8. Diversidad de fauna

El Perú es uno de los países que por su especial ubicación en América del Sur posee una fauna muy variada, dentro de sus límites se han registrado 472 especies de mamíferos (11% del total mundial y 29,4% del neotrópico); 1756 especies de aves (20% del total mundial y 44,0% del neotrópico); 360 especies de reptiles (5% del total mundial y 12,3% del neotrópico); 352 especies de anfibios (10% del total mundial y 12,1% del neotrópico); y cerca de 1800 especies de peces marinos y 797 especies de aguas continentales.

El desierto costero se caracteriza por el desarrollo de una fauna especializada en condiciones de extrema aridez, en el norte se registra la existencia de especies importantes como el venado gris, el mono coto de Tumbes, y el puma, entre las aves destacan los Psittaciformes, palomas diversas y passeriformes, la costa centro y sur, presenta una vida animal muy rica estando constituida por aves guaneras, lobos marinos, pinguinos de Humbolt, flamencos, y el zorro costero que caracteriza a la fauna del desierto.

La Sierra, registra presencia de camélidos silvestres, la taruca, el puma, condor andino, la avifauna lacustre alto andina, el zorro andino, perdices, vizcachas y las muy apreciadas ranas de Junín. En la puna, páramos o vertientes orientales, o Ceja de Selva, existe el único úrsido de América del Sur, el oso de anteojos. El denominado Trapecio Andino, presenta áreas propicias para el cultivo de la tuna y por ende para el aprovechamiento del insecto que la parasita, cochinilla de carmín, cuyo cuerpo contiene un colorante natural de gran demanda internacional.

En la Amazonía Peruana existen centros de alta diversidad de especies de fauna. En la Zona Reservada de Tambopata-Candamo (Madre de Dios) en la copa de un sólo árbol se han detectado 54 mil especímenes de insectos, con 500 especies de coleópteros y 80 de hormigas. El 80% son especies nuevas para la ciencia.

En la misma zona en 550 has., se han registrado 91 especies de mamíferos; 570 de aves; 127 de reptiles y anfibios; 94 de peces; 12 07 de mariposas; 40 de termitas; 29 de libélulas; 600 de coleópteros; 73 de tábanos y 39 de abejas.

La fauna peruana posee un número apreciable de especies endémicas, siendo difícil de reportar el número exacto de especies, sin embargo la información disponible sobre endemismos sólo se tiene para Mamíferos, Aves, Reptiles y Anfibios. De acuerdo a la observación por clases, se registra 110 especies endémicas de aves, 40 especies de peces, 124 especies de anfibios, 63 especies endémicas de mamíferos y 98% de reptiles.

El Mar Peruano también ofrece una abundante y variada diversidad faunística. En la región influenciada por la Corriente Costera Peruana, predominan importantes poblaciones de peces pelágicos, tales: como anchoveta, sardina, caballa, jurel, pejerrey, machete y bonito. Pero también hay peces demersales en cantidades importantes, como la merluza, el suco y el ayanque; y peces costeros muy apreciados por los consumidores: corvina, lenguado, pintadilla, cabrilla, lisa y otros. Entre los invertebrados, se puede citar cangrejos y moluscos diversos y entre los mamíferos, nutrias, lobos de mar y cetáceos (ballenas, delfines, cachalotes).

En las aguas cálidas del norte predominan los langostinos, meros, lenguados, dorados y cabrillas, así como moluscos de la zonas de manglares y diversos invertebrados. También llegan hasta allí, para reproducirse, algunos cetáceos.

En ambas regiones, las aves marinas nativas, así como las migratorias, constituyen poblaciones importantes que ocupan las playas, roqueríos, estuarios e islas del litoral, en una diversidad notable. Entre ellas sobresalen, por su abundancia, las productoras de guano (guanay, piquero y pelícano).

La Antártida Peruana exhibe también una variada fauna, que va desde los mamíferos, tales como lobos de mar, nutrias y focas; pinípedos, como el elefante marino y el leopardo marino, hasta las aves, como el petrel grande, el skúa, la paloma antártica y el tradicional pingüino. Asimismo, según las investigaciones realizadas presenta como su mayor recurso potencial, el krill, constituido por organismos del zooplancton, principalmente de la especie Euphausia superba, de la cual se sustentan calamares, peces, grandes cetáceos y focas.

Es necesario considerar que las especies corren gran peligro de extinción por la forma como son utilizadas sin ningún control, contribuyendo para ello la caza indiscriminada, por el beneficio que se obtiene de ellas, también a ello se une la recolección, entre otros.

Para la preservación y conservación de la fauna como de cualquier otro recurso natural renovable, es necesario concientizar a la humanidad y comprometerla con una participación activa para evitar la destrucción de recursos, fuentes de atracción turística, educativa deportiva o recreacional, así como en muchos casos de consumo para los seres humanos, de un manejo más racional, hacer uso de la naturaleza sin destruirla, procurar una mayor reproducción, controlar la transformación o deterioro de la naturaleza, evitando la desaparición de especies oriundas de espectacular belleza que también tienen derecho a la vida, logrando la restauración y rehabilitación de todo ecosistema, consecuentemente adoptar medidas de conservación frenando la caza indiscriminada de especies en peligro de extinción como el caso de la vicuña, alpaca, cocodrilo, la recolección de huevos y la cacería de supuestos animales perjudiciales.

La conservación de la naturaleza y de los recursos naturales, debe ahora emprender la tarea de restauración, saneamiento, fomento e incremento de los recursos naturales renovables de la fauna, flora, agua, suelo, bosque, pesca, etc.

Además, se debe considerar la conservación in situ que fortalece la gestión del Sistema Nacional de Areas Naturales Protegidas por el Estado SINANPE, y la conservación ex-situ3 a través de los zoocriaderos, parques zoológicos regionales, cría en granjas o viveros de orquídeas, entre otras de manejo de fauna silvestre, con la participación del sector privado y comunidades nativas.

La caza indiscriminada, por la alta cotización de las especies en el mercado nacional e internacional, originó la desaparición de la chinchilla. El guanaco, oso de anteojos, lobos de mar, corren gran riesgo de extinción sino se toman las medidas preventivas necesarias, en la selva observamos a la bestia negra (Taripus pinchague) pariente de la sachavaca, el tamba taruca (Mazama Chunyi) que es uno de los venaditos más chicos del mundo, la vaca marina o manatí, la nutria o lobo de río, monos de varias especies que los capturan para los diversos zoológicos.

Los objetivos principales de los zoológicos son la recreación, la educación, la conservación y la investigación, en la sociedad actual lo que se busca es que los zoológicos no sean sólo de interés recreativo y de entretenimiento al público, sino de crear un interés entre los seres humanos y la naturaleza, enseñarles la belleza de la flora y fauna, y la protección de los recursos naturales.