ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿    
   ³   2.3  LOS INDICADORES DE NECESIDADES BASICAS INSATISFECHAS (NBI)  ³
   ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ 
                H‚ctor Maldonado G¢mez y Manuel Mu¤oz Conde                               
          Departamento Administrativo Nacional de Estad¡stica (DANE)                
                              Bogot , Colombia


   1.   Introducci¢n
        Dada la preocupaci¢n del Gobierno nacional por el problema de la
        pobreza, el DANE se propuso llevar  a  cabo  las investigaciones
        que  permitieran conocer la magnitud del fen¢meno, o identificar
        los  grupos  de poblaci¢n que pudieran clasificarse como pobres.
        Es  as¡  como en 1987 adopt¢ y elabor¢ dos metodolog¡as, con las
        cuales  se  pudo tener estimaciones de la proporci¢n de personas
        pobres y analizar algunas caracter¡sticas socioecon¢micas.

        Las dos metodolog¡as  se¤aladas  son  la  de necesidades b sicas
        insatisfechas (NBI) y la de l¡nea de pobreza (LP).

        La primera metodolog¡a capta los hogares que tienen carencias de
        bienes  y  servicios  que  se  consideran  esenciales  para   la
        subsistencia de sus miembros.

        La metodolog¡a de LP capta los hogares que tienen un ingreso por
        debajo  del  que  se considera como  el  m¡nimo  requerido  para
        adquirir  el  conjunto  de bienes y servicios necesarios para el
        sustento de sus miembros.

   2.   Los indicadores de NBI actuales: una descripci¢n
        
        Los indicadores de NBI captan, o pretenden  captar,  hogares que
        carecen  de  servicios b sicos o cuyos lugares de alojamiento no
        cumplen con especificaciones m¡nimas de habitabilidad, o en que,
        por  ciertas  caracter¡sticas, sus residentes tienen importantes
        desventajas en el mercado laboral.

        Es  de  advertir  que  el objetivo es identificar hogares  cuyas
        carencias sean de  tal  importancia que se puedan llamar ®pobres
        absolutos¯;  es  decir,  se  reconoce  la  existencia  de    una
        proporci¢n  muy  grande  de  la  poblaci¢n con dificultades para
        acceder a muchos bienes y servicios, de los cuales s¢lo disfruta
        una  proporci¢n  relativamente  peque¤a de ella. Pero no es esta
        clase  de pobreza ®relativa¯ la que se pretende detectar con los
        indicadores  de  NBI;  por  el  contrario, con las NBI se quiere
        identificar la proporci¢n de personas que no pueden disfrutar de
        bienes  y  servicios  que  la  sociedad  considera    ®b sicos¯,
        ®esenciales¯,  o  ®indispensables¯  para  poder  subsistir en el
        medio social y tiempo presentes.

        En  este  marco,  que  fue  con  el  cual  se construyeron   los
        indicadores en 1987, deben evaluarse los indicadores de  NBI.  A
        esta  consideraci¢n  conceptual  hay  que  agregar  que  en   la
        elaboraci¢n de las NBI fue determinante la informaci¢n del censo
        de 1985. Su utilizaci¢n permiti¢ estimar  la  magnitud   de   la
        pobreza  en  todo  el  pa¡s, y contar con un mapa de pobreza que
        identificaba  las  regiones, departamentos y municipios donde el
        problema de pobreza era m s importante.

        La utilizaci¢n del censo tuvo tambi‚n sus desventajas,  ya   que
        los indicadores  de  NBI  deb¡an   construirse  a  partir de las
        variables  censales;  es  decir,  en  la  elaboraci¢n   de   los
        indicadores  pesaba  la  restricci¢n  de  s¢lo  contar  con  las
        variables investigadas por el censo.

        Se debe anotar, por £ltimo,  que  la  metodolog¡a de NBI ha sido
        utilizada  ampliamente  en  otros  pa¡ses;  as¡, por ejemplo, un
        documento  del Instituto Nacional de Estad¡stica y Censo (INDEC)
        publicado en 1985 y llamado ®La pobreza en la Argentina¯, fue de
        gran utilidad para la construcci¢n de los indicadores de NBI del
        DANE.

        Con los objetivos y restricciones  ya  descritos,  se elaboraron
        cinco indicadores de NBI; a saber:

  2.1   Hogares que habitan  en  viviendas inadecuadas: se refiere a las
        condiciones f¡sicas de las viviendas donde residen los  hogares.
        La  definici¢n  operativa  de  este   indicador es la siguiente:

   a)   En  la  zona  urbana  se  incluyen los hogares  que  habitan  en
        viviendas m¢viles, refugio n atural o puente, o en viviendas sin
        paredes  o  cuyas  paredes  son  predominantemente   de  tela  o
        desechos, o viviendas con pisos de tierra.

   b)   En  la  zona  rural  se  incluyen  los  hogares  que  habitan en
        viviendas m¢viles, refugio natural o puente, o en  viviendas sin
        paredes  o  cuyas  paredes  son  predominantemente   de  tela  o
        desechos. Adem s, se incluyen las viviendas cuyas paredes tienen
        como material predominante el bahareque,  la  guadua, la ca¤a, o
        la madera, y  al mismo tiempo tienen pisos de tierra.

  2.2   Hogares que habitan en viviendas   sin servicios b sicos.

   a)   En  la  zona  urbana  se incluyen las viviendas sin sanitario, o
        aquellas  sin  conexi¢n  con  acueducto, y en las cuales el agua
        provenga de r¡o, nacimiento,  quebrada, acequia, carro tanque, o
        de la lluvia.

   b)   En la zona rural se incluyen  las viviendas sin sanitario y que,
        al mismo tiempo,  no  tengan acueducto y se aprovisionen de agua
        de r¡o, nacimiento o lluvia.

  2.3   Hogares  con  hacinamiento cr¡tico:   son  hogares con   m s  de
        tres personas por  cuarto  (excluyendo  cocina,  ba¤o y garaje).

  2.4   Hogares con inasistencia escolar:  son  hogares  con al menos un
        ni¤o  de  7  a  11  a¤os,  pariente del jefe, que no asiste a la
        escuela.

  2.5   Hogares con alta  dependencia   econ¢mica: son hogares donde hay
        m s de tres personas  por  miembro  ocupado,  y en los cuales el
        jefe ha aprobado, como m ximo, dos a¤os de educaci¢n primaria.

        Si un hogar se halla en alguna  de las anteriores condiciones se
        considera pobre  y  todos  sus  miembros  ser n pobres; si alg£n
        hogar  tiene  m s  de una NBI,  dicho  hogar  se  considera   en
        situaci¢n de miseria.

   3.   Evaluaci¢n de los indicadores
        Cuando se midi¢ la magnitud de la pobreza con el  m‚todo de NBI,
        hab¡a conciencia de los problemas  que  este m‚todo conlleva; es
        arbitrario,  en la medida en que los indicadores tienen una alta
        dosis  de  subjetividad.  ®La gama de necesidades humanas es muy
        amplia  y no siempre existen criterios objetivos para establecer
        el l¡mite de satisfacci¢n de cada una de ellas  y  el  peso  que
        habr¡a  que  darles¯1.  Adem s,  capta  grupos  de poblaci¢n que
        tienen  d‚ficit en ciertos servicios, pero deja fuera  a  grupos
        que  tienen carencias en otro tipo de bienes. Sin embargo, en la
        medida  en  que  las  situaciones  de  pobreza se manifiesten en
        la  insatisfacci¢n  simult nea de un conjunto de necesidades, es
        muy  probable  que  los  hogares  pobres sean captados por alg£n
        indicador de NBI.

        De hecho, a los indicadores  de NBI se les han hecho pruebas que
        muestran  c¢mo  ellos son expresi¢n de un conjunto m s amplio de
        necesidades.  La  evaluaci¢n  del  indicador  deber¡a consistir,
        entonces,  en  analizar  si  ‚ste  no  excluye  a una proporci¢n
        significativa  de  pobres; es decir,  si verdaderamente se capta
        a la poblaci¢n m s pobre del pa¡s.

        En  ese  sentido,  el  documento ya citado, ®La  pobreza  en  la
        Argentina¯, expresa: ®Al no disponer de un panorama comprensivo,
        ya sea   de  los  recursos  de  los hogares o de su acceso a los
        diferentes    grupos   de  satisfactores,  se  hace    necesario
        seleccionar aquellas  caracter¡sticas  que adem s de representar
        alguna  dimensi¢n  importante  de  la  privaci¢n,  tambi‚n    se
        encuentran lo suficientemente asociadas con las situaciones   de
        pobreza  como  para  representar  a  las  dem s  carencias   que
        configuran  tales  situaciones.  En  la  medida  en  que     las
        caracter¡sticas  seleccionadas  satisfagan  esta  condici¢n,  su
        combinaci¢n en un indicador compuesto de hogares  con  NBI  dar 
        por resultado que ‚ste incluya buena parte de los hogares que se
        hallan  efectivamente  en situaci¢n de pobreza y constituyan una
        razonable  aproximaci¢n  a  la  extensi¢n  o  magnitud  de tales
        situaciones en el  rea¯2.

        En efecto, cuando se elaboraron  los  indicadores  de  NBI,   se
        hicieron  muchas pruebas con otras variables que tra¡a el censo,
        o que de ‚l se pod¡an deducir, como ausentismo escolar, tasas de
        desempleo,    mortalidad   infantil,   analfabetismo,  tipo   de
        combustible  utilizado  para  cocinar,  viviendas  sin   energ¡a
        el‚ctrica,  etc. Estas pruebas mostraban marcadas diferencias de
        la  poblaci¢n clasificada como pobres por NBI con respecto a los
        no  pobres.  A  manera  de  ejemplo:  se  encontr¢  que entre la
        poblaci¢n  pobre  de  la  zona  urbana  el  analfabetismo de las
        personas mayores de 15 a¤os era de 15.6%, mientras que en los no
        pobres ese porcentaje era de 4.1%3.

        Por  £ltimo,  con  los  resultados  de  la Encuesta de pobreza y
        calidad de vida, que el DANE llev¢ a cabo a finales de  1991  en
        Santaf‚ de Bogot , se ha podido ver las relaciones que hay entre
        los hogares pobres con NBI y otras variables de calidad de vida.
        Las relaciones encontradas confirman que los indicadores de  NBI
        captan  una  gran proporci¢n de hogares con carencias no medidas
        directamente  por  las  NBI;  por  ejemplo  servicio de aseo, de
        tel‚fonos, de transporte.

        Por otro lado, se analizaron los resultados de la pobreza medida
        por NBI y  los obtenidos cuando la medici¢n se hizo por l¡nea de
        pobreza  (LP);  en  general,  se  encuentra  que  hay  una mayor
        proporci¢n de hogares con ingresos menores a la LP, que con NBI.
        Esto no debe sorprender, ya que la medici¢n  de  LP  incluye   a
        muchos  hogares  que  teniendo  unas  condiciones   de  vivienda
        adecuadas, se encuentran con problemas graves de  desempleo o de
        subempleo,  por  lo cual no cuentan con los recursos suficientes
        para  satisfacer sus necesidades de bienes y servicios, como son
        alimentaci¢n, vestuario, etc.

        Esta circunstancia se debe tener  en  cuenta en la evaluaci¢n de
        los  indicadores.  Es  claro  que  las  NBI  no captan fen¢menos
        coyunturales  que  pueden  llevar  a  un  hogar  a  ser  pobre y
        simult neamente  no  carecer  de  los  servicios  b sicos que se
        consideran en las NBI.

        Sin embargo, cabe destacar  que la mayor¡a de los hogares que se
        clasifican  pobres  por  NBI,  tambi‚n  lo  son  por LP (el caso
        contrario  no  se  da).  Por tanto es muy probable que cuando se
        capte  a un hogar como pobre por NBI, tambi‚n lo sea por ingreso
        (algunas  pruebas  realizadas  muestran que si un hogar es pobre
        por NBI, hay una probabilidad de 80% de que sea pobre por LP) 4.

        En esta misma l¡nea de investigaci¢n se ha encontrado que en las
        siete ciudades que  normalmente encuesta el DANE, m s del 70% de
        los pobres por NBI tambi‚n son pobres por LP, con la advertencia
        de que los primeros est n subestimados porque en esas pruebas no
        se incluy¢ el indicador de alta dependencia econ¢mica.

        Una de las cr¡ticas que se formulan a los indicadores de  NBI es
        que  no  incluye un indicador sobre salud, ya sea de servicios o
        estado  de  salud  de  la poblaci¢n, y debe se¤alarse que no fue
        posible  incorporar  esta  variable  porque  el censo de 1985 no
        tra¡a  informaci¢n  sobre  el  tema,  y  que  con el nuevo censo
        tampoco se podr  tener un indicador de salud.

        Por £ltimo, una cr¡tica que recientemente ha salido a relucir se
        refiere  al  hecho  de   que  los  indicadores  de  NBI  son muy
        elementales, en el sentido de que no utilizan la  gran  cantidad
        de   variables  que  entran  en   juego  en  el  bienestar de la
        poblaci¢n. Al respecto se deben decir varias cosas:

  3.1.  Como se ha visto m s  arriba,  las  NBI  utilizadas  hasta ahora
        captan una gran variedad de privaciones,  sea directamente o por
        la alta correlaci¢n que tienen con otro tipo de privaciones.

  3.2.  Es cierto que las herramientas estad¡sticas disponibles hoy, con
        las facilidades en el  manejo   de  informaci¢n  que  permite la
        existencia  de  computadoras, facilita el poder manejar una gran
        cantidad  de variables y, a partir de all¡, elaborar indicadores
        de nivel de vida o de pobreza, por m‚todos factoriales, como por
        ejemplo los componentes principales.

  3.3.  Cuando   se  estableci¢  la  metodolog¡a   de   NBI  se hicieron
        ejercicios  de  an lisis  factorial por componentes principales;
        por un lado, se compararon los porcentajes  municipales  de  NBI
        con  un  ¡ndice  municipal  de calidad de vida que estableci¢ el
        Instituto  SER  de  Investigaci¢n, obteni‚ndose un alto grado de
        equivalencia  entre  los  municipios  con baja calidad de vida y
        porcentajes de NBI;  de  este  ejercicio  se  concluy¢ que ®este
        hecho  destaca  la  alta equivalencia de resultados  entre    el
        m‚todo  factorial  y la metodolog¡a de NBI, en el sentido de que
        los  dos m‚todos condujeron a un ordenamiento muy similar de los
        municipios,  de  acuerdo  con  su  nivel de pobreza o calidad de
        vida¯.

        Otros ejercicios similares se hicieron  y  los resultados fueron
        igualmente estimulantes .

  3.4.  El m‚todo de NBI permite asociar  directamente  los  indicadores
        con la pobreza; es un m‚todo transparente y comprensible.  Si se
        quiere,  entonces,  cambiar  la  metodolog¡a de NBI por otra que
        utilice  herramientas  m s  sofisticadas  donde   el  grado   de
        ®objetividad¯ sea mayor,   una  evaluaci¢n  costo/beneficio   es
        pertinente; los  beneficios marginales deben ser mayores que los
        costos  marginales.  Los beneficios se deben medir viendo si con
        el  nuevo  m‚todo se captan con mayor precisi¢n los pobres, y en
        los  costos  se  deben considerar factores como la claridad y la
        transparencia para los municipios.

        Hasta ahora se han resaltado las ventajas del m‚todo de NBI; sin
        embargo, es evidente que el indicador tiene problemas: en primer
        lugar  como  se ver  m s adelante-, cada vez est  captando menos
        pobres, lo cual indica  que  ha  habido  un  mejoramiento  en el
        bienestar  de la poblaci¢n, pero tambi‚n que las necesidades que
        se  deben  tomar  como  indicadores deben cambiar; y, en segundo
        lugar,  las  ventajas  de las nuevas herramientas estad¡sticas y
        computacionales  deber n utilizarse para llegar a mediciones m s
        precisas y confiables de la poblaci¢n con carencias cr¡ticas.

  3.5   Las l¡neas de pobreza (LP)5

        Como se ha dicho, la otra metodolog¡a utilizada por el DANE para
        medir  la  magnitud  de  la  pobreza  es  la  llamada  ®l¡nea de
        pobreza¯, es decir el ingreso m¡nimo por  debajo  del  cual,  se
        considera  que  un  individuo  es  pobre.  En 1987, el DANE hizo
        estimaciones de l¡neas de pobreza para trece ciudades utilizando
        la informaci¢n de la encuesta de ingresos y gastos de 1984-1985.
        El procedimiento de estimaciones de la LP se  puede  resumir  en
        los siguientes dos pasos:

  a)    Estimar la canasta normativa  de alimentos (cuyo valor se conoce
        como ®l¡nea de indigencia¯ (LI).

  b)    Estimar la LP bas ndose  en  la  canasta  normativa de alimentos
        y en la estructura de gastos de los hogares.

        La  canasta  normativa   de  alimentos  se elabor¢ en base a los
        requerimientos m¡nimos de calor¡as, prote¡nas y otros nutrientes
        para  una  persona  de  edad  y sexo promedio. Esta canasta debe
        poseer las siguientes caracter¡sticas:

-       Satisfacer los requerimientos nutricionales m¡nimos. 
-       Respetar,  en  lo  posible,  los  h bitos  alimenticios  de   la
        poblaci¢n objetivo.
-       Tener en cuenta, en lo posible, la disponibilidad  de alimentos.
-       Tener un costo m¡nimo.

        Una vez encontrada la l¡nea de indigencia, para determinar la LP
        se  le  aplica  a  la  primera  el  coeficiente  de Engel de los
        estratos m s pobres.

  3.6   La evoluci¢n de la pobreza
      
        Un aspecto que vale pena  resaltar es que a partir de 1988 se ha
        seguido   midiendo  la  magnitud  de  la   pobreza   con   ambas
        metodolog¡as. Esto se ha hecho de varias formas: se introdujo en
        la  encuesta  de  hogares  un  m¢dulo  que  permite  tener   los
        indicadores de NBI; en las principales ciudades colombianas   se
        recolectan  mes  a mes los precios que conforman  la  canasta de
        alimentos, con lo cual se tiene un ¡ndice estimativo  de las LP;
        el  DANE  ha  realizado dos encuestas de calidad de vida, una en
        Bogot   (1991) y otra a nivel nacional (1993), encuestas con las
        que   no  s¢lo  se ha pretendido medir la pobreza sino que se ha
        querido  tener una herramienta para analizar m s ampliamente sus
        causas   y   su  relaci¢n  con  otro  tipo de carencias. Y otras
        entidades, como el Departamento Nacional  de  Planeaci¢n   (DNP)
        y  la  Contralor¡a  General  de  la  Rep£blica,  han   efectuado
        encuestas donde tambi‚n miden la magnitud de la pobreza  por los
        dos m‚todos aqu¡ se¤alados.

        Se  debe  destacar  el  hecho   de  que  el   comportamiento  de
        la magnitud de la pobreza  es bien dis¡mil con el  m‚todo de NBI
        y  con  el  de LP. Mientras que con el primero  se  observa  una
        disminuci¢n  permanente,   con   el   segundo   se   observa  un
        comportamiento irregular; esto es esperable, dada  la  diferente
        naturaleza de los dos m‚todos.  En el siguiente punto se hablar 
        un poco sobre esta cuesti¢n.

        Antes de terminar esta  parte, se presenta, a manera de ejemplo,
        la  evoluci¢n  de  la  pobreza  por  NBI  entre   1985  y  19936
        (cuadro 1).


                               Cuadro  1

              EVOLUCION DE LA POBREZA POR NBI: 1985-1993
 ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿
 ³  Porcentaje de personas pobres      ³       1985      ³      1993   ³
 ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ

   Total nacional                              45,6             29,2
    
   Total urbano                                32,2             16,4

   Total 4 ciudades                            25,7             13,7
     Bogot                                     23,5             12,9
     Medell¡n ( rea metropolitana              24,7             12,7
     Cali ( rea metropolitana)                 25,9             12,9
     Barranquilla ( rea metropolitana          36,6             20,4

   Resto urbano                                37,0             19,3
    
   Total rural                                 72,6             54,1
  
 ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ
  Fuente: Para 1985, Censo de poblaci¢n;
          para 1993, Encuesta nacional de calidad de vida


        En el cuadro se observa c¢mo la magnitud  de personas pobres, en
        el total nacional, cae de m s de 45% en 1985 a 29% en 1993. Esta
        disminuci¢n,  como ya se dijo, es general, refleja un aumento en
        los  niveles  de  vida  de la poblaci¢n colombiana, pero tambi‚n
        refleja  el  hecho  de  que  los indicadores actuales de NBI han
        perdido validez, y que es necesario redefinir dichos indicadores
        (ver m s adelante).

  3.7   El m‚todo integrado de medici¢n de la pobreza (MIP)
        Una inquietud de siempre es la relaci¢n  entre  las NBI y la LP.
        Se dice ,  que la pobreza medida a partir de NBI es estructural,
        mientras  que  la medida a trav‚s de la LP es coyuntural, debido
        principalmente  a las caracter¡sticas de los indicadores de NBI;
        por  ejemplo,  el indicador de vivienda inadecuada considera que
        los hogares que sufren este problema  no  lo  pueden  resolver a
        corto  plazo,  aunque  en  algunos  momentos   tengan   ingresos
        relativamente   altos.   Otro   indicador,    el  de   servicios
        inadecuados, en muchos casos lo que refleja no  se soluciona con
        mayores  ingresos  del  hogar, sino a  trav‚s de la inversi¢n en
        infraestructura  social por  parte del Estado; lo mismo se puede
        decir del indicador de inasistencia escolar.

        Ciertamente,  si  un  hogar   incrementa   sus ingresos en forma
        continua podr  satisfacer sus necesidades b sicas,  pero   si la
        mejora  monetaria es temporal, probablemente no podr  satisfacer
        dichas  necesidades,  puesto  que  ello  implicar¡a un cambio de
        vivienda y de barrio.
                                                                        
        Por el lado de la LP, se considera que la pobreza as¡ captada es
        m s  coyuntural, dado que la insuficiencia de ingresos tiene una
        relaci¢n  m s pr¢xima con la situaci¢n general de la econom¡a en
        un  momento  dado  del  tiempo.  As¡,  una situaci¢n  de  crisis
        econ¢mica puede llevar a situaciones  de  pobreza por la p‚rdida
        del empleo, o la quiebra de peque¤as empresas,  con  lo  cual un
        hogar pierde todo, o al menos una parte de su ingreso.

        Otra interpretaci¢n de las diferencias entre las NBI  y la LP se
        relaciona con el hecho de que  las primeras est n ligadas con la
        riqueza que tenga disponible un hogar  en  cierto   momento;  es
        decir, con el acceso que tenga el hogar a bienes y servicios, ya
        sean de su propiedad o de la sociedad. En este sentido, se puede
        considerar que la satisfacci¢n o  no  de  ciertas necesidades se
        relaciona con el ingreso pasado del hogar, mientras que la LP se
        relaciona con el consumo corriente.

        Sea  como  fuere,  es  claro  que  la  pobreza medida con NBI se
        relaciona m s con fen¢menos de largo  plazo,  mientras  que   la
        medida  a  trav‚s  de  la  LP  se  relaciona con el corto plazo.

        Rub‚n Kaztman7 ha avanzado en una interpretaci¢n que, si bien no
        contradice  la  anterior,  s¡ profundiza en la distinci¢n de las
        diferentes  clases  de  pobreza,  lo cual ayuda  a  entender  la
        problem tica de cada grupo.

        Kaztman  divide  a  los  hogares  (o personas) en cuatro grupos:

   i)   Hogares que no son pobres  ni por NBI ni por LP, o, simplemente,
        hogares no pobres  (grupo A).
  ii)   Hogares que no son pobres por LP y s¡ lo son por NBI  (grupo B).
        A este tipo de pobreza Kaztman lo llama pobreza   inercial.   Se
        puede definir como la poblaci¢n   que  ha  salido de la pobreza,
        pero que todav¡a no  ha  satisfecho ciertas necesidades b sicas,
        debido principalmente a la influencia de aspectos culturales.

 iii)   Hogares que  son  pobres por LP y no lo son por NBI (grupo C), o
        pobreza  reciente.  Este  grupo  est  conformado por hogares que
        tienen  una  vivienda  adecuada  y  cuentan  con  los  servicios
        b sicos, pero por situaciones de p‚rdida de empleo,  muerte  del
        jefe  o  alg£n  otro  acontecimiento   grave  se  encuentran  en
        situaci¢n de pobreza.

  iv)   Hogares  que  son  pobres   por  LP y por NBI, o pobreza cr¢nica
        (grupo D).

        La  interpretaci¢n  de  Kaztman  parece  bastante adecuada, pero
        subsisten algunos aspectos  que  no  son  claros  en  los grupos
        B y C, especialmente en el  B. Este grupo puede estar conformado
        por  hogares  que  pertenec¡an  al  grupo D y que por diferentes
        circunstancias  lograron  incrementar sus ingresos, de tal forma
        que ya no tienen insuficiencia de ‚stos; sin embargo, como ya se
        ha  dicho,  este incremento puede ser temporal y por tanto no se
        podr¡a hablar de pobreza inercial, ya que la situaci¢n de dichos
        hogares es probable que no cambie a  largo plazo.  El  grupo   C
        presenta tambi‚n dificultades  de  interpretaci¢n, en el sentido
        de  que muchos hogares pueden permanecer por un largo tiempo sin
        ingresos suficientes y mantenerse en una vivienda que cumpla con
        los requerimientos b sicos.

        El an lisis de las caracter¡sticas socioecon¢micas  puede ayudar
        a  comprender  mejor las diferencias y similitudes de los grupos
        de  pobreza  definidos  por Kaztman, estudiando, hasta donde sea
        posible, la movilidad en el tiempo  de  los  hogares  entre  los
        diferentes  grupos  y el cambio que se presenta en las variables
        econ¢micas, sociales  y  demogr ficas;  reiteramos, no obstante,
        que  hay  ciertas  variables que en cinco a¤os no sufren grandes
        cambios, como se ver  m s adelante.
     
        A manera de ejemplo,  se  presenta  la magnitud de la pobreza en
        siete ciudades, utilizando el MIP. Se  debe  aclarar  que se han
        hecho  algunos cambios en cuanto a la medici¢n de la pobreza. El
        primero  es  en  cuanto a la definici¢n de NBI; se ha quitado el
        indicador de alta dependencia econ¢mica, ya que  ‚ste se incluy¢
        como variable proxy de  la  insuficiencia  de  ingresos, pero en
        este caso el problema de insuficiencia  se  toma  directamente a
        trav‚s de la LP. Por otro lado, aqu¡ se considerar  que un hogar
        es  pobre  si tiene alguna NBI, o si tiene un ingreso per c pita
        por debajo de la LP, o ambos (cuadros 2 y 3).

        La informaci¢n utilizada  proviene  de  las encuestas de hogares
        del DANE en las etapas de los meses de septiembre de 1986, 1987,
        1988, 1989 y 1990. stas tienen un m¢dulo especial para medir la
        pobreza con la metodolog¡a de NBI;  para  la  medici¢n  de    la
        pobreza  por  LP  fue  necesario  dise¤ar  un procedimiento para
        ajustar  los ingresos declarados por los hogares. Por otro lado,
        se  debieron  hacer  algunas  reestimaciones  de  las  l¡neas de
        pobreza en los a¤os estudiados.


                                 Cuadro 2

             CALIDAD DE VIDA DE LOS HOGARES SEGUN NBI Y LP.
                      BOGOTA: LP vs. NBI. 1991
 ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿
 ³           Pobreza         ³   Necesidades B sicas insatisfechas   ³
 ³       seg£n l¡neas de     ÃÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ´
 ³           pobreza         ³  No pobre   ³    Pobre   ³    Total   ³
 ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ
  
  No pobre
  Hogares                        792 986       37 430       830 416
  N£mero de personas           3 106 777      177 267     3 284 044
  Promedio                          3,92         4,74          3,95
  
  Pobre
  Hogares                        267 515       96 717       364 232
  N£mero de personas           1 217 560      530 354     1 747 914
  Promedio                          4,55         5,48          4,80
  
  Total
  Hogares                      1 060 501      134 147     1 194 648
  N£mero de personas           4 324 337      707 621     5 031 958
  Promedio                          4,08         5,27          4,21
  
 ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ
  Fuente: Encuesta de pobreza y calidad de vida en Bogot , 1991.
  Nota:   No incluye indicador de alta dependencia econ¢mica.


                                Cuadro 3

               LA POBREZA EN BOGOTA: METODOLOGIA MIP. 1991
 ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿
 ³    Porcentaje de       ³    Necesidades b sicas insatisfechas    ³
 ³                        ÃÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ´  
 ³  hogares y personas    ³   No pobres ³  Pobres por  ³   Total    ³
 ³                        ³             ³      NBI     ³            ³
 ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ  

  Porcentaje de hogares
     ù No pobres por LP            66           3,1         69,5
     ù Pobres por LP               22,4         8,1         30,5

  Total                            88,8        11,2        100,0
  
  Porcentaje de personas
     ù No pobres por LP            61,7         3,5         65,3
     ù Pobres por LP               24,2        10,5         34,8

  Total                            85,9        14,0        100,0
  
 ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ 
  Fuente: DANE, Encuesta de pobreza y calidad de vida en Bogot , 1991.