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ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿ ³ 15. BASES INSTITUCIONALES Y ESTRATEGIA ³ ³ PARA UNA PROPUESTA DE POBLACION Y DESARROLLO. ³ ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ A pesar de las vicisitudes que tuvo y tiene el proceso de regionalizaci¢n, ha permitido generar una serie de opciones y propuestas sobre la necesidad de actuar sobre las posibilidades reales que tienen las regiones para lograr sus objetivos de desarrollo; en este sentido y al margen de las limitaciones financieras y de car cter administrativo, la descentralizaci¢n sigue siendo un objetivo y una necesidad para superar las situaciones de atraso por las que atraviesa nuestro pa¡s; buscando que en este proceso se consoliden las instituciones que tienen como finalidad la atenci¢n de las necesidades de la poblaci¢n. En este contexto la conformaci¢n de los Consejos Regionales de Poblaci¢n, como parte de la pol¡tica de descentralizaci¢n del Consejo Nacional de Poblaci¢n, representa un paso m s en la via- bilizaci¢n de esta institucionalidad, que permita complementar y articular los procesos y pol¡ticas nacionales con las necesi- dades regionales. Si bien constituyen espacios de coordinaci¢n ya que no tienen capacidad ejecutiva, permiten rescatar un elemento que es fundamental en el desarrollo y es tangibilizar la relaci¢n poblaci¢n y desarrollo, como una opci¢n de atender las demandas y necesidades de las personas que en t‚rminos generales son los referentes concretos de nuestra sociedad, pues no se trata de hablar en abstracto de los problemas poblacio- nales sino de la poblaci¢n con problemas de salud, educaci¢n, calidad de vida, reproducci¢n social y biol¢gica, tal como se ha presentado a lo largo de este documento. Problemas que no se solucionan teniendo un punto de vista parcial o sectorial, menos a£n con propuestas de car cter paliativo, sino de car cter integral en funci¢n de redistribuir los beneficios generados, por la adecuada utilizaci¢n de los recursos. En suma, asumir de manera concreta que la poblaci¢n es actora y beneficiaria del proceso de desarrollo. A partir de esta concepci¢n, los Consejos Regionales de Poblaci¢n han incorporado a los diversos sectores de la sociedad asumiendo que la tarea de implementaci¢n y adecuaci¢n de las pol¡ticas nacionales requieren de la participaci¢n de las diversas instancias de la sociedad, sean este el sector p£blico o privado. Por otro lado, esta instancia de coordinaci¢n promueve la integraci¢n de la visi¢n de los efectos poblacionales en las pol¡ticas de desarrollo; por lo que se debe rescatar, en el marco del contexto actual de la gesti¢n de los Consejos Transitorios de Administraci¢n Regional, la funci¢n de la plani- ficaci¢n como elemento orientador de esa gesti¢n, sin que ello signifique un proceso rutinario y burocratizado sino mas bien desde la perspectiva de la gesti¢n estrat‚gica del desarrollo. De tal manera que no se presenten situaciones de superposici¢n de funciones y, menos a£n, de desconocimiento de autonom¡as. En este sentido, de lo que se trata, es de reforzar la institucio- nalidad que d‚ soporte a una propuesta de desarrollo concertada entre el Estado, el sector privado, sea este agente econ¢mico y/u organizaciones de la poblaci¢n. La propuesta de un Programa Regional de Poblaci¢n se sustenta en el desarrollo de una institucionalidad que, a partir del Consejo Regional de Poblaci¢n, consolide mecanismos de coordina- ci¢n y ejecuci¢n de acciones tendientes al logro de objetivos, tanto en el mbito de lo poblacional como en lo referente al desarrollo regional. En este sentido, la determinaci¢n clara de los roles y funcio- nes que deben jugar cada una de las instancias, tanto p£blicas como privadas, resulta de vital importancia, ya que es necesario tener presente que de acuerdo con las reformas de Estado, su rol en la gesti¢n de la sociedad es cada vez menor y por lo tanto, su intervenci¢n ser cada vez menor en la ejecuci¢n directa de acciones para lograr ciertos objetivos de la pol¡tica de poblaci¢n. Por ello es importante determinar que en la ejecuci¢n de este programa el rol protag¢nico no s¢lo lo tiene el Estado, sino la sociedad en su conjunto; no se trata de encubrir bajo este enunciado el inter‚s y la responsabilidad individual de la persona misma, la que debe tener los elementos necesarios para tomar una decisi¢n adecuada respecto a sus posibilidades como individuo, familia o comunidad,es decir, se busca un tratamiento positivo de la relaci¢n individuo sociedad. De esta manera, la propuesta de corto plazo estar orientada principalmente a dise¤ar mecanismos que viabilicen la incorpora- ci¢n de las acciones de poblaci¢n en el conjunto de las tareas para el desarrollo asumidas por los sectores p£blico y privado. Entendiendo que las propuesta de desarrollo regional est n orientadas a satisfacer las principales demandas de la poblaci¢n, tanto en lo que se refiere a las necesidades b sicas, as¡ como a las de orden estructural y econ¢mico. Por ello resulta prioritario establecer las adecuadas relacio- nes entre los objetivos de desarrollo y los impactos que ellos podr¡an generar en el mbito de lo poblacional, teniendo en cuenta que la orientaci¢n de la inversi¢n p£blica puede tener efectos significativos en la distribuci¢n espacial de la pobla- ci¢n o en la reorientaci¢n de los flujos migratorios, de igual manera el apoyo a determinados sectores de la econom¡a podr¡a tener un significativo efecto en la incorporaci¢n de contingen- tes de poblaci¢n joven o femenina a la PEA ocupada. Esto significa asumir que en este campo de acci¢n se tangibi- liza la relaci¢n poblaci¢n y desarrollo, no s¢lo como un elemento general sino mas bien como un resultado concreto, donde el sujeto cobra valor en tanto actor y beneficiario del proceso de desarrollo. Puesto en este sentido el rol de coordinaci¢n para la ejecuci¢n de actividades del programa, su importancia es vital dentro de la estrategia de incorporar los elementos poblacio- nales al proceso de planificaci¢n del desarrollo, a fin de que se consideren como propias al mismo a las variables sociodemo- gr ficas, y con ello llegar a un tratamiento integral de los fen¢menos que las condicionan, teniendo en consideraci¢n sus caracter¡sticas y especificidades. De esta manera ser¡a posible plantear una pol¡tica de poblaci¢n para el mbito regional que no se traduzca s¢lo en acciones de car cter demogr fico, orientadas solamente a tratar de modificar los comportamientos de la fecundidad y la mortalidad principalmente, sino mas bien a asumir el car cter amplio del concepto poblacional. Ello lleva a reflexionar sobre las posibilidades de regiona- lizar las pol¡ticas y objetivos del Plan Nacional de Poblaci¢n, no en el sentido de hacer un ejercicio te¢rico de traslaci¢n de los postulados nacionales a una propuesta regional, sino mas bien de una interpretaci¢n de ellos en una propuesta de car cter regional, priorizando los problemas y sus alternativas a fin de proponer los lineamientos para la generaci¢n de una tendencia de desarrollo que partiendo del corto plazo pueda ser reforzada en el mediano y largo plazo. Al margen de estos factores se deben tener en cuenta dos de singular importancia: uno, la viabilidad pol¡tica para la ejecuci¢n del programa en el sentido de que exista la decisi¢n en las m s altas esferas, tanto del Gobierno Regional como de las instituciones privadas, para apoyar la ejecuci¢n de estas actividades y dos, la determinaci¢n del aparato administrativo que permita la fluidez de las acciones, esto £ltimo teniendo en consideraci¢n que el Concejo, por su car cter multisectorial y coordinador no ejecuta directamente sus acciones y presupuestos, debiendo apoyarse en los sectores o instituciones, hecho que de por si constituir un reto para su consolidaci¢n. La formulaci¢n del Programa de Poblaci¢n requiere de una din mica que propicie la discusi¢n e incorporaci¢n de la proble- m tica poblacional en el proceso de planificaci¢n del desarrollo, permitiendo mejorar los actuales diagn¢sticos sociodemogr ficos, as¡ como tender a la sensibilizaci¢n y adecuando tratamiento de estos aspectos en los diversos niveles de la gesti¢n p£blica y privada. De igual manera, se trata de identificar sectores de la poblaci¢n que por su condici¢n de vulnerabilidad o situaci¢n de marginaci¢n no han estado permanentemente presentes en la escena social, econ¢mica y pol¡tica regional, haciendo efectivo el principio de democratizar los beneficios del desarrollo a toda la sociedad. La estrategia del programa se sustenta en la utilizaci¢n adecuada de mecanismos de capacitaci¢n y coordinaci¢n, que hagan eficiente la acci¢n en la tem tica antes expresada, y que podr¡a resumirse en los siguientes objetivos: a) Propiciar la discusi¢n e incorporaci¢n de la problem tica poblacional en el proceso de planificaci¢n del Desarrollo Regional. b) Desarrollar propuestas de acciones coordinadas, tanto del sector p£blico como del privado, para alcanzar los objetivos trazados en la Pol¡tica Nacional de Poblaci¢n. c) Identificar e impulsar acciones tendientes a generar mayor conciencia sobre la problem tica poblacional, en especial de la mujer y la ni¤ez. d) Desarrollar acciones de capacitaci¢n y apoyo a fin de reducir las brechas entre la fecundidad real y la deseada en la mujer, casadas o unidas. e) Apoyar en los programas de salud materno-infantil a fin de disminuir las elevadas tasas de morbi-mortalidad, en especial en el rea rural. Incorporar en los programas de compensaci¢n social acciones referentes a la soluci¢n de la problem tica poblacional. f) Proponer y apoyar en la implementaci¢n de acciones que tiendan a mejorar la distribuci¢n espacial de la poblaci¢n en la regi¢n. g) Impulsar las acciones de Educaci¢n en Poblaci¢n en los diversos niveles y modalidades educativas de la regi¢n. A partir de ellos se podr¡an implementar un conjunto de subprogramas que, priorizando las reas geogr ficas de menor nivel de desarrollo relativo (La Uni¢n, Condesuyos, Caylloma), y los grupos de poblaci¢n m s vulnerables (mujeres, ni¤os, tercera edad), permitan conjuncionar acciones para atender de manera eficiente las demandas y necesidades de la poblaci¢n regional, sin que ello signifique la burocratizaci¢n de la gesti¢n del estado o bien recargar de tareas a las instituciones ya existentes. En este sentido, se debiera buscar la interacci¢n institucional y el desarrollo de mecanismos de comunicaci¢n e informaci¢n que permitan la difusi¢n de las actividades y la participaci¢n activa de los agentes sociales involucrados. |