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ASPECTOS GENERALES
La Encuesta Nacional de Hogares sobre condiciones de vida del IV Trimestre de 1998 (ENAHO-1998 IV), se ha desarrollado en el marco del Programa MECOVI, patrocinado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM), y la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL). Esta contribución ha permitido contar con asistencia técnica de estas instituciones, así como de consultores externos. La ENAHO - IV 1998, se realizó sobre una muestra de 6,839 viviendas particulares, en la que se registraron 6,952 hogares, y 35,541 personas. Las viviendas fueron seleccionadas al azar y visitadas entre el 1 de noviembre y el 19 de diciembre de 1998. El universo de estudio fue todo el país. Los resultados obtenidos en 1998 son comparables a los correspondientes a 1997, debido a que se han empleado los mismos instrumentos y metodologías. Para la determinación de las líneas de pobreza, se han empleado las mismas canastas de consumo, y las mismas poblaciones de referencia de 1997.
CONTEXTO MACROECONÓMICO El crecimiento sostenido y equilibrado observado por la economía peruana, desde 1993 y la estabilidad en los precios, permitieron en 1998 tomar medidas que aliviaron los efectos adversos tanto del Fenómeno de "El Niño" como de la crisis internacional. En 1998 el Producto Bruto Interno real creció en 0,3% y la inflación en dicho año fue de 6,0%. En 1998, las finanzas nacionales se encontraban en una posición sólida. Así, el déficit fiscal de 1998 fue de 0,7 por ciento, el segundo más bajo en los últimos 28 años, y el nivel de las reservas internacionales netas es equivalente a 13 meses de importaciones de bienes, y a 6 veces la emisión primaria. Niveles de Empleo En el contexto macroeconómico anterior, y según los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares, se registró una leve reducción de la tasa de desempleo abierto nacional urbano entre los terceros trimestres de 1997 y 1998, de 7,7% a 7,6%, respectivamente. El efecto de los problemas económicos se manifestó en el aumento de los niveles de subempleo nivel nacional urbano de 41,8% a 44,1% en el mismo período. Gasto Social Durante 1997, la intervención del Estado en el ámbito social de lucha contra la extrema pobreza, continuó con la estrategia de apoyar su accionar en la recuperación económica y en la ampliación del gasto social. En efecto, según la última información disponible, el gasto social real percápita creció en 21,5% en un solo año, pasando de 264,3 nuevos soles en 1996 a 321,1 en 1997 (en nuevos soles de 1994).
NIVELES DE POBREZA Se presenta tres estimaciones de niveles de pobreza: una con el gasto de consumo y la línea de pobreza, con el cual se obtiene los índices oficiales de pobreza. Otra con el ingreso y la línea de pobreza. También se presentan estimaciones con el método de las necesidades básicas insatisfechas. Las dos últimas permiten observar la tendencia de la Pobreza. Complementariamente se presenta resultados integrando la pobreza medida por el gasto de consumo con la obtenida con las NBI (método integrado). NIVELES DE POBREZA MEDIDOS CON EL GASTO DE CONSUMO Y LA LÍNEA DE POBREZA
Pobreza Total
En 1998, el 37,3% de la población, es decir, 9 millones 326 mil personas se encontraban en situación de pobreza. Respecto a 1997, en que fue de 37,6%, se observa una leve disminución. La pobreza afectó al 57,4% de la población residente en el área rural. Esta cifra es más del doble de la correspondiente observada en el área urbana. La pobreza en el área rural disminuyó en 2.2 puntos porcentuales con respecto a 1997.
Pobreza Extrema
El nivel de la pobreza extrema disminuyó de 15,9% en 1997 a 15,6% de la población total del país en 1998. En este último año se estima que habían 3 millones 909 mil pobres extremos. Se considera pobreza extrema aquellos cuyo gasto percápita no alcanza al valor de una canasta básica de alimentos. La incidencia de la pobreza extrema en el área rural (36,1%), es casi 8 veces de la correspondiente del área urbana (4,6%). El nivel de pobreza extrema en el área rural disminuyó en 1,0 punto porcentual entre 1997 y 1998. Distribución territorial de los pobres La mayor parte de los pobre extremos viven en el área rural, pues allí residen el 81,0% de ellos. En cambio, la mayor parte de los pobres no extremos viven en el área urbana, pues allí residen el 65,5% de ellos. En Lima Metropolitana se encuentran sólo el 3,6% de todos los pobres extremos que tiene el Perú. En cambio, la proporción de los pobres no extremos que se asientan en la Capital de la República es el 25,1% del total de no pobres extremos del país.
NIVELES DE POBREZA MEDIDOS CON EL INGRESO Y LA LINEA DE POBREZA Considerando el ingreso percápita de los hogares, se obtiene que el nivel de pobreza habría bajado en 16% entre 1995 y 1998 (de 47,8% a 40,3%). Esto quiere decir que en 1998, el 40,3% de la población del país tenía un ingreso percápita inferior a la línea de pobreza. Con este método se obtiene un mayor nivel de pobreza que con el gasto de consumo, debido a que el 60% de la población de menores ingresos declara ingresos inferiores a sus gastos. Sin embargo, este método provee información que permite hacer un análisis de la evolución de la pobreza en el tiempo, debido a que los resultados obtenidos en las diferentes encuestas son comparables.
NIVELES DE POBREZA MEDIDO CON EL METODO DE LAS NECESIDADES BASICAS INSATISFECHAS · La proporción de población con por lo menos una necesidad básica insatisfecha (NBI), disminuyó de 45,8% en 1997 a 42,1% en 1998. Esto quiere decir que hubo un descenso de 3,7 puntos porcentuales entre ambos años. La proporción de población con al menos una NBI en el área rural (71,9%) es casi 3 veces a la del área urbana (25,9%). Esta proporción en el área rural disminuyó de 77,1% en 1997 a 71,9% en 1998. Las Necesidades Básicas que más afectan a la población son la falta de servicio higiénico (23,8%) y el hacinamiento (20,9%). Sin embargo, entre 1997 y 1998, estos porcentajes han disminuido en 3,8 y 2,6 puntos porcentuales respectivamente.
NIVELES DE POBREZA MEDIDOS CON EL METODO INTEGRADO El método integrado combina la pobreza medida por línea de pobreza, con aquella obtenida por NBI. Se consideran cuatro grupos: los pobres crónicos (pobres por NBI y gastos por debajo de la línea de pobreza), los pobres inerciales (pobres por NBI, pero con gastos por encima de la línea de pobreza), los pobres recientes (no pobres por NBI, pero gastos por debajo de la línea de pobreza, y los integrados socialmente (no pobres por ningún concepto). El nivel de pobreza crónica ha disminuido de 27,1% en 1997 a 25,6% en 1998. El nivel de la pobreza inercial descendió de 18,7% en 1997 a 16,5% en el mismo período. En cambio, la pobreza reciente aumentó de 10,4% en 1997 a 11,8% en 1998.
La proporción de población integrada socialmente, es decir, aquella que no es catalogada como pobre por ninguno de los métodos de medición, aumentó de 43,8% en 1997 a 46,1% en 1998.
CONDICIONES DE VIVIENDA POR NIVELES DE POBREZA Acceso a servicios básicos La proporción de hogares que se abastecen de agua por red pública aumentó de 55,4% en 1997 a 58,8% en 1998. Los hogares pobres que se abastecen de agua por red pública (incluye dentro de la vivienda, fuera de la vivienda y pilón de uso público) representan el 47,3% y los que utilizan agua de los ríos, acequias o manantiales, el 32,7%. En los hogares en extrema pobreza, éstos porcentajes llegan al 29,1% y 50,0%, respectivamente. La proporción de hogares que tienen servicios higiénicos conectados a red pública de alcantarillado aumentó de 46,3% a 48,4% entre 1997 y 1998.
Se observa además, que el 24,8% de los hogares pobres tienen acceso al servicio higiénico conectado a red pública (fuera y dentro de la vivienda) cifra distante de la que presenta el promedio nacional. El 64,0% de los hogares no pobres cuentan con este servicio, mientras que el 58,8% de hogares en extrema pobreza carece de algún tipo de servicio para eliminación de excretas. El porcentaje de hogares pobres (18,0%) que habitan viviendas con características físicas inadecuadas son superiores al promedio nacional (10,8%). El 20,3% corresponde a hogares pobres no extremos y el 14,5% a los hogares en extrema pobreza, en tanto que el 92,4% de los hogares no pobres viven en viviendas con características adecuadas. ACCESO A LA EDUCACION POR NIVELES DE POBREZA La tasa de asistencia escolar en la educación primaria aumentó de 94,5% en 1997 a 95,6% en 1998. En la educación secundaria, el incremento ha sido de 84,8% en 1997 a 86,2% en 1998. En 1998, la tasa neta de asistencia en primaria en el área urbana fue de 91,3% y en el área rural de 90,7%. Según niveles de pobreza, la asistencia es de 92,6% para la población no pobre y de 89,5% para la población que vive en condiciones de pobreza. Al interior de este último grupo, la asistencia es de 91,5% para los pobres no extremos y de 87,3% para aquellos que están en condición de extrema pobreza.
En educación secundaria, en 1998 la tasa neta de asistencia a nivel nacional es de 62,4%. A nivel de los diferentes niveles de pobreza, se encuentra que el 74,6% de los no pobres asisten a secundaria, en tanto que entre la población pobre la asistencia es menor, 47,6%. Según niveles de pobreza, se aprecia que entre los pobres extremos y no extremos, existe una brecha de cerca de 28 puntos porcentuales siendo la asistencia de 59,5% para éstos últimos y de 32,0% para el segmento de pobreza extrema. La distribución de la población según nivel de educación, permite discriminar la condición de pobres y no pobres. La mayor proporción de personas que no han alcanzado ningún nivel de educación se encuentra entre los pobres extremos con 23,0% y la más baja entre la población no pobre con 5,0%. Entre estos dos valores, se ubican los pobres no extremos con 9,6% de personas que no tienen ningún nivel de educación o sólo estudiaron inicial o pre-escolar.
El promedio de años de estudio en el caso de la población no pobre es de 9,5 años, en tanto que, para la población que vive en situación de pobreza es de 6,0 años. Los pobres extremos muestran un promedio de 4,4 años de estudio y aquellos pobres cuya condición no es extrema tienen 6,9 años de estudio. ACCESO A LA SALUD POR NIVELES DE POBREZA El porcentaje de personas que teniendo algún problema de salud o accidente, recibieron algún tipo de consulta, se ha mantenido casi estable entre 1997 y 1998, con 84,2% y 84,1% respectivamente. Según resultados de la ENAHO-IV trimestre de 1998, el acceso a los servicios de salud es diferenciado según niveles de pobreza. Mientras la población en situación de no pobre accedió en un 87,1%, la población en extrema pobreza lo hizo en 67,9%, observándose una diferencia de 19,2 puntos porcentuales.
Las tres cuartas partes (74,6%) de la población en extrema pobreza que declaró haber estado enferma o accidentada, acudió a consultar a un establecimiento del Ministerio de Salud, principalmente a los puestos y centros de salud. 32 de cada 100 personas en extrema pobreza que declararon haber padecido alguna enfermedad o accidente no consultaron. En el grupo de los no pobres no consultaron 13 de cada 100 personas.
La población en extrema pobreza no consulta por tres principales razones: falta de credibilidad y confianza en la medicina el 44,7%, por falta de recursos económicos el 37,9% y por problemas de disponibilidad y accesibilidad el 26,0%. Uno de los indicadores sintéticos que refleja las condiciones de vida de la población es la tasa de mortalidad infantil. Este indicador muestra una reducción entre los años 1991 y 1998, al haber pasado de 57 defunciones de cada 1000 nacidos vivos en 1991 a 42 muertes de niños menores de un año en 1998. Esta reducción significativa de la mortalidad infantil, es resultado de la concurrencia de un conjunto de acciones como son: una mayor inversión en salud, aumento en la cobertura de las inmunizaciones, más viviendas dotados de los principales servicios (agua, desagüe), incremento del nivel educativo de las madres y también al adelanto tecnológico en materia de salud de otros países. CUADRO
SITUACION DE LA PEA URBANA POR NIVELES DE POBREZA La Tasa de Actividad, que mide la participación de la población en el mercado de trabajo, ha disminuído levemente de 64,6% en 1997 a 64,1% en 1998, en el área urbana. Según niveles de pobreza, en 1998 la tasa de actividad de la población urbana en condición de pobreza es de 64,4%, de ellos los pobres extremos presentan una tasa de participación superior en 1,7 puntos porcentuales a la de los pobres no extremos. De acuerdo a las categorías de ocupación, la población urbana ocupada mayoritariamente es asalariada e independiente. Del total de ocupados considerados como pobres, el 27,6% son obreros. En los ocupados no pobres, la proporción se reduce a 15,9%. Caso contrario sucede con los ocupados que tienen categoría de empleados, los ocupados pobres son 14,4% mientras que en los no pobres es mayor, 33,7%.
La PEA ocupada urbana se caracteriza por estar dedicada a actividades terciarias. El Comercio y los Servicios Comunitarios y Sociales, concentran más de la mitad de la PEA Ocupada. Similar característica se observa en los ocupados no pobres. Sin embargo, en los ocupados considerados como pobres, además del Comercio (28,8%), los Servicios Comunitarios y Sociales (16,0%), toman importancia la Agricultura, Minas y Canteras (19,0%) y la Industria Manufacturera (13,7%).
La distribución de la población ocupada urbana pobre según tamaño del establecimiento, indica que más de las dos terceras partes, el 69,7%, labora en empresas constituidas por menos de 5 trabajadores y el 30,3% restante en empresas con 5 o más trabajadores. |