Las costumbres alimenticias del niño afectan
su estado nutricional, el que a su vez condiciona su potencial
de desarrollo y crecimiento. En este sentido, la práctica
de la lactancia materna provee a los niños de nutrientes
adecuados y de inmunización para un gran número
de enfermedades comunes en la niñez. Sin embargo, el temprano
inicio de la suplementación alimenticia sin las medidas
de higiene y esterilización adecuadas, limita lo valioso
de la lactancia al ponerse al niño en contacto con sustancias
contaminadas en el ambiente. Los hábitos de lactancia
y destete están muy relacionados con los riesgos de enfermedad
y muerte y con el grado de nutrición.
Por otro lado, la duración y la intensidad
de la lactancia en el período de postparto, influyen en
el intervalo entre nacimientos y los niveles de fecundidad resultantes,
los que a su vez condicionan las posibilidades de sobrevivencia
de los hijos futuros y de las madres.
Asimismo, la inadecuada alimentación y la
prevalencia e incidencia de enfermedades infecciosas son determinantes
más importantes que los factores genéticos en el
crecimiento de los infantes. Por ello, la desnutrición
infantil es una de las variables más sensibles a las condiciones
de vida.
En este capítulo se analiza la información
relacionada con el estado nutricional de los niños menores
de cinco años y de una de las variables determinantes,
cual es la práctica de alimentación de los niños,
incluyendo la lactancia (su iniciación y su frecuencia),
el uso de mamadera con 'chupón' y el suplemento con otras
comidas. En ENDES 1996 las madres fueron interrogadas
sobre la práctica de la lactancia, su inicio, frecuencia
y el uso de suplementación alimenticia de cada hijo nacido
vivo desde Enero de 1991. Los resultados constituyen las tres
primeras secciones de este capítulo. En la cuarta sección
se presenta la información antropométrica sobre
peso y talla de todos los niños nacidos durante este mismo
período. En la última sección se ven los
indicadores relacionados con la nutrición materna.