En el período de 1991-1995,
la economía peruana empezó a revertir la situación
observada en la década de los ochenta que se caracterizó
por una prolongada crisis económica, donde se contrajo
significativamente la inversión, se aceleró la inflación,
se deterioraron los salarios reales, se expandió la informalidad
y se incrementó la tasa de desempleo.
Entre los años de 1991 y 1992
se controla el proceso hiperinflacionario y la economía
departamental tiende a estabilizarse. La recuperación económica
se inicia a partir de 1993 y a fines de 1995 el PBI se incrementa
en un 8 por ciento respecto a 1990, a una tasa promedio anual
de crecimiento de 1.5 por ciento, inferior a la tasa de crecimiento
poblacional (2.9%) estimada para ese mismo período. El
índice del PBI per cápita de 1995 (90.4) muestra
caída respecto a 1990 (96), no alcanzando el nivel observado
en 1980 (111).
La economía del departamento
está en proceso de recuperación y aún no
genera un crecimiento de empleo productivo a niveles similares
del crecimiento poblacional, siendo éste uno de los principales
retos de la economía. Los sueldos y salarios que entre
1981 y 1991 habían perdido un 65 por ciento de capacidad
adquisitiva, a 1995 muestran una ligera recuperación respecto
a 1991 que ha permitido la recomposición de la estructura
del gasto de los hogares: durante 1994 el consumo de alimentos,
(59 por ciento), alquiler de vivienda (13.2), salud y servicios
médicos (1.2), y en servicios de educación (2.9),
entre otros. Asimismo, la proporción de hogares en situación
de pobreza ha disminuido del 54 por ciento en 1991 al 45 por ciento
en 1995.
De otro lado, el gasto social que
en 1991 sólo representó el 5 por ciento del gasto
total del estado, se duplicó al 10 por ciento en 1995,
permitiendo recuperar la calidad de los servicios esenciales ofrecidos
a la población, con un criterio de privilegiar a los grupos
sociales más necesitados. En el área de la salud,
el sistema de seguridad social amplió su cobertura de atención
a los cónyuges e hijos menores de edad.
La economía del departamento
de Tumbes hacia 1996 presenta una estructura productiva con el
24 por ciento en el sector primario. La industria manufacturera
representa el 8 por ciento del Producto Bruto Interno. Sin embargo,
la economía se concentra fundamentalmente en el sector
terciario (68%0).
Entre 1981 y 1993, la proporción
de la Población Ocupada (PO) dedicada a las actividades
primarias ha pasado del 41 al 33 por ciento. La correspondiente
a manufactura se ha mantenido en alrededor del 16 por ciento.
El grueso de la población economicamente activa se ubica
ahora en las ramas de servicios, que ha aumentado del 43 al 51
por ciento.