2. Agua

El agua es uno de los recursos naturales más importantes, ya que es vital para todos los organismos vivos y los principales ecosistemas, así como para la salud humana, la producción de alimentos y el desarrollo económico. En la actualidad casi un 40% de los alimentos producidos en todo el mundo provienen de la agricultura de regadío, y también existe una gran variedad de procesos industriales que dependen del agua.

En la segunda mitad del presente siglo, el crecimiento demográfico y la urbanización, así como los cambios registrados en materia de producción de consumo, han elevado la demanda de recursos hídricos a niveles sin precedentes.

El agua, si bien es fuente de vida, puede acarrear enfermedades y muerte si se alteran sus características físicas, químicas y biológicas, por la descarga en ella de cualquier material que desvirtúe su uso adecuado, es decir, cuando se produce su contaminación, la que puede darse por muchas causas como las siguientes:

  • Lluvia ácida, como precipitación húmeda de constituyentes ácidos, los cuales se disuelven en las nubes.

  • Descargas de aguas residuales, domésticas o industriales en los cursos receptores, sin tratamiento previo, que luego son utilizadas como fuente de abastecimiento y recreación.

  • Disposición inadecuada de residuos sólidos domésticos peligrosos.

  • Fuentes de naturaleza difusa, que se originan en actividades agrícolas, constructivas y de extracción de minerales, así como en las actividades del narcotráfico.

El agua es indispensable para la vida y es necesaria su disposición a los consumidores de manera satisfactoria. Es por ello que es necesario protegerla de la contaminación, específicamente de la proveniente de desechos de origen humano o animal, que pueden contener una multiplicidad de bacterias, virus y protozoarios patógenos, así como de helmintos parásitos, protegiendo así de que surjan brotes de afecciones intestinales y otras enfermedades infecciosas. Los más expuestos a las enfermedades transmitidas por el agua son los lactantes y los niños pequeños, las personas debilitadas o que viven en condiciones antihigiénicas, los enfermos y los ancianos.

MAPA OROGRAFICO DEL PERU

El consumidor depende principalmente de sus sentidos para evaluar la calidad del agua que bebe. Los componentes del agua pueden influir en la apariencia, el olor o el sabor de ésta y el consumidor se basa en esos criterios para estimar su calidad y aceptabilidad. Se considerará peligrosa o se rechazará el agua muy turbia, de un color acentuado o de sabor u olor desagradable. La causa de la turbiedad del agua es debida a la presencia de partículas que puede deberse a que el tratamiento ha sido insuficiente o a que el sedimento ha vuelto a quedar en suspensión en el sistema de distribución. En el caso de algunas aguas subterráneas, puede deberse también a la presencia de partículas de materia inorgánica.

La poca cantidad de agua dulce disponible y lo costoso que resulta tratarla es razón suficiente para cuidarla de todo aquellos factores de la contaminación y del derroche en el que se incurre cuando se pierde el agua por la cañería.

La falta de agua potable y desagüe es causa de malas condiciones ambientales y de alta incidencia de enfermedades como la tifoidea, diarrea, cólera y disentería. El río Rímac es uno de los más afectados porque en él arrojan desechos orgánicos (basura), heces humanas y de animales. Las bacterias fecales no solo se encuentran en el agua potable que se consume, sino en el mar, debido a que los peces y plantas marinas también se contaminan.

También están los elementos químicos como el cromo, plomo, mercurio y otras sustancias que se introducen en el cuerpo del agua, y no puede ser depurada por ningún organismo vivo, matando la flora y fauna y, a los microorganismos que realizan la depuración.

La contaminación producida destruye toda forma de vida animal o vegetal, asimismo los fungicidas, pesticidas agrícolas atacan las aguas superficiales y se filtran en la tierra, y pasa a las aguas superficiales que al evaporarse contaminan el aire.

Por eso es que el mar sigue contaminado por las descargas de desechos orgánicos o aguas cloacales, los residuos industriales y mineros que se trasladan por los ríos. Así también el fenómeno del niño ha afectado mucho y ha causado enormes perdidas no sólo en el sector agrícola y pesquero, sino en todas las actividades económicas.