IX 2. INSTRUMENTOS DE POLITICA EDUCATIVA

Amplitud del escenario en la aplicación de instrumentos de política educativa

Son muchas vertientes las que alimentan el proceso educativo de una sociedad. Sin ánimo de agregar más complejidad de la que ya existe por la realidad misma, corresponde advertir que la efectividad de los elementos identificados y operados como instrumentos de política para el desarrollo educativo, dependerá en mucho del acompañamiento de otras muy diversas acciones de política de desarrollo que sean adoptadas por la sociedad en su conjunto. Así, apreciamos que los educadores de la población en edad escolar somos todos y no exclusivamente los docentes. Estos niños y jóvenes absorben, asimilan, imitan, renuevan y amplían las conductas y acciones de los adultos y de sus pares. Por ello, el conjunto de factores contextuales influyentes en el mejoramiento del producto educativo deviene de los hogares como de los instrumentos de política educativa, del modelo o estilo de desarrollo nacional y de la construcción de la moral colectiva.

En la perspectiva del desarrollo, la educación implica un instrumento valioso para el progreso integral de las sociedades. En ese sentido, es de esperar que el desarrollo educativo se conjugue con otros instrumentos que se complementan en procura del desarrollo deseado o al levantamiento de las barreras al desarrollo sostenido de la economía peruana. Por ello, se estima que hay mucho por hacer en diferentes frentes de la economía nacional, tales como superar los problemas derivados del excedente estructural de mano de obra, ampliar las oportunidades para los diversos agentes de las actividades productivas y su participación en el ingreso nacional, mantener una política de estabilidad que asegure el crecimiento del ahorro interno, enfrentar con medidas objetivas y efectivas toda forma de exclusión social interna y reorientar las actividades que contribuyen con el desequilibrio externo.

Desde otro ángulo, los valores no pueden estar ausentes en el propósito de producir el cambio social que buscamos, considerando que luego de identificar el círculo vicioso de la pobreza se han planteado las ventajas de pasar al círculo virtuoso de la educación. Recordemos que dicha propuesta es efectuada haciendo uso de la observación de hechos y aplicando el razonamiento sobre determinadas relaciones descriptivas o explicativas de la situación de la pobreza en el Perú. El pase al círculo virtuoso de la educación, por todo lo positivo y expectante que esto implica, se percibe fácilmente aceptable. Sin embargo, la duda que persiste es, si el enfoque y los instrumentos que serán aplicados asegurarán, o al menos facilitarán, la viabilidad de tal proceso. El propósito de lograr el cambio social demanda no confiar solo en la disponibilidad de recursos externos a la comunidad local, sino encontrar los medios más pertinentes para contar con el involucramiento de los individuos y las familias locales en situación de pobreza, en el mejoramiento de la educación.

Dada la complejidad que encierra el sector educación, se concibe que el escenario para crear e implementar instrumentos de política educativa son muy amplios para una realidad tan heterogénea como la peruana. Conciliando lo necesario con lo viable, a continuación se presentan algunas sugerencias con relación a los instrumentos de política que surgen a partir del presente trabajo empírico. Estos instrumentos que se sugieren a continuación fueron concebidos con la finalidad de atender la necesidad de medios prácticos aplicables en una política de reducción de las desigualdades sociales, mediante acciones y actividades a favor de la universalización de la primaria y la secundaria.

Segmentos de población adulta con fines de educación.

Los diferentes programas de educación complementaria para adultos (educación secundaria, educación ocupacional, capacitación técnica u otros) deberían estar diseñados y organizados tomando en consideración la segmentación de la población según estado de pobreza (no pobre y pobre), el área (urbana y rural) y el nivel educativo (con secundaria incompleta o menos y con secundaria completa o más). Cualquiera que sea, en definitiva, la segmentación utilizada, esta será útil para adecuar la oferta educativa y contar con más posibilidades de acierto en la identificación de la demanda por servicios educativos de los adultos.

La escuela de padres.

Aún cuando es cierto que los padres también requieren de instrucción, este no es el propósito de la propuesta de la escuela de padres. Los fines de esta son informar, orientar y reflexionar sobre la importancia de la relación padre-hijo para la educación y la trascendencia de los vínculos entre escuela, hogar y sociedad. Este es un instrumento que ya funciona en algunas escuelas y la bondad del mismo no es instruir sino lograr que los padres participen en un ambiente propicio para la reflexión humana, mejoren las relaciones padre (madre)-hijo y valoren los vínculos entre escuela, familia y sociedad. Los vínculos entre educación y sociedad son diversos y los padres necesitan, por ejemplo, conocer los cambios y las exigencias que se derivan de la univerzalización de los derechos del niño. Así, a nivel internacional se está imponiendo la sanción comercial de no compra de productos elaborados con el trabajo de niños. Esto nos debe servir de ejemplo, para condicionar algunas ayudas materiales que se les brinda a las familias rurales, tales como los programas de reparto de alimentos y los de apoyo en el mejoramiento y selección de semillas para la siembra, sabiendo que todavía es frecuente entre ellos su preferencia por el trabajo de los hijos menores de edad, con lo cual se restringe el derecho a la educación del niño.

Intercambio del trabajo de los padres con las donaciones a los hijos.

En el caso que la política educativa a favor de los pobres tenga intenciones más precisas respecto de su población objetivo, como aquellos que se constituyen en entregas materiales y directas al estudiante, por ejemplo, alimentos, libros, etc., es pertinente hacer uso de los indicadores que permitan hacer las distinciones necesarias a fin de que los programas de apoyo social cumplan con ciertos parámetros de focalización y segmentación. En este caso no sólo es recomendable usar la capacidad discriminadora de la variable material del piso de la vivienda, años de estudio aprobados por el jefe, área y número de hijos en el hogar con atraso mayor a un año, sino aplicar un instrumento que posibilite el intercambio de trabajo de los padres con las donaciones que se destinen a los hijos.

En otra perspectiva, un determinado instrumento de política educativa podría estar orientado a premiar la universalidad de la matrícula o promover la matricula en edad normativa, con premios a los centros educativos. Para simplificar su aplicación se podrían utilizar indicadores basados en variables fácilmente observables por los operadores del concurso. En ese caso, la población objetivo o participante en la competencia podría ser determinada haciendo uso individual o combinando de los indicadores material del piso y años de estudios aprobados por el jefe de hogar (padre/ madre).

Servicios básicos de los centros educativos.

Aún cuando no se puede atender las demandas de las comunidades por los servicios básicos de agua, desagüe y electricidad, se recomienda que al menos los centros educativos deberían contar con los tres servicios. Una meta nacional a corto plazo podría ser la dotación de los servicios de agua y desagüe a todos los centros educativos del país (aproximadamente 12 % no cuenta con ninguno de los servicios esenciales de agua, desagüe y electricidad y la ausencia de agua y desagüe afecta al 18 % de los centros educativos).

La radio como medio de formación e información.

Al observar que los hogares de la población examinada, en promedio el 55 % emplea la radio para enterarse de las noticias, se comprueba que este es un importante medio por el cual se podrían canalizar determinados programas educativos con mucha trascendencia para la formación de personas menores de edad y adultas. En algunos temas, no sólo se trata de elaborar nuevos programas sino de difundir a través de los centros educativos algunos de los existentes, surgidos de la iniciativa privada, particularmente dirigidos a los adultos.

La asignación de recursos presupuestarios en función de indicadores de logro educativo.

El gasto corriente destinado (las partidas de bienes y servicios y de remuneraciones) para el sistema educativo podría ser distribuido de acuerdo a las previsiones de la demanda. Tales previsiones podrían recoger dos tipos de demanda, una, la matrícula de menores y la matrícula de padres o adultos en programas especiales. Esta manera de distribuir del presupuesto para educación tendría su aplicación en las provincias que registren las tasas más elevadas de atraso escolar mayor a un año.

La inversión social como premio a la tasa de escolaridad en edad normativa.

La entrega de material educativo y las donaciones en vestimenta y alimentos debiera diseñarse en función de la tasa de escolaridad en edad normativa. Esta propuesta significa que los centros educativos que exhiban las tasas más altas de escolaridad en edad normativa se harían acreedores o accederían a programas integrales de apoyo y equipamiento educativo. Dado que no se trata de acentuar las diferencias entre no pobres y pobres, esta competencia se plantea para ser aplicada sólo en las provincias con los más altos índices de pobreza.

Seguimiento y monitoreo a través del logro educativo en función de la edad normativa.

La evaluación del sistema educativo en cada unidad administrativa (región, subregión o USE) se podría efectuar mediante los indicadores de logro educativo en función de la edad normativa. La exigencia en la aplicación de los mismos sería viable en la medida que se acepte mediciones simples con pocas variables discriminatorias sobre los alumnos matriculados, tales como el material del piso de la vivienda y el número de años de estudios aprobados del padre o la madre o de ambos. Con la disponibilidad de tales indicadores será posible monitorear acciones y actividades, movilizar recursos humanos y establecer metas sobre resultados educativos.

La asociación de padres de familia (APAFA).

Para promover el gasto familiar en la educación de los hijos, en particular de los hogares pobres, las APAFA podrían ser parte importante del instrumental adecuado. A través de estas asociaciones las comunidades locales pueden resolver determinadas necesidades de servicios básicos que deben estar disponibles en los centros educativos y actuando con autonomía podrían canalizar el gasto privado en la dotación de material educativo de uso generalizado por los estudiantes. Estas asociaciones merecen ser promovidas y reforzadas con talleres de formación y capacitación de líderes y con la difusión de manuales sobre atribuciones de la asociación y obligaciones de los miembros. Aún cuando sabemos que no todas las APAFA son ejemplo de colaboración y honestidad, interesa realizar campañas para reforzar el respeto y el desarrollo institucionalizado de tales asociaciones. Este es un instrumento que permite la participación activa de los respectivos padres de los hijos directamente beneficiarios de los servicios escolares.

Premios y castigos a los padres.

El instrumento se aplicaría para premiar a los padres que tienen a todos sus hijos matriculados o asistiendo al centro educativo en sus respectivas edades normativas y castigar a los padres que tienen uno o más hijos con atraso mayor a un año. Adicionalmente, se podría establecer un instrumento que castiga a la familia no pobre. Un castigo podría ser que cada hijo con atraso mayor a un año implica o genera una obligación anual con el centro de enseñanza, cuya paga se pueda efectuar en dinero o en determinada cantidad equivalente de días de trabajo comunitario. De ser el caso, las jornadas de trabajo podrían ser administradas por la APAFA de cada centro educativo o por cada municipalidad.