2.2.2     Mortalidad

          Estudios de la mortalidad a nivel nacional,  demuestran  que
     ‚sta viene reduci‚ndose en el Per£ de 15.4  por mil en 1961, 13.0
     en 1972, 10.9 en 1981 y ahora se estima en 8 por mil, pero a£n no
     se  logra  los  niveles  alcanzados  en  otros  pa¡ses de Am‚rica
     Latina,  en 1960 en Chile, Brasil y Colombia fue de 13 por mil, y
     en 1985 en los tres pa¡ses baj¢ a 8 por mil. Los promedios nacio-
     nales no traducen las diferencias que existen entre las  regiones
     del  pa¡s,  pero no hay duda que esta tendencia tambi‚n se repro-
     duce en las  distintas  regiones.  En  particular,  la mortalidad
     infantil  est   disminuyendo  notoriamente,  por  las agresivas y
     permanentes  campa¤as  de  vacunaci¢n y de prevenci¢n de enferme-
     dades que afecta a los ni¤os en sus primeras edades.

          Son m s frecuentes los estudios  sobre  mortalidad  infantil
     que sobre mortalidad general, esto se justificar¡a por que muchas
     de  las  muertes de los menores de 1 a¤o pueden evitarse o preve-
     nirse,  preocupa  conservar  la  especie  humana  a  trav‚s de la
     sobrevivencia  de  los  ni¤os.  Aunque  la  mortalidad general se
     refiere a todos los muertos, pero hay que reconocer la influencia
     de  los muertos adultos y de las edades extremas, que por natura-
     leza  biol¢gica  y  de  vida,  tienen  que ocurrir. La muerte, en
     condiciones normales, es un hecho  irrenunciable  de  las  edades
     avanzadas. Todos los seres humanos nacen, crecen, se desarrollan,
     se reproducen y mueren.
     
          En el Per£ seg£n el INEI, la tasa bruta de  mortalidad  para
     1981 fue de 10.9 por mil que y de 7.6 para 1993. En tanto que  en
     la  regi¢n  Loreto  es ligeramente mayor con un valor de 12.4 por
     mil  en  1981  y  de  8.5 por mil en 1990, y como consecuencia la
     esperanza de vida muestra un incremento en la regi¢n,  que  de 55
     a¤os  para  1981  aument¢ a 62.5 a¤os en 1990. Indudablemente que
     las expectativas de vida han mejorado, pero a£n son inferiores  a
     los  alcanzados  por  los pa¡ses del cono sur de Am‚rica y de las
     ciudades m s grandes del pa¡s, naturalmente estos pueden elevarse
     si las condiciones de vida de la poblaci¢n mejoran. Para alcanzar
     este  objetivo  es  necesario mejorar los servicios de salud y de
     saneamiento,  y  propiciar  una  gesti¢n  descentralizada  de los
     programas  de  desarrollo social,  reconocer  la autonom¡a de los
     gobiernos regionales administrativamente y econ¢micamente, dentro
     de un proceso de desarrollo sustentable y sostenido.

          Como  se  sostiene  l¡neas  arriba,  analizar  la mortalidad
     infantil o las muertes de los ni¤os menores de 1 a¤o de edad,  es
     m s importante por su relaci¢n con la cobertura y calidad  de los
     servicios de salud.

          A  nivel nacional la tasa de mortalidad infantil fue de 91.8
     por mil en 1981, es decir que de cada 1000 nacidos vivos morir¡an
     92 ni¤os antes de cumplir el primer a¤o de edad, situaci¢n que es
     m s grave en las  reas y regiones m s rurales (118.1 por  mil  en
     la rural versus 73.6 por mil en la urbana), ahora en 1993 la tasa
     de  mortalidad  baj¢ a 69 por mil. Aun cuando mueren menos ni¤os,
     lo preocupante es que comparativamente es muy  alta,  los  pa¡ses
     vecinos  Chile, Ecuador y Argentina tiene una mortalidad infantil
     inferior a 50 por mil.

          En  la  regi¢n  Loreto,  con una poblaci¢n rural del 47%, en
     1981  tiene  una  tasa  de  mortalidad  infantil de 93.5 por mil,
     siendo mayor en el  rea rural (108.9 por mil) que  en  la  urbana
     (78.9 por mil), para 1993 se estima en 72.3% por mil. Sin mayores
     artificios matem ticos los resultados demuestran la alta correla-
     ci¢n o asociaci¢n que tiene la mortalidad con  la  proporci¢n  de
     poblaci¢n urbana, que implica un mayor acceso a los servicios  de
     salud, mejor infraestructura de hogares, etc.

          A nivel de provincias,  el comportamiento  de  la mortalidad
     infantil en 1981 indica que en Alto Amazonas y Ucayali  es  mayor
     la frecuencia de muertes de ni¤os menores de un a¤o, con tasas de
     113.9 y 113.3 por mil, respectivamente, en el otro  extremo  est 
     la  provincia  de Maynas, capital de la regi¢n, con s¢lo 82.6 por
     mil,  estos  valores  bajaron  para  1993 en todas las provincias
     (Cuadro N§ 2.09).


                               CUADRO Nø 2.09
               REGION LORETO : TASAS DE MORTALIDAD INFANTIL,
                       SEGUN PROVINCIAS 1981 y 1993
                               (Tasas por Mil)  
                   
 ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿     
 ³                 ³      1981       ³      1993       ³
 ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ

    PAIS                  91.8              69.0        
       URBANA             73.6                          
       RURAL             118.1                         
    REGION LORETO         93.5              72.3        
       URBANA             78.9                          
       RURAL             108.9                         
    PROVINCIAS                                         
       MAYNAS             82.6              62.0        
       A. AMAZONAS       113.9              81.7        
       LORETO             98.7              80.4        
       R. CASTILLA        98.9              66.3        
       REQUENA           102.5              93.0        
       UCAYALI           113.3              86.5        
                                                        
  ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ   
 FUENTE: INEI - Per£ Compendio Estad¡stico 1989-1990. Tomo I. Setiembre 1990.
         INEI. DTDES.  Estimaci¢n de la Mortalidad 1993.
                   
                   
          Entre  1981  y 1993 las preocupaciones por reducir la morta-
     lidad  infantil han  sido muy frecuentes, con una mayor presencia
     de organismos internacionales, nacionales y diversas ONG's; en el
     Plan Mundial de Salud se plante¢ ®Salud para todos el a¤o 2000¯ y
     el  Per£  para  cumplir  con la Convenci¢n sobre los Derechos del
     Ni¤o, en 1992 aprueba el Plan Nacional de Acci¢n por la  Infancia
     1992-1995,  que entre otras acciones y metas, explicita la reduc-
     ci¢n de mortalidad infantil y de la ni¤ez. A partir  del  segundo
     quinquenio de la d‚cada del 80 se intensifican los  programas  de
     vacunaci¢n y en la actualidad los VAN est n cubriendo m s del 90%
     de la poblaci¢n infantil de todas las regiones del  pa¡s,  y  los
     resultados  esperados  ser n  las significativas disminuciones de
     las tasas de mortalidad y morbilidad infantil.

          En efecto, la encuesta ENDES 1991/92 y  los  resultados  del
     Censo de 1993 han permitido comprobar su efecto en los niveles de
     mortalidad en las provincias de la Regi¢n Loreto. Como se aprecia
     en el Cuadro N§ 2.08, en la  regi¢n  la  mortalidad  infantil  ha
     disminuido en promedio el 25%, que de 93.5  observado  para  1981
     baj¢  a  72.3  por  mil  en  1993.  Adem s las provincias de Alto
     Amazonas y Ram¢n Castilla experimentan la mayor reducci¢n  de  su
     mortalidad infantil, mientras que en las provincias de Requena  y
     Loreto  la  reducci¢n  fue  muy leve, y ahora tiene tasas de 93 y
     80.4 por mil nacidos vivos.

          Como ilustran los resultados, la mortalidad se ha comportado
     con una tendencia descendente, pero este ritmo de disminuci¢n  no
     es suficiente por que actualmente el Per£ y sus regiones muestran
     las tasas de mortalidad infantil m s altas  entre  los  pa¡ses de
     Am‚rica del Sur.