Junto con la diarrea y la desnutrición,
las enfermedades respiratorias, especialmente la neumonía,
constituyen una de las principales causas de mortalidad en la
infancia y la niñez en los países del Tercer Mundo.
Por este motivo se considera importante medir su prevalencia
e indagar acerca de las medidas que las madres toman en presencia
de esta enfermedad. Para ello, en ENDES 1996 se
preguntó a las entrevistadas si sus hijos habían
tenido tos en las últimas 2 semanas. Si los niños
habían padecido un episodio de tos, se preguntó
si durante tal el niño había mostrado dificultad
en respirar o lo hacía con rapidez, como síntomas
de infección respiratoria aguda del tracto inferior (IRA).
En el Cuadro 8.8 se presenta información
sobre la prevalencia y tratamiento de infecciones respiratorias
agudas por sexo del niño y por lugar de residencia y nivel
de educación. Debe recordarse que la información
obtenida en ENDES 1996 corresponde al período
comprendido entre Julio y Noviembre de 1996.
Cuadro 8.8
Prevalencia y tratamiento de las
infecciones respiratorias agudas por sexo del niño, lugar
de residencia y educación
El 17 por ciento de los menores
de cinco años presentó síntomas de infección
respiratoria aguda (IRA) en las dos semanas que precedieron al
día de la entrevista, es decir, tuvo tos y respiración
agitada.
El porcentaje de niños con
síntomas de infección respiratoria aguda es casi
similar por sexo (16% en los hombres y 18% en las mujeres).
El 46% de los niños con
síntomas de infección respiratoria aguda fueron
llevados a un establecimiento o proveedor de salud para su atención
y al 31 por ciento de los menores de cinco años tuvo fiebre
en el período de referencia observado.
Las mayores proporciones de niños
con síntomas de IRA, se presentan entre los niños
de madres con nivel de educación primaria (25%), y entre
los residentes del área ubana (26%).
Contrariamente, las menores proporciones
se presentan entre los niños de madres con estudios superiores
(13%) y entre las residentes del área rural, dicha proporción
fue del orden del 16 por ciento.
La proporción de madres
que buscaron atención para su niño con síntomas
de IRA, fue mayor en las madres con estudios superiores (50%)
en relación al resto. Asimismo, fue mayor en las madres
del área urbana (48%) que en las del área rural
(43%).