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ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿ ³ 2.3 LOS INDICADORES DE NECESIDADES BASICAS INSATISFECHAS (NBI) ³ ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ H‚ctor Maldonado G¢mez y Manuel Mu¤oz Conde Departamento Administrativo Nacional de Estad¡stica (DANE) Bogot , Colombia 1. Introducci¢n Dada la preocupaci¢n del Gobierno nacional por el problema de la pobreza, el DANE se propuso llevar a cabo las investigaciones que permitieran conocer la magnitud del fen¢meno, o identificar los grupos de poblaci¢n que pudieran clasificarse como pobres. Es as¡ como en 1987 adopt¢ y elabor¢ dos metodolog¡as, con las cuales se pudo tener estimaciones de la proporci¢n de personas pobres y analizar algunas caracter¡sticas socioecon¢micas. Las dos metodolog¡as se¤aladas son la de necesidades b sicas insatisfechas (NBI) y la de l¡nea de pobreza (LP). La primera metodolog¡a capta los hogares que tienen carencias de bienes y servicios que se consideran esenciales para la subsistencia de sus miembros. La metodolog¡a de LP capta los hogares que tienen un ingreso por debajo del que se considera como el m¡nimo requerido para adquirir el conjunto de bienes y servicios necesarios para el sustento de sus miembros. 2. Los indicadores de NBI actuales: una descripci¢n Los indicadores de NBI captan, o pretenden captar, hogares que carecen de servicios b sicos o cuyos lugares de alojamiento no cumplen con especificaciones m¡nimas de habitabilidad, o en que, por ciertas caracter¡sticas, sus residentes tienen importantes desventajas en el mercado laboral. Es de advertir que el objetivo es identificar hogares cuyas carencias sean de tal importancia que se puedan llamar ®pobres absolutos¯; es decir, se reconoce la existencia de una proporci¢n muy grande de la poblaci¢n con dificultades para acceder a muchos bienes y servicios, de los cuales s¢lo disfruta una proporci¢n relativamente peque¤a de ella. Pero no es esta clase de pobreza ®relativa¯ la que se pretende detectar con los indicadores de NBI; por el contrario, con las NBI se quiere identificar la proporci¢n de personas que no pueden disfrutar de bienes y servicios que la sociedad considera ®b sicos¯, ®esenciales¯, o ®indispensables¯ para poder subsistir en el medio social y tiempo presentes. En este marco, que fue con el cual se construyeron los indicadores en 1987, deben evaluarse los indicadores de NBI. A esta consideraci¢n conceptual hay que agregar que en la elaboraci¢n de las NBI fue determinante la informaci¢n del censo de 1985. Su utilizaci¢n permiti¢ estimar la magnitud de la pobreza en todo el pa¡s, y contar con un mapa de pobreza que identificaba las regiones, departamentos y municipios donde el problema de pobreza era m s importante. La utilizaci¢n del censo tuvo tambi‚n sus desventajas, ya que los indicadores de NBI deb¡an construirse a partir de las variables censales; es decir, en la elaboraci¢n de los indicadores pesaba la restricci¢n de s¢lo contar con las variables investigadas por el censo. Se debe anotar, por £ltimo, que la metodolog¡a de NBI ha sido utilizada ampliamente en otros pa¡ses; as¡, por ejemplo, un documento del Instituto Nacional de Estad¡stica y Censo (INDEC) publicado en 1985 y llamado ®La pobreza en la Argentina¯, fue de gran utilidad para la construcci¢n de los indicadores de NBI del DANE. Con los objetivos y restricciones ya descritos, se elaboraron cinco indicadores de NBI; a saber: 2.1 Hogares que habitan en viviendas inadecuadas: se refiere a las condiciones f¡sicas de las viviendas donde residen los hogares. La definici¢n operativa de este indicador es la siguiente: a) En la zona urbana se incluyen los hogares que habitan en viviendas m¢viles, refugio n atural o puente, o en viviendas sin paredes o cuyas paredes son predominantemente de tela o desechos, o viviendas con pisos de tierra. b) En la zona rural se incluyen los hogares que habitan en viviendas m¢viles, refugio natural o puente, o en viviendas sin paredes o cuyas paredes son predominantemente de tela o desechos. Adem s, se incluyen las viviendas cuyas paredes tienen como material predominante el bahareque, la guadua, la ca¤a, o la madera, y al mismo tiempo tienen pisos de tierra. 2.2 Hogares que habitan en viviendas sin servicios b sicos. a) En la zona urbana se incluyen las viviendas sin sanitario, o aquellas sin conexi¢n con acueducto, y en las cuales el agua provenga de r¡o, nacimiento, quebrada, acequia, carro tanque, o de la lluvia. b) En la zona rural se incluyen las viviendas sin sanitario y que, al mismo tiempo, no tengan acueducto y se aprovisionen de agua de r¡o, nacimiento o lluvia. 2.3 Hogares con hacinamiento cr¡tico: son hogares con m s de tres personas por cuarto (excluyendo cocina, ba¤o y garaje). 2.4 Hogares con inasistencia escolar: son hogares con al menos un ni¤o de 7 a 11 a¤os, pariente del jefe, que no asiste a la escuela. 2.5 Hogares con alta dependencia econ¢mica: son hogares donde hay m s de tres personas por miembro ocupado, y en los cuales el jefe ha aprobado, como m ximo, dos a¤os de educaci¢n primaria. Si un hogar se halla en alguna de las anteriores condiciones se considera pobre y todos sus miembros ser n pobres; si alg£n hogar tiene m s de una NBI, dicho hogar se considera en situaci¢n de miseria. 3. Evaluaci¢n de los indicadores Cuando se midi¢ la magnitud de la pobreza con el m‚todo de NBI, hab¡a conciencia de los problemas que este m‚todo conlleva; es arbitrario, en la medida en que los indicadores tienen una alta dosis de subjetividad. ®La gama de necesidades humanas es muy amplia y no siempre existen criterios objetivos para establecer el l¡mite de satisfacci¢n de cada una de ellas y el peso que habr¡a que darles¯1. Adem s, capta grupos de poblaci¢n que tienen d‚ficit en ciertos servicios, pero deja fuera a grupos que tienen carencias en otro tipo de bienes. Sin embargo, en la medida en que las situaciones de pobreza se manifiesten en la insatisfacci¢n simult nea de un conjunto de necesidades, es muy probable que los hogares pobres sean captados por alg£n indicador de NBI. De hecho, a los indicadores de NBI se les han hecho pruebas que muestran c¢mo ellos son expresi¢n de un conjunto m s amplio de necesidades. La evaluaci¢n del indicador deber¡a consistir, entonces, en analizar si ‚ste no excluye a una proporci¢n significativa de pobres; es decir, si verdaderamente se capta a la poblaci¢n m s pobre del pa¡s. En ese sentido, el documento ya citado, ®La pobreza en la Argentina¯, expresa: ®Al no disponer de un panorama comprensivo, ya sea de los recursos de los hogares o de su acceso a los diferentes grupos de satisfactores, se hace necesario seleccionar aquellas caracter¡sticas que adem s de representar alguna dimensi¢n importante de la privaci¢n, tambi‚n se encuentran lo suficientemente asociadas con las situaciones de pobreza como para representar a las dem s carencias que configuran tales situaciones. En la medida en que las caracter¡sticas seleccionadas satisfagan esta condici¢n, su combinaci¢n en un indicador compuesto de hogares con NBI dar por resultado que ‚ste incluya buena parte de los hogares que se hallan efectivamente en situaci¢n de pobreza y constituyan una razonable aproximaci¢n a la extensi¢n o magnitud de tales situaciones en el rea¯2. En efecto, cuando se elaboraron los indicadores de NBI, se hicieron muchas pruebas con otras variables que tra¡a el censo, o que de ‚l se pod¡an deducir, como ausentismo escolar, tasas de desempleo, mortalidad infantil, analfabetismo, tipo de combustible utilizado para cocinar, viviendas sin energ¡a el‚ctrica, etc. Estas pruebas mostraban marcadas diferencias de la poblaci¢n clasificada como pobres por NBI con respecto a los no pobres. A manera de ejemplo: se encontr¢ que entre la poblaci¢n pobre de la zona urbana el analfabetismo de las personas mayores de 15 a¤os era de 15.6%, mientras que en los no pobres ese porcentaje era de 4.1%3. Por £ltimo, con los resultados de la Encuesta de pobreza y calidad de vida, que el DANE llev¢ a cabo a finales de 1991 en Santaf‚ de Bogot , se ha podido ver las relaciones que hay entre los hogares pobres con NBI y otras variables de calidad de vida. Las relaciones encontradas confirman que los indicadores de NBI captan una gran proporci¢n de hogares con carencias no medidas directamente por las NBI; por ejemplo servicio de aseo, de tel‚fonos, de transporte. Por otro lado, se analizaron los resultados de la pobreza medida por NBI y los obtenidos cuando la medici¢n se hizo por l¡nea de pobreza (LP); en general, se encuentra que hay una mayor proporci¢n de hogares con ingresos menores a la LP, que con NBI. Esto no debe sorprender, ya que la medici¢n de LP incluye a muchos hogares que teniendo unas condiciones de vivienda adecuadas, se encuentran con problemas graves de desempleo o de subempleo, por lo cual no cuentan con los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades de bienes y servicios, como son alimentaci¢n, vestuario, etc. Esta circunstancia se debe tener en cuenta en la evaluaci¢n de los indicadores. Es claro que las NBI no captan fen¢menos coyunturales que pueden llevar a un hogar a ser pobre y simult neamente no carecer de los servicios b sicos que se consideran en las NBI. Sin embargo, cabe destacar que la mayor¡a de los hogares que se clasifican pobres por NBI, tambi‚n lo son por LP (el caso contrario no se da). Por tanto es muy probable que cuando se capte a un hogar como pobre por NBI, tambi‚n lo sea por ingreso (algunas pruebas realizadas muestran que si un hogar es pobre por NBI, hay una probabilidad de 80% de que sea pobre por LP) 4. En esta misma l¡nea de investigaci¢n se ha encontrado que en las siete ciudades que normalmente encuesta el DANE, m s del 70% de los pobres por NBI tambi‚n son pobres por LP, con la advertencia de que los primeros est n subestimados porque en esas pruebas no se incluy¢ el indicador de alta dependencia econ¢mica. Una de las cr¡ticas que se formulan a los indicadores de NBI es que no incluye un indicador sobre salud, ya sea de servicios o estado de salud de la poblaci¢n, y debe se¤alarse que no fue posible incorporar esta variable porque el censo de 1985 no tra¡a informaci¢n sobre el tema, y que con el nuevo censo tampoco se podr tener un indicador de salud. Por £ltimo, una cr¡tica que recientemente ha salido a relucir se refiere al hecho de que los indicadores de NBI son muy elementales, en el sentido de que no utilizan la gran cantidad de variables que entran en juego en el bienestar de la poblaci¢n. Al respecto se deben decir varias cosas: 3.1. Como se ha visto m s arriba, las NBI utilizadas hasta ahora captan una gran variedad de privaciones, sea directamente o por la alta correlaci¢n que tienen con otro tipo de privaciones. 3.2. Es cierto que las herramientas estad¡sticas disponibles hoy, con las facilidades en el manejo de informaci¢n que permite la existencia de computadoras, facilita el poder manejar una gran cantidad de variables y, a partir de all¡, elaborar indicadores de nivel de vida o de pobreza, por m‚todos factoriales, como por ejemplo los componentes principales. 3.3. Cuando se estableci¢ la metodolog¡a de NBI se hicieron ejercicios de an lisis factorial por componentes principales; por un lado, se compararon los porcentajes municipales de NBI con un ¡ndice municipal de calidad de vida que estableci¢ el Instituto SER de Investigaci¢n, obteni‚ndose un alto grado de equivalencia entre los municipios con baja calidad de vida y porcentajes de NBI; de este ejercicio se concluy¢ que ®este hecho destaca la alta equivalencia de resultados entre el m‚todo factorial y la metodolog¡a de NBI, en el sentido de que los dos m‚todos condujeron a un ordenamiento muy similar de los municipios, de acuerdo con su nivel de pobreza o calidad de vida¯. Otros ejercicios similares se hicieron y los resultados fueron igualmente estimulantes . 3.4. El m‚todo de NBI permite asociar directamente los indicadores con la pobreza; es un m‚todo transparente y comprensible. Si se quiere, entonces, cambiar la metodolog¡a de NBI por otra que utilice herramientas m s sofisticadas donde el grado de ®objetividad¯ sea mayor, una evaluaci¢n costo/beneficio es pertinente; los beneficios marginales deben ser mayores que los costos marginales. Los beneficios se deben medir viendo si con el nuevo m‚todo se captan con mayor precisi¢n los pobres, y en los costos se deben considerar factores como la claridad y la transparencia para los municipios. Hasta ahora se han resaltado las ventajas del m‚todo de NBI; sin embargo, es evidente que el indicador tiene problemas: en primer lugar como se ver m s adelante-, cada vez est captando menos pobres, lo cual indica que ha habido un mejoramiento en el bienestar de la poblaci¢n, pero tambi‚n que las necesidades que se deben tomar como indicadores deben cambiar; y, en segundo lugar, las ventajas de las nuevas herramientas estad¡sticas y computacionales deber n utilizarse para llegar a mediciones m s precisas y confiables de la poblaci¢n con carencias cr¡ticas. 3.5 Las l¡neas de pobreza (LP)5 Como se ha dicho, la otra metodolog¡a utilizada por el DANE para medir la magnitud de la pobreza es la llamada ®l¡nea de pobreza¯, es decir el ingreso m¡nimo por debajo del cual, se considera que un individuo es pobre. En 1987, el DANE hizo estimaciones de l¡neas de pobreza para trece ciudades utilizando la informaci¢n de la encuesta de ingresos y gastos de 1984-1985. El procedimiento de estimaciones de la LP se puede resumir en los siguientes dos pasos: a) Estimar la canasta normativa de alimentos (cuyo valor se conoce como ®l¡nea de indigencia¯ (LI). b) Estimar la LP bas ndose en la canasta normativa de alimentos y en la estructura de gastos de los hogares. La canasta normativa de alimentos se elabor¢ en base a los requerimientos m¡nimos de calor¡as, prote¡nas y otros nutrientes para una persona de edad y sexo promedio. Esta canasta debe poseer las siguientes caracter¡sticas: - Satisfacer los requerimientos nutricionales m¡nimos. - Respetar, en lo posible, los h bitos alimenticios de la poblaci¢n objetivo. - Tener en cuenta, en lo posible, la disponibilidad de alimentos. - Tener un costo m¡nimo. Una vez encontrada la l¡nea de indigencia, para determinar la LP se le aplica a la primera el coeficiente de Engel de los estratos m s pobres. 3.6 La evoluci¢n de la pobreza Un aspecto que vale pena resaltar es que a partir de 1988 se ha seguido midiendo la magnitud de la pobreza con ambas metodolog¡as. Esto se ha hecho de varias formas: se introdujo en la encuesta de hogares un m¢dulo que permite tener los indicadores de NBI; en las principales ciudades colombianas se recolectan mes a mes los precios que conforman la canasta de alimentos, con lo cual se tiene un ¡ndice estimativo de las LP; el DANE ha realizado dos encuestas de calidad de vida, una en Bogot (1991) y otra a nivel nacional (1993), encuestas con las que no s¢lo se ha pretendido medir la pobreza sino que se ha querido tener una herramienta para analizar m s ampliamente sus causas y su relaci¢n con otro tipo de carencias. Y otras entidades, como el Departamento Nacional de Planeaci¢n (DNP) y la Contralor¡a General de la Rep£blica, han efectuado encuestas donde tambi‚n miden la magnitud de la pobreza por los dos m‚todos aqu¡ se¤alados. Se debe destacar el hecho de que el comportamiento de la magnitud de la pobreza es bien dis¡mil con el m‚todo de NBI y con el de LP. Mientras que con el primero se observa una disminuci¢n permanente, con el segundo se observa un comportamiento irregular; esto es esperable, dada la diferente naturaleza de los dos m‚todos. En el siguiente punto se hablar un poco sobre esta cuesti¢n. Antes de terminar esta parte, se presenta, a manera de ejemplo, la evoluci¢n de la pobreza por NBI entre 1985 y 19936 (cuadro 1). Cuadro 1 EVOLUCION DE LA POBREZA POR NBI: 1985-1993 ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿ ³ Porcentaje de personas pobres ³ 1985 ³ 1993 ³ ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ Total nacional 45,6 29,2 Total urbano 32,2 16,4 Total 4 ciudades 25,7 13,7 Bogot 23,5 12,9 Medell¡n ( rea metropolitana 24,7 12,7 Cali ( rea metropolitana) 25,9 12,9 Barranquilla ( rea metropolitana 36,6 20,4 Resto urbano 37,0 19,3 Total rural 72,6 54,1 ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ Fuente: Para 1985, Censo de poblaci¢n; para 1993, Encuesta nacional de calidad de vida En el cuadro se observa c¢mo la magnitud de personas pobres, en el total nacional, cae de m s de 45% en 1985 a 29% en 1993. Esta disminuci¢n, como ya se dijo, es general, refleja un aumento en los niveles de vida de la poblaci¢n colombiana, pero tambi‚n refleja el hecho de que los indicadores actuales de NBI han perdido validez, y que es necesario redefinir dichos indicadores (ver m s adelante). 3.7 El m‚todo integrado de medici¢n de la pobreza (MIP) Una inquietud de siempre es la relaci¢n entre las NBI y la LP. Se dice , que la pobreza medida a partir de NBI es estructural, mientras que la medida a trav‚s de la LP es coyuntural, debido principalmente a las caracter¡sticas de los indicadores de NBI; por ejemplo, el indicador de vivienda inadecuada considera que los hogares que sufren este problema no lo pueden resolver a corto plazo, aunque en algunos momentos tengan ingresos relativamente altos. Otro indicador, el de servicios inadecuados, en muchos casos lo que refleja no se soluciona con mayores ingresos del hogar, sino a trav‚s de la inversi¢n en infraestructura social por parte del Estado; lo mismo se puede decir del indicador de inasistencia escolar. Ciertamente, si un hogar incrementa sus ingresos en forma continua podr satisfacer sus necesidades b sicas, pero si la mejora monetaria es temporal, probablemente no podr satisfacer dichas necesidades, puesto que ello implicar¡a un cambio de vivienda y de barrio. Por el lado de la LP, se considera que la pobreza as¡ captada es m s coyuntural, dado que la insuficiencia de ingresos tiene una relaci¢n m s pr¢xima con la situaci¢n general de la econom¡a en un momento dado del tiempo. As¡, una situaci¢n de crisis econ¢mica puede llevar a situaciones de pobreza por la p‚rdida del empleo, o la quiebra de peque¤as empresas, con lo cual un hogar pierde todo, o al menos una parte de su ingreso. Otra interpretaci¢n de las diferencias entre las NBI y la LP se relaciona con el hecho de que las primeras est n ligadas con la riqueza que tenga disponible un hogar en cierto momento; es decir, con el acceso que tenga el hogar a bienes y servicios, ya sean de su propiedad o de la sociedad. En este sentido, se puede considerar que la satisfacci¢n o no de ciertas necesidades se relaciona con el ingreso pasado del hogar, mientras que la LP se relaciona con el consumo corriente. Sea como fuere, es claro que la pobreza medida con NBI se relaciona m s con fen¢menos de largo plazo, mientras que la medida a trav‚s de la LP se relaciona con el corto plazo. Rub‚n Kaztman7 ha avanzado en una interpretaci¢n que, si bien no contradice la anterior, s¡ profundiza en la distinci¢n de las diferentes clases de pobreza, lo cual ayuda a entender la problem tica de cada grupo. Kaztman divide a los hogares (o personas) en cuatro grupos: i) Hogares que no son pobres ni por NBI ni por LP, o, simplemente, hogares no pobres (grupo A). ii) Hogares que no son pobres por LP y s¡ lo son por NBI (grupo B). A este tipo de pobreza Kaztman lo llama pobreza inercial. Se puede definir como la poblaci¢n que ha salido de la pobreza, pero que todav¡a no ha satisfecho ciertas necesidades b sicas, debido principalmente a la influencia de aspectos culturales. iii) Hogares que son pobres por LP y no lo son por NBI (grupo C), o pobreza reciente. Este grupo est conformado por hogares que tienen una vivienda adecuada y cuentan con los servicios b sicos, pero por situaciones de p‚rdida de empleo, muerte del jefe o alg£n otro acontecimiento grave se encuentran en situaci¢n de pobreza. iv) Hogares que son pobres por LP y por NBI, o pobreza cr¢nica (grupo D). La interpretaci¢n de Kaztman parece bastante adecuada, pero subsisten algunos aspectos que no son claros en los grupos B y C, especialmente en el B. Este grupo puede estar conformado por hogares que pertenec¡an al grupo D y que por diferentes circunstancias lograron incrementar sus ingresos, de tal forma que ya no tienen insuficiencia de ‚stos; sin embargo, como ya se ha dicho, este incremento puede ser temporal y por tanto no se podr¡a hablar de pobreza inercial, ya que la situaci¢n de dichos hogares es probable que no cambie a largo plazo. El grupo C presenta tambi‚n dificultades de interpretaci¢n, en el sentido de que muchos hogares pueden permanecer por un largo tiempo sin ingresos suficientes y mantenerse en una vivienda que cumpla con los requerimientos b sicos. El an lisis de las caracter¡sticas socioecon¢micas puede ayudar a comprender mejor las diferencias y similitudes de los grupos de pobreza definidos por Kaztman, estudiando, hasta donde sea posible, la movilidad en el tiempo de los hogares entre los diferentes grupos y el cambio que se presenta en las variables econ¢micas, sociales y demogr ficas; reiteramos, no obstante, que hay ciertas variables que en cinco a¤os no sufren grandes cambios, como se ver m s adelante. A manera de ejemplo, se presenta la magnitud de la pobreza en siete ciudades, utilizando el MIP. Se debe aclarar que se han hecho algunos cambios en cuanto a la medici¢n de la pobreza. El primero es en cuanto a la definici¢n de NBI; se ha quitado el indicador de alta dependencia econ¢mica, ya que ‚ste se incluy¢ como variable proxy de la insuficiencia de ingresos, pero en este caso el problema de insuficiencia se toma directamente a trav‚s de la LP. Por otro lado, aqu¡ se considerar que un hogar es pobre si tiene alguna NBI, o si tiene un ingreso per c pita por debajo de la LP, o ambos (cuadros 2 y 3). La informaci¢n utilizada proviene de las encuestas de hogares del DANE en las etapas de los meses de septiembre de 1986, 1987, 1988, 1989 y 1990. stas tienen un m¢dulo especial para medir la pobreza con la metodolog¡a de NBI; para la medici¢n de la pobreza por LP fue necesario dise¤ar un procedimiento para ajustar los ingresos declarados por los hogares. Por otro lado, se debieron hacer algunas reestimaciones de las l¡neas de pobreza en los a¤os estudiados. Cuadro 2 CALIDAD DE VIDA DE LOS HOGARES SEGUN NBI Y LP. BOGOTA: LP vs. NBI. 1991 ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿ ³ Pobreza ³ Necesidades B sicas insatisfechas ³ ³ seg£n l¡neas de ÃÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ´ ³ pobreza ³ No pobre ³ Pobre ³ Total ³ ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ No pobre Hogares 792 986 37 430 830 416 N£mero de personas 3 106 777 177 267 3 284 044 Promedio 3,92 4,74 3,95 Pobre Hogares 267 515 96 717 364 232 N£mero de personas 1 217 560 530 354 1 747 914 Promedio 4,55 5,48 4,80 Total Hogares 1 060 501 134 147 1 194 648 N£mero de personas 4 324 337 707 621 5 031 958 Promedio 4,08 5,27 4,21 ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ Fuente: Encuesta de pobreza y calidad de vida en Bogot , 1991. Nota: No incluye indicador de alta dependencia econ¢mica. Cuadro 3 LA POBREZA EN BOGOTA: METODOLOGIA MIP. 1991 ÚÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ¿ ³ Porcentaje de ³ Necesidades b sicas insatisfechas ³ ³ ÃÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÂÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ´ ³ hogares y personas ³ No pobres ³ Pobres por ³ Total ³ ³ ³ ³ NBI ³ ³ ÀÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÁÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÙ Porcentaje de hogares ù No pobres por LP 66 3,1 69,5 ù Pobres por LP 22,4 8,1 30,5 Total 88,8 11,2 100,0 Porcentaje de personas ù No pobres por LP 61,7 3,5 65,3 ù Pobres por LP 24,2 10,5 34,8 Total 85,9 14,0 100,0 ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ Fuente: DANE, Encuesta de pobreza y calidad de vida en Bogot , 1991. |
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