

1/ Población examinada 2,570,150. El gasto de US$ 50 es equivalente a S/133 nuevos soles.Fuente: ENAHO 1998, II Trimestre, INEI. Elaboración propia.

El asunto de fondo en la población pobre o en extrema pobreza es qué hacer por la educación de sus hijos con atraso mayor a un año, o sea con el 50 % del 44 % de los hijos entre 12 y 19 años de edad. De manera particular es distinguible, como población objetivo, los pobres con jefes de hogar que tienen secundaria incompleta o menos, con independencia del material del piso de sus viviendas (58 % del 28,6 %, más el 53 % del 7,5%). Para ellos habría que trazar una política educativa que preste atención a las diferentes causas del atraso escolar (ingreso tardío al inicio de la primaria, combinación de estudio con trabajo, entre otros). Desde luego, parte de las explicaciones requeridas para adoptar medidas específicas se obtiene de las respuestas a la pregunta 305-B del cuestionario de la ENAHO (razones porque no está matriculado o no asiste a un centro de enseñanza regular), pero lamentablemente no se pregunta a los que asisten que defectos o limitaciones le encuentran a la enseñanza actual, con cuyas respuestas podrían evitarse parte de la futura deserción.

Seguidamente examinamos los resultados del cuadro Nš VIII.9 relativos al segmento de los hogares no pobres. Aquí es distinguible el grupo de los hogares con piso de tierra y con jefes (as) de hogar que aprobaron menos de 11 años de estudio (9,5 %), por tener participaciones elevadas de hijos con atraso mayor a un año (41 %). Este grupo podría ser beneficiario de algunos instrumentos planteados a favor de los pobres, como es el caso de las escuelas de padres. Sin embargo, considerando que sus condiciones económicas son mejores a la de los pobres, este grupo podría ser inducido hacia un mayor esfuerzo de gasto privado en la educación de los hijos. La inducción hacia el mayor gasto del hogar en la educación de los hijos, podrá ser acometida por cualquier organismo estatal o privado y no exclusivamente del sector educación. Aún considerando que hubiere subestimación en el registro de gasto escolar (en uniforme, calzado, matrícula, APAFA y otros, durante los últimos tres meses), los montos menores a S/.133 nuevos soles (US$ 50) reflejan el escaso esfuerzo de una abultada cantidad de dichos hogares (45 % del total de los hogares de la población de 12 a 19 años de edad, entre los cuales el 22 % corresponde a hogares no pobres; ver cuadro Nš VII.19 y anexo Nš 23).

De manera similar al grupo de los pobres, existe una necesidad por atender en los no pobres. Aquí, también se presenta el requerimiento de los hijos con atraso mayor a un año, cuyos padres no tienen secundaria completa (41 % del 9.5 % más 26 % del 18 %). Aunque son algo menos (9 %) que la demanda de los pobres (21 %), en este caso los padres con secundaria incompleta podrían ser atendidos con los mismos instrumentos creados para la atención de los pobres.

Movimientos en los estratos de pobreza

A continuación se presenta una deducción cuantitativa de los movimientos que habría entre miembros de los estratos pobres y no pobres, ejercicio que se hace manteniendo el supuesto inicial sobre el logro educativo; en el cual se sostuvo que los hijos que actualmente estudian en la edad normativa son los aspirantes mas firmes para integrar la futura población no pobre del país y, siguiendo el mismo razonamiento, que los hijos con atraso escolar mayor a un año serían las personas más próximas para integrarse a la futura población pobre del país. Esta deducción es efectuada con base a las proporciones del cuadro Nš VIII.5.

En la población de hijos de 12 a 19 años de edad, los que por razones económicas estarían más presionados para no salir de la pobreza podrían ser aquellos diferenciados por el atraso escolar mayor a un año y pertenecer a hogares que satisfacen al menos dos condiciones, el jefe (a) tiene secundaria incompleta o menos y el nivel de ingreso del hogar es equivalente al segundo quintil o menos; esto es, el 7 % de los pobres (59 % del 12 % de pobres) y el 7 % de hogares en pobreza extrema (70 % del 10 % de pobres extremos). En conjunto, la población examinada de 12 a 19 años con atraso escolar mayor a un año, casi uno de cada cuatro de este grupo de edad estudia o debe estar estudiando primaria (deducido del cuadro Nš VII.5) y a nivel nacional son cuatro de cada diez que estudian con atraso mayor a un año. Este contingente de estudiantes requeriría de una atención diferenciada, tanto en sus hogares como en el sistema educativo, considerando que tales estudiantes proceden principalmente de hogares pobres y en pobreza extrema.

A continuación, sobre la base de las evidencias empíricas de las características que reúnen la población de 12 a 19 años se realizan las deducciones cuantitativas y cualitativas para estimar los componentes de logro educativo que cuentan con condiciones, y por consiguiente, con las mayores probabilidades para salir del, o entrar al, estrato de pobreza. Dicho en otras palabras, se simulan los movimientos que se producen en la sociedad, desde que algunos no pobres abandonan ese estrato para integrarse a los pobres, hasta que una parte de los pobres ingresan al estrato de los no pobres. Aquí se ha propuesto que el nivel educativo alcanzado permite y/o atrae oportunidades para salir de la pobreza y, aún siendo una importante credencial, el nivel educativo no es un pasaporte infalible para ingresar al estrato de los no pobres porque son necesarios otros factores coadyuvantes. Sin embargo, el factor logro educativo permite inferir los movimientos de los miembros de una sociedad de uno a otro estrato de pobreza y viceversa.

Sabemos que la sociedad esta integrada por grupos humanos jerarquizados y diferenciados por diversas variables o atributos, algunas de las cuales se corresponden con cada variable elegida para este análisis. Mediante aproximaciones algebraicas, sobre la base del supuesto fundamental amparado en el atributo del grado educativo aprobado, aquí hacemos una selección arbitraria de la población de hijos de 12 a 19 años. Es posible que futuras investigaciones realicen selecciones más exigentes en función de atributos adicionales. Tales atributos o condiciones estarían referidas a la escuela con disponibilidad de los servicios básicos (agua, alumbrado eléctrico y servicios higiénicos), a la recepción de seguro escolar y/o desayuno escolar, a un determinado nivel de gasto escolar, a la disponibilidad de medios de comunicación en el hogar y otros como la lengua materna aprendida en la niñez, al número de hijos vivos de la madre y al cuidado de la salud de la madre, entre otros. Debe quedar claro que al agregar cualquiera de las condiciones mencionadas se espera que el segmento de población seleccionado sea cada vez más restringido o individualizado. El arbitraje simplificado que aquí se realiza, solo tomando en consideración tres variables, pobreza, años aprobados del padre e ingreso del hogar (ver cuadro Nš VIII.5), es un procedimiento que, de algún modo, simula el tamiz que inexorablemente aplica la sociedad y permite estimar o reproducir el probable universo de la futura población de 12 a 19 años.

En el cuadro de frecuencias del cuadro Nš VIII.5, se indican las características que la población de 12 a 19 años debe reunir actualmente para calificar entre los potenciales candidatos para integrar los futuros estratos de no pobres y pobres. Este ejercicio se ha hecho asumiendo una movilidad de hogares no pobres a hogares pobres y en pobreza extrema y viceversa y con ella se logra la reproducción cercana a una nueva estructura global integrada por pobres y no pobres. A continuación se presentan las estimaciones cuantitativas de una próxima composición de la población no pobre de 12 a 19 años y la fuente de la misma, esto es, el paso desde un tiempo to a un tiempo t1:

El estrato no pobre es la fuente del 35,9% y las características de los hijos y padres son:

  1. El nivel educativo del jefe (a) es secundaria incompleta, secundaria completa o superior

  • Hijo pertenece al grupo en edad normativa (26,3 %; deducido 48,2% de 54,5%)
  • Hijo pertenece al grupo con atraso de un año (5,4 %; deducido 23,9% de 54,5%)

  1. El nivel educativo del jefe (a) es secundaria completa o superior

  • Hijo pertenece al grupo con atraso mayor a un año (4,2 %; deducido 21,2% de 7,5% y 13,6 % de 19%))

El estrato de pobres aporta el 14,3 % y las características de los hijos y padres son:

  1. El nivel educativo del jefe (a) es secundaria incompleta, secundaria completa o superior

  • Hijo pertenece al grupo en edad normativa (7,3 %; deducido 26,5% de 27,7%)
  • Hijo pertenece al grupo con atraso de un año (5,4 %; deducido 19,6% de 27,7%)

  1. El nivel educativo del jefe (a) es secundaria completa o superior

  • Hijo pertenece al grupo con atraso mayor a un año (1,6 %; deducido 26,2% de 2,3% y 31,1 % de 3,1%))

Los hogares en situación de extrema pobreza generan el 6% de no pobres y los hijos y padres tienen las siguientes características:

El nivel educativo del jefe (a) es secundaria incompleta, secundaria completa o superior

  • Hijo pertenece al grupo en edad normativa (3,2 %; deducido 17,9% de 17,8%)
  • Hijo pertenece al grupo con atraso de un año (2,8 %; deducido 15,8% de 17,8%)

En conjunto, se esperaría que la futura población no pobre pudiera estar integrada con los siguientes componentes de los actuales estratos de pobreza: 35,9 % de no pobres, 14,3 % de pobres y 6 % de pobreza extrema. En total, ellos reproducirían una estructura de 56 % de no pobres y de 44% de pobres y pobres extremos.

Asumiendo que se tiene diferenciado a la población objetivo en dos grupos, no pobres y pobres, con los datos disponibles y a pesar de la dispersión de los mismos en la caracterización de los grupos de logro educativo de los hijos, el soporte empírico permite distinguir y recomendar las siguientes variables como instrumentos de política educativa. Dichas variables serían, en orden de importancia descendente, años de educación de los padres, el gasto directo en la educación del hijo (uniforme, calzado, matrícula, útiles, APAFA y otros) y la disponibilidad de medios de comunicación del hogar (radio, TV y teléfono). Es decir, la acción de políticas educativas a través de tales variables instrumento, permitiría esperar que la respuesta de la población estudiantil se oriente hacia la categoría más alta de logro educativo en la medida que esta cuente con las mejores condiciones de acompañamiento de las variables contextuales a la educación.

En el anexo Nš 24, se presenta en particular la distribución de logro educativo de hijos del conjunto de hogares en situación de pobreza (pobres y pobres extremos) y de él se pueden deducir diversas necesidades relacionadas con el estado de la educación por segmentos, según la influencia de las variables distinguibles para ser utilizadas como instrumentos de política educativa. Son necesidades ligadas a un amplio contingente humano de pobres, aproximadamente el 80 % de hijos cuyos padres tienen secundaria incompleta o menos educación, con una mayoría que gasta menos de US$ 50 en uniforme, útiles escolares y otros, en los últimos tres meses (60 %), y dispone de radio o TV (68 %); mayoría que en promedio no supera el 43 % de hijos en edad normativa (incluido atrasados de 1 año). Considerando las características de dichas familias, se estima que ellos podrían tener los siguientes requerimientos:

  • Educación o talleres de capacitación para adultos con secundaria incompleta.
  • Sistema de intercambio de trabajo de los padres por donaciones destinados a los hijos, para las familias cuyos hijos tienen atraso mayor a un año.
  • Mecanismo de seguimiento y monitoreo del atraso escolar.
  • Asistencia en la organización y funcionamiento de las APAFA.
  • Mecanismo de tutoría o de padres sustitutos para alumnos con atraso escolar.